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Alexis Argüello regreso sin dinero y adicto a Nicaragua

El regreso de Alexis Argüello a Nicaragua a comienzo de los '90, tras una década exiliado en EEUU, puede perfectamente marcar el inicio del extenso acto final de su existencia. Un acto que unió todas las etapas de su pasado en una sola. El reencuentro con el escenario donde vivió la adolescencia que retratamos en el primer episodio; el intento por recuperar la gloria en el cuadrilátero o ese abrazo impredecible con la política somocista que les contamos en el segundo episodio y la nueva etapa de su sociedad con las drogas asociada al fin de su carrera que narramos en el tercer episodio de esta serie. El tramo de su vida que cruzó de un milenio al otro, tuvo un poco de todo lo anterior y las decisiones personales erráticas que debió tomar Alexis, puede la historia perfectamente descifrarlas como pedidos de auxilio. Suplicas ahogadas, desde la fragilidad que ocultaba la carcasa de un ser humano sofocado entre sus propios miedos y la incapacidad de generar piedad sincera.

Tal vez por ello, el ídolo que no identificaba la ruta para encontrarse consigo mismo, se obligó a recorrer rutas ajenas. Es difícil, a partir de ese cambio de dirección, tener una visión clara sobre sus verdaderos padecimientos. ¿Se recuperó de sus adicciones? ¿Hasta dónde llegó el dolor y la angustia de su fracasado regreso al ring? ¿Cuánto pesó en sus depresiones la falta de un rumbo claro para recuperar el bienestar financiero? ¿Cuánto lastimó, a su ya castigada autoestima, la falta de respuestas a su reclamo por recuperar lo que injustamente le fue confiscado? ¿Fue la política la solución a su vida, fue una renuncia a sus rencores, fue apenas una forma de resolver sus necesidades o fue un recurso impensado y equivocado del cual pagaría trágicamente sus consecuencias?

Los testimonios son contradictorios y hay preguntas que el tiempo no ha logrado responder. La propia dicotomía apreciativa entre la unanimidad y el cariño que despierta el "Alexis leyenda" o la mezcla de desaprobación y justificación que provoca el "Alexis ser humano", parece haber bloqueado para siempre el hallazgo de aquellos códigos que permitan unir las dos visiones, en una única verdad, sobre el verdadero Andrés Alexis Argüello.

En este cuarto episodio, intentamos descifrar esos códigos y a través de los mismos, comprender el papel de los posibles arquitectos, en el que llamamos "extenso acto final de su existencia".

EL PEOR REGRESO

Adicto a las drogas, adicto al alcohol, con serios problemas financieros, sin estabilidad familiar y sin una estrategia de vida. Así se resume el regreso sin gloria de Alexis Argüello a su suelo natal a comienzos de los 90. No hacía mucho tiempo que Violeta Barrios de Chamorro había ganado la elección y era la nueva presidente de Nicaragua. Alexis se alojó en la casa de su amigo Donald Rodríguez, el cual me confesó su sorpresa cuando supo de la situación de Alexis, especialmente el grado de sus adicciones.

Recuperar lo que le habían confiscado, iniciar su lucha contras las drogas, recuperar la estabilidad emocional y encontrar una motivación de vida, marcarían esa etapa de su vida. Las adicciones fueron su peor rival a la que incluso se enfrentaron sus amigos de siempre tratando de ayudarlo. Por esos días hubo incluso una oferta para que Argüello se internara en Cuba bajo la responsabilidad del gobierno castrista, pero ello no prosperó, según surge del testimonio de su amigo Miguel Ángel Arcía.

Alexis encontró, no obstante, hasta cierta motivación en relacionarse al boxeo desde el otro lado de las sogas. Bajo ese concepto de salvación, gano algo de dinero promoviendo prospectos y viajó a países cercanos con boxeadores nicaragüenses. En 1992, coincidiendo con el huracán Andrews, llevó una delegación de pugilistas a competir en Miami. La idea era darle exposición internacional pero la aventura - Andrews mediante - no tuvo mucho éxito. A la falta de experiencia en ese campo y la poca estabilidad que las adicciones provocaban al criterio de Alexis, él enfrentó una barrera insalvable: sus deudas impositivas con el gobierno estadounidense.

