El Gurú de las Diagonales

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MIAMI -- Hay discusiones que nunca mueren.

Estamos en la Semana 8 y tranquilamente podríamos decir que Tony Romo es el MVP de la temporada hasta el momento, considerando que desde que se lesionó, los Cowboys no han podido ganar ningún partido.

Siempre las críticas hacia su persona fueron excesivas porque a la gente le gusta colocar etiquetas y juzgar a otros con fiereza escudados en un teclado.

A veces uno no se da cuenta de lo que tiene hasta que lo pierde, y espero que al menos algunos de esos detractores de Romo tengan un renovado respeto por su talento al ver lo mal que lucieron las alternativas para Dallas.

Otra de las discusiones de nunca acabar es acerca de Russell Wilson.

"Está sobrevalorado" o "Ganan gracias a su defensiva", son las declaraciones que más recibo en twitter acerca del mariscal de los Seattle Seahawks.

Yo me pregunto, ¿desde cuándo estar bien acompañado va en detrimento propio?

Claro que Seattle es un muy buen equipo, y por eso llegó a los últimos dos Super Bowls. Claro que la defensiva fue dominante, pero también lo fue Russell Wilson.

Dejemos de lado su excepcional índice de pasador en lo que va de su carrera, porque creo que a veces la gente se basa demasiado en los números para dar su veredicto acerca de un jugador.

Por esa razón, terminé inundado de tweets luego de que Wilson lanzara su segunda intercepción --malos pases-- el jueves en el cómodo triunfo ante los San Francisco 49ers.

Hay varias razones por las cuales yo creo que Wilson es grandioso, pero hay una que está por encima del resto y que creo yo es la característica más difícil de encontrar en un mariscal.

Wilson tiene control absoluto del bolsillo de protección. Y eso que tiene a la peor línea ofensiva de la NFL, pero nunca parece entrar en pánico y siempre está un segundo delante de la jugada.

Esa es parte de la razón por la cual generalmente sabe cuando correr, aunque siempre buscando pasar, y también la razón por la cual suele evitar golpes fuertes.

Su intelecto es superior y eso lo hace elite en mis ojos, porque siempre está en control del bolsillo y del partido, y cuando más importa, suele hacer la jugada que define un partido.

Por ejemplo, miremos al mariscal que enfrentó esta pasada jornada, Colin Kaepernick.

Kaep tiene todos los atributos físicos para ser un grande, razón pro la cual Ron Jaworski se desbordó y dijo que "sería el mariscal más grande de todos los tiempos". Declaración absurda si las hay.

Kaepernick es la clara muestra que a veces los intangibles son más importantes que los atributos físicos. El mariscal de San Francisco no lastima si no puede usar sus piernas, no sabe cuando correr o cuando pasar, y cuando lanza en movimiento suele ser increíblemente impreciso.

Esa falta de control del bolsillo, saber cuando dar dos pasitos hacia adelante, uno hacia al costado o directamente despegar corriendo, es lo que me hace pensar que Kaepernick está involucionando.

Ese control del bolsillo o se tiene o no se tiene, y tristemente para los 49ers, Kaepernick no lo tiene. Por eso tendrá algunos partidos brillantes, pero nunca encontrará la consistencia.

Uno que aparentemente TAMPOCO SABÍA DONDE ESTABA PARADO es el ala cerrada de los Buffalo Bills, Chris Gragg, quien sacó una jugada de la página del libro de Dan Orlovsky.

Los Bills se recuperaron de un déficit de 14 puntos en el último cuarto en Londres, sólo para después perder a manos de Jacksonville. ¿Qué equipo tiene el récord en esta categoría de derrotas inusuales? Los Jaguars, lo cual demuestra lo conectado que está todo.

Entiendo que el talento todo lo supercede, pero Greg Hardy no debería tener trabajo en la NFL. Tiene tres capturas en dos juegos y por esa razón Jerry Jones lo defenderá a capa y espada.

