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El 2019 confirma que septiembre es la nueva pretemporada

Otra vez me remito a las palabras que emitiera mi colega Steve Young hace tres años: “Septiembre es la nueva pretemporada de la NFL”.

En los tiempos de Steve y míos, los equipos sí usaban a sus titulares durante juegos de pretemporada. Una vez platicando con Ed “Too Tall” Jones, me comentó que por lo menos en su caso, no habría estado listo para la temporada regular durante su carrera de no haber participado en juegos de pretemporada. Por supuesto que existía el riesgo de lesiones, pero mi pregunta es: ¿No sería mejor contrarrestar el impacto de las lesiones antes del inicio de una temporada? A los equipos les tomará de tres a cuatro semanas para entrar en el ritmo y nivel óptimo de juego. Es por eso que en el mes de septiembre ocurren cosas muy extrañas para bien y para mal.

En mi muy “gustada” columna de pronósticos, que junto con ella y dos dólares te compras una taza de café, puse a los Acereros de Pittsburgh derrotando a los Jaguares de Jacksonville en el Juego de Campeonato de la AFC. Presenté argumentos válidos que se fueron por la borda una vez que los quarterbacks de ambos equipos quedaron fuera por lesión después de dos semanas. Decir que mi nota de pronósticos es “el beso de la muerte” no es exagerar. El año pasado le tocó a Baltimore, mi favorito de la AFC para ganar la conferencia, perder a su pasador varios partidos por lesión.

La situación de Pittsburgh se debe a muchos factores, y todos ellos han tomado un rumbo escabroso. Primero se dieron las salidas tumultuosas de los talentosos pero complicados Le'Veon Bell y Antonio Brown. La expectativa era que el equipo se uniría y los suplentes, aunque menos talentosos, rendirían lo suficiente para mantenerlos en primer nivel. Este argumento tenía validez siempre y cuando la línea ofensiva, evaluada como la mejor de la NFL por varios grupos de análisis, mantendría su nivel con un nuevo entrenador Shaun Sarrett, y que Ben Roethlisberger, futuro miembro del salón de la fama, jugara a su nivel acostumbrado.

Dos partidos es muy poca muestra para reprobar el desempeño de esta línea ofensiva, pero contra New England y Seattle no jugaron como se esperaba. El juego terrestre con James Conner y Jaylen Samuels no ha sido factor esta temporada. Cuando los quarterbacks han tenido tiempo para lanzar, los receptores han soltado pases en situaciones críticas del partido. Entre 'Big Ben' y Mason Rudolph lanzaron 34 pases contra Seattle, completando sólo 20. La falta de continuidad ofensiva ha conducido al desgaste de la defensiva. En dos partidos, el tiempo de posesión ha favorecido a los rivales de los Acereros en un poco más de 68 minutos. Esto se ha reflejado en las segundas mitades de ambos partidos en donde Pittsburgh ha sido superado 16-34 en el marcador.

El lunes por la noche hicieron un canje por Minkah Fitzpatrick, un jugador que fue tomado por Miami con la selección global N° 11 del 2018. Fitzpatrick tiene, sin lugar a dudas, gran talento, pero con la incertidumbre en la posición de quarterback, ¿fue entregar una primera ronda por un safety una buena decisión? En mi opinión, no. Es claro que el objetivo de este canje es calificar esta temporada a pesar de haber empezado 0-2. ¿Pero un safety será la diferencia? Contra Seattle ambos safeties fueron selecciones del draft altas, Terrell Edmunds primera en 2018, y Sean Davis segunda en 2016. Mason Rudolph es muy buen quarterback. Lo vi jugar cuatro años para Oklahoma State. Muchos especialistas del draft le daban calificación de primera ronda. Tiene su oportunidad y creo que va a responder, pero de no hacerlo y de terminar con marca perdedora, perderán la oportunidad de ir por otro pasador en una camada de 2019, que tiene varios de buen nivel.

Del otro lado del canje tenemos a Miami, que se presenta como un desastre para 2019, habiendo sido superado por marcador global de 10-102, en sus primeros dos partidos.

Empezaron a deshacerse de sus mejores jugadores hace unos días al traspasar a Laremy Tunsil, un tackle izquierdo de buen nivel, por las primeras selecciones de Houston en 2020 y 2021 y la segunda en 2021. Cedieron también a Kenny Stills y las selecciones de cuarta y sexta del 2020. Por Fitzpatrick recibirán la de primera y quinta de Pittsburgh en 2020, y la de sexta en 2021.

Como exjugador estuve en equipos MUY malos, pero nunca existió la mentalidad de entregar una temporada. Era difícil, pero siempre buscábamos ganar y lo hicimos en algunas ocasiones contra equipos contendientes. Todo parece indicar que Miami está pensando en el futuro a costa de la temporada 2019, lo cual es una tremenda falta de respeto a los jugadores que están todavía en el equipo, pero más que nada a sus aficionados. En una situación similar a la de Raiders, en 2020, Miami tendrá tres primeras selecciones y dos segundas, con 119 millones de dólares de espacio en la nómina; pero tener selecciones en el draft y dinero para gastar, no es ninguna garantía de éxito futuro. Quizás vieron lo que sucedió en Cleveland con temporadas consecutivas de 1-15 y 0-16, y un plantel actual que supuestamente es contendiente, y quieran repetir la fórmula, pero repito, es un gran riesgo. Si soy Xavien Howard, debo de estar ya remojando mis barbas.

