En aquel festejo del tercer gol del Cruz Azul contra el América, quizá el show de Tomás Boy impidió que cayera el cuarto.
Pero si en ese momento pudo afectarle a su equipo, de cara al resto del torneo seguramente resultará benéfico.
Porque ya era hora de cambiar en el Cruz Azul, desde su dirección técnica, el atole por la sangre.