Este fin de semana Santa Fe debe mostrar si tiene talla para ser campeón. No digo que si vence al Junior le borden ya la séptima estrella, ni tampoco que si pierde estará sin chances, pero si logra superar a los de Barranquilla se llenará de confianza y los jugadores se convencerán de que tienen todo para ser campeones. Su rival en la décima fecha es hoy el más favorito de todos, actual subcampeón, purgó al equipo y dejó a los comprometidos con el proyecto. Claro, Medellín, Nacional, Cali, que nunca se sabe y América, tocado por la gracia de la nostalgia, no se pueden sacar del manojo; sin embargo la prueba sabatina para el rebaño de "Basílico" le dará una medida a la afición, si está para soñar.

Omar Pérez, antes en Junior. Su pasado genera morbo (ESPNdeportes.com)

De este partido se espera mucho, los dos equipos guardaron a los titulares y no los alinearon en la Copa Colombia, vienen de ganar los clásicos y se enfrentan los organizadores de juego más trascendentes del fútbol colombiano en mucho tiempo.

Omar Pérez y Giovanny Hernández no sólo han marcado goles sino que han conducido a sus escuadras hacia el triunfo, cada uno por caminos diferentes; uno simple y letal, el otro con mas juego lateral y necesitando un paso más, pero los dos efectivos y estéticos a su manera. También los enganches cuentan con dos hombres que constantemente les marcan el pase, que transforman la habilitación en gol& cada uno tiene su Gutiérrez& Teofilo la sensación y Julio, el chileno que convenció al "Campín" y que además pica al vacío con la esperanza siempre cumplida por el pase del "pelado". Sin embargo, el austral está suspendido por acumulación de tarjetas amarillas y por el jugaría Arrechea que también se ha surtido de las asistencias del argentino ex Boca y que modificará la forma de jugar, además ya tiene dos goles en el torneo.

"Basílico" González tampoco es el mismo de antaño, lo sacaron de Santa Fe por defensivo, cuando ponía tres volantes de marca en condición de local, hoy en día sorprende con un solo medio campista con vocación netamente defensiva y hasta el momento no solo gusta y emociona a la tribuna, sino que saca puntos y define partidos.

Sin embargo, antes de cualquier cosa, el rojo debe olvidar la algarabía de sus hinchas después del clásico. El triunfo hace parte del pasado, por algo dicen que es más fácil superar una derrota que un triunfo& y como dato curioso, en 1975 cuando Santa Fe consiguió la sexta estrella perdió ante Millonarios los dos partidos del apertura y uno del finalización.

Por su parte, el Junior también tiene mucho que probarse, pese a su buen rendimiento, aún no sabe que es ganar en estadios ajenos, una materia pendiente en el deseo de recuperar la gran oportunidad que dejó pasar en el apertura.

Además, hay algo de morbo por el pasado de Pérez y Quintero en Junior y Comesaña en Santa Fe. Por el lado de los jugadores, seguro que pensarán en esa inexorable ley del ex, la decisión de si celebro o no los goles y todo ese folclore previo que se despierta con partidos interesantes.

Desde el papel, el espectáculo está garantizado, los artistas pueden llenar un teatro, los directores de orquesta en nueve fechas encontraron el repertorio para sus mejores tenores y el Campín espera un recital de dos que quieren confirmar su candidatura al máximo grado del fútbol colombiano.