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¿Cómo impacta el tope salarial récord a la agencia libre de la NFL?

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Javier Trejo Garay analiza los principales movimientos de corredores en la agencia libre (6:15)

Con Derick Henry y Saquon Barkley encabezando los principales movimientos, Trejo Garay nos da sus percepciones. (6:15)

Los 32 clubes de la liga debieron recalcular sus presupuestos después de conocer el aumento del 13.6 por ciento para la próxima temporada


El tope salarial de la NFL aumentó en un porcentaje récord de 13.6 por ciento este año, de 224.8 millones de dólares a 255.4 millones de dólares por equipo. El incremento podría ser un gran beneficio para los agentes libres, ya que los equipos tendrán más espacio dentro del tope salarial para invertir. Pero la noticia también fue bien recibida en las gerencias de los equipos de la NFL, que calculaban presupuestos para un tope en el rango entre 240 y 245 millones de dólares, y tuvieron que recalcular una vez que se conoció la noticia a finales de febrero.

“Esperábamos que llegara a 250 [millones de dólares], pero realmente no lo esperábamos”, afirma Brandon Beane, gerente general de los Buffalo Bills (equipo con tope salarial ajustado) durante el Combinado de Talento de la NFL la semana pasada. “Planificábamos de forma conservadora para una cifra en los 40. Así que, al llegar a los 255 [millones], sonreí”.

Positivo para los jugadores, positivo para los equipos. La NFL goza de buena salud financiera y todos ganan dinero. Pero ¿qué necesitan saber los aficionados sobre este salto sin precedentes de 30.6 millones de dólares en el tope salarial? ¿Qué significa para esta temporada… y las temporadas por venir? Presentamos grandes preguntas y conclusiones, incluyendo los equipos y jugadores que podrían verse más afectados.

¿Por qué el tope salarial aumentó tanto este año?

En la NFL, el tope salarial se calcula en base a un porcentaje de ingresos proyectados para la próxima temporada. El contrato colectivo laboral divide los ingresos en tres vertientes: ingresos de medios de comunicación (básicamente los ingresos generados por contratos de derechos de televisión), ingresos generados por asociaciones de negocios de la NFL y la postemporada (producto de los encuentros de postemporada y entidades operadas por la NFL como la cadena NFL Network) e ingresos locales (generados por los equipos en sus respectivos mercados; por ejemplo, la venta de derechos televisivos regionales de encuentros de pretemporada). El costo total de la nómina de jugadores para el año es la suma del 55 por ciento por ingresos de medios de comunicación, el 45 por ciento por ingresos generados por asociaciones de negocios de la NFL y postemporada y el 40 por ciento por ingresos locales.

La liga puede reducir el número total por la vía de créditos de estadio (recursos utilizados para la construcción y remodelación de estadios), siempre y cuando la cifra del costo de nómina de jugadores no caiga por debajo del 48 por ciento de las proyecciones de ingresos totales. Y el costo de los jugadores puede incrementarse gracias a un “incentivo de medios” como resultado de los nuevos contratos de derechos televisivos negociados desde la firma del contrato colectivo en 2020.

Básicamente, una vez establecido el porcentaje de costo de nómina de jugadores, la cifra se divide entre 32 para definir la cifra del tope salarial de dicho año para cada equipo. La cifra de costo de nómina de jugadores de este año se estableció en 10.540 millones de dólares que, dividida entre 32, nos da 329.4 millones de dólares por equipo. Restamos otros 74 millones por franquicia por concepto del costo asignado a los beneficios a los jugadores (como la remuneración basada en rendimiento y beneficios para jugadores retirados) y nos quedan los 255.4 millones de dólares por equipo para salarios de jugadores.

Según indican fuentes vinculadas a la liga y la Asociación de Jugadores de la NFL, la cifra estimada para 2024 fue significativamente superior a la de 2023 al menos por tres razones:

• Los ingresos se vieron impactados por los nuevos y cuantiosos derechos de transmisión firmados entre la NFL y sus socios de televisión en 2021.

• Todos los beneficios de jugadores diferidos por la vía del “Contrato colectivo del COVID-19” firmado en 2020 han sido debidamente pagados. La liga y el Sindicato pagaron dichos beneficios durante los años transcurridos desde entonces hasta ahora, deduciendo dicha cantidad del cálculo final del tope salarial. Ya no tienen que hacerlo.

