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Del Bosque, en las puertas de su despedida con España

PARÍS -- Vicente del Bosque podría despedirse este lunes como seleccionador español. Una derrota frente a Italia, que provocaría la eliminación de la campeona, motivaría el adiós del entrenador más laureado de su historia.

El técnico castellano, que cumplirá 66 años de edad en diciembre, anunció al presidente de la federación Ángel María Villar su determinación de abandonar el cargo hace muchos meses. De hecho, se especula incluso con que el dirigente tuvo que convencerlo para que cumpliera este ciclo... Pero ya no aguanta más.

Villar intentó desesperadamente convencerlo para prolongar su permanencia en el banquillo hasta la celebración de las elecciones en la federación, que se estiman en noviembre, pero Del Bosque ni se siente con fuerzas ni tiene ilusión ni, tampoco, considera que sea lógico iniciar un nuevo ciclo para abandonarlo al cabo de tres meses.

Tipo tranquilo y que se mantiene alejado de cualquier polémica, quienes conocen de cerca a Del Bosque advierten de su cansancio y en ocasiones incluso hartazgo con todo lo que conlleva el cargo, tanto desde el exterior como del propio vestuario.

Su discurso calmado y hasta próximo con los periodistas que siguen a la selección nacional no ha evitado que haya lanzado más de una puya durante las entrevistas concedidas a los principales medios españoles, disgustado como está por lo que ha considerado informaciones interesadas, tergiversadas o, incluso "mentiras".

De puertas adentro ha pretendido dirigir con guante de seda una renovación paulatina tanto en el vestuario como en el once y a la incomodidad manifiesta de Casillas se ha añadido lo que consideró una "bobada" en las declaraciones de Pedro, a las que quiso restar importancia pero le dolieron de forma evidente.

Sucesor de Luis Aragonés tras la consecución de la Eurocopa de 2008, Del Bosque ha dirigido a la mejor España de la historia. Enlazó el Mundial de Sudáfrica con la Eurocopa de 2012 y ni el batacazo en Brasil le hizo perder adeptos, por más que comenzó a hacerle barruntar su deseo de dejar el cargo.

La herencia que dejará, pase lo que pase este lunes frente a Italia en París, le colocará en lo más alto del podio de los entrenadores de la selección, por más que se intuya un poso de amargura en sus últimos días.

Y, después, llegará el momento para descubrir a quien ocupará su cargo, plaza para la que existen varios aspirantes y en cuya discusión no quiere entrar.