Jacksonville, mi otro finalista de conferencia en la AFC, también perdió a Nick Foles en la primera semana, y ahora tienen un escándalo en el vestidor con Jalen Ramsey, sin lugar a dudas su mejor jugador. Ramsey es extremadamente talentoso, pero es un fuerte dolor de cabeza. Está molesto porque no lo han querido firmar a largo plazo y tuvo un altercado con Doug Marrone durante el partido. Esta es otra temporada que podría derrumbarse sin necesidad.

Contra Houston, una ofensiva portentosa, la defensiva demostró que lo que sucedió contra Kansas City fue resultado de varios factores. Limitó a los Texanos a sólo 13 puntos. Gardner Minshew no ha jugado mal. Todavía están en posición de ganar su división. Tienen marca de 0-2, pero los otros rivales de división están 1-1. Su calendario, después del juego contra Tennessee, presenta a Denver, Carolina, New Orleans, Cincinnati y Jets. Ninguno de ellos está jugando a un nivel estelar. El partido del jueves contra Tennessee podría definir su temporada.

Habiendo mencionado a New Orleans, el cuarto quarterback estelar en quedar fuera de acción hasta el momento, por lo menos por un tiempo, es Drew Brees. Los otros son Andrew Luck, Nick Foles y Ben Roethlisberger. Sam Darnold tampoco jugará por varias semanas, pero no tiene las victorias de postemporada de los otros. La baja de Brees es significante. No puedes perder a otro futuro miembro del Salón de la Fama y no perder potencia ofensiva. Teddy Bridgewater es buen quarterback, pero no maneja una ofensiva como lo hace Drew Brees. Sean Payton es una gran mente ofensiva y creará planes de juego para aprovechar las facultades de Bridgewater. Los Santos siendo favoritos para ganar su división, por lo menos después de haber visto jugar a Atlanta, Tampa Bay y Carolina. Queda por ver cuándo ser daría el regreso de Brees, pero todo parece indicar que le tomará por lo menos ocho semanas recuperarse de su lesión en el pulgar derecho.

Varios equipos comenzaron 2-0: New England, Buffalo, Baltimore, Kansas City, Dallas, Green Bay, San Francisco, Seattle y LAR. De estos, solamente Green Bay y LAR derrotaron a equipos que calificaron a postemporada en 2018, Chicago y New Orleans respectivamente. Esto no le resta mérito a los demás, pero hay que esperar a que termine septiembre para tener una idea más clara del nivel de todos los equipos.

Las victorias de Green Bay son las más valiosas porque son ante rivales de división, incluyendo la de Chicago como visitante. La defensiva de Green Bay ha sido impresionante. La ofensiva no tanto, pero siguen teniendo a Aaron Rodgers, ahora con mejor ataque terrestre.

Todo parece indicar que terminó la era de Eli Manning con los Gigantes. Sigo sosteniendo que los resultados de los últimos años tienen más que ver con una directiva inepta, que con el nivel de juego de Eli.

En 2015, optaron por despedir a Tom Coughlin como entrenador en jefe después de temporadas consecutivas de 6-10. En ambos años, las defensivas fueron atroces, terminando en 2014, como la N° 29 en yardas y N° 22 en puntos permitidos y en 2015, N° 32 en yardas y N° 25 en puntos permitidos. Jerry Reese, el gerente general no había sido capaz de reforzar la defensiva por no tener espacio en la nómina, resultado de sus malas decisiones. En 2016, promovieron a Ben McAdoo de coordinador ofensivo a head coach y ganaron 11 partidos, después de haber invertido 200 millones de dólares en la defensiva. Les duró poco el gusto porque McAdoo demostró no tener el temple necesario para ser head coach. Veo la misma situación con Pat Shurmur. Espero Daniel Jones responda y sobreviva y triunfe a lo que viene el resto de la temporada, pero mi punto de vista es que los problemas de los Gigantes van más allá del quarterback.

Finalmente, mis respetos para Frank Reich, quien en mi opinión debió haber sido nombrado el coach del año en 2018, por mantener el nivel competitivo de los Potros de Indianapolis al inicio de esta temporada después del retiro abrupto de Andrew Luck. El comienzo no pudo haber sido más difícil siendo visitante contra equipos que tuvieron marcas ganadoras en 2018, LAC y Tennessee. Pudieron haber ganado ambos juegos de haber sido por fallas inesperadas de Adam Vinatieri contra los Cargadores. El domingo, sacaron la casta y en contra de los pronósticos vencieron a Tennessee en su casa. Cuidado con los Potros.

Sin más, hasta la próxima semana.

Nota de redacción: después de terminar esta columna, la directiva de Pittsburgh dio a conocer que Sean Davis había sido colocado en la reserva de lesionados. Davis regresó a la alineación contra Seattle y participó en 55 jugadas, pero sufrió una lesión en el hombro. Kameron Kelly, su reemplazo frente a Pats, tuvo problemas en cobertura. Esto explica en parte el canje con Miami. Kevin Colbert, el gerente general, y Mike Tomlin, aspiran a calificar esta temporada. De cualquier manera, me parece muy alto el costo.