Los Cowboys dijeron que EMPUJÓ A UN ASISTENTE porque "tiene demasiada pasión". Asumo que por eso también tiró a una mujer a un cofre lleno de armas luego de golpearla y amenazarla, asumo que por eso empezó a criticarlo a Dez Bryant, que se pagó su propio avión para estar con sus compañeros y asumo que por eso llegó tarde a la práctica del jueves y no respondía los llamados de los Cowboys.

Pero este es el triste mensaje que envía Dallas: "Si puedes ayudarme en el emparrillado, haz lo que quieras". Triste, pero real.

Adrian Peterson estuvo vomitando el día anterior al juego de los Vikings y casi no juega el domingo. ¿La razón? Estaba mascando tabaco en el avión del equipo cuando involutariamente se tragó el tabaco y eso lo hizo vomitar duro y parejo.

Otra razón para no mascar tabaco, si es que la necesitaban. Hablando de tabaco, el entrenador en jefe de los Vikings, Mike Zimmer, estaba mascando tabaco en las laterales, algo que va en contra de las reglas de la NFL, por lo cual seguramente le llamarán la atención y recibirá una multa.

A todo esto, Josh McCown NO SE PUDO DETENER CAMINO A LAS LATERALES, y se lastimó la mano en esta insóita jugada. Así que quizás tengamos la posibilidad de ver a Johnny Manziel otra vez detrás de centro para los Browns.

Igualmente Cleveland necesita un mago y no un mariscal a esta altura del partido.

Ayuda divina también requieren los Texans, luego de una de las actuaciones más vergonzosas que recuerde en la primera mitad ante los Dolphins.

Se fueron al descanso perdiendo 41-0 y cuando los Dolphins tenían 35 tantos, Houston todavía no había acumulado ni una yarda.

Como si fuese poco, Bill O´Brien, quien está en el asiento caliente, dejó a Arian Foster cuando el juego ya estaba definido, y el corredor se rompió el tendón de aquiles y probablemente su carrera con Houston esté terminada.

Lo peor de todo es que la primera pregunta en la conferencia después de semejante concierto de errores, fue acerca de Ryan Mallett, quien se perdió el avión del equipo "debido al tráfico".

Antes se había ausentado a una práctica porque le "falló el despertador". Un día después fue cortado por los Texans, lo cual nos lleva al TWEET DE LA SEMANA.

Hablando de malas, Andrew Luck recién completó su primer pase para los Colts cuando quedaban nueve minutos en el segundo cuarto. Los Colts están en picada, al igual que el resto de la AFC Sur, que es por lejos la peor división de la NFL en este momento. La división tiene un récord combinado de 8-19 con un diferencial de puntos de -152.

Me animo a decir que no hará falta récord positivo para ganar esta división.

El caso específico de Tennessee es curioso. Con Ken Whisenhunt como entrenador en jefe, los Titans han jugado 22 partidos y han perdido ¡19! Sólo en Estados Unidos un hombre puede preservar su trabajo con ese récord.

Para cerrar con cosas buenas, les cuento que todos los linieros defensivos de los Rams (Brockers-1, Quinn-4, Donald-4.5, Long-2, Sims-1, Fairley-1, Hayes-1, Westbrooks-1) tienen al menos una captura.

Y si a esa defensiva la complementamos con un corredor como Todd Gurley, que se suma a Eric Dickerson y Marshall Faulk, como los únicos en la historia de los Rams en correr para más de 100 yardas en tres juegos seguidos, habrá que tener cuidado con St. Louis.

Keenan Allen rompió el récord de recepciones que poseían T.J. Houshmanzadeh y Marvin Harrison luego de siete semanas de acción tras atrapar su pase número 60 de la campaña, aunque las derrotas de San Diego se siguen acumulando y cada vez están más cerca de Los Ángeles.

Yo lo he criticado mucho a Kirk Cousins --sigo creyendo que no será un titular exitoso en la NFL--, pero crédito a quien crédito se merece. El mariscal de los Redskins guió una recuperación milagrosa ante los Buccaneers y se encargó de que TODA LA PRENSA LO SEPA.

En mi experiencia Kirk, cuando alguien te tiene que decir lo bueno que es, no es tan bueno como piensas.

* Los equipos locales están en segundo término