Una encuesta que fue encargada por el Workeforce Institute y Kronos Incorporated, realizada por Harris Poll arrojó que 16.5 millones de empleados en la unión americana no irán a sus trabajos después de ver el Super Bowl 50 este domingo.
El resultado también dio un dato curioso, 10.5 millones de estos 16.5, ya han pedido permiso o realizado los planes pertinentes para no ir a laborar el lunes después del partido, lo que significa que 1 de cada 10 trabajadores faltarían a sus labores, ya que 6 millones podrían reportarse enfermos ese día.
Otra de las cifras relevantes dice que 7.5 millones podrían llegar tarde a sus trabajos ese lunes y que los que falten o lleguen tarde serán en su mayoría Milennials o de la Generación Z, ya que el 20 por ciento de estos tienen entre 18 y 34 años.
Esta encuesta fue realizada por 2,042 trabajadores mayores de 18 años y se calcula que en Estados Unidos hay 149.9 millones de empleados. De estos poco más de 2 mil empleados, el 77 por ciento planean ver el Super Bowl 50.
Todos los que ven el Super Bowl han aceptado que en el pasado han llegado tarde o se han reportado enfermos en sus trabajos y la mayor parte coincide en que la fatiga por desvelarse, el tomar bebidas alcohólicas en demasía son las causas más comunes para las faltas y los retardos.
Todo esto no es ajeno a los altos mandos o mandos medios ya que los llamados "Jefes" también planean anticipadamente faltar el lunes o de plano se reportan enfermos o llegan tarde a la oficina, el 29 por ciento para ser exactos. Incluso en el pasado se ha comprobado que el 35 por cientos de estos mandos han faltado o llegado tarde a su trabajo después de ver un Super Bowl.
En conclusión, el Super Bowl es una fiesta nacional que básicamente ven todos los empleados en los Estados Unidos y que por muchos años se ha buscado que vuelva una fiesta que por decreto tenga o de el lunes como día feriado, aunque esto hasta el día de hoy no se ha podido alcanzar, pero no por ello se ha dejado de buscar por millones de estadounidenses que buscan disfrutar de un Super Bowl al máximo, incluso aunque no sean aficionados a los dos equipos que juegan en el partido por el título.