BUENOS AIRES -- Todo lo que está pasando en el campeonato italiano de fútbol, el Calcio, no puede más que tenerlo feliz al Comisario Técnico de la selección azzurra, Césare Prandelli. En efecto, el hecho de que el torneo se encuentre prácticamente definido desde hace rato, le quita algo de desgaste a Juventus, que a su vez es la base del plantel nacional y que, por otra parte, está a tres partidos de un importantísimo título internacional, cereza ideal sobre el pastel del tricampeonato.

Al mismo tiempo, las principales figuras de la Nazionale están jugando y lo hacen bien: Balotelli crece semana tras semana, hasta desde lo actitudinal (que es su mayor límite), Pirlo administra su condición atlética con enorme inteligencia, los defensores de Juventus, Barzagli, Bonucci, Chiellini e Ogbonna, tienen rotación con Cáceres, Candreva anotó un doblete, Aquilani viene jugando y hasta anotando, al igual que Montolivo, Marchisio está ahora mucho mejor, Verratti y Motta brillan en PSG, De Rossi es la columna vertebral de Roma, Cerci e Immobile son la pareja más goleadora del torneo, Destro puja para ir y hay otros jóvenes como Insigne y Florenzi que también garantizan eventual recambio; además, están los Parolo y los Poli que aún sueñan viajar a Brasil.

Francesco Totti
Getty ImagesTotti, en medio de la polémica

Con tantos jóvenes en buena condición, los veteranos perdieron casi todas las chances. Gilardino debería ir casi seguramente, pero hasta Cassano, convocado en los 42 que hicieron la revisación médica en Coverciano, base operativa de la Azzurra, tiene pocas posibilidades, ni hablar de los varios Totti, Toni, Di Natale y Diamanti, que han quedado ya descartados en esa primera "lista amplia".

Pero Prandelli ya dejó muy claro que la principal dificultad para Italia será el aspecto físico. El entrenador italiano hizo verdadero tesoro de la experiencia vivida en la Condederation Cup pero también en la Eurocopa 2012, cuando Italia le hizo frente a España en el primer partido, pero llegó fundida y sin fuerzas a la final, perdida por goleada. Inclusive Don Césare está pensando seriamente en un plantel que pueda garantizarle la máxima rotación posible, sin que eso afecte el funcionamiento, con dos jugadores de características muy similares por puesto.

"Van a jugar los que estén mejor físicamente", viene repitiendo hace rato, más aún desde cuando la urna volvió realidad su peor pesadilla, es decir, un primer grupo enteramente a disputarse en condiciones climáticas extremas. Algo que, aún en la hipótesis de clasificación, tendrá seguramente un impacto sobre la condición del plantel en el resto del torneo, si es que su comandante no logra realizar una rotación inteligente y que no afecte el potencial global del equipo.

En suma, el torneo le hizo un lindo regalo a su representante azzurro, pero sigue manteniendo algunos puntos de interés. Especialmente en la lucha por la cuarta, quinta y sexta plaza, puesto que en ese segmento hay equipos que parecen estar recuperando la memoria o que siguen sorprendiendo, más allá de los resultados cambiantes semana tras semana. Vale la pena recordar brevemente que quinto y sexto puesto entregan un pasaporte para la Europa League, pero lo hacen de manera diferente, uno jugando (el sexto) el primer compromiso oficial a fin de julio y el otro casi un mes después. Teniendo presente que el Mundial termina sobre la mitad de julio, está claro que jugar un preliminar a fin de ese mismo mes sería un desastre para quien tiene muchos jugadores mundialistas.

Milan
Getty ImagesLa 6ª plaza para Milan o Inter podría ser un problema

Inclusive Inter o Milan, aún llegando sextos, casi perderían plata, porque no podrían hacer la gira prevista por los Estados Unidos en ese mismo período, con una ganancia de casi 5 millones de euros. Considerando que la UEFA League garantiza poco más que el doble de esa cantidad, y eso sólo en caso de triunfo final, está claro que llegar a Europa vía sexta plaza sería un consuelo de tontos para los primos milaneses, puesto que no garantizaría mayores ingresos y complicaría enormemente toda la temporada. Obviamente, el clásico, dentro de dos fechas, tomará enorme importancia en esta discusión, sobre todo si Milan pudiera mantener las distancias en la próxima fecha.

En cambio, la sexta posición podría ser un premio apetecible para Parma, que como algunos recuerdan tiene misma cantidad de títulos internacionales (2 Europa League, una Recopa y una Supercopa europea) que nacionales (3 Copa Italia y una Supercopa nacional), hecho más único que raro.

También el descenso está interesante: Catania tenía una última chance de seguir soñando y no la desperdició, con un triunfo que, como en las lindas épocas, tuvo que ver con sus delanteros argentinos, un golazo de Leto y el tanto decisivo de Bergessio. Ahora la permanencia queda a cinco unidades: Catania colero con 23, Livorno anteúltimo con 25, con 28 Bologna y Sassuolo y con 30 Chievo. Faltan 12 puntos para asignar, realmente podría ocurrir cualquier cosa.

Cerramos con una mirada a los sudamericanos: Tévez e Higuaín no jugaron, al igual que Vidal, Cuadrado se cargó el equipo al hombro, pero el técnico lo hizo jugar en una posición que no lo favorece. Importante y lindo fue el gol de Ibarbo, que de hecho le garantizó la permanencia a Cagliari. Fue convocado por primera vez Zúñiga: esperemos que pueda jugar, para él sería lo máximo poder estar en la final de Copa Italia. Isla jugó 80 minutos en nivel aceptable. Iturbe la rompió otra vez y, sobre todo, expuso cruelmente los problemas que tiene Yepes con los delanteros ágiles y veloces, como antes había mostrado Gervinho.

En suma, inevitablemente, aún en el torneo más difícil del mundo y con tantas cosas todavía por decidirse, las cabezas se van hacia el Mundial, ya demasiado cerca como para no cubrir con su sombra lo que ocurrirá en este último segmento del campeonato. Exactamente la misma razón por la que, en este comentario, se habló antes de selección que del resto. Nuestro cielo, lenta pero inexorablemente, se va tiñendo de Azzurro.

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BUENOS AIRES -- El campeonato italiano de fútbol, el Calcio, ingresó en la recta final: con la fecha 32 completada, quedan apenas seis jornadas para contestar las muchas preguntas que aún están sin respuesta.

No hay dudas respecto al título, si bien Roma metió dos triunfos, en el suspendido de la fecha 22 ante Parma y luego en Cagliari, y redujo a 8 unidades la desventaja. Porque el partido de Juventus ante Livorno demostró claramente que quizás la Vecchia pueda perder el enfrentamiento directo ante Roma misma (algo que obviamente no está para nada seguro), pero es impensable que se le "caigan" otros seis puntos con los 5 rivales que le depara su fixture, que incluye Udinese afuera, Bologna en el Juventus Stadium, Sassuolo de visita, Atalanta en casa, Roma en la Capital y cierre doméstico ante Cagliari. Sin olvidar que Roma debería contemporáneamente ganar los seis que le quedan.

Tampoco el podio parece destinado a cambiar: Roma tiene 12 de ventaja sobre Nápoli, que a su vez cuenta con 9 unidades respecto al cuarto, Fiorentina. En cambio, de ahí para abajo se pone interesante, porque las distancias son accesibles, nadie está jugando muy por arriba del resto; por el contrario, algunos se vienen quedando y hay enfrentamientos directos muy atractivos en estas últimas fechas.

Rolando Maran
Getty ImagesMaran fue despedido del Catania por 2ª vez en la temporada

Ni que hablar de la lucha para salvarse del descenso: Catania, colero con 20 puntos, parece irremediablemente condenado luego de caer como local ante Torino y desperdiciando un gol de ventaja, al punto de que el nuevo despido de Maran parece un gesto de bronca del fogoso presidente Pulvirenti aún antes que un manotazo de ahogado. Llega Maurizio Pellegrino, un técnico del ascenso (subió a Catania de la C1 a la B en 2002 en pareja con Francesco "Ciccio" Graziani), lo cual indica que Pulvirenti se prepara para el año que viene.

Pero por el resto hay cuatro equipos en tres puntos, Bologna y Chievo (27 ambos) por el momento a salvo, condenados Livorno con 25 y Sassuolo con 24: considerando que faltan jugarse los enfrentamientos directos Livorno vs. Chievo y luego Chievo vs. Sassuolo, está claro que cualquiera podría descender, hasta ese Cagliari que tiene 32 y que también decidió cambiar de entrenador, echándolo a Diego López y llamando de vuelta a su ex ayudante Ivo Pulga.

Sigue habiendo momentos individuales brillantes, como el triplete de Destro, un jovencito que quiere a toda costa ir al Mundial (qué locura su golpe a Astori, por encima son muy amigos de la Azzurra Sub 21), pero pelea esa plaza con varios, como Immobile, a quien un bonito tanto le permitió atraparlo a Tévez en el tope de la tabla de goleadores, ambos con 18, y hasta con Luca Toni, que anotó su tanto número 16 con la camiseta de Verona y realmente está haciendo todo lo posible para lograr el milagro.

Otro que está en un nivel superlativo es Cuadrado, quien se puso el equipo al hombro ante la ausencia de delanteros de Fiorentina y realmente la rompió, con un gol, un penal ganado y un bombazo que casi parte el travesaño. Él es la única buena noticia que le llega a Colombia desde el Calcio, puesto que siguen complicadas las situaciones de los demás, comenzando por Yepes y Zapata, pasando por Muriel y terminando en Zúñiga, aún sin vuelta a la vista y que no juega desde noviembre. Ibarbo está bien, pero ya vimos lo mal que anda su equipo.

