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Verificando los hechos del lento comienzo de los Astros

Los números hablan más de lo que normalmente harían después de 16 juegos de Grandes Ligas, por razones con las que todos estamos muy familiarizados que involucraron golpear botes de basura y otras tonterías relacionadas con los Houston Astros en 2017 y en la temporada 2018:

Jose Altuve: .183
George Springer: .182
Alex Bregman: .224

Esos fueron los promedios de bateo de tres All Stars de los Astros después de la victoria del lunes, y digamos que esos números, junto con su récord de 7-9, están esbozando sonrisas en los rostros de los fanáticos del béisbol en todo Estados Unidos, incluso si esos seguidores no pueden asistir a los juegos para abuchear a la novena de Houston.

Tras apenas dos semanas de acción: ¿esos bajos promedios de bateo significan algo?, aparte de darles a los fans la oportunidad de gritarles frente al televisor "¡tramposos!" Después de todo, Anthony Rendon está bateando .143, Eugenio Suárez .132, Gleyber Torres y Christian Yelich ambos andan en .157, Rafael Devers .175 y Cody Bellinger exhibe un magro .176 y con poca potencia de salida de sus batazos. Es un hecho, varios bateadores superestrellas del año pasado andan mal en lo que va de 2020. A ellos nadie les llama tramposos.

"Definitivamente es un lugar difícil para nosotros en este momento", dijo el jardinero Josh Reddick después de la reyerta del domingo ante los Oakland Athletics quienes completaron la barrida sobre Houston. "Realmente aún no hemos alcanzado nuestro ritmo este año. Nuestra ofensiva también está teniendo problemas. Estamos tratando de solucionar muchas de estas lesiones que tenemos y donde nuestro cuerpo de lanzadores ha recibido un fuerte golpe. Esa no puede ser una muleta para apoyarnos ahora mismo".

Sin embargo, los Astros merecen una mirada más cercana, dado el escándalo que estalló en la temporada baja. A pesar de que el informe final del comisionado proclamó que no sucedió nada adverso en 2019, cuando los Astros lideraron las mayores en promedio de bateo, porcentaje de embasamiento y slugging, una nube se cierne sobre cualquier jugador inmerso en dificultades. Profundicemos en algunos de los números (hasta el juego del domingo) y veamos qué encontramos.

José Altuve

El tres veces campeón de bateo viene de una temporada de 2019 en la que promedió .298 con 31 jonrones, la mayor cantidad en su carrera, pero ahora está ponchándose el 20.6% del tiempo, muy por encima de su promedio de por vida (11.5%) y el 15% que tuvo la temporada pasada. Menos bolas en juego afectarán su promedio de bateo, pero usando los datos de la acción del domingo, veamos dos métricas avanzadas para ver cuánta mala suerte ha tenido: promedio de bateo esperado (basado en la calidad de sus bolas en juego) y tasa de conexiones fuertes (porcentaje de bolas golpeadas a 95 mph o más).

Promedio de bateo esperado (Expected BA): .226
Tasa de conexiones fuertes (Hard-hit rate): 33ro percentil

Altuve ha tenido un poco de mala suerte -la diferencia entre .182 y .226 en 66 turnos al bate es de solo tres hits-, pero tampoco está golpeando la pelota con fuerza. ¿Pero sabes qué? Por lo general, no le pega a la pelota con tanta fuerza, ubicándose en el percentil 28 el año pasado, incluso con esos 31 jonrones. Lo que hace es poner la pelota en juego, encontrar espacios y pegar sus jonrones sobre ese corto jardín izquierdo de Houston (18 de sus 31 jonrones llegaron en casa).

Altuve tuvo una racha aún peor la temporada pasada, bateando .162 con un jonrón del 20 de abril al 10 de mayo. En 2017 y 2018, sin embargo, no tuvo tramos de 15 juegos en los que bateó por debajo de .200, por lo que esta racha de dos semanas es inusual. Sin embargo, ten en cuenta que, según los informes, Altuve fue un jugador que no participó en el escándalo del robo de señales. Él está haciendo swing y fallando un poco más de lo normal, además de conectando demasiadas bolas al aire.

