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Belasteguin, el Nº1 del mundo, paseó su calidad por Buenos Aires

Belasteguin y Mieres, a la derecha, no se relajaron pese a ser una exhibición. Gentileza Prensa MIS

BUENOS AIRES -- No sabe perder. El argentino Fernando Belasteguin es el número uno del mundo en pádel desde hace 14 años. Enumerar sus laureles es escribir un extenso papiro. Describir su garra adentro de la cancha es repetirse en elogios. Sin embargo, lo que jugaba este domingo en la Ciudad de Buenos Aires era la final de un torneo de exhibición. Pero, lo dicho. No sabe perder.

Entonces jugó, como siempre, a ganar. Nada de firuletes, muy poquita dosis de chistes y charlas con el público. Haciendo dupla con uno de sus más habituales rivales, Juani Mieres, derrotó por 6-2 y 6-4 a otra pareja formada para la ocasión, la de su ex compañero durante 13 años, Juan Martín Díaz, y el ascendente joven Ramiro Moyano, subcampeón del último máster final del circuito mundial, el denominado World Padel Tour (WPT).

El partido, disputado en el microestadio del club El Monasterio, en el barrio porteño de Flores, duró menos de una hora. El público podrá decir que vio jugar a sus ídolos casi con la misma seriedad con la que se enfrentan 'por los puntos'. En ese sentido nadie se quejó. Lo que los espectadores no podrán contar es que se deleitaron con un Belasteguin diferente, más lúdico, tirando lujos.

Esa cuota la puso Díaz, que sí entró con una mentalidad más flexible. Sin ir más lejos, en una misma jugada del primer set, El Galleguito metió un ángulo corto haciendo una contrapared con el muro lateral para, tres pelotas más tarde, tirar un drop shot voleando de espaldas. En ese momento, las gradas de El Monasterio, repletas de gente, explotaron en aplausos.

En definitiva, hubo diversión para todos los gustos. Los que fueron con la idea de ver a sus ídolos jugar 'en serio', el Bela y Mieres les dieron el gusto.

Y los que querían observar lujitos y tiros arriesgados, tuvieron en Díaz a su paladín.

Agradecido quedó todo el ambiente del pádel nacional por el evento, que se llamó Final Round, y juntó en Buenos Aires a varios de los integrantes del top ten mundial del deporte. La organización estuvo a cargo de la empresa Montecarlo International Sports (MIS)