<
>

Polémicas decisiones de oficiales enturbian final entre Giants y Commanders

Dentro de los dos minutos finales, la cuadrilla de árbitros dejó, desafortunadamente, su huella en el resultado de un entretenido duelo divisional

En su primer duelo de la temporada, los Washington Commanders y New York Giants terminaron empatados, hace apenas un par de semanas.

Esta vez, en el partido de vuelta, en Washington, el partido parecía encaminarse hacia esa posibilidad nuevamente, hasta que intervinieron los oficiales en los últimos momentos del partido, tomando determinaciones que jugaron visiblemente en contra de los locales.

El primer error de las cebras en ese tramo final del encuentro de fue apreciación, con 1:41 por jugar, cuando el quarterback Taylor Heinicke conectó con el ala cerrada Logan Thomas por el lado derecho para una ganancia de 6 yardas. El reloj se detuvo automáticamente, con los oficiales considerando que Thomas alcanzó a salir del terreno de juego.

Sin embargo, la jugada se derribó, y tras la revisión de la misma, se concluyó por parte de la cuadrilla de oficiales que Thomas había hecho down en realidad dentro del terreno de juego. Eso significa que el reloj de juego nunca debió haber parado. En ese momento, al equipo en cuestión se le da la posibilidad de usar uno de sus tiempos por pedir, si tiene alguno --en este caso, Washington tenía uno-- o se descuentan 10 segundos del reloj de juego, aparte de que se reinicia el reloj de juego una vez que se coloca.

En otras palabras, los Commanders --que no quisieron quemar allí su último tiempo fuera-- son penalizados con 10 segundos por un error de apreciación de los oficiales que marcan equivocadamente el sitio donde hizo down el jugador.

Para fortuna de Washington, este error pesó poco. Para su fortuna, operaban con tiempo suficiente, todavía. No se puede decir lo mismo de lo que vendría apenas unas jugadas más tarde.

Con 1:03 por jugar, y en tercera y gol desde la yarda 1, los Commanders mandaron carrera por el centro con Brian Robinson Jr., quien cruzó la línea de gol para un aparente touchdown que en seguida fue anulado. ¿La razón? los oficiales marcaron formación ilegal para Washington, juzgando que el receptor abierto Terry McLaurin no estaba parado sobre la línea de golpeo, cubriendo al último jugador inelegible, el tackle, en la jugada.

Se trata de una llamada quisquillosa, por decir lo menos, particularmente en una era en donde un montón de jugadas tienen a los tackles mismos fuera de la línea, un paso atrás, tratando de anticipar la velocidad de los defensivos por la orilla. Sin embargo, llama la atención igualmente que, viendo la repetición, McLaurin hace lo que típicamente hacen los receptores abiertos en la NFL, es decir, consultan al juez de línea para confirmar que están bien parados.

El oficial no responde a McLaurin, pero rápidamente lanza el pañuelo al centrarse el ovoide. Ordinariamente, un oficial hubiera hecho un ademán a McLaurin para dar medio paso al frente, al ser consultado por el receptor. Ese pequeño gesto de cortesía, que es totalmente normal en la NFL, le termina costando un touchdown a los Commanders.

¿Los oficiales no quieren brindar esa cortesía? Está bien. Dos jugadas más tarde, Heinicke, en cuarta oportunidad y gol desde la 6 --tras retroceder las 5 yardas del castigo a McLaurin-- lanza a un Curtis Samuel que trae colgado al defensivo Darnay Holmes.

No, no es exageración. Lo traía puesto de abrigo de manera notoria, antes de que llegara el ovoide. En esa instancia, no voló ningún pañuelo amarillo, poniendo fin efectivamente al partido.

Las interferencias de pase nunca van a dejar de ser polémicas. Apenas ayer, vimos otra muy flagrante sobre Tyreek Hill que tampoco se marcó. La NFL vive momentos bastante complicados, por decir lo menos, en términos del desempeño de sus oficiales. Cada hay partido, hay equivocaciones para ambos equipos.

En el encuentro dominical nocturno de la Semana 15, una serie de decisiones se fueron, muy extrañamente, todas para el mismo lado. Ahora, a esperar a ver cómo justifica la NFL la actuación de la cuadrilla que dirigió esta noche el réferi John Hussey.

Equivocarse es, todavía y en ciertas situaciones del desarrollo del juego, parte de la NFL. Hacerlo como sucedió esta noche en esos instantes finales, siempre en contra de Washington, no debería serlo.