MÉXICO -- Lo he visto una y otra vez, los Pittsburgh Steelers encuentran la manera de ganar los partidos. Sé que no jugaban una Final de Conferencia desde el 2010, pero este domingo lo lograron en Arrowhead Stadium, el escenario más ruidoso de la NFL. Ganaron de visitantes y disputarán su Final de Conferencia N° 16 desde 1970, más que cualquier otra franquicia de la NFL.
A diferencia de la Semana 4 de la temporada, en que tuvieron una explosión de 43 puntos con cuatro pases de touchdown de Ben Roethlisberger, esta vez fue con puros goles de campo de Chris Boswell. Fallaron en la zona roja y Kansas City también presentaba una mejor versión de lo que vimos aquel 2 de octubre. Pero a fin de cuentas ganaron.
Los Chiefs terminaron muy molestos con el castigo de sujetando que le marcaron a Eric Fisher en la conversión de dos puntos, que pudo enviar el juego a tiempo extra. Travis Kelce, excelente ala cerrada que tiende a perder la cabeza, dijo que el árbitro que marcó el castigo no debería volver a usar el uniforme ni como vendedor de Foot Lockers.
Equivocados. Total falta de autocrítica. La infracción sobre James Harrison, que a sus 38 años está jugando mejor que nunca, estuvo bien aplicada. De 10 jugadas semejantes, nueve o las 10 serán marcadas con castigo.
Kelce mismo se olvida de la falta personal que él mismo cometió, que transformó una tercera y 5 en tercera y 20 yardas por avanzar, aún frustrado por el pase que había soltado dos jugadas antes. Los Chiefs deberían estar más molestos con su inoperancia ofensiva. Entre el primero y tercer cuartos tuvieron seis series ofensivas consecutivas: cuatro de ellas terminaron en despejes y dos en intercambios de balón, la intercepción de Ryan Shazier y el fumbe de Charcandrick West.
Pero volvamos a los Steelers. Su defensiva que lució vulnerable en diferentes episodios de la temporada regular, tiene jugadores que pasan por su mejor momento: Harrison que volvió del retiro y es el líder de la defensiva, Lawrence Timmons es esencial para contener la carrera, y Stephon Tuitt, Bud Dupree y Shazier que son los jugadores que más han repuntado en su nivel en esta misma temporada. Los Steelers extrañaron a Dick LeBeau, pero con el tiempo han asimilado el esquema de Keith Butler.
La ofensiva merece una columna completa para otra ocasión. Las "Killer B's", como han denominado a Ben Roethlisberger, Antonio Brown y Le'Veon Bell son un espectáculo que vale el boleto. Jamás había visto un estilo para correr el balón como el de Bell. Agónico y electrizante a la vez.
Steelers fue mi selección para llegar al Super Bowl desde agosto, por el talento que tienen y por esa cultura ganadora que está en el ADN de los Rooney, Noll, Cowher y Tomlin. Sí creo que tendrán una oportunidad el próximo domingo. Pero se esfumará si creen que con puros goles de campo será suficiente. Contra Chiefs alcanzó, contra Tom Brady y Bill Belichick en Foxboro deberán cambiarlos por touchdowns.