Donovan McNabb debería retirarse

FECHA
02/12
2011
por Sebastián Martínez Christensen

Donovan McNabbAPLas cosas no funcionaron para Donovan en Minnesota. Es hora de que este talentoso mariscal se retire de la NFL

MIAMI -- Decir adiós a tu carrera y lo que más amas, es lo más difícil en la vida de un deportista profesional.

Ejemplos como Brett Favre sobran. Algunos me dirán que el gran número 4 todavía podía jugar en los últimos años cuando fue el tema central de cada una de las temporadas bajas.

Probablemente sea cierto, pero ¿podía guiar a un equipo al título? No. ¿Ensució un poco su legado con tantas idas y venidas? Sí.

Donovan McNabb ha sido uno de los mejores mariscales de la última década.

El ex mariscal de la Universidad de Syracuse guió a los Philadelphia Eagles a cinco campeonatos de la NFC, a un Super Bowl, y solía ser una amenaza tanto por aire como por tierra.

De hecho, si me apuran, diría que McNabb ha sido uno de los mejores cuatro mariscales de los últimos 10 años.

Pero el tiempo no perdona a ninguno de nosotros y tampoco a este talentoso mariscal.

Al igual que le sucedió en Washington, se termina yendo por la puerta de atrás en Minnesota.

Otra vez reemplazado en plena temporada, ésta vez McNabb pidió ser liberado, y los Vikings, cuya temporada está perdido, le dieron la luz verde.

Evidentemente, McNabb tiene la intención de seguir jugando y lesiones de mariscales en otros equipos, harán que franquicias estén interesados en él.

Pero siendo sincero, no creo que sea ni una buena decisión para esos equipos ni para el propio McNabb.

Los Houston Texans perdieron a dos mariscales en Matt Schaub y Matt Leinart. Son un equipo completo que todavía creo ganará su división. Pelear por cosas en los playoffs es otra historia.

El novato T.J. Yates es el titular en este momento, y realmente creo que es beneficioso para el equipo ver de qué está hecho este joven.

McNabb puede ser algo mejor que Yates en este momento, pero probablemente tampoco te guie a un Super Bowl, y sí hace que le cierres la puerta en la cara al futuro de tu franquicia.

Los números de McNabb en seis juegos esta campaña no han sido tan malos; cuatro touchdowns, más de 1000 yardas y apenas dos intercepciones. El problema es que en ningún juego superó un índice de pasador de 100, y aún más importante, Minnesota terminó con récord de 1-5 en sus encuentros.

El trabajo del mariscal va más allá de las estadísticas. Su trabajo en inspirar --lease Tim Tebow--, y McNabb está excedido de peso, ya no es temido por sus rivales y no puede guiar a un equipo al título.

Esa es la cruda realidad.

Otro de los equipos interesados son los Chicago Bears. Tras la lesión de Jay Cutler, Caleb Hanie ha tomado las riendas del equipo.

A juzgar por lo hecho por Hanie la semana pasada, los Bears están en problemas.

McNabb no debería ni siquiera considerar esta opción porque Cutler podría volver en la postemporada. Por ende si McNabb, en el mejor de los escenarios, rinde bien y guia a Chicago a los playoffs, luego terminaría tomando un rol secundaria otra vez cuando más importa.

Para los Bears, en este caso, sí tiene sentido como una especie de "alquiler", pero yo no estoy convencido que los pueda guiar al éxito.

Sí, Chicago tiene un gran ataque terrestre, pero acaso hay alguien mejor que Adrian Peterson. En los Vikings, que también tienen una buena defensiva, no fue suficiente para ganar. Tampoco lo será en Chicago.

Igualmente, los Dallas Cowboys están listos para trabar esta transacción. Al igual que sucedió con Kyle Orton, Dallas lo pediría en waivers para evitar que vaya a un rival por la pelea por clasificar a playoffs.

