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La temporada de 1998 fue una de las más locas, ¿la podrá igualar la del 2018?

Muchos aseguran que la batalla de cuadrangulares en 1998 sacó al beisbol del hoyo en el que se encontraba tras la huelga de jugadores en 1994. Jeff Haynes/AFP/Getty Images

Quizás el aspecto más sobresaliente de la Gran Persecución de Cuadrangulares de 1998 era que todo el mundo esperaba que cayera el record de Roger Maris. Mark McGwire había conectado 58 vuelacercas la pasada temporada y Ken Griffey Jr. 56, lo que ponía en riesgo la marca de Maris de 61.

Sports Illustrated pusieron a McGwire en la portada de su edición de previa de la temporada de béisbol con el titular "Prepárense para una Fiesta de Batazos". La historia de portada era un himno a una época feliz de cuadrangulares que tenía "jugadores musculosos listos para derribar las vallas", y ensalzó las virtudes de los batidos de proteínas enriquecidas con creatina al igual que suplementos de aceite de pescado y el entrenamiento con pesas.

Lo que siguió fue un verano emocionante que vio el record de Maris no solo ser roto, sino masacrado, con una batalla sorpresiva entre McGwire y Griffey por la supremacía de cuadrangulares. McGwire apareció en las portadas, no solo de las revistas Sports Illustrated y ESPN the Magazine sino también en Newsweek y Time. El coleccionista Todd McFarlane, creador del libro de historietas Spawn, gastó más de $3.4 millones en pelotas de cuadrangulares. El columnista Mike Lupica luego publicó un libro titulado, "Summer of '98: When Homers Flew, Records Fell, and Baseball Reclaimed America (Verano del 98: Cuándo volaron los Cuadrangulares, Cuándo cayeron los Records y EEUU reclamó al Béisbol)".

Por supuesto, todo eso ahora parece ridículo, con lo que luego descubrimos sobre el rampante uso de esteroides a lo largo y ancho del deporte. El verano de 1998 es ahora más visto como una gran estafa que como una temporada histórica. Eso es entendible, pero hay algo más: Fue un viaje emocionante más alla de la persecución de jonrones.

Los Yankees de Nueva York comenzaron lo que sería una dinastía de tres títulos consecutivos con una temporada dominante. Los Bravos de Atlanta ganaron 106 juegos pero no terminaron con el mejor record. Greg Vaughn de los Padres de San Diego conectó 50 jonrones... y terminó cuarto en ese renglón en las mayores. Roger Clemens ganó el Cy Young... con los Azulejos de Toronto. Los Marlins de Florida perdieron 108 juegos... como campeones defensores de la Serie Mundial. Terminó la racha de partidos disputados de Cal Ripken, Alex Rodríguez logró el 40-40, y Rickey Henderson se robó 66 bases a los 40 años. Hubo un juego perfecto lanzado por un serpentinero de 35 años y un record de ponches logrado por un novato de 20 años.

Fue, tal vez, la mejor temporada, la más increíble y la más loca de la historia. ¿Podremos igualarla en el 2018? Echemos un vistazo a los eventos de 1998, cómo esos eventos afectaron el futuro y como el 2018 puede replicar lo que ocurrió.

MARZO/ABRIL

31 de marzo: Mark McGwire conectó cuadrangular en el Día Inaugural.

En cierto sentido, la temporada comenzó con una muerte y un nacimiento. El legendario narrador Harry Caray falleció en febrero, y los Diamondbacks de Arizona y los Devil Rays de Tampa Bay jugaron sus primeros partidos en el Día Inaugural. McGwire conectó cuadrangular ese día, un bambinazo con bases llenas ante Ramón Martínez de los Dodgers de Los Angeles, al igual que lo hizo Griffey, por lo que quedó establecida la batalla.

Impacto duradero: Luego de romper el record de jonrones de todos los tiempos en 2017, el juego depende ahora más del cuadrangular que lo que lo hacía en 1998, con ángulos de lanzamiento por todas partes y menos sencillos y batazos más lejanos.

Hazaña parecida en 2018: Las expectativas de que Giancarlo Stanton y Aaron Judge sostengan una batalla parecida a la de McGwire-Sammy Sosa por la supremacía de cuadrangulares son bien altas, incluso aunque la meta sean meramente los 61 de Maris.

6 de abril: Los Yankees caen a 1-4.

