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Historias mínimas

BUENOS AIRES -- Como es habitual, en ESPNtenis.com repasamos las historias paralelas de la semana tenística. Detalles, curiosidades, frases destacadas y todo el color del circuito.

Un N°1 que vuelve
Mientras David Nalbandian y Xavier Malisse anuncian sus respectivos retiros, la misma época del año ve gestarse una reaparición resonante: la del sueco Jonas Bjorkman. Como lee, a los 41 años y sin acción desde 2008, el ex N°4 del mundo en singles y N°1 en dobles volverá a pisar una cancha de tenis en el ATP de Estocolmo, en dupla con su compatriota Robert Lindstedt.

Pero a no entusiasmarse: el regreeso será solo en dobles y en el torneo de su país. Los planes no van más allá. Aunque Bjorkman lo encara de la misma manera que cuando competía en el circuito: "Robert es humilde, dice que tenemos chance de ganar algunos partidos. Yo quiero ganar el torneo. Es el objetivo que me pongo siempre. No puedo hacer nada a la mitad", le contó al periódico sueco Expressen.

Bjorkman conquistó 54 títulos en la especialidad, incluidos los cuatro Grand Slam (nueve en total), además de otras 42 finales. Con Lindstedt, llamativamente solo compartió un partido y fue derrota, ante Guillermo Cañas y el propio Nalbandian, en la Copa Davis de 2008. "Al fin tenemos la chance de jugar [un torneo] juntos -se entusiasmó Lindstedt en su blog personal-. Siempre hablábamos de hacer dupla en el circuito, pero ambos teníamos parejas regulares y no podíamos".

Ahora que su unión con el canadiense Daniel Nestor había llegado a su fin, la oportunidad apareció: "Se lo propuse y me contestó que sí, pero no terminó todo allí: días después él mismo me llamó para ver si seguía seguro de mi decisión. Entonces me dijo que estaba listo para hacerlo y se puso la música de Rocky para entrenar. ¡Ojo del Tigre!".

Bartoli y Wimbledon, una historia de amor
A dos meses de su sorpresivo retiro, Marion Bartoli volvió a su lugar en el mundo. En el mundo tenístico, por lo menos. Es que mientras sus (ahora ex) colegas competían en el WTA Premier Mandatory de Pekín, la flamante campeona de Wimbledon 2013, su único título de Grand Slam, regresó al All England Club para participar del torneo privado que la institución hospeda todos los años.

La francesa formó parte del cuadro de dobles, junto a la británica Colin Beecher, excapitana de Fed Cup, en un certamen que también incluyó a Anne Keothavong (otra que se retiró este año) y a Ross Hutchins, alejado del circuito por la enfermedad de Hodking.

Además de su actuación dentro de la pista, los reportes de la propia web de Wimbledon remarcan que la francesa también se lució en la protocolar celebración puertas adentro, interpretando la Marsellesa ante todos los invitados.

Serena, la introspección y el desafío de los cinco sets
Desde que se admite el coaching en la WTA, el rol de los entrenadores ha tomado otra dimensión en el circuito femenino. Análisis del juego,
cambios de estrategia o simple motivación. Ese puñado de segundos que permite a jugadora y coach dialogar cara a cara en medio de un partido se ha vuelto cada vez más importante en el tour. Pero para Serena Williams es como si la reglamentación nunca se hubiera cambiado:

"Con mi entrenador [el francés Patrick Mouratoglou] no hacemos nada de coaching. En la cancha, es mi momento. Tengo que encontrar el camino por mí misma. Sea cómo remontar un resultado o cómo repensar mi juego en ese pasaje del partido. Es algo bueno para mí resolverlo de esa manera. Una prueba de madurez".

Claro que esa introspección esta semana no la ayudó en dobles, donde quedó eliminada en primera ronda junto a su hermana Venus. Fue recién el cuarto torneo que la N°1 jugó en el año en esta especialidad y el primero fuera de los Grand Slams. Por eso, tanta expectativa se tornó frustración cuando en el tercer set de un larguísimo duelo ante Hao-Ching Chan y Liezel Huber, Serena sacó 9-10 30-40 y cerró el partido con una doble falta. Momento en que la bronca pudo más y la hizo estrellar su raqueta contra el piso para luego mandarla a volar ante su banco.

