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Historias mínimas

BUENOS AIRES -- Como es habitual, en ESPNtenis.com repasamos las historias paralelas de la semana tenística. Detalles, curiosidades, frases destacadas y todo el color del circuito.

Los recuerdos de Rocky Janko
Janko Tipsarevic fue uno de los nombres más comentados del fin de semana, pero por los motivos menos deseados: el serbio se bajó de la Davis por lesión y vio cómo a su equipo se le escapaba la final en el quinto punto, el mismo que lo había consagrado en semifinales ante Canadá. "Me está matando por dentro. Pero es el resultado de una serie malas decisiones y problemas físicos. Tenía fe de que todo desapareciera antes de jugar, pero es muy fuerte el dolor", le contaba el ex top-ten a la web oficial del torneo.

Pero horas atrás, apenas, cuando su nombre aún estaba dentro de cualquier cronograma, el serbio se permitía abrir su cabeza en otra dirección: los proyectos personales en su país, su gusto por la lectura y la filosofía, el rol particular que eso le enviste entre sus pares, y los sentidos recuerdos de una infancia muy especial.

"No quiero lagrimear y decir que fue ridículamente duro. Lo fue, pero honestamente yo no lo sentí demasiado. Fui muy afortunado en tener un padre muy dedicado, que en su momento combinaba tres trabajos para poder pagarme el tenis", le contó Tipsarevic al New York Times.

Y agregó: "No me gustan las historias del estilo Rocky Balboa, del pobre que de la nada se vuelve algo. Obviamente fue una etapa muy difícil, pero mi padre siempre me proveyó lo suficiente para alimentarme, vestirme y jugar. Siempre estuve rodeado de buena gente, que me fue empujando a trabajar duro. Y así es como sucedió".

Nole contra todos
Desde que se conoció la sanción a Victor Troicki, Novak Djokovic tomó casi un rol de abogado público para con su amigo. Críticas a la ITF, iniciativas para cambiar los controles y -ya conocido el definitivo fallo del TAS- otra gruesa munición para la Agencia Mundial Antidopage (WADA, por sus siglas en inglés): "Ya no confío en ellos, en su negligencia y en su poco profesionalismo".

Pero cuando la historia parecía encontrar cierta tensa calma, y el propio N°2 del mundo tenía por delante nada menos que la final de la Davis, desde la Agencia recogieron el guante: "No creo que Djokovic tenga la más mínima idea de lo que hacemos; y si quiere entenderlo, estaré más que feliz de levantar el teléfono y explicárselo", devolvió el presidente de WADA, John Fahey, entrevistado por la CNN.

Pero Nole no cesó el fuego: "Sé más de lo que él piensa. Lo que pasó es una total injusticia, una prueba de que el sistema no funciona. Y no hay nada que puedan decir para convencerme de lo contrario". Hasta el próximo round.

¿Quién es el jefe?
La situación no es muy habitual. O, más aun, no suele suceder entre jugadores consagrados, asentados en el top 100. Más bien, todo lo contrario. En lo que bien podrían llamarse relaciones particulares, el jugador de la élite es quien decide gran parte de las situaciones en la relación con su entrenador: horarios habituales de entrenamiento, o momentos de descanso, entre otras costumbres de la relación/amistad, teniendo en cuenta la cantidad de viajes y horas de hotel juntos, más aun si se trata de latinoamericanos. Y cuando la situación se pone espesa, el coach debe dar un paso al costado, a pedido de su pupilo.

Esta vez, el caso no fue así. Un asentado top ten de 27 años, que hace ocho llegó a meterse entre los 20 primeros fue quien recibió la mala noticia: Riccardo Piatti, entrenador de Richard Gasquet, decidió dejar de trabajar con él: "No es mi decisión, fue él quien me avisó que se terminó la relación. Me sorprendió", comentaba el galo durante la semana, según reproducen los medios de su país. "Es una buena persona, yo respeto su decisión. Estoy muy decepcionado, pero me recupero rápidamente".

Del otro lado, Piatti explicó su decisión, luego de tres temporadas de trabajo: "Llegué a un punto en mi vida personal y profesional en el que siento que tengo que cambiar algo, para estar más cerca de mi familia y para enriquecer mi experiencia técnica", se excusó el italiano, quien fuera coach de Ivan Ljubicic y también de Novak Djokovic. "Tengo un montón de proyectos con mi equipo, como clases en escuelas y clubes", anunció en busca de nuevos horizontes. "Lamento dejar de trabajar con Richard, pero estoy muy confiado en su carrera porque lo dejé estando él Nº9, en su mejor condición, pero con un margen suficiente de progresión para realizar sus sueños". ¿Volverá Piatti al ruedo? ¿O será un hasta siempre?

Con cuerda...
Pasó otro año en el que se sigue anunciando que Lleyton Hewitt se retira, que ya es un veterano, que no es el mismo que cuando era número uno... y que se despedirá en el Abierto de Australia. Nada de eso por ahora. A los 32 años, sigue firme en el circuito: "No sé cuándo voy a parar, pero voy a estar jugando todo el año 2014", confirmo uno de los más veteranos en el circuito grande.