Los Yankees eran los favoritos en la pretemporada para ganar la Serie Mundial luego de añadir a Chuck Knoblauch a un equipo que ganó 96 juegos en 1997. Un lento arranque que incluyó derrotas de 10-2, 8-0 y 7-3 tenía a los reporteros de Nueva York salivando con la posibilidad que George Steinbrenner despidiera al manager Joe Torre.

El escritor del New York Daily News Peter Botte publicó, "Por supuesto, no hay información oficial de que algún puesto esté en peligro", lo que implicaba que Torre estaba, en efecto, en peligro. Lupica escribió, "Si está absolutamente seguro de que Joe Torre podría sobrevivir a un mal comienzo, entonces realmente creen en las tarjetas de San Valentín que le escribieron a Steinbrenner en el 25º aniversario de su toma de posesión como dueño de los Yankees".

Los Yankees enderezaron rápidamente el barco. Ganaron 22 de sus siguientes 24 juegos y 34 de 50. Terminaron con marca de 114-48, estableciendo una nueva marca de victorias para la Liga Americana (que luego fue superada por los Marineros de Seattle en 2001). Ellos jugaron para 11-2 en la postemporada y barrieron en la Serie Mundial. Muchos catalogan a los Yankees del 98 como el mejor equipo de todos los tiempos.

Impacto duradero: Antes que el Moneyball de los A's convirtiera el porcentaje de embasamiento en una ineficiencia del mercado, los Yankees estaban atrayendo muchos boletos. Ellos lideraron la liga en ese renglón en 1998, y para sorpresa de nadie, lideraron las mayores en carreras anotadas - a pesar de que, en esta temporada de jonrones, no tenían uno solo que llegara a los 30.

Hazaña parecida en 2018: Con una gran rotación y la mejor ofensiva de la liga en 2017, los Astros de Houston tienen cero oportunidades de ganar 114 o 116 juegos. ¿Cuánto mejor tendrían que ser en comparación en la temporada padada? Los Yankees de 1998 anotaron 965 carreras y permitieron 656. Para igualar esa misma proporción, los Astros tendrían que anotar 69 carreras más y permitir 44 menos. El mayor obstáculo para los Astros parece ser que el Oeste de la LA luce como una división competitiva. Los Yankees jugaron para 11-1 ante los Devil Rays, un equipo de expansión, y 10-0 ante los Reales de Kansas City, cuando había un calendario equilibrado, pero los Astros podrían no tener el lujo de equipos como ese para vencer.

24 de abril: Mike Piazza conectó su tercer jonrón con bases llenas de abril.

30 de abril: April 30: McGwire, Griffey y Vinny Castilla terminaron el mes con 11 jonrones.

MAYO

6 de mayo: Kerry Wood abanicó 20 bateadores en un juego.

En su quinta apertura de su carrera en una tarde nublada en el Wrigley Field, el chico con cara de bebé de 20 años de los Cachorros de Chicago igualó el record de Clemens de ponches en un partido de nueve entradas con una de las actuaciones de pitcheo más dominante de todos los tiempos. Los únicos corredores de Houston se embasaron por un sencillo dentro del cuadro y un pelotazo. El GameScore de Wood de 105 sigue siendo el mejor para un juego de nueve entradas.

Tienen que recordar que el nivel de alboroto por los prospectos no existía en ese momento como ahora, así que cuando Wood llegó y lució de forma tan magnífica, fue algo inesperado y maravilloso. Terminó la temporada con 233 ponches en 166 2/3 entradas, lo que estableció un record para la mayor cantidad de ponches por cada nueve entradas para un lanzador abridor.

Impacto duradero: Wood se perdió el mes de septiembre por molestias en el codo, abrió un partido de playoffs y luego se reventó el codo en la siguiente primavera. La lesión de Wood - una estrella joven y brillante que cayó en desgracia - forzó al deporte a comenzar a pensar más profundamente cómo trataba a sus lanzadores jóvenes. Wood tiró más de 120 pitcheos en ocho aperturas, incluyendo una cifra máxima de 133 a finales de agosto. Una lesión un par de años más tarde de Mark Prior, otro brillante abridor joven de los Cachorros, impulsó más el asunto del conteo de pitcheos a la discusión en los círculos de béisbol. Ningún lanzador de 23 años o menos ha hecho 130 envíos en un partido desde 2006, y en el 2017, un abridor de cualquier edad alcanzó los 120 pitcheos solamente en 18 ocasiones.