Aparece también en la línea de la memoria, algunos viajes a USA con actividades sociales que, al menos, por breves periodos lo hacían regresar al glamour de los 80. Tal vez haya sido en su reencuentro con ese mundo único del boxeo, en el eje Los Ángeles-Las Vegas, que le dieron alas a su regreso. Un retorno al ring donde quiso, además de matar la nostalgia, llamar la atención sobre el reclamo de sus bienes.

"Habían pasado diez años, en donde no había hecho ejercicios, donde fuera del ring vivió una vida que se permitió el trago, fumar, etcétera y cuando ya no sentía deseos de hacerlo, era ridículo que decidiera regresar. Yo fui una vez a un entrenamiento y me retiré. Al final fueron dos peleas sin pena ni gloria, un empate (contra Jorge Palomares) y una derrota (contra Scott Walker), rememoró sobre ese momento el ex promotor de Argüello, Eduardo Román.

El año 1995, tras la pelea con Scott Walker, determina algunos puntos importantes para el arco de su vida. Alexis no consiguió que le reintegraran todos los bienes confiscados, no obstante si logró recuperar una residencia que luego vendió. Dinero que, al parecer, se perdió en un negocio fallido.

En lo emocional encontró paz familiar en su cuarto matrimonio con Alicia Esquivel, esposa con la que permaneció más tiempo unido, catorce años. También el uso de su imagen pública en promociones comerciales, le permitió algún ingreso económico. Donde no hubo avance fue en su lucha contra las adicciones, hasta que apareció la política en su vida.

Fue el inicio de su camino hacia algún lugar, que pudo ser malo o bueno, pero más allá de lo peligroso, fue al menos una ruta hacia algún lado. De esa etapa, Alexis evitó confesarle a Lucia Pineda si efectivamente le habían devuelto lo confiscado y reconoció un profundo cambio en su vida a partir de la "presencia de Dios en su vida". "Del alcohol y las drogas salí con el ancla única que es Dios y el deseo personal de darme cuenta de que sobre mis hombros llevo una gran responsabilidad y en esa oscuridad no quiero nunca más estar metido". Así se lo confesó a la periodista Lucía Pineda en 2008. Pero como lo veremos, Dios en su vida fue también uno de esos viajes ajenos, que Alexis adoptó como propios en la búsqueda de sí mismo.

LA POLITICA Y LA DROGA

A la política regresó con Pedro Solórzano, a la droga la combatió desde el centro Hodera, a Dios presuntamente lo encontró a través de Francisco "Choco" López y al sandinismo ingresó cuando el propio Daniel Ortega fue a pedirle disculpas por "el error" de 1979.

El primer abrazo con la política para Argüello llegó en 1995, con el empresario y figura política en ascenso Pedro Solórzano. Él se postuló a la alcaldía llevando como candidato a vice alcalde precisamente a Alexis Argüello. Solórzano perdió por muy poco esa elección de 1996, pero estableció una ruta para las decisiones en ese rubro del atribulado Alexis.

Entre los años 1996 y 1997 se registra la época más difícil en la vida de Argüello, tanto por la droga como por los problemas económicos que lo acosaban. Es entonces que llega al Centro Hodera, "Hogar de rehabilitación del adicto", en la zona de San Marcos, a las afueras de Managua.

Antes de recurrir a ese centro, ocurrió uno de esos episodios bisagras, como un salto en el guion de su vida. Un episodio terrible, que Argüello se lo confesó al escritor deportivo de ESPN, Tim Graham, cuando este lo entrevistó en el Salón de la Fama de Canastota durante el año 2000.