En un nivel bastante pobre vimos también a Higuaín, quien parece estar, por primera vez, incómodo en su nuevo equipo, víctima con un problema táctico que afecta negativamente también a Hamsik. Sin embargo, es probable que también le pese, como a la mayoría de sus compañeros, esa situación "sin nada que ganar o perder" que vivirá hasta la final de Copa Italia, un trofeo que Nápoli y Fiorentina deben absolutamente tratar de conseguir para darle un sentido a su temporada.

En el partido Parma Nápoli estuvo lindo el duelo entre los zagueros argentinos Fede Fernández y Gabriel Paletta. Muy parejo, quizás el celeste haya jugado apenas algo mejor pero el que se nacionalizó italiano ganó el partido y no le dejó nada a Higuaín, que no es poco. Decisivo fue el golazo de Parolo, uno que no pierde las esperanzas de ir al Mundial y que, en mi opinión, pelea un puesto con Andrea Poli.

Milan
Getty ImagesMilan consiguió su tercer tirunfo seguido en Serie A

Una vez más en esta temporada, los dos equipos de Milán no pudieron ganar al mismo tiempo, algo que sólo ocurrió en dos de las 32 jornadas disputadas. En este caso Milan, que visitaba a Genoa, hizo los deberes y, si bien con muchos sobresaltos y una pizca de suerte, ganó merecidamente: hizo dos buenos goles, con el primero de Honda en rossonero, sufrió uno evitable y por momentos fue desbordado por el local, pero aguantó bien, con humildad, mostrando la justa actitud.

Inter otra vez echó a perder un triunfo que parecía conseguido, desperdiciando el primer doblete con la camiseta nerazzurra de Mauro Icardi, el segundo, un golazo. Embarazoso el error de Rolando en ocasión del segundo gol de Bologna, para no hablar de la reactividad de Handanovic en ocasión del primero, de Cristaldo.

Las cámaras pescaron una declaración de Walter Mazzari durante el partido, quien se preguntaba si sus jugadores erraban a propósito. Simplemente ese equipo parece quebrado, entre los que no saben si se quedarán y los otros, los que seguramente se irán, un síndrome que podría estar afectando al propio entrenador. Mazzarri quizás debería apuntarles decididamente a los jóvenes, dejando afuera a los veteranos: el penal errado por un "héroe del triplete" como Milito podría ser una clara indicación del destino.

Lo lindo es que ahora Milan quedó a 5 puntos de Inter y aún falta la revancha del clásico ciudadano: sería realmente clamoroso que el rossonero, con todos los problemas que tuvo en la temporada, lograra remontar y terminar delante de los primos nerazzurri.

Ojo, cualquiera de las dos cosas podría costarle la continuidad a un entrenador: si Milan no clasifica para la Europa League difícilmente Seedorf será confirmado, pero lo mismo podría decirse de Mazzarri, si Inter perdiera en el final esa posición "europea" que mantuvo a lo largo de todo el torneo.

En suma, como decían los latinos, "in medio stat virtus", la virtud está en el medio, en este caso en la zona central de la tabla. Porque la dificultad de una liga no se mide tanto por los equipos de arriba cuanto por el nivel de su "clase media": desde ese costado el Calcio sigue siendo, sin dudas, "el torneo más difícil del mundo".

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BUENOS AIRES -- El campeonato italiano de fútbol, el Calcio, parecía destinado a un final aburrido y sin atractivos, debido a la gran ventaja de Juventus en la punta pero también, más en general, la gran distancia entre las diferentes posiciones de interés, con casi ninguna lucha importante (por el podio y relativa Champions, con o sin preliminar), por la Europa League y hasta la pelea para salvarse del descenso, realmente incierta y abierta a muchos equipos.

Sin embargo, ocurrieron dos hechos que, casi por arte de magia, le devolvieron interés al torneo: por un lado se encendió de golpe la lucha por las plazas de Europa League, que ahora parece estar abierta a por lo menos siete equipos.

Pero sobre todo apareció un efecto que habíamos francamente subestimado, llamemoslo "efecto Mundial": con asombro y enorme placer, estamos asistendo al conmovedor esfuerzo de algunos enormes jugadores, veteranos de mil batallas pero también jovencitos desfachatados, para ganarse un puesto en las listas mundialistas.

Francesco Totti
Getty ImagesTotti, Toni, Di Natale... ¿Estarán en Brasil 2014?
Arriba está todo dicho y lo estaba hace tiempo: con pocas fechas para jugarse, las distancias entre Juventus y Roma, aún admitiendo que los giallorossi le ganen el miércoles a Parma, algo para nada seguro, sería de ocho puntos, prácticamente tres derrotas, y no se vee quien podrían ser esos tres equipos que logren derrotar a una Madama que sólo perdió dos veces en este torneo.

Mismo discurso para la diferencia que hay entre segundo y tercero, con más fuertes razones si Roma efectivamente le ganara a Parma. Porque además la Roma vista ante Sassuolo fue equipo práctico, cinico y que ganó a lo grande, casi sin despeinarse. Parece haber vuelto esa Roma del comienzo, con la diferencia que ahora García tiene muchas más variantes a su disposición.

Para botón de muestra los dos goles: el primero fue fabricado por Nainggolan, que llegó en enero, y Destro, que al comienzo estuvo largamente ausente por lesión; el segundo, similar en la dinámica, fue obra de Totti, que ahora puede descansar sin que el equipo sufra, y Bastos, otro que llegó en enero. La invención de Taddei como volante central y el buen momento de De Rossi compansaron la lesión de Strootman, que casi no provocó efectos negativos.

Roma ganó y, por primera vez en muchísimo tiempo, vio que su esfuerzo producía un fruto concreto, el descuento de tres puntos por la caída de Juventus en Nápoli. Caída clara, contundente, que nos deja más de un costado para el análisis. Por un lado, los méritos de Nápoli, que guste o no, este año ha jugado los mejores partidos en representancia del Calcio, ganándole claramente a Arsenal y Borussia Dortmund y ahora al casi tricampeón de Italia.

Todo conseguido con un entrenador nuevo, con muchos cambios, casi todos positivos, en el plantel, y también algunas adquisiciones adivinadas en enero, como Jorginho, Ghoulam y el sorprendente Henrique, un comodín defensivo muy interesante. Jugando un lindo fútbol, asociado pero vertical, de presión alta, de posesión de pelota, con algunos riesgos defensivos pero tomados de manera voluntaria, para apuntalar una fase ofensiva más punzante.

Frente a eso, tuvimos una versión realmente cansada, diríamos casi exausta, de Juventus. Sin el guerrero Tévez, suspendido, ese goleador que había resuelto los últimos partidos complicados, con el bajón del otro guerrero, Arturo Vidal, quien cambia el aire luego de un primer semeste monstruoso, con Pirlo que evidentemente comienza a razonar en función del Mundial y un Pogbá que pareció bastante distaído, a Juventus le faltó su principal argumento, la intensidad.

Así, quizás por primera vez en el torneo vimos a Juventus dominada tácticamente. Ni siquiera el Real en Champions lo había logrado de manera tan clara. Pero la ventaja es sólida y los muchachos deben concentrarse en un número, el doce: son los partidos que faltan, incluyendo la final de Europa League, para quedarse con un enorme bicampeonato, con festejo final en su propia cancha.

Ya volverán los lesionados, la ventaja en el torneo local es indescontable, administrando mejor las fuerzas Juventus puede tranquilamente lograrlo. A Conte quizás ésta es la única cosa que se le puede reprochar, cierta resistencia a aplicar una rotación de plantel más amplia. Isla, Osvaldo, Marchisio, Padoín, Giovinco, Vucinic (quien de todas maneras estuvo lesionado) y el mismo Quagliarella pueden ofrecer soluciones que garanticen el debido descanso de los titulares para los partidos decisivos.

Decíamos de la lucha por las posiciones de Europa League, que de golpe se puso apasionante. Fiorentina parece derrumbarse: la lesión de Rossi había sido mucho, ahora volvió a lastimarse Gomes y eso pareció destrozar psicológicamente al equipo, que además también está cansado porque juega un fútbol muy bonito pero seguramente dispendioso desde el costado atlético.

Cerci e Immobile
Getty ImagesCerci estará en el Atlético Madrid al menos tres años
Detrás Inter pierde una ocasión tras otra para acercarse. El empate en Livorno debe haber sido devastador desde el costado anímico, máxime por como llegó, un error garrafal de Freddy Guarín, justo él que acaba de renovar contrato luego de la "novela" del pase a Juventus de enero. Mazzarri luce desesperado, confundido: siendo el único técnico en Italia que nunca fue despedido, es lo último que nos hubiéramos esperado.

Más atrás hay una atropellada hermosa. Parma se viene cayendo pero juega bien y no tiene nada que perder, Lazio tiene potencial técnico para mejorar mucho, hasta Milan, con un Balotelli y un Kaká que parecen haberse puesto el equipo al hombro y, más en general, un vestuario que Galliani logró volver a poner en orden y que ahora se parece realmente a un equipo, puede tener alguna tímida aspiración.

Dejamos a un costado a otros dos equipos, porque nos permiten encarar el otro discurso, el del "factor Mundial": Verona y Torino. Los ducales, luego de alcanzar los 40 puntos que eran su objetivo, el umbral para garantizarse la permanencia, se tomaron una larga vacación. Se despertaron por los alaridos de Luca Toni, un veterano que quiere jugarse sus últimas cartas para ir al Mundial y ya se metió en la historia del club, igualando con 15 tantos la mejor marca de un jugador de Hellas en un torneo de Serie A.

El otro es Torino, donde hay dos, Immobile y Cerci, que luchan por un lugar en la lista de Prandelli, y lo hacen a fuerza de goles: los 17 de Immobile y los 12 de Cerci igualan nada menos que los 18 de Tévez y los 11 de Llorente, un mano a mano apasionante tanto a nivel individual como de equipo.

