MINNEÁPOLIS -- En marzo, antes de que los Dodgers y los Angelinos disputaran uno de sus tradicionales juegos de exhibición en pretemporada, varios jugadores de los Dodgers, incluyendo a Hanley Ramírez y Juan Uribe, posaban para unas fotografías detrás de la jaula de bateo, al lado de Mike Trout.
Cuando Yasiel Puig intentó meterse en el grupo que se tomaba las fotos, Uribe –quien cuando no juega acepta de forma voluntaria la tarea de mantener humilde a Puig--, en tono de broma sacó a empujones a Puig de la toma, diciéndole "¡Puros caballos!".
Eventualmente, Puig obtuvo su fotografía y, como siempre, la publicó en su cuenta de Instagram con el pie, "Trout, un buen jugador y a quien fue un placer conocerlo".
Si las cosas se mantienen como van, estos dos peloteros se encontrarán y estarán vinculados durante muchos años. Trout tiene 22 años. Puig tiene 23. Y, conforme sus destinos se muevan, tal y como ocurre con el resto de los jugadores de Grandes Ligas, la gente preguntará esto: "¿A quién tomarías?".
Si retrocedemos un poco y nos centramos en el 3 de junio, podíamos tener un argumento a favor de Puig por encima de Trout. En menos de un año del primer año calendario de Puig en Grandes Ligas, bateaba para .343, con un OPS de 1.042. Tenía 11 jonrones y 40 remolcadas luego de 54 partidos.
El cubano mostraba una nueva disciplina en el plato.
Y por otra parte, Trout comenzaba a generar ciertas dudas por primera vez en su carrera. Tenía 64 ponches en sus primeros 54 juegos, y su OPS se había desplomado, cayendo desde el Monte Olimpo hasta la tierra donde viven los humanos. Su OPS era de, ouch, .925.
Pero incluso los aficionados más acérrimos de los Dodgers admitirían que fue simplemente un momento, breve como todos. Pero pongan a esos aficionados en una liga de béisbol fantástico, ¿y cuántos aficionados de los Dodgers en verdad eligirían a Puig sobre Trout?
Es una comparación injusta, por supuesto, como si encontráramos a un pelotero joven y brillante en 1953 y dijéramos, "Sí, ¿pero es igual de bueno que Mickey Mantle?".
Como ilustra este artículo de Jayson Stark, en el Juego de Estrellas 2014, Trout recibirá la estafeta que tenía Derek Jeter como el rostro del béisbol. Y lo hace primordialmente porque él es el mejor jugador en el béisbol. Si nos basamos en el WAR, el 25.8 de Trout hasta la temporada donde tenía 22 años es la mejor de todos los tiempos, superando a Ty Cobb, Ted Williams, Mel Ott y Alex Rodriguez. Bastante bueno, ¿verdad?
El WAR acumulado de Puig (recuerden, él ha disputado menos de la mitad de los juegos en Grandes Ligas que ha disputado Trout) es 8.2. Entonces, sí, él también está en la discusión.
Tal y como Puig ha estado fascinado por Trout, el sentimiento es mutuo. Trout ha dicho en el último año, que cada vez que él volvía a casa y encendía la televisión para ver SportsCenter o el canal MLB Network, parecía que se estaba mostrando un resumen de la actuación de Puig, o analizando aspectos de su juego, tanto los buenos como los malos. Al igual que muchos otros aficionados, Trout piensa que es divertido observar a Puig.
Cuando se le pidió que comparara sus juegos, Trout admitió que existían similitudes, y luego estableció esta diferencia fundamental: "Soy un poco más controlado. Él va por todo, y tienes que respetar eso. Es un gran jugador".
El lunes, Zack Greinke, pitcher de los Dodgers y quien es uno de los pocos peloteros que ha jugado con ambas superestrellas, llamó a Trout el "jugador perfecto". Eso quizá sea algo ligeramente exagerado. Pónganle a Trout el poderoso brazo derecho de Puig, y quizá tendrían al jardinero perfecto. Trout tiene apenas un brazo promedio. Puig te marca la diferencia, particularmente cuando apunta a la dirección correcta.
Donde está la ventaja de Trout, tal y como lo explicó, es en áreas de control. Es un habilidoso corredor de bases, al que difícilmente atrapan robándose la colchoneta. Tiene un ojo perspicaz para batear, y en rara vez le hace al swing a los lanzamientos fuera de la zona de strike. Toma rutas eficientes para atacar los elevados y las líneas, sabe acertar su disparo con el cutoff. En el idioma beisbolero, hace las cosas pequeñas y las cosas grandes. Y nada de lo que Puig hace es pequeño.
MAS SIMILITUDES QUE DIFERENCIAS
Pero hay más similitudes que diferencias. No se ve a tantos jugadores tan grandes y fuertes como estos dos, que puedan correr tan bien. En ambos casos, su principal valor es su versatilidad.
Escuchen a un buen lanzador joven, alguien que fue al Juego de Estrellas, y que ha sido vapuleado por Puig, hablando acerca del tema, y jurarían que estaba refiriéndose a Trout.
"Pienso que puede hacer un poco de todo, y eso lo hace muy peligroso", dijo Tyson Ross, pitcher de los Padres. "Si hay corredores en base, puede remolcarlos. Si cometes un error ante él cuando batee como primero en el orden, con el primer lanzamiento, no teme batearla 450 pies. También tiene la velocidad y la rapidez para tocar la pelota y conseguir un hit. No creo que exista algún aspecto de su juego que deba perfeccionar. Simplemente, debes lanzarle, porque es un tremendo atleta y un gran pelotero".
Así que compárenlos todo el tiempo que quieran, aficionados de Dodgers y Angelinos, pero después de todo, estén contentos con el hecho de que el Sur de California tiene a dos tremendos atletas, y dos grandes peloteros en los estadios. El juego es verdaderamente afortunado por tener a dos estrellas jóvenes en uno de sus mercados más importantes.
Y si el resto del país puede desvelarse lo suficiente, tendrán la rara oportunidad de cambiar constantemente los canales donde estén, quizá, los dos mejores peloteros en el béisbol.