Es ahora o nunca para los Chargers

FECHA
18/11
2011
por Sebastián Martínez Christensen

Philip RiversChristopher Hanewinckel/US PresswirePhilio Rivers va a tener que limitar las pérdidas de balón si los Chargers quieren soñar con playoffs

MIAMI -- Posiblemente el partido entre los San Diego Chargers y los Chicago Bears sea el más atractivo de la jornada número 11 en la NFL, pero opiniones aparte, ciertamente es el encuentro en el cual ambas franquicias tienen más en juego.

Sobre todo los Chargers, cuya temporada hasta el momento ha sido una enorme decepción. Y aunque el tiempo se va acabando para ellos, sobre todo si no levantan el nivel de juego, tienen un gran aliado por sobre todas las cosas.

La AFC Oeste, que es una de las divisiones más débiles de la NFL.

Más allá de que Philip Rivers está teniendo la peor temporada de su carrera, el mariscal tiene esta semana la posibilidad de hacer algo que le ha costado mucho a equipos de San Diego en el pasado; aparecer en los momentos importantes.

No estoy listo para decir que los Chargers quedarán eliminados si pierden, pero realmente se complica su situación si caer derrotados ante los Bears.

Es cierto que su calendario es más sencillo que el de los líderes Oakland Raiders, pero a la vez los Denver Broncos se volvieron a meter en la conversación con Tim Tebow como mariscal titular, quien llamativamente tiene un récord de 4-1.

Sin embargo, una derrota significaría una desventaja de dos juegos, aunque esencialmente es de tres partidos porque Oakland tiene el desempate tras vencer a San Diego.

Siempre y cuando los Raiders ganen su partido ante Minnesota a domicilio, cosa que creo que seucederá.

Una desventaja de tres juegos con seis partidos por jugar, calendarios aparte, no es algo fácil de remontar.

En otras palabras, es ahora o nunca para los Chargers.

Su rival de turno es uno de los más complicados que le quedan en el calendario, y uno de los equipos que mejor está jugando en la liga.

Los Bears llevan cuatro victorias consecutivas, pero con los Packers en su división y como futuro rival, un comodín es su única esperanza a esta altura.

Varios equipos como los Lions, Falcons, Cowboys y Buccaneers están en este mismo barco, por lo cual cada victoria vale triple a esta altura en una NFC que está más competitiva que nunca.

Para Chicago, la ecuación es simple; seguir dándole el balón a Matt Forte --páguenle a ese hombre-- y que la línea ofensiva siga protegiendo a Jay Cutler como en los últimos juegos.

Cuando eso sucede, los Bears son un equipo muy difícil de derrotar, más aún jugando en casa, y sobre todo cuando los rivales insisten en patearle el balón a Devin Hester.

En el caso de San Diego, es fundamental que Rivers cuide el balón. Ya es difícil ganar en la NFL, y cuando cometes tantas pérdidas de balón como los Chargers, ganar se convierte en casi una misión imposible.

El receptor abierto Malcolm Floyd no jugará este domingo, por lo cual Rivers debería volver a apoyarse en el novato Vincent Brown, que viene de tener su mejor partido como profesional.

Imperativo igual, será que Ryan Matthews tenga éxito por tierra. Cuando el corredor estaba saludable a principio de año, San Diego ganaba a pesar de no jugar bien.

Matthews debe encontrar espacios por tierra para quitarle presión a Rivers, quien sigo insistiendo en que está jugando lesionado.

La defensiva de los Chargers está ranqueada 29 contra el ataque aéreo, por lo cual no hay excusa para Rivers en este caso. Así como tampoco la tiene Forte, dado que a San Diego le ha costado frenar el ataque terrestre.

Igualmente a esta altura no creo que haya nadie que pueda detener la doble amenaza que es Forte, uno de los candidatos a JMV, aunque claro está que le darán el premio a Aaron Rodgers.

Los Chargers tienen la oportunidad dorada de recuperar la confianza ante un rival de nivel, uno de los últimos que le quedan en el calendario.

Presión necesaria ante la que han sucumbido en el pasado. ¿Sucederá otra vez?

Enfrente estará un también muy necesitado equipo de Chicago, pero no estoy tan preocupado para ellos.

Sí, por los Chargers, cuya última oportunida de soñar con los playoffs será este domingo.