En suma, el torneo tiene aún muchísimos motivos de interés, a pesar de todo. Cerramos esta lista con la cereza más dulce, un nuevo gol de Antonio Di Natale: con 114, dejó atrás a Ibrahimovic (113) en la suma de las últimas cinco temporadas. Sólo Messi y Cristiano Ronaldo, en Europa, pudieron anotar más que él. No creemos que vaya al Mundial, pero suena a injusticia, así como pasó en ocasión de la exclusión de Roberto Baggio en 2002.

En el peor de los casos, quedarán como los ausentes que pudieron habernos salvado: porque los Toni, los Totti, los Di Natale, aún tienen magia como para ganar un partido solos, gracias a una invención individual. Y eso, en un Mundial, podría hacer una diferencia fundamental.

Pero los años pasan para todos y, en nuestra opinión, tiene razón Prandelli con su política de jóvenes. Pensando en el futuro, pero también por el presente, porque las condiciones climáticas en las que deberá jugar Italia no aconsejan una elevada edad promedio del plantel.

En este sentido, queremos lanzar una idea: que el tercer arquero al Mundial, con Buffón y Sirigu, sea el joven Scuffet, que con sus 17 años es titular y ataja de manera increíble en Udinese. Ese chico va camino a crack y sería bueno que sume su primer experiencia mundialista: es así que se comienzan a edificar los récords y este chico realmente parece un predestinado, que quebrará varias marcas en su carrera.

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BUENOS AIRES -- La fecha 28 del Calcio, "el torneo más difícil del mundo", no cambió nada en la parte alta de la tabla, puesto que los seis primeros ganaron sus respectivos compromisos. Así, Juventus defendió su holgada ventaja en la punta, Roma mantuvo a distancia de seguridad a Nápoli en la carrera por la segunda plaza, así como Fiorentina respondió al ataque de Inter al cuarto escalón de la clasificación y Parma se confirmó en la sexta plaza, la última que regala un pasaporte europeo, si bien a través del incómodo preliminar de Europa League.

Tampoco hubo grandes novedades en la zona descenso: si bien algunos suben y otros bajan, la verdad es que entre los 20 puntos del colero Catania y los 24 del umbral de la permanencia, actualmente ocupado por Chievo y Livorno, hay cinco equipos en 4 puntos, de los cuales tres se irán al descenso, y las distancias son talmente mínimas que hoy por hoy es imposible hacer un pronóstico al respecto.

¿De qué hablaremos hoy entonces? Bueno, lo más relevante del día es sin duda la tercera derrota consecutiva de Milan, la cuarta si consideramos también el 4-1 en casa de Atlético Madrid (igualado el récord negativo en la historia del club). Pero no sólo el rossonero anda mal: mirando la tabla de posiciones, uno puede ver que, por primera vez en muchísimos años, Milán se cayó a la tercera posición entre ciudades con dos equipos.

Balotelli y Seedorf
APEl Milan acumula cuatro caídas consecutivas
La tabla la lidera Turín, con 111 puntos (75 de Juve + 36 de Torino), sigue Roma, con 102 y un partido menos (61 Roma + 41 Lazio) y recién ahí aparece Milán, con los 47 de Inter y los 35 de Milan que suman apenas 82; no tan lejos está Génova, con 69 (35 de Genoa + 34 de Samp), mientras última quedó Verona, que suma los 40 de Hellas a los 24 de Chievo para un total de 64.

Para más datos, hay que subrayar que, en las 28 jornadas disputadas del actual torneo, sólo dos veces los equipos de Milán ganaron contemporáneamente, en las fecha 2 y 24: obviamente la mayor responsabilidad fue de Milan, pero tampoco Inter, que ni siquiera jugó en Europa, puede estar satisfecho con su actual quinta posición, a 28 unidades del líder y a 11 de la ansiada pero a todas luces imposible tercera posición, considerando que el nerazzurro tampoco pudo llegar lejos en Coppa Italia.

No se trata de problemas menores: vale la pena recordar que Inter (2010) y Milan (2003 y 2007) han sido los últimos equipos italianos en ganar la Champions League, mientras que ahora siquiera participar de la máxima competición continental parece un espejismo.

El caso de Inter parece más simple. Efectivamente, luego de coronar el sueño de su vida, es decir repetir los logros de su padre Angelo, Massimo Moratti se dio por satisfecho y comenzó a alejarse del equipo, un proceso que tuvo su culminación en la llegada del nuevo dueño, el indonesio Tohir. Inter necesita bajar la edad promedio del plantel, pero tiene un entrenador como Walter Mazzarri, más que experimentado, y además una base interesante (Handanovic, Ranocchia, Rolando, Guarín, Hernanes, Palacio, Icardi) sobre la que construir el futuro.

Ojo, todo parece indicar que será un proceso lento, porque Tohir no vino para gastar sino para ganar plata: por eso su prioridad es construir la cancha y aumentar la penetración de la "marca" Inter en el mundo, para aumentar los ingresos con lo producido por el estadio y vía merchandising.

Una vez que Inter se acerque en el facturado a los grandes de Europa, recién entonces podrían llegar inversiones importantes en lo deportivo. Mientras tanto, todo estará en las manos de la sabiduría táctica de Mazzarri y en la capacidad de los hombres mercado para conseguir buena calidad a precios baratos.

Mucho más complicado el caso Milan. En primer lugar, como hizo notar muy bien Paolo Maldini en sus declaraciones de estos días, Milan ha perdido su bien más preciado, es decir ese espíritu de equipo fundado sobre un vestuario histórico y glorioso, un "sancta sanctorum" en el que los triunfos comenzaban a tomar forma mucho antes que en la misma cancha.

Palacio - Icardi- Nagatomo
APInter, al menos, tiene una base para el futuro
Es difícil entender cómo y porqué eso pasó, pero desde nuestra óptica parece claro que la familia Berlusconi tuvo mucho que ver con este presente amargo, así como había tenido muchísimo que ver con ese pasado glorioso.

En primer lugar Berlusconi, cada vez más acorralado en su actividad política y casi quebrado por la enorme cantidad de dinero que tuvo que poner por el famoso "lodo Mondadori", un juicio que le fue tremendamente adverso, fue alejándose cada vez más de su "criatura", y eso fue algo malo para Milan.

Pero mucho peor fue que, en la "repartición" de bienes familiares entre los hijos de sus dos casamientos, Milan le haya "tocado" en suerte a Bárbara, una chica linda e inteligente pero que nada sabe de fútbol y de vestuario. Como será que su primer "contacto" con el mundo rossonero fue ponerse de novia con uno de los futbolistas estrellas del plantel, el brasileño Pato: fácil imaginar como eso pueda haber caído entre los jugadores.

Pero más allá del hecho sentimental, eso se volvió pronto un problema real: Galliani tenía cocinada la venta de Pato por 26 millones de euro, y con la mitad de los mismos tenía arreglada la llegada de Tévez. Bárbara se interpuso, Pato se quedó (para irse un año después por mucha menos plata) y Tévez no sólo no llegó nunca, sino que ahora es el máximo anotador del torneo vistiendo la camiseta de Juventus.

Fue sólo el inicio del desastre: con un andamiento undívago, alternando momentos de entusiasmo (veáse las llegadas de Ibrahimovic o Balotelli) a otros sumamente depresivos, como la venta de Tiago Silva o del mismo Ibra, el plantel se fue desarmando y perdiendo su identidad.

Pero lo más grave fue que la propiedad impuso una nueva política con respecto a los veteranos: a Galliani, que había defendido hasta el último día a jugadores como Costacurta, Maldini o Inzaghi, se le prohibió renovar contratos por más de un año a los mayores de 32 años. Resultado: Pirlo, Gattuso, Nesta, Van Bommel, Seedorf, Ambrosini, uno a uno los senadores de tantas batallas y victorias se fueron, para dejarles su lugar a colegas del nivel de Mexés, Emanuelson, Constant, Silvestre y Traoré, y paremos acá porque no queremos que ningún lector rossonero se nos ponga a llorar.

Galliani
Getty ImagesAdriano Galliani junto a Bárbara Berlusconi
Bárbara terminó de cocinar el desastre cuando, tomándose una atribución deportiva que no le correspondía, lo "despidió" prácticamente en directa televisiva a Allegri, obligando a la llegada de un Seedorf que, evidentemente, no estaba preparado para asumir a la carrera. ¿Resultado? Las cosas no mejoraron, Milan se quedó afuera de todo a mediados de marzo, igualó su peor marca histórica y ahora el holandés hasta arriesga el despido y, de cualquier manera, sufrió un desgaste absolutamente innecesario.

¿Soluciones? Milan tiene también una buena base de plantel: Agazzi, ya adquirido para junio, Abate, De Sciglio, Montolivo, Poli, Cristante, Saponara, El Shaarawy, Balotelli, son todos elementos de selección y todos italianos. Así que no hay que gastar mucho, sólo hay que hacerlo bien: se necesitan dos centrales de nivel internacional (se habla de Alex, pero uno solo no alcanza) y un par de volantes aptos para el 4-2-3-1 que quiere Seedorf, con calidad técnica y despliegue (si es que el holandés sigue).

Sin embargo, fijense que un 4-3-3 podría armarse ya hoy y no sería tan mal: Agazzi, Abate, Alex, Zapata, De Sciglio, Poli, Cristante, Montolivo, Balotelli, Pazzini y El Shaarawy. Con mucho menos que eso, Parma lleva 16 fechas invicto. Pero con Roberto Donadoni, claro.

Quizás la reconstrucción de Milan debería arrancar justamente de ahí, de un experimentado entrenador italiano que vivió y sintió sobre su piel la gloria de ese vestuario. A Seedorf le falta experiencia, al igual que Inzaghi: Donadoni, en cambio, podría ser el hombre ideal.