Afortunadamente para la norteamericana, la semana siguió en singles y tuvo un final a toda orquesta, que volvió a dotarle un rol prácticamente imbatible dentro del circuito. Acaso buscando un ingrediente que consiga disgregar esa previsibilidad en la WTA, a la N°1 le consultaron si aceptaría jugar los Grand Slams a cinco sets. Y, de su parte, hubo luz verde: "En su momento, las jugadoras top le dijimos a los Grand Slams que estábamos predispuestas a hacerlo, si eso era lo que hacía la diferencia en términos de dinero a repartir o de diagramación de partidos. Con lo cual, sí, creo que estamos listas y capacitadas. No solo yo o Venus.
Muchas otras jugadoras también".

Mi amigo Nole
Desde que se conoció la noticia de la sanción a Victor Troicki, Novak Djokovic ha repetido en cada oportunidad su apoyo y predisposición. Y en días en los que se palpita la decisión final del Tribunal de Lausana (TAS), donde el jugador apeló el castigo de la ITF, Nole fue un paso más allá y pidió por nuevas reglas en materia de doping.

El ahora N°2 del mundo se sumó a la iniciativa de los abogados de Troicki y fue el primero en sumar su firma a la petición que se elevará a la ITF:
"Hay que cambiar la reglamentación, no es justa para los jugadores. Uno queda expuesto, sin derechos. Por más pruebas que se puedan recolectar, termina siendo una palabra contra otra, un tema de quién dijo qué y quién cree en quién".

Además, se refirió al de Troicki como un caso "politizado" y repitió: "Lo conozco desde los ocho años, crecimos juntos.
Es uno de mis mejores amigos. Confío plenamente en su inocencia. Espero que lo absuelvan y pueda volver a jugar. Lo espero para la final de la Davis".

Petkovic: victorias para un museo
Recuperada de una larga lista de lesiones, Andrea Petkovic hizo ruido la última semana en Pekín, sacando en el debut a la campeona defensora y N°2 del mundo, Victoria Azarenka, para luego anotarse otra buena victoria frente a la rusa Svetlana Kuznetsova, combo que la catapultó al Top 40 por primera vez desde mediados de 2012. "Es muy importante saber que todavía puedo vencer a jugadoras de este nivel, campeonas de Grand Slam", celebró la alemana, ex N°9 del mundo.

Entre 2012 y el arranque de 2013, Petkovic se perdió un acumulado de 11 meses: "Fue un proceso muy duro. Y frustrante. Me tocaba volver a una cancha y no sentir la pelota. Estaba sin concentración, fuera de timing. No quería seguir jugando así...".

Pero tanto tiempo sin acción tuvo su terapia desde lo personal. La alemana comenzó a probar nuevas actividades y rápidamente encontró un nuevo pasatiempo: "Descubrí que me encantan los museos. Sé que suena raro decirlo, pero nunca antes los había disfrutado realmente. Ahora a cada lugar que voy trato de visitar un museo local y simplemente estar un rato allí".

Chocar siete veces con la misma piedra...
0-7. El historial entre Agnieszka Radwanska y Serena Williams habla por sí solo. En Pekín, la polaca sufrió una vez más la potencia de la N°1 del mundo, a la que apenas le pudo robar un set en todos los encuentros que disputaron (final de Wimbledon 2012). Hastiada de la insistencia estadística y las preguntas sobre su merma de nivel ante la estadounidense, Radwanska sonrió en conferencia: "No sé, la próxima vez a lo mejor le juego con la zurda. Tal vez eso funcione...".

Luego, y ocurrencias al margen, agregó: "Cada partido es una historia diferente, veremos qué pasa en el futuro. Pero la verdad es que cuando juega a este nivel se hace muy complicado. Es el tipo de jugadora que no te deja hacer nada. Ataca todo, todo el tiempo. Es muy difícil encontrarle el ritmo y mantenerse en partido".

Del otro lado, Serena devolvió los elogios: "Jugar contra Agnieszka es jugar contra alguien que hace magia. Puede mover la bola de un lado a otro y hacer lo que quiera con sus tiros". Lo cierto es que, hasta el momento, por lo menos, la potencia ha podido con la magia. Siete veces.