"Después de una noche de tragos de whisky y vino, de estar fumando y haciendo churros de cocaína en una fiesta en el elegante Hotel Intercontinental de Managua, Argüello, quiso seguir. Su novia, Alicia, con quien tiene dos pequeños hijos, quería irse a casa. "Casi maté a mi compañera", sostuvo Argüello. La asusté. Estábamos bailando y estábamos tomando en una fiesta de parejas a la que me habían invitado. Salimos, pero yo quería seguir bebiendo y ella no quería. Entonces, la empujé. Y ella se volvió enojada hacia mí y la agarré de la garganta... Cuando eso pasó, dije basta. Pasé dos semanas con ese pesar en mi corazón. Eso la hizo espantar, ese disparate de mi interior. Ella llamó a la prensa y se lo agradecí. Yo me di cuenta de que no era correcto hacer eso" - decía el artículo que en su totalidad lo compartimos en una nota anexa, asociada a este episodio cuatro de la serie.

A partir de ese incidente, Argüello decidió internarse en el Centro Hodera.

"Quien dirigía ese Centro es un señor llamado Francisco "Choco" López, un ex adicto, convertido en la religión y que ya era entonces el tesorero del Frente Sandinista. Él recoge a Alexis, le da tratamiento, lo apoya y es el vínculo a través del cual Argüello llegó al sandinismo", me reveló el periodista Carlos Fernando Chamorro en la reconstrucción de esa etapa en la vida del ídolo.

Al poco tiempo, Alexis tuvo un encuentro con Daniel Ortega, el que le pidió perdón por el error cometido en 1979 y la mano tendida fue correspondida: Argüello ingreso al sandinismo y se transformó en un activista primero del partido, para luego ser primero candidato a la vice alcaldía y luego alcalde electo, en 2008.

Es evidente que el centro Hodera es determinante para la decisión tomada por Argüello. ¿Puede ser entonces la política considerada una ayuda beneficiosa? En los testimonios recogidos, hay cierta coincidencia que fue algo positivo, como si entrar en la política "fuera el menos malo de los recursos a recurrir'.

"Yo soy de los que cree que económicamente a Argüello lo salva la política", dijo el escritor Edgar Tijerino al considerar que esa decisión fue la correcta. Algo similar dijo Miguel Ángel Arcía, que consideró "beneficioso ese paso" para la vida de Alexis y recordó que otros pugilistas campeones como Manny Pacquiao y Vitali Klitschko incursionaron en la política sin que afectara sus vidas. También su hermano Guillermo Argüello aceptó que en aquel momento, la decisión de Alexis fue la correcta. "La política lo motivó. Yo vivía por entonces en Miami, pero uno de mis viajes a Managua lo encontré (a Alexis) feliz, con el mismo brillo en los ojos de cuando era campeón del mundo" - recordó.

Pero no hay unanimidades. También tiene adeptos la presunción de que Argüello fue utilizado una vez más por la política y cometió un error al ingresar al sandinismo. La principal voz crítica es la de su propia hija, Dora Argüello, quien considera que la diferencia de códigos entre el deporte y la política, hacen de esta última "un campo minado, donde los errores no se pueden revertir. Hay muchas personas que son parte de esa corrupción y que vienen a ensuciar a las personas con buenos sentimientos o buenas intenciones, como las tuvo mi padre para ejercer en el ámbito de la política", dijo.

Carlos Fernando Chamorro fue más lejos y estableció los argumentos para considerar que Argüello fue utilizado en una maniobra política y aun así no le alcanzó. "El FSL tenía un piso y Alexis era una figura popular. Pero dicho eso, hay que aclarar que Argüello no ganó la elección de 2008, quien ganó fue Eduardo Montealegre. El consejo electoral atribuyó la victoria de Alexis a través de un fraude, el fraude mejor documentado de América Latina", afirmó Chamorro, aunque dejó la puerta abierta para eximir de culpa al vencedor. "¿Alexis tuvo algo que ver en ese proceso?, - se preguntó - probablemente no. Él era solo la figura de una maquinaria política que incluso selló ese fraude con violencia" - acusó.

Toda esa situación que denunció Chamorro, ocurrió meses antes de la muerte de Alexis. ¿El ambiente enrarecido alrededor de la elección pudo tener alguna influencia en el trágico desenlace? Esa es una nueva pregunta a la suma de tantas interrogantes alrededor de la muerte del ídolo. Asunto único que abordaremos en el próximo episodio de la serie.