Mientras tanto, no hay que ponerse histéricos: en primer lugar, ese tipo de crisis ya se vio en el Milan de Berlusconi, allá por 1997 y 1998; por otra parte, no hay que olvidar que Juventus, antes de este ciclo triunfal (goles fantasmas a parte), venía de dos séptimos puestos consecutivos. De las crisis no se sale llorando, sino trabajando con la seriedad y competencia de un Marotta.

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BUENOS AIRES -- Desde hace un par de fechas el Calcio presenta una característica diferente: los nervios. Por diferentes razones, los principales protagonistas del torneo han demostrado, para usar palabras prudentes, una cierta tendencia a perder la calma.

Inclusive llegaron declaraciones bastante explosivas, como las de Antonio Conte, quien para responderle a Fabio Capello (que por otra parte, curiosamente, había tratado de defenderlo), afirmó que "Sólo lo recuerdo por los títulos revocados y no por el buen juego de ese equipo", admitiendo así implícitamente la revocación y lo inmerecido de los Scudetti 2005 y 2006.

Algo que todos sabíamos, que ya es historia, pero que desde el club bianconero siempre habían contestado con otros argumentos. Habrá que ver, desde ese costado, como les caerán esas declaraciones a los propietarios, que de todas maneras quedaron bastante descolocados por esas afirmaciones.

Pero la gran pregunta sería: ¿por qué Conte está tan nervioso? Su equipo es claramente el mejor del lote, se sigue reforzando (ver la llegada de Osvaldo), la chance del tricampeonato es más que una simple oportunidad y tiene la ocasión de ganar una importante competición internacional (el año pasado la ganó Chelsea, el anterior Atlético de Madrid) dando la vuelta olímpica en su propia cancha. ¿Qué lo preocupa?

Por lo pronto, Conte está advirtiendo, quizás, que el suyo es un equipo que está condenado a dejar en la cancha siempre el máximo de su potencialidad y nota algunos síntomas de flexión, mental antes que física. Por ejemplo nunca, en la era Conte, en Serie A Juventus había sufrido goles en seis partidos consecutivos, un problema que ya había asomado a comienzos de temporada. En el Calcio, casi siempre, gana la mejor defensa, y no es casual.

Conte se comporta como aquel jockey que, advirtiendo que su purasangre se está quedando, lo incita con más fuerza para pedirle un último esfuerzo. A veces, como sugirió Capello, hay que saber usar más zanahoria que látigo, sobre todo si el caballo en cuestión está realizado un galope extraordinario, con 13 triunfos y dos empates en los últimos 15 partidos. El tiempo dirá quien tenía razón, pero por ahora Capello se asombra por la reacción nerviosa de su colega que, en cambio, no le usó ni siquiera la normal cortesía que se emplea en estos casos.

Rudy García también está nervioso: le cayó pésimo que lo criticaran luego de la eliminación de Copa Italia. Puede tener razón, pero las dos veces que Roma salió de su cancha buscando objetivos importantes, acercarse al puntero en un caso y clasificarse para la final de Coppa Italia en el otro, su equipo fue goleado sin atenuantes ni excusas, sufriendo seis goles sin anotar ni uno, y por encima terminando en inferioridad numérica.

Pero los nervios de García están más justificados: su Roma hizo hasta ahora un milagro y así y todo tiene que perseguir, lo que notoriamente desgasta mucho más que liderar (frase que, curiosamente, fue inventada justamente por Capello). La copa nacional se fue, la remontada parece casi imposible, la perspectiva de terminar un año excepcional con "cero títulos", como decía Mourinho, es muy real y parece una burla.

Rafa Benítez, por su parte, cuando mete dos triunfos seguidos reflota el tema de su fracasado pasaje por Inter. Quizás hasta tenga algo de razón, pero esa actitud denota los nervios de quien teme otro fracaso, en un ambiente como el napolitano que se desenamora con la misma, explosiva facilidad con la que se encariña.

También en el caso del español, notoriamente técnico "copero", las dos copas, Italia y Europa League, pueden ser objetivos muy apetitosos, y sobre todo el primero está al alcance de las manos. Calma entonces, Don Rafa, y a resolver los problemas de la fase defensiva que son reales y no una simple crítica malintencionada hacia usted.

Los nervios de Walter Mazzarri están desapareciendo rápidamente. Es sorprendente como este excelente entrenador identifica claramente los problemas de su plantel. Pidió en todas las lenguas a Hernanes, el brasileño llegó y con esa única pieza de cambio el equipo ahora funciona, con dos delanteros y dos volantes de calidad y cantidad como Hernanes mismo y Guarín.

Un Guarín que también demostró nervios, en una agarrada sin sentido con su compatriota Cuadrado. Por suerte, fue apenas una calentura del momento y los dos terminaron abrazados en el vestuario, pero sorprende que Guarín (de paso, estuvo a punto de hacerse expulsar) se enoje justo ahora que el equipo comienza a girar y lo hace con él como titular.

Clarence Seedorf
EFEEl DT del Milan también está complicado

Muy nervioso está también Clarence Seedorf. Si bien lo negó, este cronista supo por fuentes absolutamente confiables que, luego de la derrota de Nápoli, Berlusconi se puso loco y lo convocó a una cena en su casa, donde hubo reproches muy directos. Pero si algo no le falta a Seedorf es personalidad y hasta tiene razón en el concepto de que hay que considerar esta temporada como un trampolín de lanzamiento para la próxima, con un norte irrenunciable, el buen juego, como por otra parte el mismo propietario exige.

En este caso, los nervios de Seedorf podrían estar relacionados con el darse cada vez más cuenta de que la calidad media de su plantel no permite ese juego bonito que él predica y pretende. Pero tiene tiempo para seleccionar las mejores piezas, y está claro que Berlusconi, más que cenas amenazantes, deberá meter la mano en la billetera y mejorar seriamente el plantel en el próximo mercado.

En zona descenso están todos nerviosos. Catania con un triunfo pasó de ser colero a una unidad del umbral de la permanencia. Estoy convencido que se salvará cómodamente, entonces Livorno y Bologna (y hasta Cagliari, si comienza a perder como local enfrentamientos directos, como pasó ante Livorno) deben preocuparse seriamente, máxime porque también Chievo y Sassuolo siguen muy cerca.

Otros que están nerviosos son los árbitros, pero eso es normal: no hay nada que te ponga tan mal como el ver que cada domingo "jugás" peor. Ya los yerros son tan notorios y seguidos que dejan de ser noticia, sin dejar de ser un escándalo. El cambio de la dirigencia arbitral es urgentísimo. Ojalá que cuando finalmente eso ocurra, las "manzanas" no estén ya todas podridas.

En suma, el Calcio está nervioso, porque se acerca la fase de definición: nada es simple en el "torneo más difícil del mundo".

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BUENOS AIRES -- La fecha 23 del Calcio fue, como habíamos previsto, muy atractiva. El empate en 2 entre Hellas Verona y Juventus fue un partidazo, con variados elementos dignos de análisis; también fue un buen partido el derbi del Cupolone, a pesar del empate sin goles entre Lazio y Roma; fue espectacular el triunfo de Nápoli ante Milan, si bien me parece que dejó más tela para cortar del lado rossonero que del ganador mismo; Inter e Fiorentina volvieron al triunfo, con algunos elementos de interés también; y por último, la lucha para permanecer sigue calentísima y apasionante.

Higuaín
Getty ImagesHiguain fue importante en el triunfo ante Milan
Pero si tuviese que subrayar algo en especial, me pareció muy rara la distribución de goles, que fueron apenas 19, uno de los mínimos de esta temporada, pero con nada menos que 8 anotados por argentinos, únicos representantes del continente de habla hispana que se hicieron presentes en el marcador.

En suma, fue un día de pocos goles pero aparecieron tres grandes delanteros, a saber Carletto Tévez, Gonzalo Higuaín y Jonathan Cristaldo, además de dos veteranos de trayectorias muy diferentes, que vale la pena repasar hoy en homenaje a sus goles, Walter Samuel y Juan Gómez Taleb, dos historias que resumen toda la magia de este fantástico deporte.

Vayamos por partes: en la lucha por el título, tanto Juventus como Roma pueden decir de haber desperdiciado una ocasión. Juve porque ganaba 2 a 0 y pudo haber realmente "matado", con 11 puntos de ventaja, al torneo, mientras que se dejó empatar sobre la hora; y Roma porque fue más que Lazio pero no logró anotar y dejó pasar la chance de ponerse a 7 (y con un partido menos), es decir aún más en la pelea, máxime porque no parece que ocasiones así habrá mucha más, en el torneo.

O tal vez no. Juventus ya no logra mantener los 90 minutos la misma feroz determinación (que por otra parte no sería humano) y se está tomando un respiro. Además, cuando en defensa falta uno de los tres titulares (en este caso Barzagli) un gol rival siempre llega. Ante Verona, cuando salió también Chiellini por lesión, llegó hasta un segundo, para peor ambos en jugada de pelota parada.

Conociendo a Antonio Conte, no puede asombrar que se haya puesto loco. Pero un hábil conductor tiene que advertir cuando sus purasangre sienten el esfuerzo, y debe entonces saber manejar esos momentos con comprensión y experiencia. Por otra parte, cinco goles de pelota parada en los últimos 4 partidos (antes Pinilla, Gabbiadini y Rolando) no pueden ser una casualidad.

Conte decidió quitarle el único día de descanso a un plantel que viene de una racha de 13 victorias y 2 empates en los últimos 15 partidos, una monstruosidad que no puede ser "castigada" por simple sentido común. No sea cosa que el vestuario se le de vuelta, porque el jugador exige, justamente, que se valore su esfuerzo, y nadie debería saberlo mejor que Conte.