Si McNabb está empeñado en volver, los Texans sería el equipo que hace más sentido porque controlaría su propio destino. Porque tendría la oportunidad de ganar el título que nunca ganó. Pero realmente dudo que vaya a hacerlo, y no creo que le convenga a Houston.

McNabb fue nombrado el jugador de la década en el Big East en los años 90. Su impacto fue evidente en la NFL, cuando transformó a los Eagles en los Buffalo Bills de la NFC, salvando las distancias.

Pero aunque Campeonatos de la NFC no son Super Bowls, tampoco es fácil mantener esa hegemonía en la liga más pareja del mundo.

Repito, McNabb es uno de los mejores cuatro mariscales de la última década.

Y más allá de lo que piense Terrell Owens, es un gran profesional, que manejó situaciones muy complicadas de manera extraordinaria, como pocos de sus colegas hubiesen hecho.

Pero ahora es momento de colgar los botines. Está excedido de peso, y ya pasó su época.

Si vuelve, seguirá lastimando sus posibilidades de ingresar al Salón de la Fama.

Si es que todavía las tiene...

Jack Del RioGetty ImagesDel Rio estaba bajo mucha presión en Jacksonville, y los malos resultados lo sentenciaron

MIAMI -- Tras que se concluyera la duodécima semana de acción, la NFL se cobró su primera víctima.

Los Jacksonville Jaguars despidieron al entrenador Jack Del Río. Una movida esperada, dado que el propio dueño de la franquicia había anticipado que si no clasificaba a los playoffs, irían en otra dirección.

Lo que sí sorprende es el timing. Porque a falta de cinco semanas para el final de la temporada regular, no tiene mucho sentido este movimiento ahora.

No hay dudas de que los Jaguars han decepcionado año tras año, de que no manejó bien la situación de mariscales.

Digo, David Garrard dejó de formar parte del equipo apenas unos días antes del inicio de la campaña, justo en la temporada en la cual Peyton Manning se había lesionado y se veía venir el fin de la hegemonía de los Indianapolis Colts.

Sin embargo, Del Río optó por apostar al futuro. Algo entendible, aunque no el mejor año para hacerlo a mi juicio.

Como si fuera poco, el novato mariscal Blaine Gabbert ha estado involucionando jornada tras jornada, y no parece haber una luz al final del tunel para esta franquicia.

El punto cúlmine llegó cuando esta pasada semana, Del Ríod decidió sentar a Gabbert en lugar de Luke McCown. Si apuestas al futuro, lidia con los golpes.

A pesar de un mal manejo tras otro, ninguna de estas razones eran suficientes para despedirlo ahora; el timing ideal era a fin de año.

En otras palabras, la situación ya era insostenible. Diversos periódicos locales están reportando que Del Río había perdido la pasión desde que cobró el nuevo contrato, y que estaba llegando a las instalaciones a las nueve de la mañana y retirándose a las 6 de la tarde.

Esos horarios, para un entrenador de la NFL, es el equivalente a que yo entre a trabajar a las cinco de la tarde y me vaya una hora más tarde.

El dueño Wayne Weaver no lo toleró y decidió despedirlo de inmediato.

No fue la única novedad del día para los Jaguars, que como era de esperarse, serán vendidos. Para tranquilidad de los fans de Jacksonville, aparentemente Weaver únicamente le vendería la franquicia a alguien que está dispuesta a mantenerla en Florida.

Del Río fue el primer entrenador en ser despedido, pero ciertamente no será el último.

A continuación, el listado y el veredicto de los entrenadores que corren peligro al final de la temporada regular.

Tony Sparano, Miami Dolphins: Es un hecho que dejará la franquicia de Miami. El equipo tenía talento para hacer más, y un comienzo de 0-7 lo condenó temprano. El dueño Stephen Ross quiere a un entrenador de renombre, e iría por Jeff Fisher.

