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La Ofensiva en Serie de Raúl Allegre a la conclusión de la Semana 14

En mi trayecto para llegar al "Monday Night Football" de la semana anterior, hice escala en el aeropuerto de Dallas. Tuve la oportunidad de leer los periódicos locales el lunes por la mañana. En el área de Dallas hay escritores de la NFL de gran calidad y prestigio, reconocidos entre los mejores en los Estados Unidos. Leyendo sus notas después del partido entre Vaqueros y NYG, uno pensaría que los que portan la estrella solitaria en el casco habían quedado eliminados de los playoffs.

Dicen que las letras NFL quieren decir "Not For Long" (No por mucho tiempo). ¡Qué rápido quedaron atrás 11 victorias consecutivas incluyendo algunas contra contendientes como Washington (dos), Green Bay, Minnesota, Pittsburgh y Baltimore! ¡Qué rápido se olvidaron las actuaciones que tuvieron Dak Prescott, Ezekiel Elliott y una defensiva que ha sido sorpresivamente eficiente! ¡Qué rápido se rasgan las vestiduras en una situación que todavía les da el mejor récord de la conferencia!

De acuerdo, querían evitar ser “barridos” por un rival de división, pero en la NFL es sumamente complicado jugar bien semana tras semana. Los baches, como en las calles de México, son inevitables. La ofensiva ha “pistoneado” en semanas consecutivas, sobre todo en terceras oportunidades de las cuales han convertido tan sólo dos de 24. Han anotado solamente 24 puntos.

Contra los Gigantes, Prescott tuvo el peor partido de su carrera. Completó sólo 17 de 37 intentos y lanzó dos intercepciones. ¿Es suficiente esta actuación para mandarlo a la banca y darle el puesto a Tony Romo? ¡Para nada! Mis cuatro asiduos lectores recordarán estas palabras que escribí en la nota que se publicó el 18 de octubre del presente año cuando Romo estaba por regresar a los entrenamientos y se debatía si se debería hacer un cambio en la posición de QB de los Vaqueros:

“Si tienes la suerte de evitar lesiones, ¿por qué substituir elementos cuando están cumpliendo con su trabajo? No es ser pesimista, pero va a llegar el momento, tarde o temprano, cuando Dak enfrente momentos difíciles, ya sea por rendimiento, por lesión o por fatiga mental. NADIE, en la historia de la NFL, ha quedado exento de adversidad y malos momentos, NADIE sin importar nombre y posición. Cuando llegue ese momento veremos cómo se toman las decisiones en Dallas. ¿Será cuestión de un sólo partido, o esperarán varios? ¿Qué situación precipitará el cambio? ¿Harán el cambio si califican a la postemporada?”.

Parece que llegó el momento --y enfatizo parece-- porque es sólo un partido con un desempeño pobre. Contra Minnesota, Prescott tuvo solamente 18 intentos de pase. Ha sido sólo un partido malo. Eso estaba presupuestado. Me remito a las ideas que planteé hace varias semanas: ¿será un solo partido? ¿Estamos hablando de fatiga mental?

Hay varias razones que explican lo que pasó con los Gigantes. La principal es la falta de apoyo que tuvo Prescott de su equipo, incluyendo a los entrenadores. En un partido en el que tuvieron la ventaja por bastante tiempo, y en el que al final perdían por sólo tres puntos, ¿por qué optaron por un plan ofensivo lanzando pases en lugar de enfatizar más el ataque terrestre?

Hay que reconocer el mérito de la defensiva terrestre de los Gigantes que aguantó los embates de Elliott y la poderosa línea ofensiva de Dallas, pero los Vaqueros tuvieron sólo 25 acarreos. La carta de presentación a lo largo de la temporada había sido un juego terrestre que terminaba abatiendo a sus rivales en segundos tiempos. Contra NY, la estrategia fue pasar en contra de una defensiva de pase que permite solamente 58.2 por ciento de pases completos y tiene 13 intercepciones. Quizás sólo Denver tiene mejor defensiva de pase que los Gigantes. Sus compañeros tampoco le ayudaron soltando pases y balones en situaciones críticas.

Ahora que llegó la anticipada adversidad, veremos de qué está hecho Dak Prescott. Aún los más grandes de la historia tuvieron momentos duros, pero eso los ayudó a crecer y mejorar tanto en lo físico como en lo mental.

Viene otro partido contra una gran defensiva. De seguir Dak con problemas la situación se complicaría. Dallas asegura el primer puesto en la conferencia con dos victorias, o con derrotas de otros, pero no se puede confiar en los resultados de otros. Sus dos más cercanos perseguidores, NY y Detroit, se enfrentan el domingo. De no haber empate, y hay que considerar los empates este año, uno le seguirá pisando los talones a Dallas.

Dak se ha ganado el derecho de ser titular contra Tampa Bay, y eso lo ha confirmado el alto mando de los Vaqueros, pero de perder el domingo por la noche, no descartaría la posibilidad de ver a Tony Romo como titular o como relevo ante Detroit. Y ese será el último "MNF" de la temporada. Ya nos tocaba un partido con gran drama.