Roma mereció ganar, pero se sabe que en el fútbol, con los simples merecimientos, no vas a ningún lado. En cambio, ante equipos que se cierran y que saben salir de contra con peligro, Rudy García debería tener un plan B, porque el "falso nueve" no siempre alcanza y hasta a los genios como Totti a veces les cuesta frotar la lámpara. Ojo, que Roma tuvo un partido durísimo el miércoles pasado y tendrá otro quizás peor el miércoles que viene, algo que sin duda también condicionó algunas decisiones.

Para hablar de Nápoli, lo primero que hay que decir que es en este partido Clarence Seedorf mostró toda su inexperiencia, porque si hay algo que no podés hacer es ir a jugar en el San Paolo de esa manera "blandamente ofensiva", casi arrogante, como si fuese un entrenamiento "pre-Champions". Milan acertó la primera contra, pero luego Nápoli lo despedazó literalmente, aprovechando el espacio a las espaldas de De Jong para rematar por lo menos 10 veces desde una misma posición.

Roma v Lazio
Getty ImagesRoma-Lazio, un 0-0 en una fecha de pocos goles
Inler también tuvo facilidad para rematar (la pelota se desvió en el cierre tardío del holandés y engañó a Abbiati) y para meter una asistencia perfecta para la cabeza de Higuaín, quien le ganó las espaldas fácilmente a un Mexés evidentemente ocupado a no derramar ni una gota de su pocillo de café. En el tercero, la falta de concentración del francés se contagió a De Sciglio e Higuaín facturó gracias a la gran generosidad de Callejón.

En suma, un Nápoli que sigue siendo frágil en defensa pero que, si lo dejás jugar, te pinta la cara con sus jugadas ofensivas. Fue 3 a 1, pero si los volantes locales hubieran tenido más puntería, pudo haber llegado un marcador muchos más abultado.

Milan, en cambio, dio varios pasos atrás. Cómo será que la impotencia lo llevó hasta las lágrimas a Balotelli, quien debería ser el "mal chico" del equipo. Seedorf erró el planteo inicial pero el primer tiempo terminó igualado; cuando pareció corregirse, en el complemento, fue peor que antes, notoriamente.

Dicen que Seedorf quiso probar a Essien, muy bien, ¿pero Abate de alero derecho? ¿Y Montolivo al banco, cuándo meterlo en posición de diez clásico por lo menos garantizaba alguna maniobra bien armada? El torneo local no le interesa, claro, tiene que probar, pero ojo con los papelones y con hacerle perder al plantel esas pocas seguridades que había ganado.

Decíamos de los goleadores: Tévez anotó un doblete de centrodelantero de raza, si bien en ambos casos había posiciones ilegales, de Llorente en el primer tanto y del propio Carletto en el segundo. A como sea, su trabajo es mandarla a guardar y lo hizo bárbaro, si el línea es ciego el problema no es suyo. Ya tiene 13, uno menos que el lesionado Pepito Rossi, es decir es el máximo anotador virtual del torneo.

Detrás, con 12, viene Higuaín, que comparte con su compatriota esa capacidad de ser, más allá de un gran goleador, también un excelente jugador, que se involucra en todas las fases del juego de su equipo. Además, el primero de Gonzalo fue un gol exquisito, una peinadita con timing perfecto.

La gran sorpresa fue Cristaldo: tenía apenas un gol en el torneo, se despachó con un doblete pesadísimo, puesto que valió los tres puntos de su Bologna como visitante de Torino, un cliente complicadísimo en su cancha. Dos goles de rapiña, pero con gran frialdad y categoría. Fue titular junto a Rolando Bianchi, una pareja realmente interesante.

Decíamos de dos historias. Samuel demostró una vez más lo que es, un gran guerrero y un gran campeón. Yo creo que Mazzarri lo puso para que diera el ejemplo, al igual que Milito. Por primera vez fue una Inter lógica, con dos volantes con llegada (Hernanes y Guarín) y dos delanteros. Sassuolo es poca cosa, si bien jugó correctamente como pretende Malesani. Fue un pobre 1 a 0, pero Inter aún no había ganado en 2014 y a veces un "caldito" ayuda para salir de la enfermedad.

Juan Gómez Taleb es un caso increíble: desde las inferiores de la Argentina se encontró sin escalas en las durísimas divisiones del ascenso italiano. Escaló todas las categorías, usando los goles como peldaños de esa larguísima trepada, y ahora se da el gusto de gritarlos también en Serie A. Y qué goles, como ese cabezazo en anticipo sobre el señor Buffón para un empate al minuto 94, festejado como una victoria. Su cuarto gol en el torneo, el cuarto sello de una carrera increíble y conmovedora.

En la lucha para salvarse del descenso, con los goles de Cristaldo, se alejó un poco Bologna, porque entre los otros cuatro sólo sumó un punto Catania, que sigue colero pero ahora a tan sólo dos del umbral de la permanencia.

Podía conseguir su primer triunfo como visitante, en Parma, si el travesaño no le hubiera negado el grito a Gonzalo Bergessio: en un día afortunado para los delanteros argentinos, fue el único que no tuvo suerte. En el "torneo más difícil del mundo", pocos centímetros pueden hacer la diferencia

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BUENOS AIRES -- En un torneo que Juventus está dominando cada vez más claramente, hasta los factores climáticos se vuelven favorables para la Vecchia Signora. En efecto, a frente del aplastante triunfo del bicampeón defensor en el clásico de Italia ante Inter, los perseguidores perdieron, como en el caso de Nápoli, Fiorentina y obviamente Inter, o no pudieron jugar, como le ocurrió a Roma, que tuvo que suspender su partido ante Parma porque la cantidad de agua caída volvió impracticable el estadio Olímpico de la capital italiana.

Claro, los nueve puntos de ventaja de Juventus son entonces sólo teóricos, pero la verdad es que la tabla muestra esa distancia entre el primero y el segundo y quizás, cuando finalmente se recupere el partido suspendido (por ahora no hay fecha, porque primero está la Copa Italia y luego habrá que ver que pasa con Lazio en Europa League; se habla del 2 o 9 de abril), un eventual triunfo de Roma se vuelva prácticamente inútil.

Porque Juventus amenaza seriamente con "aplastar" el torneo bajo su increíble poder de fuego. Fiorentina tuvo la pésima idea de ganarle un partido en remontada, en ese lejano 18 de octubre pasado, un 4 a 2 que despertó un equipo que parecía sufrir el clásico síndrome de la "panza llena" luego de dos Scudetti consecutivos.

Desde ese día, Juventus no sólo no volvió a perder, sino que metió una racha increíble de 13 triunfos y un empate, y eso que la semana pasada, ante Lazio, como todos seguramente recuerdan, quedó abajo en el marcador y con hombre menos en el comienzo del partido: así y todo, se la ingenió para empatar y hasta pudo haber ganado el encuentro.

El clásico de Italia no tuvo ninguna emoción, porque ante esta Juventus acorazada se presentó un Inter asustado, inseguro y miedoso, comenzando por su entrenador Walter Mazzarri, quien se ilusionó con aguantar un empate y, en lugar de convencer a sus jugadores que podían jugarle de igual a igual al puntero, los asustó a tal punto de hacerles perder los pocos automatismos aprendidos hasta ahora.

Para botón de muestra, miren el primer gol: Taider se aleja sin rumbo y lo deja solo a Vidal, nada menos, Nagatomo se corre para tomar al chileno pero para eso tiene que abandonar a Lichtsteiner, Kovacic mira al suizo y se le acerca pero, cuando éste pica en profundidad, lo sigue desde atrás, porque no tiene el más mínimo oficio para marcar.

Milan v Torino
Getty ImagesMilan, con Seedorf, juega peor que con Allegri
A todo esto, la pelota que estaba por el otro costado le llegó Pirlo, en posición central, unos 15 metros detrás de la medialuna y absolutamente libre de mirar, pensar, decidir y meter el pase perfecto para el lateral, quien por encima cabeceó como un gran delantero, en zambullida y esquinado, para dejar sin ninguna chance a Handanovic.

En suma, por lo menos 5 errores en una misma jugada, como si Juventus necesitara tantas ayudas. Inter tuvo una reacción de orgullo, pero Palacio desperdició un "tres contra dos" de contra y, a la vuelta del vestuario, en una jugada increíble, cuatro veces los juventinos, en el área rival, llegaron a la pelota antes que los defensores, lo que produjo el gol de Chiellini. Algo parecido pasó con el tercer tanto, el de Vidal.

En suma, el partido no existió y el analista, recordando el empate de la ida, no puede dejar de ver dos realidades: que en una rueda Juventus creció enormemente y que, en el mismo tiempo, lo que parecía un interesante proyecto nerazzurro se desdibujó totalmente, perdido en los meandros de una venta del club que tuvo el poder de desarmar lo poco que funcionaba y metió la institución en las manos de un hombre de negocios absolutamente ajeno al fútbol.

No puede ser una casualidad que, desde la llegada de Tohir, Inter haya ganado un sólo partido, con un 2014 francamente de terror, con apenas dos puntos sumados en 5 partidos, la peor marca de toda la Serie A (contra Lazio, Chievo, Genoa y Catania antes que Juventus, todos rivales potencialmente accesibles).

Es que el 2014 y el mercado de invierno parece haberles caído mal a todos los perseguidores, todo lo contrario de lo que debería ocurrir. Nápoli se desprendió de Armero y Cannavaro para traer a Reveillere y Ghoulam, cosas de locos. Es cierto, llegó Jorginho, un elemento más que interesante, pero los problemas celestes no estaban en la mitad de la cancha, como demostró claramente el partido perdido en Bérgamo ante Atalanta, producto de tres clamorosos errores defensivos.

La pobre Fiorentina tiene responsabilidades relativas, puesto que la mala suerte la persigue con las lesiones, pero así y todo perder en Cagliari es algo que ni siquiera el alicaído Milan había logrado la semana anterior.

