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Para Dodgers, es filosofía o anillo

LOS ÁNGELES -- Presente o futuro, esa suele ser la encrucijada de muchos equipos en esta coyuntura de la temporada.

Paciencia o gratificación instantánea. El pájaro en mano o los 100 volando. Los adagios sobran para describir la situación de Dodgers de Los Ángeles, que a días de la fecha límite de cambios tienen que decidir si apuestan todo a ganador, o si le redoblan la confianza a la nómina actual y una granja que cada día luce más prometedora.

Ned Colleti lo sabe, pero más lo tienen en cuenta los gerentes generales que negociarán con él durante las próximas horas.

Lo que está claro es que, en el estado actual, el equipo no es favorito para ganar la Serie Mundial, por lo que si ese es su único objetivo, no pueden ni deben dormirse en sus laureles.

El problema mayor aparece cuando se chocan las dos filosofías impuestas por Stan Kasten y el Grupo Guggenheim al comprar a los Dodgers: la necesidad de títulos y el deseo de hacerlo a base de un equipo formado en casa, con productos propios que, eventualmente, ayudarán a reducir el exorbitante presupuesto que han afrontado.

La bifurcación es obvia: por un lado aparecen los objetos de deseo, los David Price, Jon Lester, Cole Hamels y Jonathan Papelbon. Por otro están los jovencitos, las caras precoces de Corey Seager, Joc Pederson y Julio César Urías, quienes están llamados a ser los pilares del futuro.

Los Dodgers se han mostrado agresivos en la agencia libre, allí donde los refuerzos solo cuestan papel billete. Así llegaron Zack Greinke, Yasiel Puig, Dan Haren, Hyun-jin Ryu, Alex Guerrero, Erisbel Arruebarrena, J.P. Howell y Brian Wilson. Todas fueron inversiones fuertes, muchas con un ojo puesto en el futuro, pero íntegramente a sabiendas que venían para fortalecer y no a reemplazar.

El dinero, por el momento, no parece haber sido un problema, pero todo el mundo tiene un límite y Guggenheim no está exento de esto. Ese es un tema a seguir muy de cerca ya que en los próximos días veremos qué camino eligen.

Por un lado aparece Matt Kemp, un jardinero relativamente joven, con ganas de marcharse a ser jardinero central a otro lado, y con un poco de potencial todavía por explotar. Su contrato es el problema, y eso disminuye su valor como pieza de cambio. Los Medias Rojas de Boston,o los Filis de Filadelfia o los Rays de Tampa Bay son conscientes de esto, y pedirán una de dos cosas como complemento: uno o más de los prospectos anteriormente mencionados (a los que se les puede sumar a Zach Lee, Tom Windle, Chris Anderson o Scott Schebler) o una valija llena de dinero para reducir drásticamente el sueldo de Kemp.

¿Qué tan lejos llegarán los Dodgers en su afán por reforzarse y al mismo tiempo mantener la granja? ¿Estarán dispuestos a enviarle a Boston un cheque por $50 millones o más de los $107 restantes? Esas son las preguntas que se harán en los próximos días, e incluso en los próximos años, ya que esa será la única forma de librarse también de Andre Ethier y Carl Crawford.

Las ofertas también serán distintas en todos los casos, pero si buscan calidad deberán pagar por ella. Price estará bajo contrato en 2015. Hamels está atado hasta 2018 o 2019. A Lester le quedan dos meses en Fenway Park y además ya dijo que podría regresar a Boston como agente libre. ¿Vale la pena el riesgo?

Los Dodgers podrían tener a Pederson en el centro de la pradera minutos después de que Kemp encuentre un nuevo rumbo, y Seager tiene chances de, como mínimo, arrebatarle la tercera base a Juan Uribe a mediados de 2015. Ellos son el futuro, junto a Clayton Kershaw, Puig, Dee Gordon y Ryu.

Por contrapartida, podrían ganar la división y entrar a los playoffs con una rotación formada por tres Cy Young (si llegara Price) y el surcoreano, que sería el mejor cuarto abridor en la Gran Carpa por lejos.

Los ojos del mundo están en Colleti, el padre de una criatura que deberá además definir en diciembre si apuestan a largo plazo por Hanley Ramírez y si logran convencer a fuerza de talonario a Greinke para que no se convierta en agente libre nuevamente en 2016.

¿HAY PLAN C?

La tercera opción siempre es la más realista, y por aquí también podría haber novedades.

En las últimas horas surgió un interés de los Dodgers por John Lackey (reportado por Ken Rosenthal de Fox Sports), otro serpentinero de los Red Sox, que llegaría por un precio mucho menor. Este serpentinero además tiene una opción muy favorable (por el mínimo de $500,000) para 2015 debido a una cláusula de su contrato. Aquí los Dodgers podrían enviar un prospecto menor y un poco de dinero para sellar el trato, aunque el jugador que estarían recibiendo sería menos emocionante y con más dudas que los anteriores.

Otros nombres que podrían llegar a interesarles son los de Justin Masterson o Bartolo Colón, quienes sus equipos estarían tratando de convertir en prospectos. Esas serían apuestas a corto plazo (el de Indios de Cleveland es agente libre y al dominicano le queda un año más), con la intención de reemplazar a Dan Haren esta temporada y/o a Josh Beckett la próxima.

Todo, como casi siempre, dependerá del dinero y la paciencia. Los Dodgers tiene mucho del primero, aunque pronto nos enteraremos cuánto. En cuanto a la segunda, estamos a horas de comprobarla.