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Marta, la Reina de Brasil que derribó obstáculos y prejuicios para meterse en la élite del fútbol mundial

Marta superó una infancia de bajos recursos y prejuicios para convertirse en la mejor del planeta AP

Nació el 19 de febrero de 1986 en Dois Riachos, una pequeña localidad al noreste de Brasil con poco más de 10 mil habitantes. De orígen humilde, su mamá Tereza Vieira tuvo que hacerse cargo sola de sus cuatro hijos, cuando su marido Aldário da Silva los abandonó.

Jugar a la pelota fue su pasión desde muy temprana edad. Con arcos y balones improvisados. En equipo o en forma individual. Solo quería jugar.

Hasta ahí, puede ser la historia de muchísimas de las grandes figuras surgidas del fútbol brasileño. Pero además de esos obstáculos que tantos otros deben superar en la vida, ella tuvo una barrera más por quebrar: ser mujer. Ella era y es, para todo el mundo, Marta.

"Cuando me veían jugando al fútbol con los niños, mis hermanos mayores venían, corrían detrás de mí para llevarme a casa y yo salía corriendo. La mayoría de veces no conseguían alcanzarme porque era más rápida", contó en repetidas ocasiones a la distancia, casi risueña sobre José y Valdir. Pero en su momento, a comienzo de los '90, era un verdadero problema, pese a que desde 1983 se había levantado el veto para que las mujeres jugaran a la pelota, impuesto en 1941. El prejuicio perduró varios años después.

Tereza tampoco la apoyó. Intentó disuadirla por las buenas y por las malas. Sólo su hermana Ángela estuvo de su lado. Aunque su madre no entendió su sueño en la niñez, el dinero de su primer contrato profesional fue para ella: “Mamá me crió, luchó duro, lo hizo todo. Se quedó en casa cuando mi padre nos dejó”, valoró Marta.

Y es que Marta siempre tuvo todo claro. Estaba convencida. El fútbol no era solo una pasión, podía ser su salvación. "Era la única niña en medio de un montón de niños y no era siempre bien aceptada. Pero nunca desistí porque me di cuenta de que era una forma de progresar en la vida y ayudar a mi familia económicamente y de una cierta manera revertir ese papel de la mujer", reflexionó en una entrevista con la CNN.

Su lucha fue personal en el inicio, pero después comprendió que podía abrirle el camino a muchas más.

El viaje a Rio, el comienzo de la escalada máxima

Jugando para el Centro Sportivo Alagoano, un equipo de varones, Julio de Frei-tas, un profesor de gimnasia la descubrió. "Era el mayor talento que había visto nunca, después de Pelé, claro", comentó.

A los 14 años, Marta se tomó un autobús y viajó durante tres días (porque no podía costear el boleto aéreo) para ir a Río de Janeiro, con el único objetivo de probarse en Vasco da Gama, uno de los pocos clubes que contaba con plantel femenino.

Apenas la vieron en acción, su talento cautivó y la contrataron. Fue apenas el comienzo de la niña que se convertiría en leyenda.

El fútbol brasileño la disfrutó cuatro años entre Vasco (2000 – 2002) y Santa Cruz (2002-2004), antes de que diera el salto al Umea IK sueco (2004-2008) y el mundo empezara a saber de Marta. Luego pasó al fútbol estadounidense en Los Ángeles Sol (2008-2009), dos períodos en el Santos (2009-2010 y 2011), histórico equipo de Pelé. Y vuelta a Norte América en FC Golden Pride (2010-2011), Western New York Flash (2011-2012). Y otro regreso a Europa en el Tyresö FF (2012-2014) y FC Rosengard (2014-2017). Desde 2017 hasta el presente, es jugadora del Orlando Pride.

En su carrera en clubes ganó casi todo. Fue campeona de liga en todos los países en los que jugó, excepto en Brasil. Levantó la UEFA Champions League 2003/04 en el Umea y la CONMEBOL Libertadores 2009 con Santos. Acumuló copas y supercopas, sin embargo, la principal camiseta en la trayectoria de Marta iba a ser una: la Verdeamarela.

