LAS VEGAS - El campeón Supermedio de la Organización Mundial de Boxeo, Arthur Abraham, tiene ya 48 combates profesionales, pero el de este sábado será sin duda el más especial de su carrera, y es que desde hace mucho tiempo quería pelear donde han peleado los grandes, la MGM Grand Garden Arena, y ante el mexicano Gilberto ‘Zurdo’ Ramírez lo hará realidad.
Abraham, de 36 años, 12 más que el mexicano Ramírez, combatirá por cuarta ocasión en suelo estadounidense y por primera vez en esta ciudad, lo cual le hace olvidar que participará en una pelea de respaldo por primera vez en casi 10 años, pues sabe que un triunfo le pondrá como estelar en la siguiente.
“Yo siempre quería pelear aquí, en esta Arena han peleado los grandes, Mike Tyson, Julio César Chávez, Floyd Mayweather, el mejor de todos los tiempos”, estableció emocionado Abraham, quien después de dar entrevistas tuvo su primer frente a frente con el sinaloense Ramírez, quien tendrá una amplia ventaja en cuanto a estatura y alcance.
“Esto va a ser para mí muy especial, era un sueño que tenía de venir a pelear a Las Vegas, no sé por qué no lo había hecho antes, habría que preguntarle a mi promotor, pero estoy contento por lograrlo, y espero no sea la última vez, porque me preparé muy bien para ganarle a mi rival”, aseguró el armenio.
Lejos de su casa en Alemania, Abraham dijo que no estará solo el próximo sábado. “En Los Ángeles hay un millón de armenios, yo creo que me van a apoyar unos cuantos, además sé que viene mucha gente de Armenia, de Alemania, así que estoy contento porque será una noche grande”, auguró el campeón del mundo, quien tratará de evitar que el ‘Zurdo’ Ramírez se convierta en el primer mexicano en ostentar una diadema en las 168 libras.
Acerca de su preparación, dijo que el mexicano enfrentará a su mejor versión. “Es sin duda la mejor preparación de mi carrera, me preparé a una altura de más de 2,000 metros, he entrenado como nunca y van a ver el sábado qué tan bien estoy para esta pelea”, sentenció Abraham, quien destacó que es “raro” ver a un mexicano combatir en este peso, aunque no subestimó para nada a su retador mandatorio.