Aquí va de nuevo LeBron James a la búsqueda de más historia.
Para James, las Finales NBA entre sus Cleveland Cavaliers y los Golden State Warriors serán más especiales que las seis ocasiones anteriores que disputó por diversas razones, personales y colectivas.
Seguro quiere demostrar que aún es el mejor jugador de baloncesto del planeta, aunque su rival Stephen Curry esté de moda.
Muy pocos jugadores en los anales de la NBA pueden presumir participación en siete Finales, sextas consecutivas, con dos equipos diferentes y siempre como la figura principal.
De cualquier manera, es un hecho que James tampoco quiere ser marcado como el “ya casi”, si su récord en un par de semanas indican 2-5 en series por el campeonato de la liga.
Menos quiere desperdiciar la oportunidad de romper la sequía de 52 años que tiene su ciudad sin ganar un título en ninguno de los cuatro deportes principales profesionales en Estados Unidos.
James está convencido de que tiene el equipo para que esta vez la situación sea diferente y pueda levantar el Trofeo O’Brien.
“Yo no me involucro tanto en la presión”, agregó. “Creo que he excedido las expectativas en mi vida como profesional. Se suponía que debía ser una estadística hacia el otro lado; un muchacho que creció en una ciudad, teniendo una madre soltera. Éramos sólo mi mamá y yo”.
“Así que todo lo que he hecho ya es un éxito”, agregó. “Así que en cuanto se refiere al basquetbol. Yo sólo salgo, juego y trato de divertirme, me encanta. Trato de ser auténtico para mis compañeros, mi equipo y la ciudad. Voy tener que vivir con los resultados. Por eso es que doy mi máximo esfuerzo cada noche. Lo demás, no depende de mi”.
Para muchos, las Finales del 2016 también se refieren a una nueva rivalidad entre las figuras principales: Curry contra James, el primero y segundo en la votación para Jugador Más Valioso de la liga en temporada regular; los dos primeros en venta de jerseys y en muchas otras cosas más.
James desestimó esa noción el miércoles. Cree que las rivalidades son más colectivas que individuales.
“Cuando hablas de una rivalidad es Carolina-Duke, hablas de Ohio State-Michigan”, señaló James. “Nunca hablas de LeBron contra Steph”.
“No importa quién es la cara de la franquicia”, replicó Curry. “Eso es intrascendente para mi. Menos importa si tomé el trono de LeBron o lo que sea. Ahí es donde la conversación se detiene para mi. Lo único importante es ganar campeonatos”.
Más allá de ese enfrentamiento entre James contra Curry o de la añoranza de título para una ciudad pequeña pero clásica del deporte profesional comparada con una glamorosa área de la Bahía, será la reedición de las Finales del año pasado que ganaron en seis partidos los Warriors.
La buena noticia para Cleveland en Finales repetidas es que seis de los siete últimos equipos que perdieron un año, se ciñeron la corona al siguiente.
La mala para los Cavaliers es que la ocasión más reciente que un equipo fue bicampeón se trató de los Chicago Bulls de 1997-1998 en los que jugaba Steve Kerr, actual entrenador de los Warriors.
De las 13 ocasiones previas en que se repitieron protagonistas en las Finales, los campeones defensores retuvieron su corona seis veces.
“La revancha nada importa para nosotros”, mencionó James. “La situación y circunstancias son diferentes. Para nosotros sólo importa tratar de ganar el campeonato. El año pasado fue eso, el año pasado. Esta será una serie diferente y es en lo único que nos enfocamos”.
James, de 31 años, sabe que los años pasan y que cada vez será más complicado llegar a la serie por el campeonato.
Está orgulloso y quiere sumar a su currículum, cuando llegue el momento de decir adiós.
“He sido afortunado de ser parte de siete Finales”, reiteró. “Cada equipo en el que estuve dio todo. Algunas veces quedamos cortos y en otras llegamos a la cima de la montaña”.
“Es muy difícil llegar a este punto”, agregó. “Nunca sabes si vas a regresar. Nada se puede dar por garantizado. Por eso hay que salir a disfrutarlo. Tengo una oportunidad más”.
El año pasado, James tuvo poca ayuda de las principales estrellas para tratar de cumplir el objetivo, en especial después de que su compañero Kyrie Irving se lastimó y sólo jugó uno de los seis partidos de la serie.
Esta vez, Irving llega sano, igual que Kevin Love y la gran mayoría de sus compañeros.
“Cuando llegas a la postemporada, quieres tener una gran cuota de salud y (en el 2015) no tuvimos esa fortuna”, recordó Irving. “Kevin se lastimó en la serie de primera ronda. Yo caí en el Juego 1 de las Finales”.
“Así que se requiere mucha suerte, lo cual entiendo”, agregó. “Como profesional, entiendo que algunas cosas están fuera de tu control. Los Warriors hicieron lo que pudieron y ganaron un campeonato el año pasado. Ahora nosotros venimos y habrán dos equipos bastante sanos, los número uno en las conferencias del Este y Oeste”.
“De eso se trata, de dos equipos en igualdad de condiciones. Así que estoy súper emocionado por el reto de salir y competir”.
EN BREVE…
-- Los Cavaliers intentarán convertirse en el séptimo equipo que se corona en las Finales, luego de que tuvo una marca de 0-2 o peor contra el equipo que enfrentarán la serie por el campeonato, como sucedió este año ante los Warriors, que los vencieron en sus dos enfrentamientos de temporada regular, incluida una paliza con 34 puntos de diferencia en Cleveland.
-- Cleveland tratará de seguir a los San Antonio Spurs del 2014, que conquistaron el campeonato de la NBA frente al Miami Heat, un año después de que habían sido vencidos en las Finales 2013 por ese mismo equipo.