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Óscar Valdez está de vuelta en el boxeo

El mexicano Óscar Valdez regresaría en marzo al ensogado después de su revés ante 'Vaquero' Navarrete. Getty Images

La última vez que el boxeador mexicano Óscar Valdez estuvo arriba de un ring fue el 30 de abril de 2022 en el MGM Grand de Las Vegas, esa noche sufrió la primera derrota de su carrera, frente al estadounidense Shakur Stevenson, quien frenó su racha de 30 victorias, a través de una decisión unánime.

Sin embargo, la tristeza de esa caída no se compara con lo que pasó después: un par de fracturas en las costillas que alejaron del ring al de Nogales, Sonora, justo cuando su trayectoria se dirigía a grandes instancias, apartándolo por más de un año de los reflectores y de la posibilidad de buscar cinturones.

Esa larga ausencia terminará el sábado 20 de mayo, de nuevo en el MGM Grand, cuando se enfrente a Adam López, un combate que significa mucho para el de 32 años, quien habló con ESPNDeportes sobre lo que representa volver a un ring, después de más de 365 días.

“Lo extraño mucho, me he dado cuenta qué tanto amo el boxeo, porque he boxeado desde que tengo ocho años, es mi vida, aparte de ser boxeador también soy fanático del deporte, me gusta verlo, pero el estar ausente me ha hecho extrañarlo más. Extraño estar arriba del ring, a la gente, a veces noquear a mi rival, que te levanten la mano, es mi oportunidad de regresar y lo voy a hacer bien; ya tengo 32 y estoy en la recta final de mi carrera, estos años lo he disfrutado mucho y lo pienso hacer hasta que el cuerpo me dé, quiero regresar fuerte”, señaló.

El sonorense reconoció la dificultad de preparar el combate porque antes de pensar en los entrenamientos debía recuperarse al cien por ciento de las dos lesiones, que le impidieron mantenerse en forma por varios meses.

“Fue difícil al principio, porque cuando te quiebras la costilla, no puedes hacer nada, puedes tener una mano rota, pero puedes usar la otra, correr, hacer actividades físicas, con una costilla no puedes hacer nada, no te puedes ni levantar de la cama porque todo depende de esa parte. Estuve dos meses sin entrenar la primera vez, y luego con la segunda ya eran cuatro meses, es el tiempo que más he dejado de entrenar desde que era un niño, volver a agarrar la condición fue una de las cosas más difíciles, el ritmo, el timing del boxeo, me costó, pero ya estamos fuertes, con mucha energía para regresar”.

Su rival volverá a ser Adam López, a quien ya venció el 30 de noviembre de 2019 y aunque Valdez tiene en la mira el nocaut, como ocurrió en el séptimo round de aquella velada, también le gustaría que el duelo se alargara para retomar el ritmo de un oponente, luego de la prolongada ausencia de la acción real.

“Mi mentalidad siempre es ‘que pase lo que tenga que pasar’, si viene el nocaut en el primer round, adelante, no podemos perdonar a nadie, porque el boxeo es muy celoso, si no lo tumbaste cuando tuviste la oportunidad, él lo puede hacer, pero si pudiera escoger, me encantaría agarrar unos rounds encima, ya cumplí el año sin pelear y lo que más mata es la inactividad, no es lo mismo el sparring que la pelea, si agarro unos rounds encima, mejor para mí”.

Ese ritmo le podría servir a Valdez para continuar con una trayectoria que parecía imparable hasta que se encontró, primero con Stevenson y después con las lesiones, por lo que Óscar reconoció que debe acelerar si quiere unir su nombre al de los grandes púgiles mexicanos, con festejos y cinturones en su récord.

“Uno de mis sueños es estar en una lista de los grandes boxeadores mexicanos de la historia y en esa lista están Julio César Chávez, Érik Morales, Marco Barrera, ‘Finito’ López, ‘Mantequilla’ Nápoles, ‘Canelo’ Álvarez, pero para estar ahí tienes que conquistar divisiones, títulos, porque si yo me muero ahorita, yo no hice nada en el boxeo, me coroné dos veces campeón mundial, tuve un nocaut del año, pero eso no es nada”, explicó.

“Ahorita tengo a Adam López y debo tomarla con mucha seriedad porque no es fácil, haré todo lo posible por ganar y si todo sale bien, buscaríamos el título del OMB que lo tiene (Emanuel) Navarrete, si todo sale bien ahí vamos con (O’Shaquie) Foster del CMB, si todo sale bien en uno o dos años brincar división y seguir escalando, tengo el tiempo en contra, así que lo debo aprovechar, me puedo ir en todo lo que quiero hacer en mi vida, ganando divisiones, pero para que todo eso pase, debo ir paso a paso”.

Tras la pelea ante López la posibilidad es medirse a su compatriota Navarrete en agosto y aunque Valdez todavía no quiere pensar en ello, se lo recuerdan a cada paso que da por las calles de Sonora, Guadalajara o la Ciudad de México.

“La razón principal (para hacerla) es porque la gente lo está pidiendo, cuando era campeón del CMB, donde quiera que fuera, la gente me preguntaba ¿cuándo vas a pelear con Stevenson? Por eso la tomé, no me fue como quería, pero hoy donde quiera que vaya, la gente me pregunta ¿cuándo vas a pelear con ‘El Vaquero’ Navarrete? Entonces si la gente la quiere ver, yo quiero dar esa pelea para el público”.

Este enfrentamiento formaría parte de lo que Óscar ve como una nueva tendencia en el boxeo, después de estar un año observándolo desde su casa, que es la competitividad en cada división y, sobre todo, el deseo de los protagonistas de enfrentarse unos con otros, como ya ocurrió con Gervonta Davis y Ryan García.

“El boxeo va evolucionando, la era de los Klitschko fue un tiempo donde la división de pesos completos estuvo aburrida, pero ahorita está fuertísima, con el mejor de todos los tiempos, Tyson Fury, Deontay Wilder, Anthony Joshua y Andy Ruiz, desde esa división hasta los pesos chiquitos está interesante, las 135 libras está llena de peleadores duros, en las 130 está Terence Crawford contra Errol Spence, una pelea que todos queremos ver, pero lo que vimos con García y Gervonta significa que el boxeo va mejorando, que los boxeadores si realmente quieren y los promotores se ponen de acuerdo, las peleas se pueden hacer”.

Por lo pronto, para Valdez el final del camino de regreso es Adam López en el ring, con El Vaquero Navarrete en el horizonte, pero tras un año sin pelear y ya con 32 en las velas del pastel, el tiempo apremia al sonorense, que quiere dejar atrás todas las tristezas y al fin volver a celebrar junto a los aficionados.