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Prohiben banderas esteladas en la final de la Copa del Rey

Las banderas esteladas provocan una fuerte polémica a cada final que disputa el Barcelona. Getty Images

BARCELONA -- La final de la Copa del Rey abandonó este miércoles el terreno deportivo para entrar en el político y provocar una auténtica tormenta en Barcelona y toda Cataluña al conocerse que el gobierno español prohibirá la entrada y la exhibición de banderas esteladas en el partido que disputarán el domingo Barça y Sevilla en el Vicente Calderón.

Relacionadas con los deseos de independencia de Cataluña, las banderas esteladas provocan una fuerte polémica a cada final que disputa el Barcelona y llegaron a motivar que tras la final de la Champions de Berlín el club fuera multado por la UEFA.

Consideradas desde varios ámbitos en España una provocación, la prohibición motivó un auténtico terremoto a todos los niveles y en el entorno del Camp Nou ya hay quien llama a un boicot al partido en señal de protesta.

El FC Barcelona reaccionó a través de un comunicado lamentando la medida pero tendiendo puentes de diálogo por la normalidad mientras a través de las redes sociales y alrededor del club la indignación fue máxima, llegándose a insinuar la necesidad de que el club se negase a jugar la final si persistía la prohibición.

“Es una auténtica vergüenza, un atentado a la libertad de expresión” explicó el consejero de justicia de la Generalitat de Catalunya, Carles Mundó, a través de un discurso que, se sospecha, aumentará de tono a medida que transcurran las horas y se acerque la disputa del partido el domingo.

La Delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, explicó la prohibición en una rueda de prensa ofrecida tras la reunión preparativa del dispositivo de seguridad del encuentro, argumentando que el fútbol no debe ser “un escenario de confrontación política”.

Para evitar la entrada de las banderas independentistas catalanas, se cacheará uno por uno a todos los aficionados en un doble filtro de seguridad.

Desde el Gobierno español no se quiere ver la bandera independentista en la capital. Existe la seguridad que la pitada al himno nacional será imposible de evitar y más después de que se archivara la última querella por los silbidos que hubo en la final del año pasado. De esa manera el gobierno decidió ir más allá, interpretando que la exhibición de símbolos ‘no constitucionales’ vulneran la Ley del Deporte.

La polémica, desde luego, está servida y nadie duda que irá a más.