Hazaña parecida en 2018: Shohei Ohtani es la comparación obvia, un novato fenomenal con una recta de triple dígito y la habilidad de hacer lo inimaginable. Sin embargo, el lanzador con mayor posibilidad de ponchar 20 en un juego tiene que ser Max Scherzer, especialmente porque ya lo logró, en 2016. Además tiene el segundo mayor GameScore en un juego de nueve entradas, con 104, no en su partido de 20 ponches, sino en su partido sin hits en 2015 donde ponchó 17 rivales.

15 de mayo: Los Dodgers cambiaron a Mike Piazza.

En uno de los cambios más sorprendentes en la historia de MLB, los Dodgers cambiaron a su estelar receptor junto con Todd Zeile a los Marlins por Gary Sheffield, Jim Eisenreich, Charles Johnson, Bobby Bonilla yy Manny Barrios. Hay dos aspectos en este cambio. Primero, Piazza estaba descontento con el rumbo de las negociaciones de su contracto, y los Dodgers temían perderlo luego de la temporada en la agencia libre. Segundo, los Marlins estaban en medio de una venta a quemarropa tras ganar la Serie Mundial de 1997. Ellos ya habían salido por la vía del cambio de Kevin Brown, Moisés Alou, Al Leiter, Robb Nen y Devon White. Piazza jugó apenas cinco partidos para los Marlins, y aunque los rumores lo colocaban siendo cambiado a los Yankees, terminó siendo enviado a los Mets.

Impacto duradero: Antes de 1998, era inusual que los equipos cambiaran a sus jugadores simplemente por el temor de perderlos en la agencia libre, especialmente una superestrella de la magnitud de Piazza y un equipo que se consideraba a si mismo como contendiente a los playoffs. Estos cambios son ahora parte regular del juego (aunque se ven más en los equipos de mercado pequeño y equipos en reconstrucción).

Hazaña parecida en 2018: Manny Machado.

17 de mayo: David Wells lanza un juego perfecto.

El zurdo de los Yankees hizo 120 lanzamientos al blanquear a los Mellizos de Minnesota. Luego alegó que lanzó bajo los efectos de una resaca.

19 de mayo: Los Yankees y los Orioles se vieron involucrados en una gran pelea.

Bernie Williams conectó cuadrangular de tres carreras para darle ventaja a los Yankees, y entonces Armando Benítez golpeó a Tino Martínez en la espalda con su siguiente lanzamiento. El narrador de los Yankees Jim Kaat lo catalogó burdamente como un "golpe bajo". La pelea que le siguió fue bastante fea, llegando al dugout y tuvo como elemento protagonista el golpe sorpresivo de Darryl Strawberry a Benítez.

Impacto duradero: Si eres un fanático joven, es posible que no conozcas la frecuencia o la violencia de las peleas en las décadas de los 70, 80 y 90. Los Yankees de esta era tuvieron varias reyertas memorables, siendo Strawberry el protagonista de una de ellas en el Kingdome. Las peleas como esta llevaron a la contratación de Frank Robinson en 2000 como zar de disciplina en el béisbol, con castigos más severos y más consistentes.

Hazaña parecida en 2018: Basado en la acción de este mes de abril, tenemos dos favoritos en la pelea de Medias Rojas de Boston/Yankees y Padres/Rockies de Colorado. Parece que todas esas rivalidades intradivisionales tienen el mayor potencial de ser más grabas, pero en general los altercados que se salen de control son raros en estos días.

19 de mayo: McGwire conecta tres jonrones en un partido por segunda ocasión.

18 de mayo: Con Arizona en ventaja sobre los Gigantes de San Francisco 8-6 en la baja de la novena, Buck Showalter le da boleto intencional a Barry Bonds con bases llenas.

La cara de Bonds no tenía precio:

Los Diamondbacks se las arreglaron para ganar 8-7.

Bonds dijo al día siguiente, "Estuve pensando en esto toda la noche, y todavía no sé que decir. No sé como expresarlo. Buck hizo historia. Dejen que él lo diga".

Showalter dijo, "Solo hay tres o cuatro jugadores en este deporte a los que se les debe hacer eso, y Bonds es uno de ellos". Años después le dijo al Washington Post que no confiaba en su relevista Gregg Olson "en una lluvia constante en el montículo y sin una curva. Ahí no iba a ocurrir nada bueno".

Impacto duradero: Bueno, Bonds nunca más fue caminado de forma intencional con bases llenas (aunque si recibió boleto con bases llenas en 11 ocasiones adicionales en su carrera). Bonds lideró la liga con 29 boletos intencionales en 1998, pero eso no fue nada comparado con lo que vendría luego: Recibió la increíble cantidad de 120 boletos intencionales en 2004.