Andy Reid, Philadelphia Eagles: Será interesante ver lo que sucede con Reid en Philly. Claramente los Eagles han sido la gran decepción de la temporada, y no han hecho nada con un equipo plagado de talento. Los fanáticos en Philadelphia piden un cambio, y a decir verdad, coincido en que se ha cumplido un ciclo entre Reid y los Eagles.

Steve Spagnuolo, St. Louis Rams: Sam Bradford está ranqueado 30 en la estadística de índice de pasador. Aunque es cierto que no tiene muchas armas, no se olvidó de jugar de un día para el otro. Ni la llegada del coordinador ofensivo Josh McDaniels fue suficiente para alterar el rumbo de este equipo. Se esperaba más de los Rams, y es probable que haya sido el último año de Spagnuolo con el equipo.

Jim Caldwell, Indianapolis Colts: No quedan dudas de que Peyton Manning es importante para este equipo, que ha sufrido bastantes lesiones. Pero es inaceptable el nivel de esfuerzo que está mostrando este equipo. Ya fue despedido el coordinador defensivo, y Caldwell podría ser el próximo. Sin embargo, creo que le darán un año más en el cargo.

Norv Turner, San Diego Chargers: Turner heredó un equipo muy talentoso en San Diego, y nunca logró nada. Al igual que sucede con Wade Phillips, es un gran coordinador, pero un mal entrenador. Esta pasada semana, fue conservador, y se conformó con un gol de campo de más de 50 yardas para ganar el juego ante los Broncos. El resultado fue la sexta derrota en fila, y posiblemente el fin de una era en San Diego.

Todd Haley, Kansas City Chiefs: Son conocidas las internas que existen en Kansas City, y el hecho de que se le pagó tanto dinero a Matt Cassel, que discute abiertamente con su entrenador, no ayuda al futuro de Haley. Sin embargo, para ser justos, perdieron a su corredor, su mariscal, su profundo, su ala cerrada y más jugadores importantes este año. Los Chiefs vienen de ganar su división, y Haley tendrá al menos un año más al mando.

Mike Shanahan, Washington Redskins: No creo ni que el propio Shanahan haya entendido lo que él mismo hizo en Washington. Lo que sí es seguro, es que optaron por jugársela por los dos mariscales que tenían, y la movida no les salió bien. Como mínimo, debería irse su hijo y coordinador ofensivo Kyle Shanahan. Y si Dan Snyder pone en ese predicamente a Mike Shanahan, quizás termine siendo un exilio en familia.

Dennis Dixon admite poderío de NFC

FECHA
22/11
2011
por Sebastián Martínez Christensen

Dennis DixonGetty ImagesDennis Dixon admite el poderío de la NFC, pero igual confía en sus Pittsburgh Steelers

OREGON -- Fue la primera vez que fui a Oregon, y tengo que admitir que quedé fascinado con la ciudad. El otoño es la estación que mejor le sienta, y la comida no tiene desperdicio.

Pero no sólo es sede de grandes restaurantes, sino también de grandes jugadores, que se acercaron a la ciudad esta semana para presenciar el importante partido entre la Universidad de Oregon y USC.

Entre ellos, el mariscal de los Pittsburgh Steelers, Dennis Dixon, que tuvo la amabilidad de respondernos unas cinco preguntas mientras esperaba por el partido de su alma máter.

Su equipo está en su semana de descanso, y por ahora son dueños del mejor récord de la AFC. Tal como era de esperar, confía en que Pittsburgh vuelva a llegar al gran juego.

"Creo que estamos mejorando partido tras partido", declaró Dixon. "Podemos jugar mucho mejor, y hemos dejado escapar un par de partidos que deberíamos haber ganado, pero cuando todo esté dicho, volveremos a ser protagonistas".

Los Steelers cambiaron su identidad en los últimos años. Antes pensaban en correr primero, y ahora aprovechan la presencia de Ben Roethlisberger para apoyarse en el pase primero.

El coordinador Bruce Arians ha sido muy criticado por ello, pero Dixon tiene una sencilla explicación.