Hablando de la defensiva de los Gigantes, siempre me ha parecido irónico como los entrenadores de la NFL pasan de ser genios, a ser brutos e incapaces, y luego regresan a genios cuando vuelven a tener talento en sus filas. Si no lo creen, revisen la trayectoria de Steve Spagnuolo.

En 2007, fue el arquitecto de la defensiva que limitó a Tom Brady y los Patriotas a sólo 14 puntos en el Super Bowl XLII. Fue un fracaso como entrenador en jefe de St. Louis. Regresó como coordinador defensivo y tuvo dos de las tres peores defensivas en la historia de la NFL, primero en New Orleans en 2012, y con los Gigantes en 2015. La directiva abrió la cartera al son de 200 millones de dólares y le dieron cuatro refuerzos de calidad: Damon Harrison, Olivier Vernon, Keenan Robinson y Janoris Jenkins. Todos fueron factor en el gran trabajo defensivo comandado por Spagnuolo.

Los Gigantes tienen posiblemente a la peor línea ofensiva de la NFL. Podría mejorar un poco si regresa Justin Pugh, pero sólo un poco. Eso limita la versatilidad ofensiva y le pone mucha presión a Eli Manning. Si van a ser factor, tendrán que depender, como lo han hecho las últimas semanas de la unidad dirigida por el “genio” Spagnuolo.

El equipo más consistente de la NFL, pero quizás el menos espectacular sigue siendo Kansas City. Andy Reid es el segundo mejor entrenador de la NFL después de Bill Belichick, aún sin tener un campeonato. Ha sabido adaptarse al personal de sus equipos, y modificar su estilo de juego. Con Donovan McNabb tenía una ofensiva más vertical que la que tiene ahora con Alex Smith. En ambos equipos ha tenido excelentes coordinadores defensivos --el finado Jim Johnson en Philadelphia y Bob Sutton en KC--, y ha tenido excelentes resultados.

Lo que ha marcado la diferencia en KC este año ha sido el desempeño de los equipos especiales. Han anotado tres TDs en los últimos tres partidos. Si a estos, les sumamos cuatro TDs de la defensiva, tenemos al equipo más completo en la NFL, aunque quizás no el más balanceado. El fútbol americano tiene tres fases: ofensiva, defensiva y equipos especiales. Los entrenadores en jefe legendarios le dan la misma importancia a cada una de ellas. Seguido recibo comentarios que los Jefes no deberían ser mencionados entre los equipos élite de 2016 porque seguido ganan con jugadas poco comunes como “picks six”, regresos de patadas para TD, o robando balones en situaciones críticas. Es POR ESO, que deben de ser considerados élite porque hacen todo bien, aunque no sean los mejores en ninguna categoría.

En Los Angeles pasó lo inevitable y lo que parecía inesperado: Jeff Fisher fue despedido de su trabajo. Inevitable por el paupérrimo rendimiento de su equipo, aún a la defensiva que supuestamente era su punto fuerte. Inesperado porque hace apenas unos días se anunció que había renovado contrato por dos años. El reto para la directiva de los Carneros será identificar a la persona indicada para estar al frente del equipo.

Louis Riddick, nuestro colega de ESPN y a quien considero una estrella en ascenso en los medios de la NFL, dio la que considero mejor perspectiva de esta situación. “LA debe primero que identificar qué tipo de equipo quieren ser, qué tipo de entrenador los llevaría a lograr las metas definidas y lo más importante, deben de saber identificar a la persona indicada cuando la entrevisten”. Tienen mucho invertido en Jared Goff. Si el muchacho no funciona, tendrán que hacer borrón y cuenta nueva y perder de tres a cinco años más, asumiendo que encuentran a un QB, y eso no es garantía. Hay varios equipos que llevan años buscando como es el caso de Cleveland y Houston por mencionar a algunos.

Finalmente, nuestro compañero John Sutcliffe hace un par de semanas en "NFL Live" dijo que la salida de Fisher era inminente. Pocos días después, con el anuncio de su extensión de contrato, parecía que John había errado, algo que raramente ocurre. Otro querido colega, Mauricio Pedroza, mencionaba en el mismo programa que Fisher era favorito de Stank Kronke y su familia y que seguiría por un buen tiempo.

Yo aprendí hace mucho tiempo que en cuestiones de “tenebra”, como le llama Ciro Procuna a la información privada que obtiene John, Sutcliffe se mueve en esferas a las que muy pocos tienen acceso. En ese tipo de cuestiones defiero al buen John. El despido de Fisher corroboró mi opinión de él, lo mismo que la entrevista a Roger Goodell en la CDMX, y la que tuvo el lunes con Robert Kraft quien anunció sus intenciones de que los Pats jueguen en México en 2017 contra Raiders. Espero que la NFL acceda a los deseos del Sr. Kraft y nos brinden ese partido.

Otros medios en México y transmiten la NFL en Español, y hacen un excelente trabajo, pero NADIE cuenta con un elemento como John Sutcliffe de ESPN.