MÉXICO -- El técnico Guillermo Vázquez, quien tiene contrato vigente con Pumas, señaló caer en la Copa Libertadores que su continuidad al frente del equipo felino dependerá de lo que hable con la nueva directiva del club Universidad Nacional, encabezada por el presidente del patronato, Rodrigo Ares de Parga, quien recién fue nombrado el viernes pasado, en sustitución de Jorge Borja Navarrete.
Además, el estratega no quiso llamar “fracaso” a su eliminación en Cuartos de Final ante Independiente del Valle de Ecuador, luego de perder 5-3 en serie de penaltis, en el Estadio Olímpico Universitario. En el tiempo regular terminaron 2-1 a favor, pero el global terminó 3-3, por ello tuvieron que definir el boleto a semifinales desde los once pasos.
“Como ustedes quieran decirlo”, respondió Memo ante el cuestionamiento en la rueda de prensa, después de la eliminación del cuadro universitario.
“Para mí el equipo hizo lo que debía en el primer tiempo. Independiente es un equipo que se defiende bien y ataca bien. ¿Los penales?, bueno, el que le pegue mal la falla”, explicó el técnico, quien añadió que su escuadra llegó “muy desgastada” a estas instancias de la Libertadores y que “nos duele, nos da coraje, el equipo lo buscó, intento, pero no se pudo”.
Asimismo, Vázquez indicó que en la semana previa al juego estuvieron practicando penaltis, tal y como se definió la serie, incluso subrayó que él fue quien decidió la lista de jugadores que cobrarían los tiros.
“Lástima que Sosa no lo logró, generalmente lo hace”, indicó Memo sobre el tiro errado del delantero argentino naturalizado, lo que a la postre dejó fuera a los Pumas del torneo continental.
EN MANOS DE SUS DIRIGENTES
En torno a su futuro con el equipo felino, Memo señaló que “habrá que juntarse con la directiva, seguramente en estos días, y ver qué planes tienen. De eso va a depender”.
A decir del timonel auraizul, “fue un año bueno, mejoramos en el porcentaje, hubo cosas muy importantes que resaltar”.
Por último, Memo se dijo “muy agradecido” por el apoyo de su afición, que registró una gran entrada en el Estadio Olímpico Universitario, con aproximadamente 45 mil personas en las tribunas del inmueble de la UNAM.