Por eso, detrás de Juventus y de Roma, que no ha podido jugar pero hizo un buen mercado, con Nainggolan y Bastos y varios jóvenes de seguro futuro, los sorpresivos pero reales protagonistas de este torneo son Verona, que vendió a Jorginho pero sigue ganando y le sacó 2 puntos a Inter, y Torino, que iguala la posición del nerazzurro y tiene una pareja ofensiva, Cerci - Immobile, de las más interesantes del torneo, porque ambos anotan pero también son excelentes jugadores que, por encima, se entienden de maravilla entre sí.

Justamente esa pareja desnudó impiadosamente los errores defensivos de Milan, con un Bonera que realmente es impresentable a este nivel de competencia. Ramí, el único defensor llegado, jugó un buen partido y hasta anotó el gol del empate, pero por el resto el mercado de Milan, especialmente con las llegadas de Honda y Taarabt, carece de cualquier lógica.

Así, más allá de la buena voluntad de Seedorf, Milan juega hasta peor de lo que hacía con Allegri, porque anota menos que antes (y crea menos ocasiones) pero sigue sufriendo por lo menos un gol por partido, y eso que Farnerud, en pésima tarde, le perdonó dos veces la vida, errando situaciones clamorosas que hubieran liquidado el partido.

Hubo otro derbi en la fecha, entre Genoa y Sampdoria. Como suele pasar en el Clásico de la Linterna, el mejor espectáculo estuvo en las tribunas. En la cancha, se vieron dos equupos que han mejorado notablemente con el cambio de entrenador. Maxi López, en su "nuevo" debut con la camiseta blucerchiata, anotó el gol del triunfo y fue la gran figura de la cancha.

Cerremos con la lucha para salvarse del descenso: Catania parece estar despertando y tiene 15 puntos, así que con Bologna y Chievo, que tienen 18, y los 17 de Livorno y Sassuolo (que compró 12 jugadores y contrató a un nuevo entrenador, Malesani: sólo le faltó cambiar nombre), la zona descenso se reduce a 5 equipos encerrados en 3 puntos, es decir una situación en la que cualquier cosa puede pasar y es casi imposible hacer un pronóstico certero. De eso también vive el "torneo más difícil del mundo".

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BUENOS AIRES -- En la fecha 21 del Calcio se vio por primera vez lo que seguramente ocurrirá otras veces en la tabla del torneo y que podríamos llamar el "efecto bandoneón", es decir una tabla que en su segmento superior puede a veces acortarse y otras alargarse, sin que se modifique sustancialmente la relación de valores y de pronóstico entre ambos rivales, el líder Juventus y su escolta Roma.

Esta fecha fue favorable para Roma, que ganó en Vérona ante Hellas conociendo el empate del día anterior de Juventus ante Lazio y aprovechando entonces la ocasión para descontar dos puntos y ubicarse a seis del puntero. Pero, como analizaremos a continuación, no parece una nueva tendencia sino simplemente el acomodamiento, debido al fixture, de una relación de fuerzas que se mantiene invariada.

Es que Juventus tuvo que lidiar con la adversidad y la superó brillantemente: ante Lazio, durmió un poco al comienzo y, como todo equipo "condenado" a dar siempre lo mjejor de sí mismo, recibió el castigo del penal de Candreva, que por encima costó la expulsión de Buffón (Storari ingresó por Asamoah, con relativo pase a la defensa a cuatro).

El cambio es muy indicativo: Conte no sacó una punta sino un externo, pasando a Ogbonna por izquierda con Barzargli y Bonucci centrales. Lazio se dedicó a proteger la ventaja pero fue un cálculo absolutamente equivocado, porque en ataque Juventus jugó de igual a igual y casi nunca Lazio la hizo sufrir atrás, donde efectivamente faltaba el hombre expulsado.

Así, Juventus lo empató con otro golazo de Llorente, quien es un cabeceador de aquellos y otra vez pudo anotar a pesar de la correcta marca de un buen defensor como Biava. La jugada la comenzó Tévez y el centro, una vez más, fue de Lichtsteiner. Y pudo haberlo ganado, porque por momento se llevó por delante al rival, aún después del empate.

Ojo, también pudo haberlo perdido: Klose cabeceó con fuerza desde el borde del área chica y Storari tuvo un reflejo milagroso; luego Keita se creó el espacio y metió un derechazo a girar, hermoso, que venció a Storari pero se estampó sobre el poste a la izquierda del arquero, negando al habilidoso jovencito lo que hubiera sido un golazo.

Queda subrayar la eliminación de Juventus de la Copa Italia. Hay varias cosas que podrían decirse, pero la más relevante me parece registrar, una vez más, que Conte pertenece a la raza de Capello, es decir que es un entrenador fuertísimo (un verdadero martillo) en torneos de Liga, pero con una efectividad para nada brillante en las competiciones tipo "copa".

Lo de Roma fue trabajoso, obviamente, ante un Vérona muy firme en su casa. Gervinho rompió el partido con sus aceleraciones y su entusiasmo contagioso. Le sirvió la asistencia a Ljajic, quien no tuvo más que empujarla y, luego del empate de Halfredsson, anotó el segundo con una bonita jugada personal, cerrada con una definición impecable. En el final, Totti de penal, un gentil regalito de Mazzoleni, le puso un moño al marcador.

Pero ojo, porque García jugó con el capitán, Pjanic y Florenzi desde el banco. Si en la semana se había dicho que Juventus fue eliminada de la Copa Italia por haber puesto algunos suplentes ante Roma, García demostró en este caso haber administrado el plantel mejor que su colega Conte, como indican claramente los resultados.

Atrás de los dos primeros, les cuesta a todos tener el paso. Nápoli es increíble, porque regala muchos puntos ante equipos de la zona descenso. Le había pasado con Sassuolo y Udinese, le volvió a pasar con Chievo, y la visita hasta pudo haber ganado. No se entiende qué pasa con Armero, pero ese Revelliere que Benítez parece preferir hace muy mal las diagonales; por encima, Britos erró la posición y no cubrió al compañero, errores que costaron el gol de Sardo.

Hablando de errores, es increíble lo que se devoraron después Mertens, quien fue el que tuvo más ocasiones, y Gonzalo Higuaín, uno de esos errores que van derechido a la "no top ten". Más allá de los hechos puntuales, dio la impresión que todos jugaran para sí mismos. Al final, sobre la hora, Albiol se hizo perdonar un garrafal yerro anterior y encontró el resquicio, en jugada de pelota parada, para mandarla a guardar. Un punto ganado y un alerta desde la defensa.

Tampoco Fiorentina pudo ganar, pero pobre, a las ausencias de Gomes y Rossi se les sumó también Borja Valero y, por suspensión, Gonzalo Rodríguez atrás. Así, Alberto Aquilani fue la gran figura y anotó su primer triplete en Serie A, pero entre los errores del referí (de terror este señor Dino Tommasi, realmente) y las dormidas defensivas, Genoa también anotó tres y se llevó un merecidísimo empate ante un equipo violeta tremendamente desafortunado.

No se puede hablar de mala suerte, en cambio, en el caso de Inter. Un caso de "diván", más bien, porque sólo un psicólogo experto en terapia de grupo podría explicar lo que realmente está pasando en casa nerazzurra. Por lo pronto, los dirigentes son espantosos y el nuevo presidente por lo menos muy ingenuo.

Freddy Guarín
Getty ImagesFinalmente, Guarín se quedará en Inter de Milan. Un desmanejo grave

La novela "Guarín-Vucinic" fue realmente escandalosa. Branca y Fassone quedaron como un par de incapaces ante la magistral profesionalidad de Marotta. Es increíble también que Tohir crea que, en su primer mercado como presidente, se pueda quedar a miles de kilómetros y dejarles libertad de acción a semejantes elementos.

El equipo sintió todo esto, pero aún más sintió que, quizás por primera vez, la adrenalina del técnico no lograba contagiarlo ni un poquito. De hecho, fue un cero a cero tan pobre, tan aburrido, que el pobre Tohir en un momento se quedó dormido en la tribuna de honor. Fue apenas un segundo, pero todo un símbolo. Un pésimo símbolo, para decirlo claro.

Así, Catania sumó su primer punto como visitante y se mantiene con vida en la lucha para salvarse del descenso. Por cierto, hasta pudo haberlo ganado, pero le dio vergüenza aprovecharse de la atmósfera tan surreal del Giuseppe Meazza, con la hinchada local en absoluto silencio y los durísimos pancartas contra la dirigencia y hasta contra el equipo. El único que se salva, por ahora, es Mazzarri mismo, pero se lo nota muy preocupado.

Hablemos de Milan. Algo no se le puede negar a Clarence Seedorf: es fiel a lo que dice, no afloja en su búsqueda y tiene una suerte bárbara, realmente. En la primera ganó con un penal absolutamente inútil al minuto 84. En este caso, en Cagliari, perdía por otro "horror" defensivo sobre el eje Amelia  Bonera (lo que deben sufrir mirando los partidos Baresi y Maldini, ¡pobres!) y otra vez se salvó en el final.

Otra falta inútil (absurda mano de Cabrera) regaló el tiro libre que Supermario Balotelli transformó en su tercer gol consecutivo (salvo luego hacerse amonestar por un gesto vergonzoso y perderse la próxima ante Torino por acumulación de amarillas; también hay que decir que es vergonzoso como las hinchadas lo hostigan, algo que Seedorf subrayó con vehemencia).

Corrían 87 minutos: tres después, en ocasión de un tiro de esquina desde la derecha, Pazzini metió un zarpazo de los suyos y la mandó a guardar, atrapando tres puntos de oro. Más porque Milan se pone a 5 de la quinta posición, que vale un puesto en Europa: si Roma puede soñar, no se ve porque no pueda hacerlo Milan, que por encima adelante no tiene a Juventus sino a Vérona, Parma, Torino y esa Inter de la que hablábamos recién.