"Es lógico", explicó Dixon. "Ahora tenemos más talento entre los receptores abiertos, y es normal maximizar tus fortalezas".

Golpe entre líneas para Santonio Holmes, que evidentemente nunca terminó de encajar en este vestidor.

Dixon, no obstante, tuvo nada más que elogios para otro rival.

"Aaron Rodgers es el mejor mariscal de la NFL en este momento", enfatizó Dixon. "Está en la misma clase que Tom Brady, pero tengo que representar a los mariscales del Pac-12".

Los Packers son el único equipo que aún permanece invicto en la NFL, y a diferencia de años anteriores, los pesos pesados parecen estar en la NFC.

Curiosamente, Dixon está de acuerdo.

"Definitivamente creo que ha cambiado la tendencia", declaró Dixon. "El campeón defensor está de ese lado y invicto. Son la conferencia más fuerte en este momento".

Dudo que no considere a sus Steelers el mejor equipo más allá de lo que digan los récords, y posiblemente esté tratando de volar bajo el radar.

Pittsburgh es uno de los grandes candidatos a representar a la AFC en el Super Bowl, y ya todos sabemos lo que puede hacer Big Ben en esas situaciones. Pero si los Steelers van a volver a la tierra prometida, probablemente tengan que volver a enfrentar a Baltimore, con quienes perdieron dos veces esta campaña.

"Ya tenemos el calendario circulado", concluyó Dixon. "Queremos revancha".

Dan Fouts: un adelantado a su época

FECHA
22/11
2011
por Sebastián Martínez Christensen

Dan FoutsGetty ImagesLas modernas ofensivas de la NFL emplean conceptos que ya dominaba Dan Fouts en los '70s y '80s.

OREGON -- Hoy en día, la mayoría de las ofensivas de la NFL están basadas en su ataque aéreo.

Los cambios de reglas han guiado a la liga en esta dirección. El alto mando quería más puntos y más emociones, y los resultados están a la vista.

Pero esto no es cosa de un par de temporadas. O mejor dicho sí lo es, si nos referimos al ataque aéreo como denominador común en la NFL.

Sin embargo, el pionero que comenzó esta revolución, el adelantado a su época y que no necesito de la ayuda de las reglas para brillar casi que únicamente pasando, ya se retiró hace años.

Su nombre es Dan Fouts, su barba es inconfundible y su lugar en el Salón de la Fama lo transforma en un inmortal.

Mariscal de los San Diego Chargers entre 1973 y 1987, Fouts revolucionó el deporte para siempre.

Hay que darle crédito, por supuesto, a su entrenador Dan Coryell, quien fue la mente detrás de este experimento.

Y aunque Fouts fue el artífice detrás de su ofensiva, la misma es hasta el día de hoy recordada como "Air Coryell".

"Me hubiese gustado que lleve mi nombre", declaró entre sonrisas Fouts. "La verdad que cambiamos el deporte en San Diego".

De hecho, prácticamente las únicas corridas que realizaban aquellos Chargers eran jugadas de "Draw", que son los acarreos que inician como una finta de pase.

"Se tiene que correr el balón", admitió Fouts. "Pero queríamos demostrar que se podía ganar pasando".

En 1981, Fouts lanzó para 4802 yardas, un récord en ese entonces, que es el equivalente a lanzar para 6000 yardas hoy. Sus objetivos favoritos eran Charlie Joiner, Kellen Winslow, John Jefferson y Wes Chandler, junto a quienes era capaz de desarmar cualquier defensiva.

Sin embargo, aunque fue seleccionado seis veces al Pro Bowl y guió a su equipo a dos Campeonatos de la AFC, los Chargers nunca llegaron al Super Bowl durante la Era Fouts.

Esa es posiblemente la única "mancha" en la carrera de este grandioso mariscal. La misma que comparte con Dan Marino, a mi juicio el mejor pasador puro de la historia, que tampoco pudo ganar un anillo.

