BOCA RATÓN, Florida -- Terry Ryan echó un vistazo al salón donde estaba reunida la mayor parte de los gerentes generales de las Grandes Ligas.
"Realmente no hay excusa para que todos los que estamos aquí no seamos competitivos", dijo el gerente general de los Mellizos de Minnesota.
Todos quieren tener un equipo como los Reales de Kansas City, el grupo joven y atlético que ganó la Serie Mundial y que tenía una nómina de 128 millones de dólares al final de la temporada regular --la 13ra entre las 30 que forman parte de las mayores.
Kansas City consiguió su primer título del Clásico de Otoño desde 1985, con una victoria en cinco juegos sobre los Mets de Nueva York, que se ubicaron 19nos en concepto de nómina, con poco menos de 110 millones de dólares.
"El dato que más me divirtió de la Serie Mundial es que se enfrentó un equipo de un mercado pequeño contra otro de un mercado grande. Y el equipo del mercado pequeño tenía una nómina más alta que el otro. Todo eso es bueno desde mi perspectiva", comentó el nuevo comisionado de las Grandes Ligas, Rob Manfred. "La correlación entre nómina y triunfos se ha reducido, y pienso que ello es un gran indicador analítico del equilibrio competitivo en este juego".
Dieciocho equipos tuvieron nóminas de entre 110 y 170 millones de dólares para 40 peloteros, de acuerdo con cálculos de las Grandes Ligas. La cifra podría variar todavía, dependiendo de revisiones contables y del pago de bonos.
Sólo los Dodgers de Los Ángeles (con un récord de 289,6 millones de dólares), los Yankees de Nueva York (223 millones), Medias Rojas de Boston (185,6 millones) y Gigantes de San Francisco (180.4 millones) se ubicaron encima de ese margen. Marlins de Miami (64,9 millones), Rays de Tampa Bay (77 millones) y Diamondbacks de Arizona (79 millones) estuvieron por debajo.
Piratas de Pittsburgh (24to con 95,9 millones) y Astros de Houston (27mo con 82 millones) figuraron entre los 10 clubes que avanzaron a la postemporada.
"Uno puede hacer el análisis en cualquier momento y se dará cuenta de que hay equipos de mercados pequeños que son competitivos", afirmó el gerente general de los Piratas, Neal Huntington, dentro del salón, desde el que se divisaban las embarcaciones amarradas en el Boca Ratón Resort & Club. "El reto está en lo que hicieron los Reales: llegar a la Serie Mundial y ganarla".
Pittsburgh y Houston, equipos emocionantes con muchos peloteros jóvenes y que rompieron recién con largas ausencias en los playoffs, quieren emular a los Reales, no a los Rays.
"Tampa Bay era una franquicia modelo y un equipo con calibre digno de playoffs", recordó Huntington. "La sustentabilidad y constancia de ese calibre se vuelve muy desafiante en los mercados pequeños".
Muchos gerentes generales consideran positivos los cambios en el contrato colectivo, acordados en noviembre de 2011, que endurecieron el llamado "impuesto al lujo", restringieron el gasto en selecciones de peloteros amateur en el draft e instituyeron una provisión que, en 2016, impedirá a los clubes de grandes mercados la recepción de ingresos que se comparten entre los distintos equipos. En ese grupo que aprecia la medida figuran los Yankees, los Mets, los Dodgers, los Angelinos de Los Ángeles, los Cachorros de Chicago, los Medias Blancas de Chicago, Bravos de Atlanta, Boston, Houston, Filis de Filadelfia, San Francisco, Vigilantes de Texas, Azulejos de Toronto y Nacionales de Washington.
Antes de relevar a Bud Selig como comisionado en enero, Manfred fungió como principal negociador de las mayores en el tema laboral, y llegó a acuerdos con el sindicato sobre los cambios económicos.
Se han ido los días en que los Yankees, los Medias Rojas o los Filis podían superar a sus rivales en los montos que desembolsaban para hacerse de un pelotero.
"Todo el propósito de la iniciativa de Bud Selig fue emparejar el terreno, y eso se ha conseguido", dijo el gerente general de los Yankees, Brian Cashman. "Hay paridad. El siguiente gran jugador, como se llame, estará disponible, y aunque se suele escribir que los Yankees lo contrataremos, esa narrativa no es precisa. Y no por nuestro cambio en la estructura de propiedad o porque George Steinbrenner no esté ya con nosotros, sino porque las reglas y parámetros del juego han cambiado".