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Bienvenidos a la NFC Este, división que nadie quiere

Semana a semana, los cuatro equipos de la NFC Este se empeñan en hacer lo posible por no ganar una división al alcance de cualquiera

Después de ver, sufrir, el cuarto partido divisional del año de la NFC Este, y con uno más en el horizonte como parte de la Semana 7, la pregunta respecto a quién será el campeón del sector ha cambiado radicalmente.

En lugar de preguntarnos, "¿Quién quiere ser campeón de la NFC Este?", es justo ahora trasladarnos hacia un "¿Quién no desea renunciar a la NFC Este?".

Al menos esa es la impresión que han dejado hasta el momento los cuatro equipos involucrados, y reforzada esta noche con la visita de los New York Giants a los Philadelphia Eagles, un partido que fue bastante laborioso para seguir durante los primeros tres cuartos y medio.

Basta con decir que un jugador cayéndose solo a 8 yardas de la anotación, sin ser tocado después de recorrer 80 yardas, será lo más memorable de la noche.

La ridícula pifia del quarterback de los Giants, Daniel Jones, causó risas entre sus compañeros que miraban desde la banca, pero la realidad es que debió causar lágrimas. Se trata de un equipo cuyo entrenador en jefe, Joe Judge, viene de dirigir los equipos especiales en un ambiente casi militarizado bajo el comando de Bill Belichick con los New England Patriots. Sin embargo, los Giants son incapaces de reconocer, en jugada de patada de despeje, cuándo un jugador desde la posición de gunner está completamente solo para una fácil conexión que resulte en primera oportunidad. También en equipos especiales, los pañuelos por un golpe ilegal casco a casco contra DeSean Jackson sirvieron para regalar 15 yardas a los Eagles en la posesión del último cuarto con que remontaron el juego, en lugar de que comenzaran desde su yarda 14, donde había sido derribado D-Jax.

Los errores de Philly también fueron de no creerse, por momentos. Sí, Carson Wentz conectó una belleza de pase para Boston Scott con 40 segundos por jugar para el touchdown de la victoria, pero a lo largo del juego tomó decisiones inverosímiles, a menudo escapando al bolsillo de protección sin necesidad y lanzando pases fuera de balance, incluyendo una intercepción a las manos de James Bradberry en las diagonales. Incluso, en la jugada previa al touchdown de Scott, el centro Jason Kelce, uno de los líderes más respetados del club, perjudicó a Philly con una penalidad de 15 yardas por arrancarle el casco al rival, haciendo retroceder a los Eagles desde la yarda 3 a la yarda 18, con menos de un minuto por jugar. ¡Estos son los jugadores a los que hay que voltear a ver en busca de dirección!

Después de ver este partido, la idea que vuelve una y otra vez en la NFC Este es que a nadie le interesa ganar.

Incluso, los otros dos rivales en el sector, Dallas Cowboys y Washington Football Team, van por el mismo camino.

Dallas se ha convertido en el equipo más dadivoso de la NFL, con la peor relación de entregas de balón en un -15, y el mayor número de puntos del rival derivados de entregas de balón, con 84. Los Cowboys han permitido 208 puntos a sus rivales en total, 26 puntos más que cualquier otro equipo en la liga.

En Washington, "sus entrañas" han dicho al head coach Ron Rivera que debe darle la titularidad a Kyle Allen, un pasador que terminó el año pasado con un Total QBR de 42.4, el tercero peor en toda la NFL entre quarterbacks calificados. ¿Quiénes quedaron por debajo de Allen? Dwayne Haskins Jr. (30.2), el jugador al que le arrebató la titularidad Allen este año en Washington, y Andy Dalton (40.9), el ahora titular de Dallas, tras la lesión de Dak Prescott. Por cierto, para el 2020, nadie marca un peor Total QBR en lo que va del año que Haskins, con 33.8. No mucho más arriba, están en el sitio N° 24 Jones, con (55.5), y en el N° 25 Wentz, con (51.1), hasta antes del espectáculo de esta noche.

Partiendo de eso, se empieza a perder la esperanza de que alguno de los cuatro clubes en cuestión encenderá algún switch escondido, despertará del letargo, y comenzará a elevar su nivel de juego de manera suficiente para despegarse de los demás.

En lugar de eso, simplemente se trata de ver cuál equipo comete menos errores de aquí a la recta final. En otras palabras, quién será "el menos malo".

Con el triunfo de la noche, y a la espera de lo que nos tengan reservados el domingo los Cowboys y Washington, Philly toma una ligerísima ventaja en el sector, llevando su porcentaje de victorias a un mísero .357. A manera de comparación, consideremos que, en este momento, ningún equipo de la NFC Oeste está por debajo del .500.

La división que solía llevar el apodo del "'NFC Beast', está bien lejos de su mejor nivel, y eso es una lástima. Sus cuatro equipos son franquicias de mercados importantes. Pero, para la única división de la liga que puede presumir campeonatos de Super Bowl para sus cuatro integrantes, los días de títulos lucen muy lejanos en el horizonte.