"La clave era crear problemas de marca" explicó Fouts. "En ese entonces no estaban acostumbrados a ver tantos receptores, y eso generaba que apoyadores tuvieran que seguir a Winslow, y no lo podían marcar".

Parece algo normal porque hoy lo vemos a diario, pero esos Chargers sí fueron pioneros, aunque aún así incapaces de darle a esa franquicia su primer título en la NFL.

"Todavía tengo la espina clavada", sentenció Fouts, quien hoy es comentarista para una cadena televisiva. "Hicimos todo lo posible por ganarlo todo, pero nos quedamos cortos. No obstante, eso no define una carrera".

Historia similar a la que tuvieron que vivir los Chargers en la última década.

En reiteradas ocasiones han tenido planteles excepcionales, liderados por el ese entonces mejor corredor de la NFL, LaDainian Tomlinson, pero también se quedaron cortos de la gloria.

Fouts utilizaba el número 14, que es uno de los únicos dos números retirados por la franquicia de los Chargers.

Claramente, San Diego está muy cerca del corazón de Fouts, que aunque no se quiso referir al futuro de Norv Turner, no tuvo más que elogios para el mariscal de los Green Bay Packers.

"Hoy por hoy, Rodgers no tiene que pasar nunca", enfatizó Fouts con evidente sarcasmo. "Está realmente imparable, y considero que si Detroit no los derrota esta semana en el Día de Acción de Gracias, terminarán invictos. Después de todo, hasta ahora nadie me ha demostrado lo contrario".

Fouts se acercó hasta Oregon, donde jugó en la Universidad, para presenciar un evento especial de Nike, que patrocinará los uniformes de la NFL.

Y teniendo en cuenta ello, tuvo un pedido específico para la reconocida marca.

"Por favor cambien los uniformes de los Chargers", imploró Fouts. "¿Cuántos rayos puede tener una camiseta? No me gusta para nada la actual, y estoy seguro que van a cumplir mis deseos".

Sea o no esa la criptonita de San Diego, lo cierto es todo indica que será otra campaña decepcionante para los Chargers. Han perdido cinco partidos consecutivos, y Philip Rivers está teniendo uno de sus peores años.

Pero más allá de lo que suceda, los Chargers siempre serán una franquicia pionera y reconocida.

En gran parte, gracias a Dan Fouts.

Uno de los mejores mariscales de la historia, y una de las principales razones por las cuales hoy tenemos la NFL que tenemos.

Les guste o no la mentalidad de "pasar primero y correr nunca", la influencia de Fouts, cuya barba sigue intacta al día de hoy, es evidente.

Un adelantado a su época.

Es ahora o nunca para los Chargers

FECHA
18/11
2011
por Sebastián Martínez Christensen

Philip RiversChristopher Hanewinckel/US PresswirePhilio Rivers va a tener que limitar las pérdidas de balón si los Chargers quieren soñar con playoffs

MIAMI -- Posiblemente el partido entre los San Diego Chargers y los Chicago Bears sea el más atractivo de la jornada número 11 en la NFL, pero opiniones aparte, ciertamente es el encuentro en el cual ambas franquicias tienen más en juego.

Sobre todo los Chargers, cuya temporada hasta el momento ha sido una enorme decepción. Y aunque el tiempo se va acabando para ellos, sobre todo si no levantan el nivel de juego, tienen un gran aliado por sobre todas las cosas.

La AFC Oeste, que es una de las divisiones más débiles de la NFL.

Más allá de que Philip Rivers está teniendo la peor temporada de su carrera, el mariscal tiene esta semana la posibilidad de hacer algo que le ha costado mucho a equipos de San Diego en el pasado; aparecer en los momentos importantes.

No estoy listo para decir que los Chargers quedarán eliminados si pierden, pero realmente se complica su situación si caer derrotados ante los Bears.

