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¿Un adelanto de la Serie Mundial?

LOS ÁNGELES -- Pocas veces ha sido tan latente la posibilidad de vivir la Serie Mundial a lo largo de la Interestatal-5.

Si bien restan más de 50 juegos por disputarse, el sur de California empieza a ver con esperanzas un desenlace que lleve a Angelinos de Los Ángeles y Dodgers de Los Ángeles disputarse el premio más preciado del beisbol.

Sobraría talento, drama y duelos personales. No faltaría color en las gradas, ni atención en la prensa nacional e internacional. Historia sobra, ya que estas dos franquicias están conectadas de más de una manera, a pesar de la diferencia en pergaminos.

Es por eso que a lo largo de los próximos cuatro juegos, estos dos conjuntos podrán medir fuerzas, y saber qué tan lejos o tan cerca están del nivel que necesitan para llevarse el anillo en octubre.

Ambos llegan en buenos momentos, inmersos en temporadas positivas. Los presupuestos altos de ambos equipos les impusieron la presión desde el principio, y pese a algún altibajo normal de una temporada tan larga, los dos están satisfaciendo las expectativas.

Los serafines son el mejor ejemplo. Luego de sufrir una infinidad de lesiones durante los últimos dos años, el equipo se encuentra en plenitud. Albert Pujols se está desenvolviendo con solvencia en la primera almohadilla y la producción de su bate volvió a hacerse presente. Con 20 jonrones y 67 carreras impulsadas, el dominicano está justificando la inversión de Arte Moreno este año.

Algo similar está sucediendo algunas millas más hacia el norte. Hanley Ramírez, incluso golpeado y lleno de dolencias, le dio el triunfo a los blanquiazules el sábado por la noche con un majestuoso vuelacercas en extra innings, y poco a poco va recuperando la memoria. El torpedero es parte fundamental de las aspiraciones de los dirigidos por Don Mattingly, pero estos ya no necesitan que sea el único salvador, como lo fue en 2013. Ramírez ya disputó más partidos que en todo el año pasado, y su mera presencia en la caja de bateo es garantía de producción.

Y si hablamos de producción, tenemos que hablar de Mike Trout y Yasiel Puig. El astro aureolado está teniendo otra magnífica campaña, y lidera a los Angelinos en hits, jonrones, carreras impulsadas, promedio de embasamiento y promedio de bateo. El oriundo de New Jersey es el corazón del equipo, esgrimiendo su defensa en el jardín central y demostrando que hay poca gente en el mundo con tanto talento con un bate en la mano. Trout tiene solo dos jonrones menos que en 2013 (25), con 51 partidos menos disputados.

Uno de esos, que le puede disputar el reino, es precisamente el nuevo guardián de la pradera central de los Dodgers. Puig es la ilusión de los blanquiazules y el espíritu competitivo de una organización que busca volver a la gloria. El cubano por momentos es una máquina, y aunque esto no se esté reflejando tanto en los batazos de cuatro esquinas, la gran mayoría de sus numeritos está en alza comparados con 2013. Todo el mundo le hizo sus ajustes, y él los sigue dejando en evidencia.
Ni hablar de lo que están haciendo Matt Kemp y Josh Hamilton. Estos dos toleteros, marginados, olvidados y opacados por estrellas más jóvenes, están recordándole a todos que siguen vigentes. Lo del jardinero de los Dodgers en las últimas semanas ha sido magnífico, y viene de pegar cinco jonrones en los últimos seis días, elevando su promedio de bateo a .285 y consolidándose en la parte derecha de la pradera. Kemp, quien pudo haber sido canjeado antes de la fecha límite, está haciendo quedar muy bien a Ned Colleti por haberlo retenido. Por su parte, Hamilton también está viendo una suba en su poder y junto a Pujols y Trout forman un corazón del orden temible, sin importar el rival.

El pitcheo, la gran diferencia

Comparando las alineaciones, nombre por nombre, estos dos no se sacan demasiadas ventajas. Sin embargo, el viejo adagio indica que el pitcheo gana campeonatos y allí los Dodgers son superiores.

Clayton Kershaw se encamina hacia otro Cy Young, mientras que Zack Greinke y Hyun-jin Ryu han sido fantásticos en 2014. Su superioridad y dominio va más allá de los números y casi que entra al plano psicológico. Esa rotación de tres lanzadores será difícil de imitar en los playoffs de la Liga Nacional, y solamente los Tigres de Detroit podrían acercárseles en cuanto a talento y ejecución.

Por el lado de los Angelinos el panorama no es tan alentador. Garrett Richards es la gran revelación de la temporada, y sus actuaciones han despertado la atención de todos. El joven de Oklahoma está 11-4 con 2.76 de efectividad y se ha convertido, de manera extraoficial, en el as de la rotación. Jered Weaver todavía tiene algo para decir al respecto, y el domingo ganó su duodécima decisión. El veterano está saludable y ha recuperado un par de millas en su recta, pero sigue haciendo el trabajo a base de localización, movimiento y engaño. C.J. Wilson se convirtió en un problema últimamente, ya que tras pasar por la lista de lesionados continúa inmerso en una racha negativa que vio su ERA escalar hasta 4.74.

El fondo de las rotaciones es un tema delicado para ambos: tanto Josh Beckett y Dan Haren por un lado, como Héctor Santiago, Tyler Skaggs y Matt Shoemaker por el otro, no han sido capaces de ofrecer la regularidad esperada. Beckett es quizás el mejor del grupo, pero las lesiones no parecen dejarlo tranquilo. En Angelinos, Skaggs ha mostrado flashes de su talento pero poca consistencia, y Shoemaker ha consumido innings con entereza, pero su techo es más bajo que el de los demás.

Sin embargo, los Angelinos solo suelen necesitar seis innings de su abridor de turno, ya que una vez que la bola pasa a manos del bullpen, el juego suele terminarse. El cuarteto formado por Kevin Jepsen, Jason Grilli, Joe Smith y Huston Street ha sido magnífico, mientras que los jóvenes Mike Morin y Cory Rasmus tampoco se quedan atrás. Durante los últimos 30 días la efectividad del bullpen ha sido de 1.91, la cuarta mejor marca de la Gran Carpa.

La contracara son los Dodgers, que sufren cada vez que el relevista no es J.P. Howell, Kenley Jansen o, sorprendentemente, Brandon League. Colleti y la afición esperaban mucho más de Chris Pérez y Brian Wilson, pero ambos han sido grandes decepciones. A eso hay que sumarles las lesiones de Chris Withrow, Paul Maholm y Onelki García, que debilitaron al que tenía los ingredientes de ser un grupo dominante.

Ambos en carrera

Los Angelinos se encuentran a 1.0 juego de distancia, no solo del liderato de su división, sino que del mejor récord de las Grandes Ligas. Los Atléticos de Oakland se reforzaron con Jonny Gomes, Jon Lester, Jeff Samardzija, Jason Hammel y Sam Fuld, y la lucha será seguramente hasta el último día. Sin embargo, los serafines han recuperado territorio y también atraviesan una gran racha.

Los Dodgers, por su parte, vienen de cortar una seguidilla de seis triunfos al hilo la semana pasada (su primera de la temporada), y son los grandes candidatos a llevarse el banderín, a pesar de que la ventaja por sobre los Gigantes de San Francisco sea de solo 2.5 juegos. La diferencia de talento, en comparación con los de la bahía, es abismal y se presume que tarde o temprano la brecha crecerá.

La mesa está servida. ¿Se cruzarán en octubre?