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Jaime Lozano y El Tri, entre el juicio público y El Apocalipsis

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¿Cuál es el nivel de presión para 'Jimmy' Lozano en Nations League? (5:17)

Mauricio Ymay con el detalle de lo que sucede en la concentración de la selección mexicana previo a enfrentar a Panamá. (5:17)

El Jimmy no necesitaría de pistas, pero Juan Carlos Rodríguez, comisionado de la FMF, fletará hasta Dallas un patíbulo y un altar. No es un mensaje encriptado, es una advertencia.


LOS ÁNGELES -- Jaime Lozano es un tipo perspicaz. Dallas puede ser su Armagedón y Panamá su Apocalipsis.

El Jimmy no necesitaría de pistas, pero Juan Carlos Rodríguez, comisionado de la FMF, fletará hasta Dallas un patíbulo y un altar. No es un mensaje encriptado, es una advertencia.

La Bomba ha decidido que la #YuntaDeDueños (dixit Sven-Goran Eriksson) en turno, tenga lugar en Dallas este jueves. Por primera vez en la historia –inesperada e innecesariamente--, la Asamblea de Propietarios cambia dramáticamente de escenario.

Sesionarán los turistas dueños y los indecorosos multipropietarios horas antes del partido entre México y Panamá en una de las Semifinales de la Nations League. Ellos creen que van como invitados de honor, cuando, en realidad, viajan como mascotas sumisas del perverso plan de su anfitrión. Acarreados de cuello blanco.

Es decir, Torquemada va de feria y carga con todo y su Santa Inquisición. Hábil, astuto, maquiavélico, Juan Carlos Rodríguez quiere tener ahí cerquita a los hombres a los cuales, por organigrama, debe servir, aunque él sólo sirve a uno, al todopoderoso y 'güerito' Juan Diego, productor profano de la Rosa de Guadalupe, Emilio Azcárraga Jean.

Habida cuenta que en la FMF durante decenios se ha ejercido la doctrina secular del Gatopardismo –esa italianísima estrategia de cambiar todo, para que nada cambie--, en la reunión de este jueves habrá más martinis que proyectos y habrá más hipocresía que necesarias confrontaciones que provoquen algún cambio.

Por supuesto, la jugarreta de La Bomba tiene más de fondo que la tertulia aburrida e intrascendente de una nueva #YuntaDeDueños. Por eso, viaja con los clavos y la cruz, en caso de que sean necesarios.

El desenlace de este jueves ante Panamá obligará a Rodríguez y su séquito a que tome una decisión, más popular y populista que necesaria, ya sea que México quede sepultado en la miserable tumba del partido por el tercer lugar o acceda a la Final ante Estados Unidos o Jamaica.

Una victoria sobre Panamá y una digna representación en la Final, le permitirán a La Bomba aprovecharse de la euforia para conseguir la entronización de Jaime Lozano, incluso, más allá de la Copa América.

Por el contrario, una eventual derrota ante Panamá, le permitirá ordenar a su caporal Ivar Sisniega que monte el cadalso, y trepar ahí a Jaime Lozano, bajo el amparo de esa falacia recurrente en la FMF: “Por decisión unánime”.

Sí, “por decisión unánime”, ordenará La Bomba a Sisniega que anuncie la salida de Jaime Lozano, y de esa manera él quedará exonerado. Ellos (la #YuntaDeDueños) diría bíblicamente Rodríguez, y como remedo de Poncio Pilato, “eligieron a Barrabás”. Y, simplemente, kaput.

Los cuervos, con sus lujosos atuendos Enzo D’Orsi permanecerían hasta la Final seguramente, sólo que México acceda a ella. De otra manera, con su ración del pellejo de Jimmy Lozano, emprenderán el viaje de regreso el mismísimo viernes, tras el cabildeo, innecesario, pero, parte de la farsa, para conocer sus reacciones.

Pero eso debe haberlo percibido ya Jaime Lozano. Y los jugadores. Porque el desenlace ante Panamá está más en los pies y las entrañas de los futbolistas que en las manos y las neuronas del entrenador.

Seguramente, en la inevitable asistencia de sus patrones, en la mayoría de los casos, la presencia de los autócratas y aristócratas que, ciertamente, saben mucho menos de futbol y de la Selección de México que el más humilde de sus valiosísimos utileros, esa presencia es también más una advertencia que un voto de confianza. Hiede más a puñalada que a palmada en la espalda.

Y eso, lo deben percibir ambos, futbolistas y cuerpo técnico. Panamá representa el indulto y la exoneración, pero también la condena.

Porque, insisto, dudas existen y hay motivo para ellas. ¿Cuál Selección de México veremos? ¿La que se humilló ante Honduras en Tegucigalpa o la que pretendió redimirse en el Estadio Azteca y que sólo con la complicidad de los compinches de Concacaf y el arbitraje pudieron rescatar mediante los penaltis?

Por eso, lejos de ser justificable, es entendible que La Bomba lleve de acarreados a los dueños de equipos a Dallas, en una estrategia, insisto, sin precedentes en el futbol mexicano. El cortejo de pizpiretos será marcado como responsable directo, de cualquiera que sea el veredicto: desde el epitafio hasta le glorificación de Lozano.

Y claro, bajo esa, insisto, falacia de “por decisión unánime”, el Nerón Rodríguez puede ver cómo arde Roma, en el Apocalipsis de Lozano y la Selección Mexicana, en el Armagedón del estadio de los Vaqueros de Dallas.

Porque, al final, el manoseo de nombres supura: Guillermo Almada y André Jardine.