Hazaña parecida en 2018: Las posibilidades son pocas, pero la súper computadora escupió que el manager de los Filis Gabe Kapler le dará boleto intencional a Freddie Freeman de los Bravos con bases llenas el 21 de mayo.

31 de mayo: McGwire comienza a alejarse con 27 jonrones. Alex Rodríguez de los Marineros tenía 20, mientras que Griffey, Castilla y Andrés Galarraga tenían 19 cada uno. Sammy Sosa de los Cachorros tenía 13.

JUNIO

15 de junio: Sosa conecta tres jonrones ante los Cerveceros de Milwaukee a medida que su bate despierta. Hubo otros 11 partidos donde un jugador logró tres jonrones, incluyendo los logrados por Manny Ramírez, Carlos Delgado y Brant Brown.

26 de junio: Bartolo Colón abanica y poncha a Ricky Gutiérrez tras una batalla de 20 lanzamientos que tuvo como protagonista 14 fouls.

Colón era joven, más esbelto y lanzaba mucho más duro en ese entonces. El único otro jugador de la temporada 1998 que sigue activo: Adrián Beltré, quien logró el primer hit de su carrera el 24 de junio.

30 de junio: Sosa conecta su 20º cuadrangular del mes, record para Grandes Ligas.

El monstruoso mes de Sosa lo catapultó a las portadas de revistas junto con McGwire y de lleno a la conciencia de la nación. Conectó seis jonrones en abril y siete en mayo y entonces se calentó. Logró dos bambinazos el 1 de junio, se fue para la calle en cinco partidos seguidos del 3 al 7 de junio, logró esos tres el 15 de junio y cuatro más el 19 y 20 de junio.

Impacto duradero: El poder de Sosa no apareció de la nada. Del 195 al 97, él consiguió 112 jonrones, empatado en el 11º puesto en las mayores. De todos modos, era visto como un jugador talentoso pero enigmático, con un swing algo violento y pobre mecánica. Es posible que su mejoría se haya debido al uso de esteroides, pero además incorporó dos cambios en su swing gracias al coach de bateo de los Cachorros Jeff Pentland, bajando sus manos para acortar su swing y añadiendo un golpe de pie. Mejoró su disciplina en el plato. Terminó con 66 jonrones y tuvo dos temporadas más de 60 jonrones en 1999 y 2001.

Sin embargo, el mayor impacto de Sosa pudo haber sido como la persecución de jonrones influenció a Bonds. Ya era el mejor jugador en el deporte con tres premios de JMV, pero alegadamente Bonds estaba tan irritado por la atención que estaban recibiendo McGwire y Sosa que comenzó a utilizar sustancias luego de la temporada 1998. Una historia en el libro "Game of Shadows" dice como los Gigantes establecieron cordones de protección alrededor de la jaula de bateo cuando ellos jugaban contra los Cardenales de San Luis para controlar la multitud que se aglomeraba para observar a McGwire. Pero Bonds comenzó a derribar los cordones. "¡En mi casa no!" gritaba.

El problema: Bonds era demasiado bueno. Él rompió el juego. Luego de quebrar el record de McGwire con 73 jonrones en 2001, bateó .370 en 2002, .341 en 2003 y .362 con un asombroso porcentaje de embasamiento de .609 y slugging de .812 en 2004. Era tiempo de quebrarlo.

Hazaña parecida en 2018: No es el jugador más probable a utilizar sustancias, pero sí el más probable de parecerse a Sosa como un toletero sorpresivo. Joey Gallo de los Rangers de Texas logró 41 jonrones la pasada temporada, así que conocemos su poder, pero ciertamente es un jugador que podría llegar a los 60 si todo le sale bien y logra recortar sus ponches. Cody Bellinger de los Dodgers conectó 39 jonrones como novato pero no ha tenido un buen arranque en el departamento de cuadrangulares. ¿Qué tal Mike Trout de los Angelinos de Los Angeles'? Conectó 33 vuelacercas en 114 juegos el año pasado; eso representa 45 en 155 juegos, lo que lo coloca cerca de los 50. Y si logras 50...

JULIO

7 de julio: La Liga Americana vence a la Nacional 13-8 en el Juego de Estrellas en el Coors Field.

Por primera vez, cuatro jugadores entraron al receso del Juego de Estrellas con 30 jonrones: McGwire (37), Griffey (35), Sosa (33) y Vaughn (30). Los cuatro terminaron con al menos 50, igualando al 2001 como la única otra temporada con cuatro jugadores con 50 cuadrangulares (ninguna otra temporada ha tenido más de dos).

