MIAMI -- En el Sur de la Florida se ha creado una campaña llamada "Suck for Luck", que ya tiene más de medio millón de adeptos.
La idea básicamente reside en que los Miami Dolphins pierdan, para poder elegir primeros en el próximo draft, y seleccionar al mariscal de Stanford, Andrew Luck, quien es según los cazatalentos, el prospecto más completo en más de una década. Este es un tema constante de debate por estos días. Mientras algunos dicen que "no son fanáticos reales" los que quieren que pierda su equipo, otros sostienen "que es la única manera de terminar con 20 años de mediocridad". Primero aclaremos que es imposible que los jugadores pierdan un partido adrede. Muchos de ellos no estarán en este equipo el próximo, y esencialmente se están jugando el trabajo en estas últimas semanas. Pueden creer en teorías conspirativas, pero no hay manera de que los jugadores vayan para atrás. Y ni que hablar de los entrenadores, considerando que ellos hasta cambian de dirección más que sus dirigidos. Pero desde el punto de vista de los fanáticos, lo entiendo. En Miami se da un caso particular porque es una franquicia que no elige a un mariscal en la primera ronda del draft desde 1983, cuando seleccionó a Dan Marino. Han habido malas contrataciones, y el resultado ha sido una aparición en playoffs en los últimos diez años. La afición está frustrada, y comprendo su sentimiento. El otro día escuché una gran analogía, que creo que muestra los sentimientos encontrados de los simpatizantes de un equipo como los Dolphins. La idea de "Suck for Luck" es similar a un bebé recién nacido llorando en su cuna. Los médicos te indican que no vayas a su auxilio, porque de lo contrario te despertará todas las noches, mientras que si lo dejas solo esas primeras noches, aprenderá a no llorar al ver que nadie va a su auxilio, y dormirá más horas corridas. Todo en el instinto paternal de uno le dice que vaya al auxilio de su hijo. El proceso es frustrante y contradice las emociones primarias, pero a la larga no van en busca de su hijo porque saben que el resultado a largo plazo es beneficioso para ambos. Hoy por hoy, los fanáticos de los Dolphins están sufriendo. Nunca quieren que pierda su equipo, pero a la vez una derrota no les duele tantos como otros años. Porque en este 2011, se ve una luz al final del túnel. Su nombre es Andrew Luck, y podría establecer tu franquicia por 10 años. Sé que hay muchos factores involucrados en el éxito de un equipo, pero ninguno más importante que el mariscal. La NFL es una liga de mariscales, y más veces que menos, son los mariscales que hacen quedar bien a los entrenadores y no al revés. Por supuesto que hay excepciones como quizás podría ser el sistema de Bill Belichick, pero la última vez que me fijé, tan bien no le fue a este entrenador en Cleveland. Los mariscales de elite, que no son muchos, alteran el curso de una franquicia. Todos sabemos que nunca hay nada seguro en el draft, pero rara vez todos los cazatalentos están de acuerdo en su evaluación. Con Luck, todos dicen que no se puede fallar, que tiene el brazo, la presencia, los intangibles y el atleticismo para ser una estrella a nivel NFL. Igualmente, los Dolphins no son el único candidato a quedarse con la primera selección general del draft. Los Indianapolis Colts y los St. Louis Rams tampoco tienen victorias, aunque sus divisiones son un poco más endebles que la AFC Este, por lo cual creo que ganarán algún que otro partido antes del final de la campaña. Sólo imagínense si los Colts se quedan con ese primer pick. Han tenido a Peyton Manning, que los guió a más de 10 victorias de temporada regular en cada uno de los últimos diez años, y justo en el año en que se lesiona --no se había perdido ningún partido en su carrera--, consiguen al "próximo Peyton Manning". Eso sí se llamaría buen karma y provocaría la envidia de los otros 31 equipos en la liga. Otra de las preguntas que he recibido últimamente es: ¿Qué equipos no elegirían a Luck? Después de pensarlo largo y tendido, mi respuesta es muy pocos, de hecho quizás uno sólo. Más allá de que nada es garantizado en el sorteo, el hecho de que las evaluaciones de Luck sean unánimente buenas, ejerce presión sobre los gerentes generales. Ninguno puede darse el lujo de