• Varios equipos han superado sus proyecciones de ingresos para 2023, lo que llevó a mejorar las proyecciones para 2024. Dos equipos que podemos citar como ejemplo de ello son los Detroit Lions (que disputaron dos partidos de playoffs en casa por primera vez desde 1993) y los New York Jets (cuyos ingresos a nivel local mejoraron significativamente por la contratación en temporada baja de Aaron Rodgers, a pesar de que la temporada del mariscal de campo solo duró cuatro saques).

¿Es un caso puntual o el tope salarial empezará a aumentar en 30 millones de dólares todos los años?

Las fuentes con las cuales he conversado no esperan que se produzca un aumento similar en 2025. De hecho, durante las negociaciones sostenidas entre la NFL y la NFLPA para definir el tope de este año, se llegó a un acuerdo para “flotar” entre 8 y 10 millones de dólares del incremento de este año y trasladarlo al próximo. Sí, esto significa que el tope salarial de este año pudo haber alcanzado hasta 265 millones de dólares si solo se hubiera basado en las cifras de ingresos brutos.

Pero ¿por qué diferir una parte del aumento para 2025? Es fácil entender por qué la NFL accedería a ello, porque el tope salarial (en su concepto general) beneficia a los equipos y no a los jugadores. Sin embargo, la NFLPA sentía la preocupación de que los incrementos de 2024 como consecuencia del aumento de los ingresos por derechos de televisión no se trasladaran al año próximo, y el sindicato creía que sería injusto con los jugadores que se declararán agentes libres en 2025 si el tope salarial subiera este año en 30 millones de dólares y solo (por ejemplo) 2 millones para el próximo.

Es posible que las proyecciones de ingresos para 2025 sean mayores a lo esperado y el tope salarial vuelva a experimentar un aumento sustancial. Pero en estos momentos, la expectativa radica en que el incremento para 2025 será más cercano a los aumentos anuales habituales de entre 10 y 12 millones de dólares.

¿Qué efecto surtió en las etiquetas de jugador franquicia de esta temporada baja?

Es difícil ver la lista de jugadores etiquetados y encontrar a alguien que no hubiera sido etiquetado si el tope salarial fuera menor. Un motivo es que las cifras de las etiquetas están atadas al tope salarial. Esto significa que, si hubo un tope alto, las etiquetas también son altas. Por ejemplo, el linebacker Josh Allen (Jacksonville Jaguars) ganará 24.007 millones de dólares si termina jugando con la etiqueta. Si el tope salarial hubiera llegado a 242 millones, el salario de etiqueta de jugador franquicia para los apoyadores se habría acercado a 22.5 millones de dólares

Este mayor tope salarial podría (y veremos si ocurre) incrementar la capacidad de los equipos para etiquetar y canjear jugadores. Cuando un equipo etiqueta a un jugador, debe cargar el monto total de la etiqueta a su tope salarial, incluso si éste no ha firmado aún.

Tenemos el caso de los Kansas City Chiefs, que asumirán un cargo de 19.802 millones de dólares por el esquinero L’Jarius Sneed en cuanto arranque el año de liga por la tarde de este 13 de marzo. Algunas personas ligadas a la NFL creen que el plan de los Chiefs es negociar a Sneed a un equipo dispuesto a darle la extensión contractual que éste busca. De ser así, el tope salarial más alto facilita a los Chiefs mantener a Sneed durante el inicio del nuevo año de liga hasta su cambio definitivo. Deben liberar cerca de 13 millones de dólares menos de lo inicialmente planificado para que Sneed pueda quedar dentro de dicha cifra. Tentativamente, podría ser el caso del receptor de los Cincinnati Bengals, Tee Higgins, o cualquier otro jugador candidato a etiquetar para luego cambiar.

¿Cómo ayuda esta situación a los equipos que deben hacer frente a enormes cargos de tope salarial por sus estrellas?