La verdeamarela, en busca del oro

El romance de Marta y la Selección comenzó en 2002, cuando tenía 16 años y jugó en simultáneo en la Sub 17 y Sub 19, algo que ningún otro u otra futbolista de Brasil ha hecho hasta el momento.

En 2003 llegó la hora de representar al equipo mayor, donde completó el histórico trío con Formiga y Cristiane.

Con la camiseta nacional obtuvo dos títulos Panamericanos en Santo Domingo 2003 y Brasil 2007. Estuvo cerca de conseguir el oro olímpico, pero fue plata en Atenas 2004 y Pekín 2008.

La gran esperanza era lograr la tan preciada medalla dorada en los Juegos en casa en 2016 y la Verdeamarela decepcionó al caer en semifinales con Suecia y Canadá por el tercer puesto.

El primer título importante vestida de amarillo y verde fue en el año de su debut, en la Copa América 2003. Y completó el tricampeonato con la de 2010, en la que fue goleadora y figura del certamen, y la de 2018.

El Mundial, su lugar en el mundo

Así como el oro olímpico se le ha negado la Copa del Mundo es la gran cuenta pendiente de Marta. Sin embargo, han sido los Mundiales donde ha cimentado su leyenda, poniéndose a la altura -e incluso por encima- de los más grandes futbolistas del planeta en la historia, tanto en la rama femenina como masculina.

Su debut Mundialista fue en Estados Unidos 2003 y, de penal, fue la encargada de abrir la cuenta del 3-0 sobre Corea del Sur en el Grupo B, que Brasil lideró. Su selección fue eliminada en cuartos de final, con la derrota 2-1 ante Suecia, pese al empate parcial de Marta, que marcó tres goles en total en ese torneo.

China 2007 fue el escenario que vio explotar a la gran crack verdeamarela: fue la máxima artillera con 7 tantos, guió a su equipo a la final, en la que perdió la definición por 2-0 con Alemania y fue elegida Mejor Jugadora del certamen.

"Diría que mis favoritos son dos tantos contra Estados Unidos en China 2007", eligió Marta, sobre aquella semifinal en la que superaron por 4-0 a una de las grandes candidatas.

Fue la primera y última vez que Brasil alcanzó la final. "Pelé con falda", como muchos le dicen aunque a ella mucho no le gusta, disputó otras tres Copas del Mundo, donde llegó a cuartos de final y octavos en las dos últimas.

El Torneo en Francia 2019 resultó especial para Marta, que marcó otros hitos en el fútbol. Al ejecutar el penal en la derrota 3-2 con Australia, pasó a ser la primera jugadora en anotar en cinco mundiales distintos.

Y en el cierre del Grupo C frente a Italia, anotó para el 1-0, que la convirtió en la máxima goleadora en Copas del Mundo, tanto femeninas como masculinas. Superó el récord de 16 anotaciones que tenía el alemán Miroslav Klose desde 2014.

Más de 20 años después de haber comenzado su lucha contra los prejuicios y, como embajadora de buena voluntad en el programa internacional ONU Mujeres desde 2018, donde aseguró estar "totalmente comprometida a trabajar con ONU Mujeres para asegurar que las mujeres y niñas de todo el mundo tengan las mismas oportunidades que los hombres y niños para desarrollar su potencial" y considera al "deporte es una herramienta fantástica para el empoderamiento", Marta aprovechó su festejo de la nueva marca para exponer su postura.

La jugadora besó su botín con el símbolo de igualdad, color rosa y azul, en el lugar de un patrocinador en reclamo de una real equidad entre los sexos, tanto en salario como en respeto.