dejarlo pasar porque si luego brilla, no conseguirá trabajo más nunca en la NFL. Para no elegir a Luck, tienes que tener a un mariscal estrella al cual todavía le queda el grueso de su carrera por delante. El único equipo que encaja con esa descripción son los Green Bay Packers con Aaron Rodgers. Pensé en sumar a los Rams también, porque eligieron a Sam Bradford en esa misma posición un par de años atrás, pero con su inhabilidad para mantenerse saludable, podría hacer que St. Louis igual vaya por Luck. Otros conjuntos como New England e Indianapolis, lo elegirían para que aprenda de las mejores y asegurarse otra década de éxitos. Cuando llegue el momento del draft, varios equipos ofrecerán demasiado por subir posiciones y poder elegir a Luck. Será mucho luego de ver lo que pagaron los Raiders por Carson Palmer, pero aun así no veo a nadie que tenga la posibilidad de elegirlo cediendo sus derechos. En retrospectiva, comprendo a los jugadores que se enojan cuando hablan de este tema, porque NO HAY MANERA de que ellos pierdan intencionalmente. A la vez, entiendo a los fanáticos. Lo único que espero, y creo que así será, es que no suceda nada extraño en los últimos partidos, porque de lo contrario se empezará a hablar de instalar una lotería en el draft como sucede en la NBA. En lo personal no quiero que cambie nada; la NFL es la liga más pareja del mundo. Así que caballeros dejen todo en la cancha, y ustedes fanáticos no se frustren por su mezcla de sensaciones. Nunca pensé que diría esto, pero: QUE GANE EL PEOR.LOS ANGELES -- Las lesiones están afectando a los jugadores de la NFL a un ritmo poco común.
Quizás sea producto de la falta de temporada baja, pero razones aparte, lo cierto es que en esta séptima jornada debutaron seis nuevos mariscales como titulares en esta temporada. Tim Tebow, Christian Ponder, A.J. Feeley, John Beck, Charlie Whitehurst y Kyle Boller. Nunca mejor aplicada la frase "Carrusel de Mariscales". Uno sólo de ellos ganó, pero no fue el que me dejó la mejor impresión. Esa distinsión se la doy a Ponder. Critiqué duramente a los Vikings en su momento cuando lo seleccionaron en la posición número 12 en el draft pasado, porque consideré que era demasiado alto para un jugador muy inteligente, pero no necesariamente con las mejores armas para tener éxito a nivel NFL. Sin embargo, debo admitir --aunque una muestra de un partido es demasiado pequeña-- que de a poco Ponder me va a haciendo cambiar de opinión. El ex mariscal de la Universidad de Florida State, mostró una gran movilidad, pero siempre pensando primero en pasar y exhibiendo la precisión que ya sabíamos que tenía en sus pases. Pero lo que más me impresionó fueron sus agallas. En incontables ocasiones, Ponder estaba a punto de ser golpeado fuertemente, e igual se mantuvo firme en el bolsillo de protección y lanzó sus pases bien plantado. Por supuesto que hay cosas para mejorar --lanzó dos intercepciones--, pero Ponder hizo que los fans de los Vikings se vayan con una luz de esperanza aún en la derrota. Ponder contagió al equipo que salió con otra energía a diferencia de cuando Donovan McNabb --seguramente vimos lo último de él en Minnesota-- era mariscal. Por esa razón, los fans de los Vikings creen haber encontrado al mariscal del futuro en Ponder. Como dije antes, dar ese veredicto después de apenas un juego como titular es prematuro, pero ciertamente haber estado a una serie de quitarle el invicto a los Green Bay Packers es un comienzo mejor de lo que el más optimista pudiese haber pensado. EL MÁS MEDIÁTICOA pesar de que pueda sonar increíble, pocos están hablando de la gran actuación de Ponder, y muchos están analizando la performance de Tebow. Después de todo, es una de las figuras más polarizantes del deporte. Jugó 57 de los peores minutos que he visto de un mariscal profesional en mi vida. Pero luego en un abrir y cerrar de ojos, revirtió la mala imagen y se transformó en el primer mariscal en revertir una desventaja de 15 puntos con menos de tres minutos por jugar desde 1970. No tiene la mejor mecánica ni el mejor brazo, pero sabe ganar partidos, y aunque tiene un récord de 2-3 en la NFL, claro está que su mejor nivel aparece cuando tiene la espalda contra la pared. Tal como dije en la columna del lunes, a mi me dejó sensaciones contrapuestas. ACTORES DE REPARTO
