LAS VEGAS -- El misterio continúa. La Selección Mexicana entrenó esta mañana en el Complejo Kellog-Zaher. Y al menos durante los 20 minutos que los medios pudieron otear el entrenamiento, Edson Álvarez permanecía en la camilla portátil, acostado, recostado, sentado, mientras el resto del equipo empezaba a transpirar en el trabajo de calentamiento, bajo una temperatura de 96 grados Fharenheit, 35 grados centígrados.
Si el lunes ya se especulaba sobre la forma teatral en la que el jugador del Ajax bajó del autobús y subió la rampa del hotel en Las Vegas, se pudieron confirmar las versiones en el sentido de que Edson había trabajado al parejo por la mañana en Dallas.
“Trabajó sin problemas. Él dice que le duele, pero que puede participar en todo”, explican desde la delegación mexicana.
Por lo pronto, este martes por la mañana, Edson Álvarez no trotó, no tocó el balón y se mantuvo separado del grupo, al menos durante el lapso abierto a los medios.
Todo esto en espera de una versión oficial por parte del entrenador Jaime Lozano, durante la conferencia de prensa que tendrá lugar esta tarde en el Estadio Allegiant, previa al choque de este miércoles ante Jamaica, como parte de una de las semifinales de la Copa Oro. La otra semifinal la juegan Estados Unidos y Panamá.
De no estar pleno Álvarez, las alternativas de Lozano, ante las peculiares virtudes de Jamaica, serían Luis Romo y Erick Sánchez.
Por otro lado, la Concacaf no ha revelado una cifra precisa de boletos vendidos para el juego de mañana, y todo se reduce a afirmar que “va muy bien”, acompañada la aseveración con un levantamiento de cejas.
Recuérdese que el Allegiant se vio desolado en el juego por el tercer lugar de la Liga de las Naciones entre México y Panamá, como reacción de desprecio de la afición después de la humillante derrota sufrida por el Tri ante Estados Unidos por 3-0, y que significó el despido de Diego Cocca.