Tim TebowUS PresswireTim Tebow ha callado bocas a base de triunfos. ¿Será el futuro de los Denver Broncos?

MIAMI -- Habría que ser necio para no reconocer el impacto que ha tenido Tim Tebow en los Denver Broncos desde que asumió la titularidad.

Después de todo, los Broncos tienen un récord de 7-1 con él, son líderes de una débil división y están ganando a pesar de tener un equipo con menos talento que otros que están en peor situación.

La NFL está acostumbrada a ciertos lineamientos, como por ejemplo que el mariscal debe ser alto, lanzar bien desde el bolsillo y ser preciso con sus pases.

Tebow no cumple con ninguno de esos requisitos, y por eso su éxito no se puede explicar a través de la lógica para los cazatalentos.

Uno de los mejores jugadores universitarios de la historia, contra todo pronóstico, esta "brillando" en la NFL.

Digo contra todo pronóstico, porque el éxito universitario no siempre se traslada a la NFL. Ejemplos como Ken Dorsey, Gino Torreta, Matt Leinart y muchos más, sobran.

Entiendo la emoción de los fanáticos de los Broncos, y no pretendo pincharles el globo. Simplemente creo que nunca será un mariscal de elite.

Cuando Denver pierde, Tebow es criticado de más, y cuando gana es venerado como un Dios. Los culpables somos nosotros; la prensa.

Tebow es un ganador nato, pero completa apenas el 48.7 por ciento de sus pases, y su equipo ha anotado 18 puntos o menos en seis de sus ocho titularidades esta temporada.

Esos son hechos irrefutables.

Su capacidad de liderazgo es segunda únicamente de Ray Lewis probablemente, e insisto que su influencia en sus compañeros no se puede medir.

Llámenme cuantitativo, pero creo que al igual que todos, me cuesta más creer lo que no puedo ver.

Así gana Tebow, apoyado en su fe en Dios. Alrededor suyo, suceden cosas inusuales que suelen guiar a su equipo al triunfo.

Tebow le dijo al apoyador Wesley Woodyard, quien forzó el balón suelto a Marion Barber la semana pasada: "No te preocupes, hablé con Dios".

Eso fue minutos antes de que realizara la jugada que cambió el partido, según comentó Woodyard.

Creencias aparte, creo que la mente es una herramienta muy poderosa, y muchas veces el poder de voluntad te lleva a superar los obstáculos.

Tebow le hizo creer a Woodyard que podía, y el apoyador pudo.

En lo personal, prefiero no justificar sus victorias en elementos sobrenaturales, porque creo que sería faltarle el respeto a su habilidad sobre el campo.

Pero a la vez sigo sin creer que es la solución a largo plazo para los Broncos.

Se que tiene un récord de 7-1, pero John Skelton tiene registro de 4-1 con Arizona, y nadie está pidiendo que sea el mariscal franquicia de los Cardinals.

No es algo personal contra Tebow, es simplemente lo que pienso.

Igualmente debo admitir que me encuentro queriendo que los Broncos clasifiquen a playoffs, para verlo en un partido donde no hay mañana.

La expectativa sería enorme, y en lo personal creo que Denver se encontraría en problemas.

Pero el deporte nunca fue algo predecible, y por eso lo amamos.

Nos regala momentos como estos, jugadores como Tebow.

Ahora se viene un duelo de cuidado ante New England, cuya defensiva está ranqueada última, y me gustaría ver a John Fox dándole rienda suelta a Tebow. Pero dudo que eso suceda, porque hasta al entrenador le cuesta confiar en su mariscal.

Mientras esperamos por ese momento, veo como Tebow se declara ganador en el ahora. ¿Ganará a futuro?

No lo creo. Pero eso es lo mismo que pensé ayer...