Algunos de los mariscales que debutaron como titulares esta jornada en este 2012, se mantendrán detrás de centro en el futuro inmediato, pero otros no. Feeley, Whitehurst y Boller encajan en esta última categoría. Sam Bradford debería poder volver en la próxima jornada, y es claramente el mariscal del futuro de los Rams, por lo cual Feeley seguirá siendo un reserva durante el resto de su carrera. En Seattle, Tarvaris Jackson no pudo ser de la partido, y aunque éste último no pudo ser de la partida, Whitehurst no ayudó a su causa con su actuación de esta semana, y probó una vez más que los Seahawks pagaron una barbaridad por él uun par de años atrás. La situación más compleja de estos tres mariscales fue en Oakland. No porque Boller vaya a ser titular en el futuro, sino más bien por cómo se manejó la situación. El recientemente adquirido Carson Palmer admitió que no estaba listo para jugar, por lo cual Hue Jackson, optó por Boller teniendo a Jason Campbell lesionado y a Terrel Pryor menos listo todavía. Aunque era posible que les cueste el partido, me pareció la decisión acertada. El problema fue que tres intercepciones de Boller más tarde, tendría que haber respaldado su propia decisión. Si Palmer no está listo y ya estás abajo en el marcador, no lo coloques en el campo y ensucies un poco su debut lanzándolo a los lobos cuando está listo. El resultado fueron otras tres intercepciones de Palmer y una dura derrota ante los Chiefs por parte de los Raiders. Ahora se viene la semana libre para Oakland, y Palmer será titular dentro de dos semanas. Estoy seguro que en ese entonces, veremos una mucho mejor versión de Palmer, aunque ésto no justifica lo hecho por Jackson. LA MAYOR DUDA
Luego de una horrorosa actuación de Rex Grossman la semana anterior, Mike Shanahan decidió nombrar a titular a John Beck. Beck no tiene la capacidad de ganar un partido como Grossman, pero a la vez tampoco te lo va a perder como Rex. Sin embargo, Carolina dominó de principio a fin a Washington, lo cual abre nuevamente la polémica. ¿Quién debe ser el mariscal titular? Pregunta difícil sin una respuesta clara a esta altura. Lo único que se puede decir es que se vio a un equipo desinflado de los Redskins. Quizás esa confianza inentendible de Grossman contagia a este conjunto. El problema es que si ahora vuelves con Grossman, el mensaje para el equipo no es claro y el resultado son dos mariscales sin confianza. Sea quien sea el mariscal la próxima semana, tendrá más problemas para mover el balón, teniendo en cuenta las lesiones de Tim Hightower y Santana Moss.
LOS ANGELES -- No quedan dudas de que el duelo entre los New York Jets y los San Diego Chargers es probablemente el más importante de la jornada.
Por el lado de los Jets, una victoria significaría callar a los críticos que aluden que este conjunto de New York tiene problemas de vestidor y muchas más falencias que en los últimos dos años.
Por el lado de los Chargers, significaría mantener la ventaja en la división por sobre los Raiders --perdieron ante Oakland las dos veces la pasada temporada--, y más que nada opacar un poco los reflectores que apuntan hacia su eterno rival tras la llegada de Carson Palmer esta semana.
Pero a mi juicio hay mucho más en juego que las razones obvias que he mencionado con anterioridad.
Fue una semana polémica, como no podía ser de otra manera cuando está involucrado Rex Ryan.Sin razón alguna, Ryan disparó contra el entrenador de los Chargers Norv Turner, y dijo que "si hubiese tenido el equipo que tuvo San Diego unos años atrás, tendría por lo menos dos anillos".
Turner no se quedó callado, y disparó con artillería pesada: "No veo ninguno de los dos anillos que garantizó en los últimos dos años".
Ryan luego llamó a Turner para disculparse, pero el daño ya estaba hecho.
Extraña me pareció esta disculpa, no porque no era merecida, sino porque no es normal en Ryan, lo cual me demuestra que los problemas de vestidor en los Jets son reales.
No tengo ningún problema con un entrenador que exhibe confianza en su equipo, pero cuando alguien habla todas las semanas, le pega a los rivales y garantiza títulos temporada tras temporada, pierde un poco de credibilidad.