Analicemos el caso de los Dallas Cowboys. Actualmente, el mariscal de campo Dak Prescott implica un cargo de 59.455 millones de dólares para 2024. Le queda un año de contrato, junto con dos años nulos en 2025 y 2026. Los Cowboys podrían disminuir el impacto de Prescott sobe el tope salarial con una extensión contractual, pero en el pasado les ha sido difícil llegar a un acuerdo con el jugador en ese sentido. Además, el quarterback tiene mayor poder de negociación, considerando que una cifra de 59.455 millones de dólares contra el tope salarial es brutalmente alta. (La cifra más alta de la NFL en 2023 fueron los 37 millones de Patrick Mahomes con Kansas City).

Pero reiteramos, todos los equipos de la liga prácticamente se toparon con 13 millones de dólares adicionales en espacio de tope salarial tirado en el piso hace unas semanas. Son 13 millones menos en el trabajo que los Cowboys tienen que hacer para quedar dentro del tope. Probablemente no sean capaces de asumir un cargo de 59.455 millones de dólares por Prescott y operar el resto de su temporada baja en torno a dicha cifra. Pero es posible que no necesiten concretar una renovación para llegar al sitial donde deben ubicarse.

Los Cowboys pueden convertir hasta 27.79 millones de los 29 millones de dólares del salario de Prescott en 2024 en un bono de firma. Pueden hacer lo mismo con su bono de roster del 17 de marzo (suponiendo que lo harán antes del 17 de marzo). Solo hacer esos dos movimientos rápidos (sin incluir más años nulos) les ahorraría 21.86 millones de dólares en espacio de tope salarial en 2024, y ni siquiera necesitarían del permiso de Prescott. Ahora, el problema radica en que los Cowboys tendrían que asumir un cargo de dinero muerto por 58.32 millones de dólares por Prescott en 2025 si no lo renuevan. Pero pueden comprarse otro año para solucionar ese problema con la simple conversión automática que no requiere la aprobación de Prescott.

Otros ejemplos específicos en varios equipos:

Los Angeles Chargers tienen cuatro jugadores estrella (los receptores Keenan Allen y Mike Williams, y los apoyadores Joey Bosa y Khalil Mack) con cifras de impacto al tope salarial superiores a 32 millones de dólares para 2024. Si el tope salarial hubiese quedado en 242 millones, tendrían que cortar a dos o incluso tres de ellos para ajustarse. Ahora que quedó en 255 millones de dólares, solo tendrán que dejar en libertad a uno o quizás dos.

• Los San Francisco 49ers tienen mayores probabilidades de mantener intacto su roster que clasificó al Super Bowl. Sin embargo, San Francisco tendrá que restructurar uno o dos contratos (posiblemente al tackle ofensivo Trent Williams o al apoyador Arik Armstead) para quedar dentro del tope salarial; sin embargo, mantener al receptor Brandon Aiyuk con su opción de quinto año por 14.124 millones de dólares parece más factible ahora que hace unas semanas. Un tope salarial menor pudo haber obligado a los Niners a considerar la idea de cambiar a Aiyuk si no podían concretar su extensión; sin embargo, el aumento del tope les da algo de tiempo para definir la situación.

• Los Cincinnati Bengals podrían mantener su núcleo ofensivo intacto por más tiempo de lo inicialmente esperado. Cincinnati tiene espacio dentro del tope salarial pero muchísimas necesidades defensivas, por lo que deberá hacer algunas inversiones en dicho departamento. Tener a Higgins con etiqueta de jugador franquicia por 21.816 millones de dólares habría sido más complicado con un tope menor. Pero, si ahora los Bengals quieren aprovechar otra temporada de este grupo con calibre para jugar en el Super Bowl formado en torno a Joe Burrow, les será un poco más fácil.

• Los Cleveland Browns no quieren cortar al corredor Nick Chubb, que viene de sufrir una lesión de rodillas. Lo adoran. Pero tampoco pueden costear su impacto sobre el tope salarial de 15.825 millones de dólares. Sus opciones son extender su contrato o negociar algún recorte salarial si se queda en el equipo para 2024. Si se decantan por la última opción, el aumento del tope salarial implica que los Browns no tendrán que ofrecer una reducción tan sustancial a un jugador valioso como habría sido el caso en las circunstancias anteriores.

¿A quién más beneficia el aumento del tope salarial?

