Hoy cumple 85 años y el beisbol aún espera que aparezca un jugador como él, pero parece que el nivel del gran Willie Mays es un hito inigualable.
Mays, conocido por “Say Hey Kid” es considerado el jugador más completo de la historia y aunque pasen por el diamante los Jeter, los Bonds (con o sin extrañas cremas) o los Rodríguez, a pesar de que superen sus 660 cuadrangulares, el nivel, clase y regularidad que Willie prodigó en 22 años por las Mayores aún es una de las joyas de este deporte.
Es una leyenda viviente del beisbol. Un ícono americano. Es considerado por algunos especialistas como el segundo mejor jugador de la historia. Podía batear, podía producir, fildear como el mejor, podía correr. Completo en toda la expresión de la palabra.
Sólo Babe Ruth puede estar por encima de su leyenda, con todo y que “El Bambino” tenía cualidades superiores en algunos renglones, pero no reunía tantos aspectos del juego como Mays.
Sus inicios no fueron muy diferentes a los de muchos deportistas élite. No había mucho dinero en su niñez en Alabama. Nació en 1931 y fue bendecido genéticamente por su padre, que fue beisbolista amateur, y su madre, que jugaba basquetbol.
Cuando llegó a las Grandes Ligas no había nadie como él. Incluso, ha sido difícil que alguien lo iguale.
Según Tim Kurkjian, de ESPN, Willie Mays, después de Babe Ruth, es el más grande jugador de todos los tiempos: 660 jonrones, 3 mil 283 hits, mil 903 impulsadas, 338 bases robadas, 12 Guantes de Oro (que no se daban antes de 1957) y seleccionado al Juegos de Estrellas siempre desde 1954 a 1973.
También fue dos premios de Jugador Más Valioso (JMV) y fue Novato del Año de la Liga Nacional en 1951.
Mays avanzó cuatro veces a la Serie Mundial y ganó la de 1954, cuando realizó la ya famosa atrapada “The Catch” en el jardín central del Polo Grounds a un batazo de Vic Wertz, que ayudó a que los Gigantes de Nueva York vencieran a los Indios de Cleveland.
Una de sus últimas apariciones públicas fue en 2015 en el Juego de Estrellas de las Grandes Ligas en el Great American Ballpark. Ahí apareció junto a Hank Aaron, Johnny Bench y Sandy Koufax, y salieron al terreno tras ser nombrados como los “Mejores Jugadores Vivientes”, según una competencia de MLB donde los aficionados emitieron cerca de 25 millones de votos.
La más reciente fue en el primer juego de la actual temporada regular en el parque AT&T de los Gigantes de San Francisco, donde se le rindió un homenaje.