Cuando el equipo estaba ganando, no había problema. Pero ahora que la defensiva está teniendo problemas para detener el ataque terrestre, que se han dado cuenta que Mark Sánchez no puede cargarse este equipo en sus hombros cuando se le pide asumir un rol más prtagónico y que no pueden correr el balón, cambia la cosa.
En los momentos difíciles se ve el verdadero carácter de un equipo.
Ya se fue Derrick Mason, y la línea ofensiva nunca va a olvidar las críticas públicas de Santonio Holmes, tal como nos lo dejaron en claro a la prensa.
Pero esos son los riesgos que uno corre cuando habla de más. Los jugadores toman su ejemplo, y creen que ellos pueden decir que lo quieran también ante los micrófonos. El resultado es un vestidor quebrado.El resultado se ve en el campo de juego. La semana pasada derrotaron a los Dolphins, pero quedó en claro una vez más que este equipo está muy lejos de su mejor nivel.
Sin embargo, Ryan sigue garantizando que ganarán el Super Bowl.
Si pierden esta semana, volverán a tener un récord negativo, y creo que este equipo podría terminar de quebrarse.Y aunque creo que Ryan quiso criticar a Turner, quizás le hizo un favor a la larga.
Turner es considerado "un entrenador perdedor que no puede ganar los partidos más importantes". Luego de recibir las críticas de Ryan, se defendió y su equipo lo va a respetar por ello.
Si ganan esta semana ante los Jets, creo que podría significar un gran impulso de confianza para los Chargers, que a mi juicio estarán en playoffs, sea ganando la división o ingresando como comodín.
Porque creo que los comodines saldrán de la división Norte y Oeste este año. Éstos últimos porque tienen rivales accesibles en los Broncos y los Chiefs, y porque los Jets no son los mismos de antes en el Este.
Cada uno tiene su propio estilo a la hora de entrenar, pero hablar de más sólo parece funcionar cuando están ganando partidos en New York.
Ryan debe concentrarse en mejorar su equipo y ganar con los Jets en lugar de criticar a los Chargers.
A fin de cuentas, nada describe esta situación mejor que un viejo refrán: "El pez, por la boca muere".
Prácticamente desde que Steve Young era el mariscal, no hay sonrisas en San Francisco. Sin embargo llegó el entrenador Jim Harbaugh, quien se postula como candidato inicial a Entrenador del Año, para cambiar la filosofía en los 49ers. Muchos esperaban a un genio ofensivo, pero la realidad de las cosas es que sólo puedes hacer ciertas cosas con Alex Smith, que está en su séptimo año con su séptimo coordinador ofensivo distinto. Ese no ha sido el caso, pero la defensiva ha probado ser una de las mejores de la liga, y al menos los 49ers conocen su identidad, algo que no sucede hace mucho tiempo. Esta semana se miden a los invictos Detroit Lions, y aunque no creo que salgan airosos de este duelo, creo que el veredicto es positivo para San Francisco, que estando en la NFC Oeste, probablemente le alcancen apenas tres triunfos más para ganar esa división. SAN DIEGO CHARGERS
Extraño inicio de temporada para los Chargers. Digo esto porque en los últimos años nos han acostumbrado a comenzar lento, y no ha sido el caso esta campaña. No obstante San Diego, como suele suceder, no está jugando al máximo de sus posibilidades. Sorprende lo de Philip Rivers, quien es uno de los mejores mariscales de la liga, pero se ha mostrado extrañamente impreciso en estas primeras semanas. Ayuda mucho que Ryan Matthews haya aparecido en escena luego de un mal primer año plagado de lesiones. El regreso de Vincent Jackson también ha sido fundamental, pero sigo observando bastantes huecos en esta defensiva. San Diego tiene la semana libre esta jornada, pero a fin de cuentas terminará batallando por un lugar en los playoffs con los Oakland Raiders, dado que creo que su división dará un sólo equipo a la postemporada. OAKLAND RAIDERS
Hablando de Roma, Oakland es otro con esperanzas renovadas. Tuvieron una gran campaña allá cuando Rich Gannon renovó su carrera, pero fue simplemente un oasis en el desierto. Ahora se están construyendo para tener éxito durante un largo período de tiempo. La principal arma de ataque es su corredor Darren McFadden, quien cuando está saludable, no tiene nada que envidiarle a ningún corredor de la liga. Algunos cuestionan a Jason Campbell como mariscal, y me sumo al club, pero los Raiders son un equipo corredor y saben a lo que juegan. Sus siete de adelante a la defensiva son de alto calibre, pero a la vez permiten demasiadas yardas por aire en ese lado del balón, y si no revierten esa tendencia podrían tener problemas en la NFL de hoy en día. Este domingo reciben a un conjunto de Cleveland del cual yo esperaba más. Prometen darle más el balón a Peyton Hillis esta tarde, por lo cual los Raiders deberán estar sólidos ante el ataque terrestre si quieren alzarse con el triunfo. Como dije con anterioridad, será una batalla mano a mano con los Chargers. Lo que sí no se puede negar es que briila el sol en California para sus equipos de la NFL, como hace mucho tiempo no lo hace.