¿Juega bien Milan? Absolutamente no. El equipo está partido en dos, la defensa espera demasiado baja y nunca se recupera la pelota en el medio: todo ataque rival llega inevitablemente hasta el área. Pero parece que Seedorf comienza a probar cosas.

Por lo pronto, lo mejor llegó luego de la salida de De Jong, que es un volante tapón pero luce como pescado afuera de agua en el "doble cinco", y eso deja pensar que en futuro Clarence irá hacia una pareja muy diferente de la actual. También pide todo el tiempo que los externos ofensivos del 4-2-3-1 ayuden en la fase defensiva, máxime con los nombres que hay ahí atrás. El Shaarawy sería ideal, pero sigue lesionado.

Pero algo no se puede negar: Seedorf arrancó con el pie derecho y suerte no le falta. Seguramente tiene pasta de gran entrenador y ya demostró tener las ideas muy claras, pero en este comienzo la buena fortuna, máxime si acompañada por los cambios técnicos necesarios, podría permitirle demostrarlo mucho antes de lo pensado.

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BUENOS AIRES -- La fecha 20 del Calcio, la primera de la segunda rueda, fue una clásica fecha interlocutoria, por lo menos en lo que tiene que ver con la lucha por el título. En efecto, los dos primeros, Juventus y Roma, ganaron sus respectivos compromisos con cierta comodidad y le sacaron un poco más de diferencia al tercero Nápoli, que empató como visitante de Bologna.

Con cierta comodidad: era bastante fácil imaginar, por el valor absoluto de los rivales, que Juventus tenía un obstáculo algo más complicado y, de hecho, era de la derrota 4-2 con Fiorentina que la Madama no sufría más de un gol en un mismo partido, algo que por otra parte sólo ocurrió 3 veces en este torneo (la otra fue el triunfo de 3-2 ante Milan).

Es que Sampdoria, desde la llegada de Sinisa Mihajlovic, ha mejorado muchísimo y se ha alejado notoriamente de la zona descenso. Así y todo, con un Vidal incontenible, un Pogbá discontinuo pero genial y un nuevo cabezazo certero de Llorente, Juventus ganó claramente el duelo, más allá de un tarde bastante opaca de otros protagonistas, en especial los defensores.

Más simple fue lo de Roma, en primer lugar porque Livorno es mucho más débil que los dorianos, y además porque Rudy García ha encontrado en Destro un importante alternativa a Totti: no es un caso que el joven delantero, luego de una larga lesión, ya haya anotado 4 goles en campeonato. En este caso, hizo el más importante, el primero, y además fue fundamental en el segundo del 3 a 0 final.

Milan
Getty Images¿Podrá Seedorf cambiarle la cara a este Milan?
Lo de Nápoli también era fácil de imaginar, puesto que el historial en Bologna le es sumamente desfavorable. Además, Ballardini parece haber arrancado muy bien su trabajo y fue fundamental la confianza puesta en Bianchi, quien repagó con un lindo doblete.

Por otra parte, me parece claro que Nápoli, que sigue gastando dinero en el mercado, no tiene claras las prioridades, porque la llegada de Jorginho de Hellas Vérona es sin dudas importante, pero mucho más lo sería traer un defensor de nivel internacional, porque 22 goles encajados en 20 partidos son demasiados como para poder soñar con algo más que el podio.

Archivada la lucha de arriba, la fecha nos regaló varios motivos para la reflexión y el análisis. Porque el fútbol no es una ciencia exacta sino un maravilloso arte que tiene, entre sus componentes más importantes, también los aspectos psicológicos y mentales.

Tomemos por ejemplo el caso de Alessandro Matri: Milan lo compró en el verano, por las lesiones de Pazzini, Robinho y El Shaarawy, pero él nunca se sintió central en el proyecto y apenas anotó un gol en 15 presencias. Ahora Fiorentina lo quiso, por las lesiones de Gomes (cada vez más misteriosa la situación del alemán) y de Pepito Rossi, y el delantero respondió con doblete y asistencia en el primer partido.

Claro, hay que decir que el esquema de Fiorentina, que abre la cancha como nadie en Italia, es ideal para él y, de hecho, todos los que han jugado de punta en el equipo violeta han anotado con continuidad. Algunos milanistas, despechados, hablaron de suerte, pero el tiempo demostrará que no se trata de eso sino simplemente de un equipo mucho mejor armado que otro.

Lo de Inter es sumamente sorprendente, puesto que había comenzado muy bien pero se fue cayendo en una crisis que parece más de "melancolía" que realmente técnica o táctica. Walter Mazzarri tiene una enorme personalidad, pero evientemente no logra transmitirla a sus dirigidos, puesto que el problema, muy manifiesto en la temporada anterior, cuando todos culpaban de eso la inexperiencia de Stramaccioni, ahora vuelve a presentarse de una manera demasiado similar como para que pueda ser una simple casualidad.

El viejo cuento de la "frazada corta" está cada vez más actual: cuando Inter trata de ganar, aumentando el peso ofensivo, termina perdiendo (ver Lazio y Genoa), pero cuando no arriesga debe conformarse con un tibio empate, como ante Chievo o Parma. Inter no juega mal, pero suma mucho menos de lo que produce, síntoma claro de falta de personalidad.

Por encima, a la hora de escribir esta nota se hablaba de un canje de mercado con Juventus, Guarín por Vucinic: una operación tan absurda que no se merece ningún comentario, pero que demuestra a la clara la incompetencia del nuevo presidente Tohir y, sobre todo, de los dirigentes heredados de la administración anterior, como el inefable Branca. Mazzarri, pobre, ya parece resignado a una temporada intrascendente.

Capítulo Milan, con los reflectores apuntados sobre Clarence Seedorf. Quien hizo la "gran Leonardo" (¿se acuerdan el 4-2-fantasía?), poniendo un 4-2-3-1 con los mismos hombres que antes, sólo Honda en lugar de un volante, arriba junto a Robinho, Kaká y Balotelli. Milan ganó, por un penal claro pero inútil e ingenuo en el final de un partido que era el más clásico de los 0-0.

Quizás pueda mejorar en el futuro, porque Seedorf es un muchacho inteligente y porque a veces, cuando se tiene el coraje de arriesgar, se logra sorprender a los rivales. Pero con esa defensa y sin volantes especialistas en el trabajo de "doble cinco", el techo está muy cerca. Para un verdadero "ciclo" del holandés, hará falta que Berlusconi vuelva a poner mano a la billetera. Con suerte, ocurrirá después del Mundial: mientras tanto, Clarence deberá demostrar que es él el "valor adjunto": le deseamos mucha suerte.

Cierre con el descenso. Catania cambió sin hacerlo, en el sentido de que volvió Maran: ahora tiene una mínima chance de salvarse, máxime porque el umbral de la permanencia queda a tan sólo 4 puntos. Pero deberá apurarse, porque Bologna y Chievo parecen tener otro paso, mientras que Livorno y Sassuolo otra vez perdieron el rumbo, a pesar del cambio de entrenador de los granates toscanos.

Pero todo está muy fluido y hasta Udinese deberá cuidarse: perdió tres partidos seguidos, algo que no le ocurría desde 2010, y el "torneo más difícil del mundo" no perdona ninguna flexión, aún si el protagonista es un plantel con el potencial técnico de los friulanos.

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BUENOS AIRES -- Con la fecha 19 se acabó la primera rueda del Calcio: Juventus se coronó campeón de Invierno con escalofriantes 52 puntos, Roma quedó escolta con 44 y tercero se mantuvo Nápoli con 42.

Comenzamos este análisis con la tabla de posiciones, justamente porque nos ofrece un interesante enfoque: en efecto, las unidades sumadas por Nápoli le hubieran permitido al equipo celeste estar puntero en 6 de los últimos 10 campeonatos, mientras que Roma hubiese sido campeón de Invierno en 8 de ellos.

Ambos tienen entonces la mala suerte de haberse topado con una Juventus prácticamente imparable, que luego del bicampeonato encaró de manera muy seria la difícil tarea de reforzarse y lo logró con unas adquisiciones miradas, ponderadas y realmente felices, lo cual no hace más que agrandar la figura de Marotta, el director deportivo, máximo artífice de esos logros.

El único problema que podría preocupar a Juventus, y que mucho tiene que ver con la personalidad de su entrenador, es que está "condenada" a jugar todos los partidos con la máxima intensidad. Cómo había ocurrido ante Atalanta, también en Cagliari la Vecchia Signora arrancó sin la actitud acostumbrada y se encontró abajo en el marcador; luego de empatar, otra vez pudo sufrir gol y en realidad, hasta el golazo de Marchisio, no parecía poder tomar las riendas del partido.

Pero eso es justamente lo que tiene la Madama: ¿cuántos equipos, en Italia y en toda Europa, podrían darse el lujo de sentarlo a un jugador del nivel de Marchisio? Cuando el cuarto hombre levantó la pizarra luminosa, indicando la salida de Pirlo y el ingreso del Principito, no sólo los locales sino todo los rivales del Calcio recibieron un claro (y desalentador) mensaje.

Por encima, la figura fue Lichsteiner, quien a su vez "lo sienta" nada menos que a Mauricio Isla, titular inamovible en la selección de su país. Repetimos: si Juventus no se distrae, como le ocurrió en esos fatales 15 minutos en el Franchi de Florencia, el récord de Inter 2007 de 97 puntos finales está en serio, serísimo riesgo.

Antes de archivar la parte superior de la tabla, hay que decir que Rudy García tomó nota de sus errores y de repente Roma, con la llegada de Nainggolan y la vuelta de Florenzi a la titularidad, se pareció mucho más a esa Roma arrolladora de comienzo del torneo, la del récord de 10 victorias iniciales consecutivas. Veremos si eso alcanza para mantenerse a distancia de Juventus y, eventualmente, aprovechar sus posibles (si bien poco probables) pasos en falso.

