MÉXICO -- La vergonzosa derrota ante la escuadra chilena sirvió para exhibir a plenitud el deficiente manejo de la Selección Mexicana.
Exhibió implacablemente el inevitable perjuicio que tarde o temprano causarían las trilladas "rotaciones", tan festejadas y solapadas en su momento, cuando muy pocos fueron capaces de juzgar más allá de los buenos resultados.
Pero también sirvió para desnudar la incompetencia de quienes deberían revisar permanentemente el trabajo del director técnico en turno, de quienes deberían impedir que cada entrenador tome como su juguetito a la Selección y con ella experimente como le venga en gana.
Que Osorio innove e invente lo que quiera y como le plazca, pero no con el "equipo de todos"... tradicionalmente muy mal manejado por unos cuantos.