"¿Cuántos sueños ya inspiraste hoy? Tu conquista significa mucho más que un récord personal. Simboliza la esperanza de un mundo mejor, en que las mujeres conquistan mucho más espacio", le escribió Pelé en sus redes sociales.

Con 17 goles en 22 partidos suma dos más que su compatriota Ronaldo y cinco más que O'Rei.

Sus marcas ya traspasan los géneros y ese el verdadero logro de Marta. Entre las mujeres, nadie la cuestiona como la mejor y muchos ya la ponen a la altura de grandes cracks hombres.

Dueña de seis Balones de Oro (2006, 2007, 2008, 2009, 2010 y 2018), tiene uno más que Cristiano Ronaldo y uno menos que Lionel Messi.

Incluso, en Brasil, hay quienes creen que ya es más que Pelé, pese a sus tres títulos mundiales.

O'Rei e a Rahina

“Yo no vi jugar a Pelé, pero vi a Marta”, cantaban los hinchas locales en los Panamericanos de 2007.

Mientras en Argentina se sigue planteando el dilema sobre quién fue mejor si Diego Maradona o Messi y haber ganado la Copa del Mundo definía a favor del Diez (hasta el 18 de diciembre de 2022), en las tierras brasileñas no hacen esa distinción. Marta ya es su reina.

En 2008, en Maceió, en el estado de Alagoas donde nació Marta, por votación propusieron cambiar el nombre al estadio "Rey Pelé" por "Reina Marta" y ella lo rechazó.

En 2018, fue la primera mujer en dejar sus huellas en el "Paseo de la Fama" del estadio Maracaná.

Sus 112 goles la pusieron al tope de la tabla de artilleros de la Selección, por encima de los 95 de Pelé. El propio O'Rei expresó su admiración por ella.

"El fútbol es todo en mi vida y yo he llegado a un extremo al que a muchos deportistas les gustaría llegar. ¿A cuánta gente no le gustaría ser la mejor del mundo? Y yo tuve la felicidad de conseguirlo cinco años seguidos (...) A veces no me lo creo", dijo tras su quinto Balón de Oro en 2010.

La sexta Copa del Mundo: no pudo alcanzar el sueño

"Yo voy a soñar siempre con conquistar un Mundial con la selección brasileña o una medalla de oro (...) y me gustaría mucho tener la oportunidad de cerrar mi carrera con un oro para Brasil".

Marta fue confirmada por Pia Sundhage en la convocatoria para Nueva Zelanda y Australia 2023 y con los tres partidos que disputó en esta Copa del Mundo se convirtió en la tercera futbolista en la historia con seis participaciones en Copas del Mundo, detrás de la japonesa Homare Sawa y su compatriota Formiga (que jugó siete).

La mejor jugadora de la historia de Brasil tuvo un rol diferente a las veces anteriores. Luego de haberse perdido la Copa América de 2022 por la rotura del ligamento anterior de la rodilla izquierda y la lesión muscular sufrida en marzo de este año, que la mantuvo fuera más de dos meses, la entrenadora no le aseguró la titularidad y la utilizó como suplente en los dos primeros encuentros, aunque fue titular en el empate contra Jamaica. Buscaba que les aportara su experiencia a las más jóvenes.

"Será mi última Copa del Mundo", había adelantado Marta a la prensa local. "Tenemos que entender que llega un momento en el que hay que priorizar otras cosas", explicó la goleadora, quien con 37 años aún no puso fecha para su retiro, pero tiempo atrás admitió que también sueña con tener hijos al dejar la actividad.

El final de la carrera podría ser este año o el próximo con los Juegos Olímpicos. La tarea de Marta ya está cumplida. Abrió un camino para ella y quienes vinieron detrás y su nombre ya está entre los más grandes de la historia.


*Esta nota se publicó originalmente el 14 de julio de 2023, como parte de una serie previa rumbo al Mundial. Y se actualizó el 2 de agosto de 2023, para dar cuenta de la histórica eliminación Brasil en la primera fase de la Copa del Mundo.