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Algunas ideas para curar el "cáncer de la no competitividad" en las Grandes Ligas

Scott Boras no está contento de que sus clientes no estén firmando acuerdos lucrativos, y culpa a los equipos de hacer lo imposible para no ganar. Kirby Lee-USA TODAY Sports

Pocos días atrás, el súper agente Scott Boras se quejó con respecto a la inactividad de la agencia libre en la presente temporada baja, comentando a Ken Rosenthal, periodista de la web The Athletic: "Tenemos que eliminar el cáncer de la falta de competitividad. No podemos dirigirnos a nuestra afición vendiendo la promesa de perder para ganar después. Eso es destructivo para nuestro deporte porque ha eliminado un tercio de la competitividad".

Lo que Boras realmente intenta sugerir es que esto se torna destructivo para sus clientes. Su idea es que los equipos no están interesados en firmar a, por ejemplo, Mike Moustakas porque no hay muchos clubes intentando ser ganadores; en vez de no estar dispuestos a pagar en exceso a un jugador con un OBP de .314 y un WAR de apenas 1.8 y, además, les representa perder un puesto de selección en el draft si lo firman.

No hay duda alguna que hay varios equipos que no están intentando ganar. Durante la temporada pasada, uno podría con toda certeza colocar a los Medias Blancas, Filis, Rojos, Padres y quizás a los Bravos en la categoría de equipos que no intentaban con todas sus fuerzas armar un contendor con miras a los playoffs. Sin embargo, se trata de apenas cinco equipos, no la tercera parte de todas las Grandes Ligas. Los Tigres, Gigantes y Mets estuvieron terribles, pero no fue algo intencional. Los Atléticos, Rays y Piratas trabajaban dentro de sus acostumbradas restricciones autoimpuestas a nivel presupuestario.

Si bien contamos con tres equipos con al menos 100 victorias por primera vez desde 2003, eso no me obligaría a sugerir que hay un mayor desequilibrio competitivo, comparado a otras ocasiones en la historia reciente. Una forma de entenderlo es considerando el número de temporadas consecutivas con saldo negativo para cada franquicia. Si hay más equipos intentando perder, deberíamos ver más equipos con periodos extendidos de campañas perdedoras.

Los Marlins cuentan con la racha más larga de la actualidad con ocho campañas consecutivas con récord negativo, seguidos por los Padres, con siete y los Filis y Medias Blancas con 5. Si sumamos todas las temporadas negativas consecutivas de las 30 franquicias, nos da un total de 51. ¿Es esto inusual? Revisemos intervalos de cinco años:

2017: 51

2012: 58

2007: 58

2002: 69

Tras haber visto esto, uno podría decir que tenemos un mejor equilibrio competitivo en la actualidad. No estoy convencido que esta sea la mejor manera de medirlo. Es apenas una manera. Sin embargo, en 2012, ese total fue alterado por los Piratas, dueños en ese momento de la bicoca de 20 temporadas con saldo negativo (racha que terminó en 2013). El único equipo con más de cuatro campañas perdedoras eran los Reales, con nueve. Dichos equipos fueron víctimas de la incompetencia de sus gerencias y las desventajas de jugar en mercados pequeños.

En 2007, los Piratas tenían 15 temporadas en saldo negativo, los Rays y Orioles 10 cada uno y los Rojos, siete. Kansas City, con cuatro, eran los otros equipos con más de tres. En 2002 (cercano al momento culminante de las quejas de Bud Selig sobre la falta de oportunidades para los equipos de mercados pequeños) los Piratas y Cerveceros tenían 10 campañas perdedoras, los Tigres, 9; los Reales, 8; con Orioles, Marlins y Rays con 5 cada uno. Ciertamente, había un desequilibrio competitivo mucho mayor en aquél entonces, aunque considero que hemos entendido que, en esos días previos al auge de la filosofía Moneyball hubo una gran disparidad en la capacidad de las distintas gerencias que se ha acortado hoy en día.

Los dos casos obvios de equipos "que no intentan ganar" durante esta temporada baja son los Marlins y Piratas. Los Marlins despacharon mediante canjes a su outfield de estrellas, conformado por Giancarlo Stanton, Marcell Ozuna y Christian Yelich (junto a Dee Gordon), mientras que los Piratas hicieron lo propio con Andrew McCutchen y Gerrit Cole. Los Piratas nunca juegan dentro del mercado de agencia libre (su mayor incursión en ese campo en la historia de la franquicia fue firmar nuevamente a Francisco Liriano por $39 millones) y si bien los Marlins han intentado en ocasiones pasadas con malos resultados (véase Wei-Yin Chen o José Reyes), eso no iba a ocurrir con el nuevo grupo de propietarios.

Estos dos equipos, junto con los Rays, que negociaron a Evan Longoria con los Gigantes, han afectado de manera clara al mercado de agencia libre. Si los Yankees no hubiesen conseguido a Stanton, quizás hubiesen ido tras J.D. Martínez. Si los Astros no hubiesen conseguido a Cole, quizás buscarían a Jake Arrieta o a Yu Darvish. Los Gigantes llenaron su inmenso vacío en la tercera base con Longoria, en vez de firmar a un agente libre de la talla de Moustakas o Todd Frazier. Los Cardenales adquirieron a Ozuna en vez de gastar en un agente libre y asumir los riesgos que eso conlleva. Esas operaciones ciertamente han impactado las aspiraciones de los clientes de Boras que permanecen disponibles en el mercado.

