En el espejo de la victoria de los Angelinos del Juego 1 de la serie ante los Medias Rojas el jueves, quedó el pasado, que de cierta manera se nos recordó estaba fechado desde 1986, cuando Kendry Morales crecía en un pequeño pueblo de Cuba. Nosotros reflexionamos sobre el pasado como si fuera una vereda hacia el futuro, como si se repitiera, cuando en realidad, el pasado es sólo eso. El pasado.

Eso fue lo que Torii Hunter le recordó a sus compañeros cuando se molestó luego de una brutal derrota por 9-8 el 16 de septiembre en Fenway Park. "Nosotros debimos haberlos vencido en los playoffs el años pasado", dijo Hunter al día siguiente. "Nosotros somos un mejor equipo. Y aun si no lo fuéramos, deberíamos pensar de esa forma. Nosotros no debemos estar hablando del pasado; nosotros deberíamos pensar que el juego hay que jugarlo día a día. Este es un buen equipo, mejor que el año pasado. Muévanse".

Torii Hunter
Getty ImagesTorii Hunter encendió la chispa de los Angelinos con sus comentarios
Los Angelinos ganaron esa noche del 17 de septiembre, y cuando John Lackey y Hunter y sus amigos ganaron el jueves en la noche, el pasado fue sólo eso. Todo comenzó con Lackey y sus octubres del pasado, aun si ganó un Juego 7 de la Serie Mundial. Cuán rápido se olvida la gente de que Lackey terminó tercero en la votación del Cy Young del 2007, detrás de CC Sabathia y Josh Beckett, luego abrió las temporadas de 2008 y 2008 en la lista de incapacitados. En cuanto a su historial en Fenway, casi lanza un no-hitter allí el año pasado en una noche en que la falta de esfuerzo de Manny Ramírez le hizo sombra a la gran jornada de Lackey.

Lackey azotó la zona de strikes el jueves y reinstauró su mantra de que "este es un equipo diferente porque la rotación de abridores es la más profunda que hemos tenido desde que yo estoy aquí". Ahora Boston tienen que medirse ante Jered Weaver, 103 en Anaheim, y Scott Kazmir y Joe Saunders. Esos cuatro (Lackey incluido) marcaron récord combinado de 49-25 para los Angelinos.

Sí, la disciplina en el plato de Bobby Abreu es contagiosa, demostrado por el hecho de que el porcentaje de embasamiento de los Angelinos se elevó de .330 a .350 en una temporada. Aunque en cierta ocasión fue un equipo que le hacía swing hasta a los mosquitos, se enfrentaron a Jon Lester con promedio de embasamiento de .395 de Chone Figgins y .390 de Abreu, al frente de Hunter, Vladimir Guerrero, y Morales con sus 34 jonrones y .934 de OPS. Ellos forzaron a Lester a luchar durante las primeras entradas, y luego del doble de Erick Aybar, Figgins realizó un toque de sacrificio y Abreu tomó un pasaporte con conteo de 3-2. Luego Lester cometió un error que Hunter arrastró sobre la cerca del jardín central.

La ofensiva ha mejorado mucho; la rotación de abridores, que inició la temporada con Lackey en la lista de incapacitados y superó la tragedia y los terapistas físicos es, de hecho, lo mejor de esta década. Los Angelinos son intrépidos en las almohadillas, y si tú estudias la mayoría de las métricas defensivas, te sorprenderás al hallar que Juan Rivera le sigue a Carl Crawford en el jardín izquierdo y, con Hunter, le da al equipo un bosque más completo. Morales generalmente ha figurado cuarto entre los inicialistas, detrás de Mark Teixeira, Kevin Youkilis y Casey Kotchman. Y el trabajo duro de Figgins lo ha convertido en un defensor supremo de tercera base, a la par con los números de Brandon Inge.

Figgins también ha florecido junto a Hunter como el líder del equipo cuyo carácter contagioso brinda energía a todos sus compañeros. Fue Darren Oliver quien primero le llamó "Obama" a Hunter y "Biden" a Figgins, sobrenombres que ellos adoptaron. "Nosotros queremos ser como ellos en el sentido de que ellos ganaron", dice Figgins. "Yo necesito un anillo", dice Hunter a diario. "Ni siquiera Obama recibió un anillo por ganar la elección".

El pasado es el pasado, y ahora los Medias Rojas tienen que batear, lo que sí saben hacer. Tienen que regresar a Boston y tratar de ganar uno o dos partidos contra el bullpen de los Angelinos, y ellos necesitan que Billy Wagner, Hideki Okajima y Jonathan Papelbon le apliquen el silenciador a Figgins, Abreu, Hunter, Morales, y compañía.

Jarrod Washburn no será quien enfrente a David Ortiz, y los Angelinos no van a darle un pasaporte a Big Papi para lanzarle a Manny. No hay un solo lanzador de la serie divisional del 2004 en el equipo (Lackey no lanzó en esa serie). Los únicos jugadores que participaron en la serie del 2004 y que juegan en esta son Figgins, Guerrero, Kotchman, Ortiz, Jason Varitek y Youkilis.

Las dinámicas de estos equipos y de esta serie son diferentes, y una vez Hunter había recorrido las bases el jueves en la noche, eso fue perfectamente claro.