Desde el palco, observó todo el partido quien asumió control de los Raiders tras el fallecimiento de Al Davis; su hijo Mark. Todos los jugadores y entrenadores lo saludaron uno por uno. Sin embargo, inmediatamente surgieron las preguntas que nadie quiere escuchar en este particular momento. ¿Venderá a los Raiders? ¿Se mudará a Los Ángeles una vez más esta franquicia? La respuesta es un NO contundente a ambos interrogantes. Reitero que Davis fue muy importante para el desarrollo de la NFL. Entre otras cosas contrató al primer entrenador en jefe afroamericano en Art Shell y también al primero hispano en Tom Flores. Pero más allá de su aporte al futbol americano en general, siempre puso a su equipo en primer lugar. Los Raiders tienen su reputación de "Malosos" gracias a Al Davis, quien era odiado por sus rivales, pero adorado por sus dirigidos. "Una vez un Raider, siempre un Raider", solía decir Al Davis. Los Raiders ganaron el Campeonato de la AFC en el 2002 --luego perdieron el Super Bowl--, y les entregaron sus anillos de conferencia al año siguiente. El fullback Jon Ritchie jugó con los Raiders en el 2002, pero en esa temporada baja pasó a los Philadelphia Eagles, por lo cual se perdió la ceremonia de anillos. Davis envió a un ex jugador de los Raiders, para que le entregara su anillo en persona en Philly. Ritchie se quedó anodado al ver este gesto, y es el primero en admitir hoy, que "siempre será un Raider". Al Davis construyó una filosofía de equipo con el pasar de los años. Los Raiders eran su vida. Su hijo Mark vivió todo el proceso y lo sabe. Por eso nunca arruinaría el legado de su padre, y no vendería esta franquicia, ni se mudaría. En lo personal estoy en contra de las mudanzas de franquicias, aunque la NFL ya dijo que el nuevo equipo de Los Ángeles no sera de expansión. Si se mudase Oakland o los San Diego Chargers, al menos se quedarían en el mismo estado, pero no deja de ser algo que no le deseo a ningún fanático. Los otros equipos que suenan son los Jacksonville Jaguars y los Minnesota Vikings. A esta altura, cualquiera de estas franquicias podria mudarse a Los Ángeles, excepto los Raiders. La pérdida de Al Davis todavía está a flor de piel, y su hijo Mark hará todo lo posible por evitar errores que cometió su padre en el pasado. Se apoyará en las tantas cosas positivas que hizo por la NFL, y más que nada por los Raiders. Los "Malosos" están de vuelta, listos para volver a ser protagonistas. Tristemente a veces debe suceder un hecho lamentable para recordar lo mejor de alguien que nos dejó. Pero en el fondo de sus mentes, los Raiders nunca se olvidaron. Porque Al Davis es y siempre sera sinónimo de los Raiders.
Mark Sánchez y los Jets de Nueva York saltaron a la cancha del Estadio Gillette buscando reivindicación tras la senda paliza que les propinaron los Ravens el pasado domingo.
Sánchez apenas lanzó para 119 yardas en la frígida noche en Baltimore, donde el monstruo morado de la defensa de los Ravens se comió vivo al ex estrella de la Universidad del Sur de California, quien apenas completó una tercera parte de sus pases, sin conseguir ningún touchdown en la derrota por marcador de 34 por 17.
Fue una embarazosa noche para la línea ofensiva neoyorquina, que sin su estelar centro Nick Mangold fue completamente arrollada por los Ravens, derribando a Sánchez en varias ocasiones, algo que ha ido sucediendo con singular frecuencia en los últimos partidos sin el todo estrella como ancla.
