DALLAS -- La batalla ha sido intensa con y sin balón.
Hay jugadores que dan quizá más de lo que muchos anticipaban y Dirk Nowitzki sigue compitiendo en grande.
Pero los Dallas Mavericks reconocen que el Oklahoma City Thunder tiene demasiado talento y que están frustrados en que ni en noches como la del sábado, cuando juegan de nuevo con energía pueden ganar la pelea.
El Thunder derrotó a los Mavericks 119-108 en el cuarto juego de la serie de primera ronda de postemporada conjunta para ponerse a una victoria de avanzar a la segunda ronda.
Los Mavericks reconocieron que será difícil conseguir un segundo triunfo en casa del Thunder, como hicieron en el Juego 2, cuando se enfrenten el próximo lunes.
“Tenemos que ir para allá de nuevo a competir, pelear, jugar con mucha energía”, dijo el guardia de los Mavericks J.J. Barea. “Debemos tratar de darnos esa oportunidad de volver a casa (para un Juego 6)”.
Barea es uno de muchos Mavericks que juegan con lesiones; sufre un tirón en la ingle que impidió que disputara el segundo partido de la serie.
El delantero David Lee tuvo que ser inyectado antes del partido para intentar mitigar el dolor en su pie derecho y el guardia Justin Anderson tomó pastillas para jugar con el hombro derecho lastimado.
“Es frustrante, no estamos al 100 por ciento”, añadió Barea. “Contra un equipo así, lleno de talento, es demasiado complicado”.
Los Mavericks tuvieron que activar a Deron Williams, quien faltó al partido anterior. Sin embargo, ni siquiera pudo completar dos minutos de inicio, cuando abandonó de manera definitiva por su hernia en el abdomen y, según el entrenador Rick Carlisle, es muy probable que su temporada haya terminado.
“No espero que esté en el Juego 5”, dijo el entrenador Rick Carlisle. “Creo que se acabó el año para él. Intentó y ya vimos que no pudo. Pero las lesiones no son pretexto. Pudimos hacer mejor muchas cosas”.
Es probable que Carlisle se refiriera a una defensa, que de nueva cuenta fue vapuleada por la ofensiva del Thunder, que tercera vez en cuatro juegos anotó al menos 108 puntos.
Tal vez también tenga que ver con el dominio de los centros de Oklahoma City abajo del tablero para un equipo que ganó 60-40 los rebotes.
El centro suplente Enes Kanter por segundo partido consecutivo puso la mayor cantidad de puntos (28) en postemporada de su carrera y seis rebotes; el titular, Steven Adams, logró otros 18 puntos y ocho rebotes.
Kanter y Adams fueron dos de seis jugadores de Oklahoma City con al menos 12 puntos, junto a Russell Westbrook (25), Kevin Durant (19), Serge Ibaka (16) y Dion Waiters (12).
En cambio, el poste principal de los Mavs, Zaza Pachulia, anotó nueve puntos y apenas dos rebotes; su reemplazo, el novato Salah Mejri, de nuevo mostró energía y competividad.
Mejri logró seis puntos y cuatro rebotes en poco más de 18 minutos. Pero se sumó a la lista de lastimados que cada día se alarga más para los Mavericks. Sufrió un golpe en la cadera derecha que obligó a abandonar el juego de manera prematura. El domingo será sometido a una resonancia magnética para decidir si podrá jugar el lunes.
“Fue un partido muy difícil, muy físico, pero creo que todo mundo aquí ha dado el máximo”, dijo Mejri. “Es un partido de playoffs. No es importante quién juegue, sino la manera en que juegues”.
“Son jugadores muy buenos. Tienen a dos jugadores All-Star. Y el resto de los jugadores, incluyendo la banca como Enes han tenido un muy buen partido también. Nosotros tenemos demasiados jugadores golpeados”.
"Debajo del aro fue un partido muy duro”, agregó. “Hemos hecho un gran trabajo para calmar a KD (Kevin Durant). Pero hay que ganar rebotes”.
Westbrook ademas tuvo 15 asistencias, que fueron mermando cualquier intento de remontada de los Mavericks.
“Ellos (Mavericks) están jugando una defensa en la que nos ponen muchos jugadores enfrente a algunos y dejan a todos los demás descubiertos”, consideró Durant. “Nuestros muchachos están aprovechando eso. Enes, Dion (Waiters), Serge (Ibaka)... Están metiendo tiros y finalizando las jugadas”.
“Russell está encontrando a los muchachos descubiertos y haciendo las jugadas correctas”.
Ni los 27 puntos y nueve rebotes de Nowitzki fueron suficientes para detener al Thunder.
“Hablamos de estar ahí cerca durante todo el partido para que cuando llegara el último cuarto pudiéramos estar en posición de armar un rally”, dijo Nowitzki. “Pero ellos nos golpearon en oleadas y cada vez que nos acercamos a ocho o 10 puntos, cometimos errores como perder balones o fallar en los rebotes”.
“Cada vez que peleamos y ganamos momentum para que los fans se metieran en el juego, el Thunder hizo un gran trabajo para detener ese momentum”, agregó. “Así que debemos darles crédito. Vinieron y robaron dos partidos en nuestra casa”.