Olvidadas en el polvo de McGwire y Sosa hay varias temporadas individuales asombrosas. Juan González de los Rangers estaba recibiendo mucha atención al llegar el receso, ya que tenía 101 remolcadas en 87 juegos, lo que lo ponía en ritmo de llegar a las 188 y con oportunidad de alcanzar las 191 de Hack Wilson. Aflojó el paso en la segunda mitad y terminó con apenas 157, pero comoquiera se llevó el premio de JMV de la LA. Trece jugadores conectaron al menos 40 jonrones en 1998, Albert Belle de los Medias Blancas de Chicago bateó .328 con 49 jonrones y 48 dobles. A-Rod bateó .310 con 42 jonrones, 46 robos, 124 impulsadas y 123 anotadas... y terminó noveno en la votación del JMV. Clemens se llevó la Triple Corona de pitcheo en la LA con 20 victorias, 271 ponches y efectividad de 2.65. Curt Schilling ponchó 300 bateadores para los Filis. Greg Maddux logró efectividad de 2.22 pero perdió el Cy Young a manos de su compañero en los Bravos Tom Glavine. Pedro Martínez tuvo marca de 19-7 con efectividad de 2.89 en su primera temporada con los Medias Rojas.

9 de julio: Bud Selig es electo oficialmente comisionado de MLB tras fungir como comisionado 'en funciones' desde septiembre de 1992.

31 de julio: Los Astros adquirieron a Randy Johnson de los Marineros por Freddy García, Carlos Guillén y John Halama.

El cambio fue asombroso, no por el hecho que Johnson haya sido cambiado - estaba descontento en Seattle y los Marineros estaban a 12 juegos de los .500 - sino porque todo el mundo esperaba que fuera a los Yankees o a los Indios de Cleveland. En cambio, pasó a los Astros, donde tuvo marca de 10-1 con efectividad de 1.28 en 11 aperturas.

Impacto duradero: La fecha límite de traspasos directos no siempre fue lo que es ahora. Si David Cone fue quien estableció originalmente la tendencia - pasó de los Mets a los Azulejos en 1992 (aunque eso fue en agosto) y de los Reales a los Yankees en 1995 - entonces el cambio de McGwire en 1997 entre los Atléticos de Oakland y los Cardenales y el cambio de Johnson ayudaron a crear la fiebre por la fecha de cambios como la conocemos hoy en día.

Hazaña parecida en 2018: Bueno, si los Dodgers colapsan y Clayton Kershaw declara que se quiere salir de su contrat y quizás los Astros quieran imitar su traspaso de hace 20 años...

31 de julio: Sigue siendo una pelea de tres hombres. McGwire termina el mes con 45 jonrones, Sosa 41 y Griffey 41.

AGOSTO

2 de agosto: Ricky Bottalico de los Filis golpea a Bonds, lo que desencadena un incidente que vacía las bancas.

9 de agosto: Dennis Martínez gana su partido 244 de por vida, rompiendo el record de Juan Marichal para un lanzador nacido en Latinoamérica. Colón está cerca de la marca de Martínez, que es de 245, al acumular 240 victorias.

14 de agosto: El receptor de los Orioles Chris Hoiles conecta dos jonrones con las bases llenas en un partido.

22 de agosto: El reportero de AP Steve Wilstein informa que McGwire utiliza la píldora Androestenediona, que produce testosterona. La historia de Wilstein comienza así:

Ubicada en la repisa superior del casillero de Mark McGwire, junto con una lata de espinacas de Popeye y un paquete de goma de mascar sin azúcar, está una botella color marrón con el nombre Androestenediona.

Por más de un año, según dice McGwire, él ha estado utilizando dicha píldora que produce testosterona, y que es perfectamente legal en el béisbol pero está prohibida en la NFL, los Juegos Olímpicos y la NCAA.

Nadie está sugiriendo que McGwire no podría acercarse al record de jonrones de Roger Maris sin la ayuda de drogas sin receta. Después de todo, él conectó 49 jonrones como novato en 1987, y más de 50 en las pasadas dos temporadas.

Pero la habilidad de la droga de aumentar los niveles de la hormona masculina, lo que lleva a construir masa muscular sin grasa y que promueve una recuperación mayor luego de las lesiones, es vista fuera del béisbol como una trampa y potencialmente peligrosa.

