MÉXICO -- El semblante de Leo Santa Cruz es de alegría previo a su esperado pleito de este sábado en el Barclays Center de Brooklyn, Nueva York, en contra del irlandés Carl Frampton, y ¿cómo no? si su padre, José Santa Cruz, estuvo lo suficientemente sano para acompañarlo a este importante duelo.
Hace unas semanas, casi cuando se estaba anunciado la pelea entre 'El Famoso Terremoto' Santa Cruz (32-0-1, 18 KO) y 'The Jackal' Frampton (22-0, 14 KO), Leo reveló que su padre estaba padeciendo cáncer e iba a comenzar un tratamiento fuerte que no le iba a permitir entrenarlo como él quería. Tampoco tenía la certeza siquiera de si su padre iba a acompañarlo a la pelea.
"Mi papá va a estar en mi esquina y eso es muy importante para mí. Los dos estamos muy emocionados con la posibilidad de darle a los fans un gran espectáculo. Tenerlo conmigo es una gran motivación, espero tenerlo por muchos años más", dijo contento Leo.
Con su papá en el equipo, y batallando a más no poder, Santa Cruz aseguró que va a darlo todo en busca de una noche gloriosa. "Estoy listo para dar una gran pelea, Carl Frampton es un gran peleador y eso hace que la pelea sea interesante. Está invicto como yo, los dos estamos hambrientos, vamos a dejar todo en el ring, ninguno quiere perder", añadió el de sangre mexicana.
"Me siento muy contento de estar aquí. He acompañado a Leo en todas sus peleas y es grandioso venir a esta. Esa es otra razón para estar más feliz. estoy emocionado porque Leo tenga la oportunidad de estar aquí. Leo viene bien preparado, ha trabajado muy duro como siempre, esperemos que le den una buena pelea a la gente", dijo el padre del campeón pluma de la Asociación Mundial de Boxeo.
Leo aseguró, ahora sí, que esta pelea le llega en su mejor momento. "Esta pelea me llegó en el momento ideal. Ambos estamos en el momento cumbre de nuestras carreras, no será nada fácil, seguramente va a ser una pelea que los fanáticos van a adorar", aseguró.
A Frampton, que también enseñó sus armas y hasta se dio tiempo de ir luego con los New York Mets, aseguró que él también tiene motivos para estar feliz. "Este ha sido un sueño, venir a América y pelear con alguien grande en la mejor arena de Nueva York. Voy a darles una demostración de clase mundial. Sería fenomenal regresar a casa con el título que alguna vez tuvo Barry (McGuigan) -su entrenador-. Siento que es algo que el destino tenía para mí, es mi turno de ganarlo y devolvérselo. Voy a hacer esto por mi equipo, mi familia, por mi nación", destacó el irlandés.