Aún no sabemos quién peleará la noche del 17 de septiembre en la elite estadounidense del boxeo profesional, pero cualquier especulación sobre lo que podrá ocurrir es un verdadero juego de cartas. Un juego donde el ganador será aquél que consiga mover sus cartas con mejor acierto. Para ello, deberá recurrir a comodines llegado el caso y si fuera necesario unirse a otros apostadores para garantizar la victoria.
La metáfora tiene su asidero en reveladoras primicias de ESPN. La primera surgió en una respuesta de Román "Chocolatito" González a nuestro Salvador 'Chava' Rodríguez sobre una posible gestión en curso para pelear en una misma cartelera con Manny Pacquiao en esa fecha.
La revelación del nicaragüense suena a "confidencia no deseada". Se le escapó un dato incompleto y su equipo se llamó a inmediato silencio. "El que calla otorga" aquí revive su eterna vigencia. No se sabe contra quien iría González, pero de esas declaraciones se conocen dos fechas 17 o 24 de septiembre.
La segunda clave para confirmar la existencia de un "juego abierto", surge de las declaraciones oficiales de Golden Boy Promotions, quien a través de su vicepresidente Eric Gómez confirmó que están buscando sede para la próxima pelea de Canelo, ante un rival por confirmar, el día 17 de septiembre.
Las dos noticias nos permiten sumergirnos en el juego de las especulaciones con las cartas encima de la mesa, excepto los comodines. Vamos a explicarlo. Canelo y Pacquiao son dos de esas cartas. La restantes deberán ser elegidas del mazo donde conviven los pugilistas que también en este momento no han confirmado su próximo rival (Miguel Ángel Cotto y Gennady Golovkin) o aquellos que no sabemos si vuelven o continúan (Juan Manuel Márquez y Floyd Mayweather).
La primera especulación sobre el anuncio de Chocolatito, nos lleva a imaginar una pelea en septiembre entre Canelo y Pacquiao. ¿Posible o imposible? Hace unos meses las diferencias de peso la hacían extremadamente difícil, por más que hubo sospechosas insinuaciones de Freddie Roach y Bob Arum, en algún momento y en ese sentido. No obstante muchas cosas han pasado y hoy desde lo comercial una pelea entre el filipino y el mexicano, sería muy conveniente para ambos y al mismo tiempo revitalizaría el interés por el PPV.
Canelo viene de perder un juicio donde deberá desembolsar una buena cantidad de dinero, sumado a su poco elegante renuncia al título mediano. El mexicano necesita recuperar dinero, pero más que eso necesita volver al primer plano para recomponer su imagen comercial. Para ello debe enfrentar al oponente comercial de más alto perfil disponible. Y ese rival no será GGG ni será el monarca OMB de los súper welter, el inglés Liam Smith. Solo Pacquiao parece dar la talla para regresar en septiembre con un mega evento.
Manny Pacquiao se fue tras su última pelea donde venció a Timothy Bradley, pero dejó la puerta abierta. Ya fue electo senador y para nadie es una sorpresa que las cifras que una figura de su estatura política debe gastar en efectivo para sostener, precisamente, esa estatura política sin ser un político. No dudo que en los oídos del senador, hubo propuestas de mucho dinero por mantenerse activo y tampoco dudo que Pacquiao haya resistido en demasía el asedio. En abril pasado, precisamente, habíamos escrito una columna especulando con esta posibilidad. Obviamente un combate entre Manny Pacquiao y Saúl Alvarez sería en Las Vegas.
Pero hay otros indicios que llaman poderosamente la atención. Golden Boy habla de tres posibles lugares para la pelea de Canelo el 17 de septiembre: el estadio de los Dallas Cowboys, el Madison Square Garden en Nueva York o la ciudad de Las Vegas. ¿Por cuál razón son tres lugares? Mi opinión es divergente. Por un lado se puede manejar alguna información confidencial en el sentido de que no está descartado un posible y sorpresivo regreso de Floyd Mayweather para el 17 de septiembre. La segunda hipótesis, se relaciona a los posibles rivales que estarían siendo entrevistados para enfrentarlos a Canelo.
Si como pienso, además de un posible pleito contra Pacquiao, también hay gestiones para una revancha contra Miguel Angel Cotto, la que sería rentable en un PPV, al boricua se le ofrecería esta vez pelear en territorio propio y el MSG, es su casa. Al mismo tiempo no olvidemos que a Cotto, debido a las garantías de su contrato, no cobraría menos de 15 millones de dólares en su próxima pelea. Y para conseguir esa cifra hay dos posibilidades ciertas en su camino: Canelo o Juan Manuel Márquez.
Márquez ya sabemos que aún deshoja la margarita y al mismo tiempo las diferencias de peso, entre lo máximo que puede subir el mexicano y lo mínimo que puede descender el boricua en su tonelaje, hacen demasiado difícil un acuerdo en ese sentido para que la pelea sea viable.
¿Y Golovkin? Al kazajo no hay que descartarlo. Sería el último rival en caso no haya otro rentable y en ese caso los imagino peleando en Dallas y en un mega evento. No obstante mi presunción es que a GGG Golden Boy Promotions lo estaría sondeando para que sea respaldo en una eventual pelea de Canelo contra Pacquiao o contra Cotto. Los dos juntos en una cartelera, con la promesa de pelear en la siguiente, generarían un atractivo enorme en términos de venta de PPVs.
Esta última hipótesis respondería en el plano de la lógica a la revelación de Chocolatito y al mismo tiempo le daría sentido a la reunión que la próxima semana sostendrán los promotores de Canelo y Golovkin para conversar sobre una posible fecha para una eventual pelea. En ese caso, hablarán de negocios y el boxeo, tras la suma de lo malo y lo bueno, más que un deporte es un negocio donde se apuesta a ganar, nunca a perder. Y el primero en soltar las cartas ha sido el equipo de Canelo Alvarez.
El último cruce que hoy no luce tan impensable dada la existencia de rumores oficiales sobre el regreso de Pacquiao en septiembre, es una eventual revancha contra Floyd Mayweather el 17 de septiembre en Las Vegas. Regresar contra el estadounidense para el filipino sería una decisión que no requiere ser pensada, está aceptada de antemano según el mismo lo reconoció en algún momento. Tampoco Floyd lo pensaría mucho, aunque hasta quizás sea el propio Mayweather el que esté impulsando las gestiones.
Lo dicho antes, el juego está abierto y las cartas sobre la mesa.Vamos a ver de quien será la próxima movida rumbo al 17 de septiembre.