"Todo lo que hago es natural. Todo el mundo que conozco en el juego de béisbol utiliza lo mismo que uso yo", dijo McGwire.

La historia de Wilstein fue mayormente ignorada.

25 de agosto: Clemens poncha 18 rivales en la blanqueada 3-0 de los Reales.

31 de agosto: McGwire y Sosa terminan el mes de agosto empatados con 55 jonrones mientras se alejan de Griffey, quien tiene 47.

SEPTIEMBRE

8 de septiembre -- McGwire rompe el record de Roger Maris con su 62º cuadrangular, ante Steve Trachsel de los Cachorros. Sosa conectó el 58 de su temporada en el mismo juego.

20 de septiembre. 20: Cal Ripken se saca a si mismo de la alineación.

La racha de Ripken de terminó en 2,632 juegos. Fue la primera vez que Ripken se perdía un juego desde que fue sentado en el segundo partido de una doble cartelera el 29 de mayo de 1982.

Impacto duradero: Se le catalogó como el Hombre de Hierro por una razón, y su racha no imitó a muchos. Las rachas más extensas desde que Ripken acabó con la suya fueron la de Prince Fielder de 547 juegos y la de 546 de A-Rod. La racha activa más larga pertenece a Alcides Escobar de los Reales, con 347 juegos.

Hazaña parecida en 2018: Hay jugadores duraderos en el deporte de hoy. Kyle Seager de los Marineros ha participado en al menos 154 juegos en seis temporadas consecutivas. Evan Longoria de los Gigantes se ha perdido apenas 12 juegos en las pasadas cinco campañas. Robinson Canó de Seattle ha promediado 159 juegos por temporada desde 2007, y no había bajado de los 156 hasta que jugó en apenas 150 el año pasado. Nick Markakis de los Bravos fue colocado en la lista de lesionados con los Orioles en 2012 pero aparte de eso ha jugado en al menos 155 partidos cada temporada desde 2007.

23 de septiembre: Los Cachorros, en pelea por un puesto de comodín, dejaron escapar una ventaja de 7-0 ante los Cerveceros cuando Brant Brown - sí, el mismo jugador que conectó tres jonrones en un juego en junio - dejó caer un elevado con dos outs en la novena, permitiendo que anotaran tres carreras. Los Cachorros siguieron empatados con los Gigantes restando tres juegos.

25 de septiembre: En el viernes final de la temporada regular, Sosa conectó su 66º jonrón - tomando ventaja temporera sobre McGwire. Big Mac lo empató luego esa noche y terminó encendido, con dos jonrones el sábado y dos más el domingo, para terminar con 70.

27 de septiembre: En su segunda apertura de su carrera, Roy Halladay de los Azulejos perdió un juego sin hits cuando Bobby Higginson de los Tigres de Detroit conectó jonrón con dos outs en la novena.

28 de septiembre: Los Cachorros vencieron a los Gigantes 5-03 en el desempate por el comodín en Wrigley. Trachsel lanzó 6 1/3 entradas en blanco. Bonds se fue de 4-0.

POSTEMPORADA

Los playoffs tuvieron algunos momentos grandes -- Kevin Brown de los Padres superó a Randy Johnson con 16 ponches en el Juego 1 de la SLDN, el novato cubano Orlando Hernández salvó la temporada de los Yankees en la victoria 4-0 que igualó la serie sobre los Indios en el Juego 4 de la SCLA, los Padres sorprendieron a los Bravos en la SCLN - pero la Serie Mundial fue una barrida anticlimática para los Yankees.

La Serie Mundial tuvo dos momentos definidos apropiadamente por un cuadrangular. Tino Martínez conectó grand slam en el Juego 1 para romper el empate 5-5 (luego que pareciera que Mark Langston lo había ponchado en el lanzamiento anterior), y Scott Brosius conectó un gran cuadrangular para darle ventaja a NY ante Trevor Hoffman en el Juego 3.

Mariano Rivera logró el out final en la victoria 125 de los Yankees esa temporada. Sosa venció a McGwire por el premio de JMV. Piazza firmó de vuelta con los Mets. Johnson firmó con los Diamondbacks y Brown con los Dodgers, el primer contrato de $100 millones en la historia del béisbol. Bonds se juntó con un viejo amigo de la secundaria y entrenador físico llamado Greg Anderson. Clemens fue cambiado a los Yankees.

Veinte años más tarde, sigue siendo un paseo salvaje para recordar. ¿Podríamos embarcarnos en otro viaje memorable en el 2018?