Los Padres deberán tener mucha fe

No se vislumbraba que los Padres fueran contendientes y arrancarán sin sus dos principales figuras Trevor Hoffman y Phil Nevin, quienes se lesionaron. El mánager Bruce Bochy tendrá bastante trabajo

En San Diego creen que el joven zurdo mexicano Oliver Pérez, puede ser un abridor de calidad en las mayores. (AP)
Los Padres de San Diego sólo reciben malas noticias a diestra y siniestra.

Para un equipo del que se esperaba muy poco en el 2003, la temporada no pudo tener un prologo más desastroso.

Su estelar cerrador Trevor Hoffman y el jonronero Phil Nevin sufrieron lesiones en el hombro.

Hoffman, quien el año pasado logró 38 rescates, podría estar inactivo hasta después del Juego de Estrellas.

La lesión de Nevin todavía es más grave y el jardinero izquierdo podría perderse toda la temporada.

No todas son noticias tristes para los Padres:

Su rotación de jóvenes valores, incluyendo al zurdo mexicano Oliver Pérez, parece perfilarse por buen sendero.

Mark Kotsay (292, 17, 61) se ha consolidado como un eficiente guardabosque central y un bateador de peligro.

Tampoco faltará la cuota de batazos de vuelta completa que el inicialista Ryan Klesko (300, 29 jonrones, 95 remolcadas) sabe producir con regularidad.

Señalado como un fuera de serie, Sean Burroughs (271, 1, 11) resultó un fiasco en su campaña de novato, pero el antesalista se asoma con más confianza y sin la presión de las enormes expectativas del año pasado.

Pero los pronósticos no dejan de ser agoreros. Los Padres encaran una quinta temporada consecutiva con más derrotas que victorias desde 1998, el año en que fueron a la serie mundial y que perdieron por barrida ante los Yankees.

Las esperanzas del mánager Bruce Bochy se fundamentan en el progreso paulatino de un cuerpo de lanzadores en el que Brian Lawrence, de 26 años, es el más veterano.

El derecho Lawrence logró compilar una foja de 12-12, con 3.69 de efectividad, números bastantes respetables para un equipo que terminó con récord de 66-96 y último en la división oeste de la Liga Nacional.

Pérez (4-5, 3.50) impresionó al apuntarse victorias en tres de sus primeras cuatro apariciones y recetó 94 ponches en 94 entradas, pero se fue de 1-4 en sus últimas 11 salidas.

Los Padres confían que el zurdo de 21 años que genere dentro de la comunidad mexicana de San Diego el mismo tiempo de entusiasmo que despertó Fernando Valenzuela hace dos décadas en Los Angeles.

Los derechos Adam Eaton (1-1, 5-40 en seis salidas) y Jake Peavy (6-7, 4.52) se han asegurado otras dos plazas, mientras que la última se la disputan el veterano zurdo Charles Nagy (1-4, 8.88) y el derecho Clay Condrey (1-2, 1.69).

Con Trevor Hoffman fuera, Jay Witasick parecía ser el sustituto lógico para tomar el puesto de taponero, pero también se lesionó. El veterano Jesse Orosco, Brandon Villafuerte y Luther Hackman tendrán que rotarse en esa función.

Klesko y Burroughs pintan bien en ambos extremos del infield, pero los hombres en el medio no convencen del todo.

El boricua Ramón Vázquez (274, 2, 32) deberá demostrar que puede hacerlo bien en las paradas cortas, además de bujía del ataque como primer bate.

Con la contratación de Mark Loretta (303, 4, 27 con Milwaukee y Houston) para ocupar la intermedia, Vásquez podrá concentrarse en ser el torpedero.

A última hora, los Padres canjearon jardineros con los Yankees recibiendo a Rondell White (240, 14, 62) a cambio de Bubba Trammell.

White, un hombre con un largo historial de lesiones, suplirá la ausencia de Nevin. La ida de Trammell le abrió el portillo al novato Xavier Nady para asumir el puesto de guardabosque derecho.

No hay nada definido en cuanto a quién será el titular de la receptoría y Bochy podría inclinarse en alternar a Gary Bennett (265, 4, 26) y al venezolano Wiki González (220, 1, 20).

-AP

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