<
>

"El cerebro te ayuda a correr más"

Tommy Robredo, brazos arriba; en cuartos lo espera otro español: David Ferrer Getty Images

PARÍS -- "Uno nunca sueña con lograr algo así. Llegar a cuartos sí, pero remontar tres partidos no, no tengo ese tipo de pesadillas". La frase, entre risas, lleva la firma de Tommy Robredo, una de las grandes historias del torneo, que por tercera rueda consecutiva dio vuelta un 0-2 y ya está en cuartos de final. El español festejó en el quinto set ante Igor Sijsling, Gael Monfils y, este domingo, Nicolás Almagro, coronando una gesta que que no se daba desde Wimbledon 1927.

"No me importa que sea un récord, lo importante es que he ganado un partido grande, contra un rival que me había ganado cinco veces. Los récords son para la prensa. Lo importante es que he ganado una gran batalla contra un jugador tremendo en tierra batida", matizó Robredo.

El español llegó a estar 1-4 abajo en el tercer set, pero nunca bajó los brazos: "En ese momento vi que dudaba, que me daba una oportunidad de seguir luchando y fui por ella. Por entonces me parecía que estaba soñando...". "Todos fantaseamos con ganar el torneo, pero es difícil cuando vas perdiendo por tanto. Es algo increíble lo que he logrado, lo recordaré siempre", añadió.

En junio de 2012, Robredo retornaba al circuito luego de ocho meses de ausencia por lesión. ¿Su ranking? 471°. Tiempo de volver a empezar y buscar ritmo en Challengers. Luego llegaron los torneos ATP con raking protegido, las victorias que daban confianza y el título en Casablanca. En junio de 2013, París consagra con letras mayúsuclas su lucha por regresar a los primeros planos.

"El cerebro te ayuda a correr cada vez más", resumió el jugador, poniendo en el centro de la escena el aspecto motivacional de este tipo de triunfos. Ese caracter emocional fue el que lo hizo romper en llanto al término del partido. "Últimamente estoy más llorón. En el Godó cuando perdí con Raonic, en el vestuario se me escaparon lágrimas, había estado a punto de llegar a las semifinales en mi casa. Hoy he intentado no llorar, pero había mucha tensión acumulada, mucho remontar... se te salen las lágrimas", confesó.

"No pasa nada porque uno llore, demuestra lo contento que estaba por conseguir lo que he logrado, remontar a un jugadorazo como Nico en una pista que le encanta, en un torneo que le encanta", enmarcó.

"Uno en la vida pasa momentos buenos y malos y se aprende más de los malos que de los buenos. Estar un año lesionado te hace pensar muchas cosas y disfrutar más cuando estás de vuelta, no dar ninguna bola por perdida. Antes daba alguna, ahora las lucho todas. Cuando estaba lesionado lo único que pensaba era en recuperarme para volver a hacer lo que me gusta", cerró.