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No te vayas campeón, quiero verte otra vez

Se jugó por los puntos, se consiguió una sólida victoria para extender el invicto a 30 partidos y se le dio minutos a futbolistas que buscan meterse en la lista, pero el gran momento de la Selección Argentina en La Bombonera llegó luego del 3-0 sobre Venezuela por las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial de Qatar 2022.

"Soy argentino, es un sentimiento, no puedo parar. Olé, olé, olé, olé, olé, olé, olá. Olé, olé, olé, cada día te quiero más..."

Abrazados, saltando, arengando, cantando a la par de la tribuna, revoleando camisetas. Los jugadores reconfirmaron el romance, la comunión que existe con los hinchas después de la consagración de la Copa América 2021.

Sin embargo, casi en simultáneo, comenzaron a sobrevolar las dudas y esa imagen de euforia y amor correspondido empezó a tener un olor a despedida.

"Después del Mundial voy a tener que replantearme muchas cosas. Espero llegar de la mejor manera, después del Mundial me voy a plantear todo”, confesó Lionel Messi frente a la TV.

"Solamente voy a decirles gracias por el enorme cariño recibido. Siempre soñé con todo lo que viví en esta hermosa noche. Seguramente fue mi último partido con esta camiseta en la Argentina. Y poder decir que fue una noche maravilla es poco. Gracias, gracias y mil veces gracias", escribió Ángel Di María en su cuenta de Instagram.

Fue, sin dudas, la noche de Leo y Fideo. Recibieron el cariño del público desde la entrada en calor. Fueron los más aclamados cuando los anunció la voz del estadio. Incluso el ex-Central se llevó una ovación cuando cruzó el campo rumbo al banco de suplentes antes del segundo tiempo. Y ni hablar del estruendo después de los goles que convirtieron para cerrar el triunfo contra la Vinotinto.

Tarda en llegar y al final hay recompensa. En este caso, es una pena que el premio mayor haya llegado casi a los 35. Es una lástima que estos monstruos no puedan disfrutar más tiempo de esta fluidez, de esta atmósfera positiva, de este grupo unido y sobre todo respetado.

El pasado dejó secuelas. Las finales perdidas, los duros cuestionamientos, los cambios permanentes de rumbo, la renuncia temporal de Messi, el trabajo que necesitó Di María junto a un psicólogo para combatir las lesiones y los memes. Un desgaste importante para futbolistas top, sometidos a una alta carga de presión.

La histórica consagración en el Maracaná trajo paz y sanó heridas. Pase lo que pase en Qatar, esa Copa no se olvida nunca más. Queda para toda la vida.

Las Eliminatorias para el siguiente Mundial son un horizonte demasiado lejano. Conscientes del paso del tiempo y seguramente con el peso de los años citado anteriormente, Lionel y Angelito dieron a entender que el de La Bombonera pudo haber sido su último partido oficial en Argentina. Y si esto ciertamente se confirma, la película no pudo haber tenido un mejor guión.

Cual cierre de viaje de egresados o fin de fiesta, llega la nostalgia. Las ganas de exprimir los últimos instantes y guardar todos los recuerdos.

El deseo es unánime. Como dice la canción de cancha, "No te vayas campeón, quiero verte otra vez".