Los representantes del receptor abierto de New England Patriots, Antonio Brown, y Britney Taylor, mantuvieron conversaciones los últimos meses, pero acordaron que la comunicación permanecería en estatus de confidencial hasta la presentación de la demanda civil por agresión sexual de Taylor, dijeron fuentes a ESPN, el jueves.
Ésta, dicen las fuentes, es la razón por la cual Patriots y Oakland Raiders, que liberaron a Brown el fin de semana pasado, no habrían sabido sobre el asunto a menos que hubiera ocurrido una violación de la confidencialidad de esas pláticas.
Aunque la naturaleza exacta de las conversaciones no ha sido confirmada, es una práctica común que las conversaciones en busca de un acuerdo se realicen antes de una presentar una demanda civil.
Taylor, ex entrenadora de Brown, presentó una demanda ante el Distrito Sur de Florida, en la que acusa a Brown de agredirla sexualmente en tres ocasiones. Las conversaciones ayudan a explicar por qué Brown no notificó a Raiders ni Patriots sobre el asunto.
Taylor ha programado una reunión con la NFL para la próxima semana, según una fuente. La liga tiene la opción de colocar a Brown en la lista de exenciones del comisionado, lo que lo eliminaría de la lista activa del equipo mientras aún se le paga, pero podría no tomar esa decisión esta semana.
Se espera que Brown se reúna con la liga en algún momento, y los Patriots, que firmaron a Brown el lunes, dos días después de que terminara su breve y problemática estancia con Oakland, han declarado que toman el asunto en serio.
Una fuente de equipo de alto rango dijo que los jugadores no están obligados a notificar a un equipo sobre un caso civil antes de firmar un contrato de agente libre. Cuando se trata de un caso penal, dice, esa dinámica obviamente cambia.