A pesar de lo anterior, asumamos que lo dicho por Boras es cierto: La integridad del béisbol está siendo afectada porque no todos los equipos están haciendo esfuerzos a fin de ganar. ¿Cómo resolver esto? Se necesita dar mayores incentivos para ganar... O penalidades a los que pierden. Aquí les presentamos algunas ideas que podría intentar el béisbol:

Descenso. "Felicidades por su récord de 64-98, Gigantes. Ahora pasarán a la Liga de la Costa del Pacífico. Los Memphis Redbirds tomarán su lugar en la División Oeste de la Liga Nacional". Hay gente que propone esto todo el tiempo. Hombre, ¡sería una gran solución! Si quieren jugar con los grandes, pues hay que ganar. Es obvio que Major League Baseball no cuenta con la misma estructura que la Premier League de Inglaterra, así que es mejor que dejen de proponer esta idea como una posibilidad realista. Aunque sí, confieso que me gustaría ver a una persona acaudalada de Cedar Rapids comprar un equipo de la Midwest League y llevarlo a recorrer el camino completo hacia las Mayores.

Expansión de los playoffs. Si se agrega un sexto equipo en los playoffs por cada liga, quizás un equipo como los Piratas no se sentirían tan obligados a negociar a McCutchen y a Cole. O quizás los Azulejos y Rangers gastarían un poco en agentes libres. Una reconstrucción se haría menos necesaria si se contara con mayores posibilidades de ganar la postemporada.

Por otra parte, agregar un partido por el comodín no ha dado un incentivo extra. Francamente, un escenario en la postemporada en el cual un solo partido lo decide todo no se hace tan atractivo a fin de que los equipos hagan arriesgadas contrataciones en la agencia libre. Si se expandieran los playoffs, considero que se debería hacer lo siguiente:

Los dos ganadores divisionales con mejor récord reciben la exención de jugar la primera ronda.

Los otros cuatro equipos juegan una serie para ganar tres encuentros (quizás el tercer ganador divisional celebra los tres partidos en casa).

Si la serie se inicia en un lunes tras el fin de la temporada, no se añaden días adicionales al calendario (aunque ello signifique la eliminación de los partidos de desempate).

Cambiar las reglas del draft. Con el propósito de desmotivar el perder a propósito, haría que el orden en el cual se selecciona en el draft se base en un récord acumulado de tres años, no sólo la temporada anterior. Si vas a caer por el precipicio, tendrás que caer en el verdadero foso para así poder ganarse ese primer puesto de selección (y conseguir más dinero entre el pool para gastar). Los Tigres negociaron a Martínez y Verlander, tuvieron récord de 6-23 en septiembre y se les recompensó con el puesto número 2 del draft. Algo ridículo. Los Gigantes pasaron de ser un equipo en los playoffs a ostentar 98 derrotas y podrían terminar con una súper estrella en su haber. ¿Cómo puede ser eso justo? Alternativamente, podría instituirse una especie de lotería del draft. Los Cerveceros no clasificaron a los playoffs por un triunfo, pero quizás podrían tener las mismas posibilidades de tener un puesto importante en el draft al igual que Detroit y San Francisco.

Mínimo salarial. Buena suerte tratando que los equipos de mercados pequeños concuerden con esta idea. Además, no creo que haya suficiente evidencia que demuestre que esto ayudaría a mejorar el equilibrio competitivo. Reconstruir equipos no mejorará las cosas al forzarles a gastar en agentes libres mediocres.

Incentivos por cantidad de triunfos en cuanto a distribución de ganancias. Si llegas a los playoffs, recibes X cantidad. Si terminas dentro de los 10 siguientes, recibes X cantidad de dólares. Terminas dentro de los 10 últimos y recibes 0 dólares (o una cantidad mucho menor a la de los anteriores). Entonces, ¿los Marlins irán cuesta abajo en 2018? Muy bien. Pero, si terminan con récord 57-105 en vez de 77-85, recibirán menos dinero que los Yankees y Medias Rojas.

Limitar el número de peloteros bajo contratos de novato o pre-arbitraje. Esto funcionaría como un mínimo salarial de facto. Un equipo como los Marlins no podría tener tantos peloteros jóvenes haciendo salario mínimo. Además, ¡extendería la carrera de veteranos mediocres!

¡Cerveza gratis! Una vez que un equipo alcance su derrota 90, todos los puestos de comida serán gratuitos durante el resto de la temporada. Considérenlo una recompensa por obligar a los fanáticos a ver un equipo tan desastroso durante 162 partidos.

Designar a Scott Boras como comisionado. "Expulsamos gente del béisbol cuando intentaron perder", dijo Boras, refiriéndose al escándalo de los "Medias Negras" de 1919. Imagínense los ratings para el especial anual de televisión titulado "Quedas expulsado del béisbol". Podría ser similar a "The Bachelor". Ya saben: si recibes una rosa, te quedas en Grandes Ligas. Si dura varias semanas, la tensión será increíble. El episodio final tendrá como rivales a Derek Jeter y Bob Nutting, dueño de los Piratas. ¿Quién recibirá la rosa?