Agentes libres cotizados: Con más equipos con espacio libre (y los clubes que lo tenían ahora tienen mayor margen de maniobra), la puja por los mejores agentes libres debería aumentar este mes. Si eres el ex apoyador de los Minnesota Vikings Danielle Hunter, por ejemplo, y acabas de ver que etiquetaron a Allen y Burns, te presentas como el mejor apoyador disponible en el mercado de agentes libres, y obtienes dos años por 49 millones de dólares de los Houston Texans. La escasez en dicha posición aumenta la demanda, y los equipos tienen más para gastar. Se podría decir lo mismo del ex profundo de los Giants, Xavier McKinney, que no fue etiquetado como jugador franquicia, cuando sí lo fue el profundo de los Tampa Bay Buccaneers, Antoine Winfield Jr. (y el profundo de los New England Patriots, Kyle Dugger). McKinney alcanzó un acuerdo con los Green Bay Packers por cuatro años y 68 millones de dólares.

Receptores en busca de nuevos contratos: En la temporada baja pasada, hubo tranquilidad en la categoría alta del mercado de receptores después de explotar en 2022. Figuras de la talla de Justin Jefferson y CeeDee Lamb buscaron extensiones contractuales sin éxito. Este año, se les unen jugadores como Ja’Marr Chase y Amon-Ra St. Brown como elegibles para firmar extensiones. Es probable que la parte alta del mercado de dicha posición supere los 30 millones de dólares anuales, y el límite más amplio podría facilitar a los equipos ofrecer extensiones que no querían dar hace un año.

¿Cómo afectará el nuevo tope salarial a las designaciones de cortes?

Los cortes posteriores al 1º de junio permiten que los equipos sufraguen los costos del tope salarial a lo largo de varios años. Generalmente, cuando se libera a un jugador antes de que finalice su contrato, el equipo debe tener en cuenta el resto de su bono de firma prorrateado como carga de dinero muerto. Pero se les permite a los equipos designar dos jugadores cada año como cortes posteriores al 1º de junio, lo que implica que pueden dividir su impacto contra el tope salarial. Por ejemplo: poner en libertad a Russell Wilson cuesta a los Denver Broncos 85 millones de dólares en dinero muerto. Esto se debe a que la extensión que Wilson firmó con Denver en 2022 incluyó un bono de firma por 50 millones de dólares, un bono por opción de 20 millones en 2023 y otro bono por opción de firma por 22 millones en 2024.

Las normas del nuevo contrato colectivo permiten prorratear el impacto de los bonos por firmas y opciones por hasta cinco años. Por ello, el bono de firma de Wilson fue dividido en incrementos de 10 millones de dólares al tope de los Broncos en 2022, 2023, 2024, 2025 y 2026. Esto significa que Wilson tiene 30 millones en prorrateos de bonos de firma por contabilizar y que se aceleraran hacia el tope de los Broncos para 2024 una vez sea puesto en libertad. El bono de opción de 2023 es dividido en incrementos de 4 millones al tope de los Broncos para 2023, 2024, 2025, 2026 y 2027. Así que le quedan 16 millones de dólares, los cuales se acelerarán hacia el tope salarial de 2024. El bono de opción de 2024 también se acelerará hacia el tope de 2024, totalizando los cargos de prorrateo de bonos en 68 millones de dólares. Sumamos su salario totalmente garantizado de 17 millones en 2024, los cargos de dinero muerto ascienden a 85 millones de dólares.

No obstante, si los Broncos designan a Wilson como corte posterior al 1º de junio, solo tendrían que asumir 354 millones de dólares contra el tope de este año (el sueldo de 17 millones más un año de prorrateo del bono de firma y cada uno de los dos bonos de opción), mientras que los 49.6 millones de dólares restantes serían carga de dinero muerto para su tope de 2025. Si los Broncos quisieran asumir todo el impacto esta temporada y alejarlo de su tope de 2025, pueden hacerlo.

Obviamente, es un ejemplo extremo ya que ningún aumento del tope podrá ayudar a un equipo a asumir 85 millones de dólares en dinero muerto por un jugador. Pero cualquier otro equipo en una situación similar con cifras menores podría tener más facilidad para asumir todo el impacto este año y mantener limpio el tope del próximo debido al aumento.