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¿Cuál quarterback del Draft 2017 tiene mejor futuro en la NFL?

Este jueves, habrán pasado ya tres semanas del inicio del Draft 2017 de la NFL. He recibido muchas solicitudes para "calificar" las selecciones de varios equipos. Siempre he considerado sumamente arrogante y presuntuoso el hecho de que analistas asignen una calificación a los equipos respecto a jugadores que nunca han visto jugar.

Seguido recurro al ejemplo de 2012, cuando "expertos" le asignaron una calificación de "F", o sea reprobado, a la directiva de Seattle. Las selecciones de ese draft incluyeron a Bruce Irvin en la primera ronda, Bobby Wagner en la segunda, Russell Wilson en la tercera y Jeremy Lane en la sexta vuelta. Todos ellos fueron importantes en las dos temporadas que Seattle llegó al Super Bowl. Otros en ese draft fueron Robert Turbin y J.R. Sweezy quienes también contribuyeron. Wagner, Wilson y Lane siguen en el equipo y son elementos fundamentales.

Hace una semana estuve en un par de programas de "NFL Live" y tuve que poner calificaciones para acatar las instrucciones de la producción. En mi caso, me basé no en las posibilidades de éxito de los jugadores seleccionados, sino en el criterio de si los equipos discutidos en el tópico habían tratado de resolver sus carencias.

Un tema interesante en un programa fue el de los mariscales de campo seleccionados en la primera ronda y otros dos, DeShone Kizer, seleccionado por Cleveland en la segunda, y Joshua Dobbs, seleccionado por Pittsburgh en la cuarta.

Bill Parcells tiene un criterio para evaluar a los quarterbacks en el colegial: prefiere a aquellos que fueron titulares por lo menos 30 partidos y ganaron el 70 por ciento de sus juegos. Le pedí al extraordinario departamento de investigación de ESPN que investigaran el rendimiento en el fútbol americano colegial, basado en el criterio de Parcells, de los 15 mejores quarterbacks de la NFL en el 2016 en base al índice de efectividad.

Estos fueron los resultados:

Estos son los quarterbacks que jugaron 30 partidos o más, y tuvieron por lo menos el 70 por ciento de efectividad, además de la ronda en la que fueron seleccionados:

Otros jugaron 30 partidos o más, pero no ganaron el 70 por ciento de los encuentros:

Los que no fueron titulares en por lo menos 30 partidos, pero sí ganaron por lo menos el 70 por ciento de sus duelos fueron:

¿Qué conclusiones nos dejan estos números?

• Experiencia: sólo Ryan Tannehill fue seleccionado en la primera ronda sin haber sido titular en al menos 30 partidos, ni haber ganado al menos el 70 por ciento de sus partidos iniciados como quarterback. Tannehill inició únicamente 19 juegos en Texas A&M para acumular una marca de 12-7, es decir, un porcentaje ganador de 63.2. Hasta el momento su desempeño en la NFL ha dejado mucho que desear. Miami le extendió su contrato hasta el 2020, pero se protegieron para poderlo dar de baja después de 2017 si no cumple con las expectativas.

• El mínimo de 30 partidos es para eliminar la duda si el éxito de un quarterback se debió a un calendario fácil, a un elenco con buenos jugadores en un año, o simplemente a la suerte. Aaron Rodgers sólo fue titular un en 2003 y 2004 con California, pero el porcentaje ganador es indiscutible en un equipo que no es tradicionalmente de los más fuertes en el Pac 12. En el 2002, Rodgers fue titular en Butte Community College y tuvo marca de 10-1, lo cual lo calificaría en ambos criterios.

• Hay que tomar en cuenta a quarterbacks que fueron ganadores. En el caso de Tom Brady, en Michigan querían que Drew Henson fuera titular en 1998 y 1999. Eso le costó más partidos a Brady como titular, pero cuando jugó, demostró los intangibles que tienen los quarterbacks inmortales.

• El éxito de Dak Prescott se pudo anticipar en base a este criterio. Podemos redondear el porcentaje ganador de 69.7 al 70 por ciento, y tomar en cuenta el número de partidos (33) que fue titular. Mississippi State no ha hecho mucho desde la salida de Prescott, y esto no es coincidencia.

• Este criterio no es infalible. De lo contrario Matt Leinart habría sido una estrella de la NFL después de su trayectoria en USC, pero los aciertos del criterio son mayores que los fallos. Wilson y Drew Brees han sido campeones. Ambos jugaron para equipos que se pueden considerar de segundo nivel en North Carolina State y Purdue respectivamente. Aun así ganaron bastante. Otro en una situación similar es Derek Carr. Es cuestión de tiempo para que Carr gane un campeonato con Raiders.

