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¿Qué torneo es más competitivo entre Copa América y Eurocopa?

Hagamos una simple pregunta: ¿Cómo puede compararse la Copa América Centenario con la Eurocopa?

Jürgen Klinsmann, técnico de la selección de Estados Unidos, discutió esta semana que la Copa podía ser mejor, basando su apreciación de que la competencia europea, con 24 participantes, tendrá menos calidad.

El estratega alemán también apuntó al hecho de que la competencia será más cerrada en territorio estadounidense este verano, ya que remitiéndose al Mundial 2014, participarán en la Copa América uno de los finalistas (Argentina), dos semifinalistas (agregando a Brasil), cuatro cuartofinalistas (agregando a Costa Rica y Colombia), y ocho de los 16 mejores (agregando a Chile, Estados Unidos, México y Uruguay). De hecho estamos frente a un torneo de mucha intriga.

Pero, en términos de comparación con la Eurocopa, el punto de vista de Klinsmann omite una palabra que suele ser de mucha importancia para los técnicos: "proceso".

La Euro es el final de uno de los ciclos de dos años que son una constante para cualquier selección del Viejo Continente. Los equipos intentan calificar tanto a la Euro como al Mundial, y si lo logran, comienzan a prepararse para ambos torneos.

Cuando la acción en Francia haya terminado, algunas selecciones europeas cambiarán de técnico para iniciar un nuevo ciclo, de cara a Rusia 2018.

Algunos jugadores tienen que participar lesionados mientras otros están muy lejos de su mejor forma física. Pero con esas limitaciones en mente, la Eurocopa ofrece una muestra definitiva de los participantes.

No ocurre lo mismo en la Copa Centenario. Ninguno de los equipos sudamericanos se ha preparado enfocado solamente en este torneo. Las selecciones nacionales del continente operan en un ciclo de cuatro años; los doce meses que siguen tras la disputa de la Copa del Mundo tradicionalmente se convierten en un absurda temporada que se llena con juegos amistosos. Así, la Copa 'regular', disputada en Chile el año pasado, marca el inicio de la siguiente temporada de competencia, con el arranque de la eliminatoria mundialista iniciando poco después.

Los sudamericanos actualmente se encuentran a un tercio del camino rumbo a Rusia 2018, con la fase final por disputarse a finales de este año. Esa es su prioridad.

Algunos, especialmente Perú, pero también Venezuela y Bolivia, enfrentan la competencia para reagruparse tras decepcionantes inicios en la eliminatoria. Chile está buscando acoplarse a su nuevo técnico, Juan Antonio Pizzi, luego de la traumática renuncia de Jorge Sampaoli. Dunga, su contraparte brasileño, bien podría necesitar una buena actiuación en Estados Unidos para asegurar su continuidad.

Los seguidores de Uruguay y Ecuador están contentos con la inercia actual; lo mismo con Paraguay, no importa si juega bien o mal, mientras Colombia busca acelerar su reconstrucción. Argentina, mientras tanto, está muy enfocada en terminar su larga espera por un título relevante, pero muy pocos (si no es que ninguno) de esos equipos verá la competencia como un escaparate para definir dónde se encuentran a mitad de año. Esa es una diferencia importante respecto a la Euro.

El inicio anticipado de la Copa Centenario ha significado un infierno para jugadores como Douglas Costa, quien no recibirá descanso. Hay otra diferencia: La Euro inicia una semana después y esos siete días hace una diferencia.

Piensen en la Copa del Mundo de 2002 en Corea y Japón. La retrospectiva revela una competencia desigual llena de resultados sorpresivos. La explicación es obvia: en esa época, la Champions League se había ampliado y representaba una fuerte demanda para los jugadores. Con la intención de evitar la temporada de lluvias en esa parte del mundo, el torneo comenzó antes de lo usual, el 31 de mayo.

Una de las explicaciones para tal cantidad de sorpresas fue el hecho indudable de que la mayoría de los favoritos estaban repletos de estrellas que habían jugado la temporada europea pero no tuvieron tiempo para recuperarse, por lo que llegaron vacíos a la Copa del Mundo.

Ha sido recurrente la creencia de que la Copa pagará un precio por iniciar el 3 de junio. Los jugadores están sufriendo lesiones musculares, el más reciente fue el caso de Douglas Costa, de Brasil. Otros, como Luis Suárez y Javier Pastore, serán llevados bajo el entendimiento de que estarán recuperados a tiempo para la segunda fase. La Eurocopa también sufrirá con el mismo problema, pero la semana extra para recuperarse es muy importante.

Hay un momento en que los méritos relativos de los equipos europeos y americanos pueden juzgarse, pero no será este verano. Tendremos que esperar hasta Rusia, donde se enfrentarán en un nivel de juego más elevado.