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Puig aprendió de golpe la lección

MIAMI -- Al gran John McGraw, legendario manager de los Gigantes de Nueva York en los inicios del siglo XX, se le atribuye una frase repetida por muchos: "De una derrota se aprende más que de muchas victorias".

Al cubano Yasiel Puig le tomó un revés para aprender de golpe la lección y tras ser dejado en la banca el martes por llegar tarde al Marlins Park, el miércoles ya estaba vestido en el terreno, primero que todos, listo para comenzar las prácticas antes del tercer juego de la serie de cuatro que los Dodgers de Los Angeles están llevando a cabo en Miami.

El martes, el manager Don Mattingly lo sacó de la alineación abridora y lo multó con una cifra no revelada de dinero por llegar una media hora tarde de lo establecido.

Puig le hizo saber que se quedó atascado en el tráfico de Miami y Mattingly lo entendió, pero le dijo que aun así, esa justificación no cambiaba el hecho de su llegada tarde.

Un día después, el novato cubano ya estaba en el parque una hora antes de lo previsto, enfundado en su uniforme de práctica, preparado para la práctica incluso antes que los lanzadores de los Marlins, primeros en tomar los entrenamientos de bateo según la programación del día.

Y luego de la mala impresión que dejó el lunes en la rueda de prensa, por lo que muchos periodistas se lo comieron en los diferentes programas de radio y foros deportivos, se mostró más asequible con los periodistas que se le acercaron en el terreno.

E incluso, le sirvió de una suerte de embajador a un fanático que le pidió que intercediera para conseguir un autógrafo de su compatriota José Fernández, el sensacional lanzador novato de los Marlins.