Sin embargo, las amplias críticas que ha recibido Sánchez, incluido un pésimo rating como quarterback, reportado por ESPN como 75.9, uno de los peores de la liga, no pareció afectar la disposición del joven mariscal de cara al crucial partido en Nueva Inglaterra.
"No importa lo que digan, yo soy el jefe aquí. Vamos a ganar el próximo juego, esa es la confianza que tengo en mí mismo y es el tipo de actitud que tengo que tener, y así me siento", declaró Sánchez tras una práctica previa al encuentro en Foxborough.
Fue así como el mariscal mexico-americano y una rejuvenecida escuadra verde se dieron cita a las afueras de Boston con Mangold a cuestas, en una insólitamente cálida tarde de otoño, sin aparente aprensión con respecto a los impresionantes números ofensivos que han sumado los Patriotas y el siempre temible Tom Brady.
Los Patriotas arrancaron por todo lo alto para el deleite de la afición local, extendiendo una temprana ventaja de 10 puntos.
Con 11:39 restando antes del entretiempo la historia parecía haber cambiado, Shonn Greene acarreó tres yardas por tierra un pase de Sánchez para un touchdown, y justo antes de finalizar el cuarto, Antonio Cromartie interceptó un balón de Brady para evitar que se ampliase el marcador.
La segunda parte del duelo siguió siendo de ida y vuelta, con apenas seis puntos separando a los archirrivales del Este la Conferencia Americana a poco más de sietes minutos del pitazo final.
Al fin y al cabo los Patriotas sellaron su cuarta victoria de la temporada con una patada de 28 yardas, y aunque sus estadísticas no fueron equivalentes a las de Brady, Sánchez tuvo un buen encuentro, completando 16 de 26 pases, con tres touchdowns sin ninguna intercepción. Su rating hasta fue mejor que el de Brady, 105.6 contra 100.7.
Pero los únicos números que importan son las cifras finales, y en este caso, Nueva Inglaterra se impuso 30-21, con una ofensiva efectiva para 446 yardas, en su decimotercer partido consecutivo marcando 30 puntos o más en casa, a uno sólo de igualar la marca de todos los tiempos en la NFL. Fue también el tercer revés consecutivo de la temporada para los Jets, todos fuera de casa.
"Tuvimos las oportunidades, pero no comprendo qué sucedió... porqué tardamos tanto en arrancar", declaró Sánchez en relación a la ventaja temprana acumulada por los locales. "Tuvimos una de las mejores semanas de práctica de toda la temporada, de veras que no sé qué nos sucedió".
"Es sumamente frustrante, pero una vez arrancamos, agarramos el ritmo y a mitad del partido no fue muy bien", añadió Sánchez, en referencia a los tres touchdowns anotados por los Jets en respuesta a la ofensiva patriota. "Nunca dudamos que llegamos aquí a ganar, así que es increíblemente frustrante, pero tenemos que reponernos de esta derrota. Nunca pensé que perderíamos tres partidos al hilo y este es uno de los peores momentos... es muy frustrante..."
"En ningún momento fue falta de esfuerzo, estoy muy orgulloso de mi equipo, tuvimos ahí y luchamos hasta el final... ahora lo importante es estudiar y prepararnos para el próximo partido, simplemente tenemos que ganar", concluyó.
Cabe señalar que previo al partido se celebró un minuto de silencio en honor a Al Davis, el legendario técnico y gerente general de los Raiders de Oakland, quien murió el día anterior.
El extenso legado de Davis definió lo que conocemos como la NFL hoy en día, ya que en 48 años de legendaria carrera, fue un pionero en redefinir la liga y quebrar barreras, siendo el primer dueño de equipo en contratar a un coach afro-americano, Art Shell, y al primer hispano, Tom Flores.
Davis también hizo muy famosa una singular frase en inglés... "Just win, baby!" (Sólo hay que ganar, baby...), destacando desde un principio la verdad más importante en la NFL: Lo único que importa es ganar.
Es así como sólo nos queda decirle a Sánchez, con mucho respeto al Sr. Davis, llegó la hora de ganar.
Llegó la hora de demostrar su temple y talento, de comprometerse con la excelencia, y no hay mejor momento que el próximo partido en casa, el lunes, 17 de octubre, antes las cámaras del célebre Monday Night Football transmitido por ESPN, ante nada menos que los Miami Dolphins... no hay mejor silenciador para las críticas que la victoria.