Fiorentina, como era de esperarse, sin Rossi y con la lesión de Gomes aún envuelta en el misterio, fue superior a Torino pero no pudo ganar, simplemente porque no logró anotar. Ahora los dirigentes trajeron (a préstamo) a Matri: veremos si es el que ayudó a Juventus a conseguir el bicampeonato o se trata de la versión "extra light" vista en rossonero.

Con respecto a Inter, la impresión que uno tiene es que Walter Mazzarri esté perdendo el hilo del discurso, con la complicidad de una situación societaria realmente muy complicada de descifrar, con el nuevo presidente indonesio que declara "Nos vamos a reforzar, pero antes es necesario vender".

¿Para eso Moratti entregó el club? ¿O quizás Tohir no está muy conforme con el entrenador heredado y prefiere esperar hasta el final del torneo para tomar sus decisiones? Todavía hay dos semanas de mercado, veremos lo que pasa pero, con la eliminación de Copa Italia de entresemana, los objetivos al alcance son cada vez menos.

En el partido Sassuolo Milan se verificaron dos hechos trascendentales. En primer lugar, los cuatro goles de Domenico Berardi, quien con 19 años, 5 meses y 11 días, se transformó en el segundo delantero más joven, luego de Silvio Piola y antes de Giuseppe Meazza (mire usted que nombres...) en anotar 4 tantos en un mismo partido. Además, fue el primero en la historia que pudo hacerle esa cantidad a Milan.

El chico, cuyo pase pertenece a Sassuolo y a Juventus, al 50% cada uno, ya está obviamente en la órbita de la selección de categoría, pero no es descabellado pensar que, si sigue creciendo hasta junio, Cesare Prandelli decida llevarlo a Brasil, repitiendo lo que pasó en 1978 con Paolo Rossi, quien "forzó" su convocatoria con los goles anotados con la camiseta de Vicenza.

La derrota tuvo un efecto inevitable, es decir forzó el despido de Massimiliano Allegri. Inevitable porque, quizás por primera vez, se tuvo la sensación clara de que el equipo ya no estaba de su parte, especialmente los "senadores" sobrevivientes como Bonera y Abbiati, por otra parte principales responsables de la derrota.

Uno no llega a pensar que el horrible partido de ambos ante Sassuolo haya sido voluntario, pero los rumores del lunes reportaban un festejo desmedido de algunos jugadores en Milanello, luego del comunicado oficial del club que anunciaba el despido de Allegri.

Quien, curiosamente, queda como segundo en la era Berlusconi, detrás de Carlo Ancelotti y delante de monstruos sacros como Fabio Capello y Arrigo Sacchi, tanto en media puntos (1,92, Carletto tuvo 1,97) como en porcentaje de triunfos (55,6% contra el 57,6% del actual DT del Real Madrid).

Hay que subrayar que Allegri sería por lejos el primero de esa tabla sin esta tremenda primera rueda: quizás hubiese sido más inteligente de su parte irse en junio pasado, aceptando la oferta de Roma, pero la historia tiene un defecto tremendo: no se puede volver a escribir.

Veremos que historia escribirá ahora Clarence Seedorf, una elección arriesgada que responde directamente a los deseos del patrón Silvio Berlusconi. Las intuiciones del Cavaliere, como Sacchi y Capello, prácticamente inventados por él, en otras épocas hicieron las fortunas de Milan, pero detrás también había una propiedad fuerte, con mucho dinero para gastar.

En cambio, Seedorf hereda un equipo que, por lo pronto, si bien tiene los octavos de Champions y la Copa Italia como posibles objetivos, deberá comenzar a mirar para atrás, porque la lucha para salvarse del descenso está muy caliente y seis puntos de margen, máxime en un "annus horribilis" como este, no pueden ser ninguna garantía para un equipo que, ante Sassuolo, demostró no tener el espíritu de lucha que se requiere para ese tipo de batalla.

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BUENOS AIRES -- Respondió bien Antonio Conte a los periodistas, cuando dijo "¿Yo como García? Bueno, yo gané algo".

¿Pero cómo, no ganó García, un título en Francia con el Lille? Bueno, sí, lo hizo, pero Conte sabe muy bien que ganar el Scudetto, dos veces al hilo, no se puede comparar con haber ganado un título en Francia, máxime antes de la explosión "árabe" de PSG y Mónaco.

Pero ésta sería otra estéril polémica si no hubiera pasado la prueba decisiva, la prueba de la cancha. Y ahí, en la cancha, Conte le mostró qué tan lejos está aún García de entender el fútbol italiano y qué tan poco duran en el "torneo más difícil del mundo" las novedades tácticas, si uno no se sabe rápidamente adaptar a la ductilidad que tienen los entrenadores en Italia.

La lección fue doble: primero, Conte preparó la trampa, con una Juventus casi quedada, esperando como temerosa. Les dejó el balón a los giallorossi pero se garantizó, con su defensa granítica, que no pudieran lastimar. En los primeros 15 minutos, Roma dominó, pero nunca llegó.

Antonio Conte
Getty ImagesConte piensa que ya tiene suficientes razones para festejar
Luego, el primer golpe: buscando por el lado más frágil, el de Dodó, se juntaron los dos peces gordos bianconeri, Tévez aguantando una pelota de manera bárbara en el área y sirviendo el pase gol para Vidal, quizás el único al mundo que podía encontrar el resquicio por donde meter la pelota, asombroso.

Roma reaccionó bien a la primera adversidad, hay que reconocerlo, y mantuvo muy vivo el partido hasta el descanso. Pero, al volver a jugar, ya no se encontró con esa Juventus mansa, que entregaba la pelota, casi temerosa: Conte se sacó la careta y mandó a los suyos a atacar con todo, tantos que el gol llegó, de pelota parada, luego de apenas tres minutos que, sin embargo, habían sido de puro asedio bianconero.

El partido acabó ahí y los giallorossi, cuando entendieron lo que había pasado, se sintieron casi burlados, tanto de perder el control de los nervios y terminar el partido en nueve, sufriendo un gol más de penal. García habrá apreciado la lección, porque es un tipo muy inteligente y aprende rápido, pero el daño a esta altura parece irreparable.

Porque más que mirar hacia arriba, quizás Roma debería comenzar a controlar quien arremete desde abajo, por ejemplo Nápoli, que venció bien a una excelente Sampdoria (Sinisa Mihajlovic estaba invicto en seis partidos y hasta puede decir de haber tenido mala suerte en el San Paolo, con un travesaño y un doble poste) y se puso a tan sólo dos puntos de los giallorossi.

Nápoli jugó un buen partido: Higuaín metió la asistencia clave, Mertens fue figura con el doblete (pero el segundo contó con la invalorable colaboración del arquero Da Costa) y con excelente juego de armado, pero el cambio lo produjo en la segunda etapa el ingreso de Armero, a quien la perdida de la titularidad, evidentemente, le tocó el orgullo.

Roma también deberá observar de cerca que hace Fiorentina, vencedora del derby regional ante Livorno, si bien en el caso de los violetas podría pesar mucho la lesión de Pepito Rossi (por lo menos dos meses afuera, pero no debería perderse el Mundial), máxime porque aún no se tienen noticias ciertas respecto a la vuelta de Mario Gomes, quien seguramente ahora tendrá la presión del club para acelerar la recuperación.

Los milaneses, parece increíble, no logran ganar ambos en la misma fecha desde la segunda jornada. Esta vez la culpa fue de Inter, porque volvió a mostrar dudas y cayó en casa de Lazio. Una caída dolorosa, máxime por la actitud especulativa del nuevo entrenador albiceleste, Eddy Reja.

Pero lo que más debería dolerle a Mazzarri es que se repitió un escenario ya visto muchas veces con Stramaccioni: Inter estuvo en partido con el solo Palacio arriba, pero cuando su entrenador quiso ganarlo, con el ingreso de Milito por Guarín (grave error, dicho sea de paso: debió haber salido un central, tres para Klose nada más eran demasiados), la frazada terminó demasiado corta y acabó perdiéndolo, por encima ni siquera en una contra sino por un grave error defensivo.

Lazio le agradece a Klose y volvió a tener técnico, pero una vez más tenemos que lamentar que semejante plantel termine en la manos de un hombre antiguo y miedoso. Con un Mihajlovic, por ejemplo, ese mismo equipo podría pelear mucho más arriba, con Reja no progresará mucho.

Milan, desde 1997 no pierde el primer partido del año, con 11 triunfos y tres empates. Por encima, enero es el mejor mes de Allegri, históricamente: sólo perdió un partido en ese mes desde cuando es técnico profesional, en el primer año, en Serie C2 con Aglianese.

En este caso, la carta del triunfo fue Kaká, quien se puso el equipo al hombro y anotó un doblete, respectivamente los goles 100 y 101 de su historia rossonera. Por el resto, debutó como titular otro joven, Cristante, y también anotó un bonito gol. Honda estaba en la tribuna, Remí jugó unos minutos: Allegri le apuesta a un semestre 2014 similar al primero de 2013, y el plantel parece a la altura de la hazaña.

Con respecto al descenso, Catania ganó un partido fundamental (volvió Bergessio pero sobre todo volvió Francesco Lodi, los autores de los dos goles) ante Bologna, provocando por encima el despido de Pioli. Hay siete equipos en apenas 5 puntos, la lucha será tremenda y muy atractiva.

Es el torneo más difícil del mundo, como aprendió rápidamente también Rudi García, y por eso habrá lucha y emoción hasta el final. Entonces quédense en las señales de ESPN y aquí en nuestro website, porque lo mejor aún está por llegar.

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