Alex Bregman

Expected batting average: .230
Hard-hit rate: 38vo percentil

Como Altuve, el promedio de bateo de Bregman no es realmente el resultado de demasiada mala suerte. Como Altuve, Bregman no se ubica particularmente alto en la tasa de conexiones duras, pero tampoco lo hizo el año pasado, cuando se ubicó en el percentil 42 de los bateadores de Grandes Ligas. Bregman y Altuve no dependen de la potencia bruta para hacer su daño, pero sí confían en poner más bolas en juego que el típico toletero de 2020. Bregman también tiene buen ojo en el plato y fue uno de los pocos jugadores la temporada pasada con más bases por bolas (119) que ponches (83). Sin embargo, hasta el domingo tiene más ponches (11) que bases por bolas (siete).

Un número que destaca: su tasa de persecución a lanzamientos fuera de la zona de strike ha aumentado ligeramente, lo cual no es bueno, y su tasa de contacto cuando persigue ha bajado significativamente, de 71.7% el año pasado a 64.3% en 2020. Eso significa algunos strikes más, algunas pelotas menos en juego y algunos turnos menos en los que está adelante en la cuenta. Claro, saber qué lanzamiento vendrá ayudará a los bateadores a crearse una zona, pero todos estos son problemas fácilmente corregibles que aún no son una preocupación en una pequeña muestra.

George Springer

Expected batting average: .241
Hard-hit rate: 44to percentil

Springer ha tenido un poco más de mala suerte. Debería batear .241 en lugar de .182. También perdió su cuarto partido consecutivo el lunes debido a un dolor en la muñeca. Su tasa de conexiones sólidas, sin embargo, está por debajo del percentil 82 en 2019. Springer tuvo un comienzo lento (1 en 21 para comenzar la temporada) pero empezó a calentarse antes de la lesión. Dada la falta de acción de juego antes de que comenzara la temporada, un inicio lento en 2020 es más excusable que en una campaña normal. En esencia, Springer no le está pegando bien a la bola.

Los Astros cortaron su racha de cinco derrotas consecutivas con una victoria 6-4 sobre los Giants el lunes. Batearon .193 en la racha, arrastrando las estadísticas de toda la alineación, una alineación aún sin Yordan Álvarez, por cierto. Altuve se fue de 5-1 con dos ponches. Bregman se fue de 3-1 con una base por bolas y un doble suave por la línea del jardín izquierdo. De los tres, Altuve es el que tiene más dificultades en este momento, y dado que tiene 30 años, hay que preocuparse un poco por su edad y algunas de las lesiones que ha tenido que afrontar en las últimas dos temporadas. Pero llamémoslo un comienzo lento, incluso si el mal momento de Altuve está fuera de la norma.

Es demasiado pronto para preocuparse por una ofensiva que fue una de las mejores de todos los tiempos en 2019. Las mayores preocupaciones para los Astros son un bullpen que ha presentado a nueve lanzadores haciendo su debut en las Grandes Ligas hasta ahora y una rotación sin Justin Verlander. No es una buena señal que Josh James, quien comenzó la temporada en la rotación antes de volver a ser relevista, haya tenido otra salida terrible, permitiendo cuatro carreras en una entrada de trabajo.

"Muchos de los muchachos, incluido yo mismo, tenemos que dar un paso al frente y comenzar a empujar algunas carreras y darle un respiro al cuerpo de lanzadores", dijo Reddick. "Necesitamos tener un juego espectacular en el que les demos un respiro a esos muchachos y les quitemos la presión, por así decirlo".

La victoria del lunes ayuda. Incluso en la temporada corta, todavía hay mucho tiempo para cambiar las cosas y demostrar que esta sigue siendo la letal alineación que hemos visto en los últimos tres años.