Lejos del retiro, redobla la apuesta cuando se habla de su físico: "Yo no podía correr en la cinta o en la calle por culpa de mi dedo del pie. Ahora, he estado corriendo casi todos los días y me he sentido bien. El cuerpo está realmente bien", dice quien, en 2013, arribó a la final en Newport y a semifinales en Queen's y Atlanta, pero que tiene la victoria ante Del Potro, en el US Open, como su victoria más importante de la temporada: "Yo no había jugado en cancha central durante años y él es un jugador de primera calidad, muy difícil de superar en su día".

¿Su máximo objetivo? "Quiero tener otra oportunidad en Wimbledon, siento que puedo conseguir más partidos en mi haber y que ello va a mantener en un mejor lugar". ¿Y sobre su futuro? "No sé lo que querré hacer cuando deje de jugar. Probablemente en Copa Davis, teniendo un papel más importante", dice, ya postulándose como capitán.

Y Agassi se sigue confesando...
La autobiografía de Andre Agassi dio que hablar. No quedan dudas. Pasó un tiempo de aquellas confesiones sobre sus pelucas y sus violaciones a los sistemas antidoping pero dejaron marcado al tenis mundial. Por las falencias del sistema y también por las del propio jugador, acostumbrado a una sociedad bien compleja.

Esta vez, estuvo en Italia y fue invitado a los estudios de la RAI, donde, además de hablar de algunas jugadas imposibles en su carrera y sobre el presente de su fundación, dejó títulos.

"Quería escribir un libro para celebrar mi carrera, quería saber quién era y en qué me había convertido. Y, cuando empecé a comprender, me di cuenta de lo mucho que odiaba el tenis cuando era joven", comentaba en Roma, explicando cómo fue concientizando esa relación amor-odio con el tenis una vez que se había retirado.

Pero también habló de la tensa relación con su padre, al menos por estos tiempos: "Cuando estaba escribiendo el libro hablé con él para que participara, pero él me dijo que no tenía ningún interés en ayudarme y que yo podía decir lo que quisiera. Me dijo: ´Yo sé lo que hice y por qué, y me gustaría hacerlo de la misma forma. Cambiaría una sola cosa: no te haría jugar al tenis, con el golf y el béisbol se puede jugar más tiempo y ganar más dinero´". Concreto, el padre olvida la gloria de su hijo, único en la historia en ganar los cuatro torneos del Grand Slam, la medalla dorada olímpica en singles, las Finales ATP y la Copa Davis, está más pendiente de los millones que pudo haber ganado su hijo, de quien se calcula que acumuló 175 millones de dólares, nada menos...

Achicando la pelotita...
Hundido en el puesto 375° y tras un año que no hizo sino acrecentar las incertidumbres respecto a su futuro profesional, Mardy Fish cierra 2013 probando suerte en otro deporte: el golf. Sufriendo, todavía, las consecuencias de una afección cardíaca que lo arrancó del top-ten de la ATP, el estadounidense participó en las últimas semanas de dos eventos del Gateway Tour, un circuito de tercer orden en el golf profesional.

¿Es el comienzo de algo serio? "Me voy a tomar unos días para pensarlo", le dijo Fish al USA Today, dejando en el aire un potencial redireccionamiento en su carrera deportiva y la posibilidad de seguir los pasos del tailandés y también ex top-ten Paradorn Srichaphan y del australiano Scott Draper, ex Top 50 de la ATP y ganador de un torneo en el PGA Tour de Australasia.

La moda del campeón
Recordarán la singular vestimenta de Radek Stepanek para el último US Open y las flexibilidades que le ofrecía su marca de ropa, según contaba aquella semana. Pues bien: dentro de ese rubro, entra también la indescriptible camiseta que el checo volvió a utilizar para Copa Davis, con la figura dominante del león con dos colas, uno de los símbolos patrios del país que acabaría levantando -una vez más- la ensaladera de plata (el otro es un águila).

"Es especial, significa mucho para mí. Y la voy a llevar hasta el final de mi carrera en la Davis porque me da suerte", apuntó Stepanek durante el fin de semana copero en charla con la página oficial del torneo. "Es nuestro símbolo patrio y me da fuerza interior porque yo siempre peleo como un león", completó ya con la adrenalina de la serie a flor de piel.

Pero lejos de la acción en Belgrado, la moda de Stepanek también daba que hablar en el mundo del tenis. Y la que tomó la posta en las redes sociales fue Judy Murray, la mamá más famosa del circuito: "Lo único que no está funcionando hoy para Stepanek es... su remera. Asombrosamente fea. Ya sé que es su remera de la suerte, pero eso no la hace menos fea", compartió en Twitter.

Liquidada la eliminatoria, Tomas Berdych siguió la historia con mucho humor:

"Judy, ¿me puedes pasar tu dirección para hacerte llegar esto? Un regalo personal de parte de Radek". Ante lo cual la escocesa se rindió: "Es el tweet más gracioso que me hayan mandado alguna vez. Lo amé. El mensaje, quiero decir; no la remera. Dile a Radek que gracias, pero no gracias".