• El éxito de otros que cumplieron los requisitos también depende de la organización a la que pertenecen. Andrew Luck, Andy Dalton y Marcus Mariota están en situaciones inestables y no han sido rodeados de talento. Aun así, los dos primeros han tenido éxito en la NFL. Luck llevó a un equipo con talento mediocre a la final de conferencia en 2014, y Dalton ha llegado varias veces a los playoffs con Cincinnati.

Este es el criterio de Parcells aplicado a los cinco quarterbacks arriba mencionados en el orden que fueron seleccionados en 2017:

Mitchell Trubisky. A todos sorprendió el canje de Chicago cediendo su selección de primera ronda, una de tercera y una de cuarta a San Francisco, para subir tan sólo UN LUGAR y seleccionar a un quarterback que no era considerado por muchos entre los 10 mejores jugadores en el draft. Esto después de haber firmado a Mike Glennon en la agencia libre. Lo ideal para Trubisky sería esperar dos o tres años y madurar, pero raramente quarterbacks seleccionados entre los primeros cinco en la primera ronda esperan mucho antes de ser titulares. Chicago tiene muchas carencias y una defensiva mediocre. La historia no está a favor de Trubisky.

Patrick Mahomes II. Vi jugar a Mahomes muchas veces en el Big XII. Escribí respecto a él la semana del draft. Tiene talento de sobra, pero lo tienen que aplicar un tratamiento de alta tecnología. Es como una computadora que tiene gran capacidad, es rápida, con mucha memoria, pero que por algo no funciona bien. A estas computadoras no es suficiente reiniciarlas. Hay que borrar completamente el disco duro e instalar un sistema operativo diferente. Este es el caso de Mahomes que llegó a un equipo en Kansas City con un entrenador con experiencia desarrollando quarterbacks y una buena defensiva. Mahomes tendrá que cambiar completamente su manera de jugar para tener éxito en la NFL. Con Texas Tech jugó con equipos que tenían pésimas defensivas y se sentía obligado a anotar en cada serie ofensiva por lo cual arriesgaba demasiado. Comparan su estilo al de Brett Favre, pero Favre no llegó a la NFL con tantas mañas como las de Mahomes.

Deshaun Watson. Para mi gusto, el principal criterio para evaluar a un quarterback es primero que nada su carácter como persona, segundo su competitividad, y tercero su desempeño bajo presión. Watson reúne todos los requisitos necesarios. Lo critican por su técnica individual y por malas decisiones que costaron intercepciones. Estos son detalles altamente corregibles. Los tres factores mencionados no se pueden desarrollar, son innatos. Además, llega a un equipo con un entrenador que tiene la escuela de los Patriotas y una excelente defensiva. Para subir al lugar N° 12, Houston cedió su selección de primera ronda del 2017 (N° 25 global) y su selección de primera ronda del 2018. El precio fue caro, pero será justificado si Watson rinde como se espera. Y además, cumple sobrado con el criterio Parcells.

DeShone Kizer. En 2017, Cleveland pudo seleccionar a Carson Wentz, un quarterback ganador en el colegial y este año a Watson. Terminaron con tres excelentes jugadores en la primera ronda, pero yo cambiaría a esos tres por un quarterback franquicia. Si Wentz y Watson se establecen como estrellas de la NFL, la historia seguirá castigando duro a la directiva de Cleveland. También escribí de Kizer antes del draft y coincido con Brian Kelly que debió haber regresado a Notre Dame un año más. Tiene tanto talento natural como cualquier otro jugador del draft, pero no se ha establecido como ganador indiscutible. En Cleveland tendrá la presión de jugar inmediatamente y tratar de sacar a esta franquicia de la mediocridad. Brady Quinn, Brandon Weeden y Johnny Manziel fueron primeras selecciones recientes que estuvieron en una situación similar. Todos fracasaron.

Joshua Dobbs. Este podría ser el Prescott del draft 2017. Big Ben se ha lesionado y ha faltado a partidos los últimos dos años. De hecho, consideró el retiro después de la temporada 2016. El equipo tiene a Landry Jones como suplente en este momento, pero Jones ha demostrado que no tiene madera para ser titular en la NFL. La oportunidad de Dobbs está más cerca de lo anticipado. Las expectativas como selección de cuarta ronda, como fue el caso de Prescott, son bajas. Jugaría bajo una línea ofensiva sólida y tendría un excelente elenco ofensivo a su alrededor. Al igual que Dallas, la defensiva deja mucho que desear.

Si el método Parcells es buena referencia, Watson y Dobbs serán los más viables a tener éxito en la NFL a largo plazo. En unos cuatro años más revisamos esta nota.