Es cierto que su calendario es más sencillo que el de los líderes Oakland Raiders, pero a la vez los Denver Broncos se volvieron a meter en la conversación con Tim Tebow como mariscal titular, quien llamativamente tiene un récord de 4-1.

Sin embargo, una derrota significaría una desventaja de dos juegos, aunque esencialmente es de tres partidos porque Oakland tiene el desempate tras vencer a San Diego.

Siempre y cuando los Raiders ganen su partido ante Minnesota a domicilio, cosa que creo que seucederá.

Una desventaja de tres juegos con seis partidos por jugar, calendarios aparte, no es algo fácil de remontar.

En otras palabras, es ahora o nunca para los Chargers.

Su rival de turno es uno de los más complicados que le quedan en el calendario, y uno de los equipos que mejor está jugando en la liga.

Los Bears llevan cuatro victorias consecutivas, pero con los Packers en su división y como futuro rival, un comodín es su única esperanza a esta altura.

Varios equipos como los Lions, Falcons, Cowboys y Buccaneers están en este mismo barco, por lo cual cada victoria vale triple a esta altura en una NFC que está más competitiva que nunca.

Para Chicago, la ecuación es simple; seguir dándole el balón a Matt Forte --páguenle a ese hombre-- y que la línea ofensiva siga protegiendo a Jay Cutler como en los últimos juegos.

Cuando eso sucede, los Bears son un equipo muy difícil de derrotar, más aún jugando en casa, y sobre todo cuando los rivales insisten en patearle el balón a Devin Hester.

En el caso de San Diego, es fundamental que Rivers cuide el balón. Ya es difícil ganar en la NFL, y cuando cometes tantas pérdidas de balón como los Chargers, ganar se convierte en casi una misión imposible.

El receptor abierto Malcolm Floyd no jugará este domingo, por lo cual Rivers debería volver a apoyarse en el novato Vincent Brown, que viene de tener su mejor partido como profesional.

Imperativo igual, será que Ryan Matthews tenga éxito por tierra. Cuando el corredor estaba saludable a principio de año, San Diego ganaba a pesar de no jugar bien.

Matthews debe encontrar espacios por tierra para quitarle presión a Rivers, quien sigo insistiendo en que está jugando lesionado.

La defensiva de los Chargers está ranqueada 29 contra el ataque aéreo, por lo cual no hay excusa para Rivers en este caso. Así como tampoco la tiene Forte, dado que a San Diego le ha costado frenar el ataque terrestre.

Igualmente a esta altura no creo que haya nadie que pueda detener la doble amenaza que es Forte, uno de los candidatos a JMV, aunque claro está que le darán el premio a Aaron Rodgers.

Los Chargers tienen la oportunidad dorada de recuperar la confianza ante un rival de nivel, uno de los últimos que le quedan en el calendario.

Presión necesaria ante la que han sucumbido en el pasado. ¿Sucederá otra vez?

Enfrente estará un también muy necesitado equipo de Chicago, pero no estoy tan preocupado para ellos.

Sí, por los Chargers, cuya última oportunida de soñar con los playoffs será este domingo.

Rex RyanWilliam Perlman/US PresswireAunque a Ryan no le guste, tendrá que elegir un QB si quiere respaldar su boca con títulos

MIAMI -- Todo tiene su límite, y los New York Jets parecen estar llegando al suyo con el mariscal Mark Sánchez.

No los culpo, considerando la poca evolución que ha demostrado Sánchez.

Tengo que claro que viene de "guiar" a su equipo a dos Campeonatos de Conferencia consecutivos, pero aunque nunca lo consideré la pieza esencial de esos conjuntos, la pregunta debería ser: ¿Me puede llevar al Super Bowl?

La respuesta es no.

No me malinterpreten, Sánchez es un buen mariscal que podría calificarse como lo opuesto a Tony Romo.

Mientras el mariscal de Dallas tiene talento pero le falta carácter, al de los Jets le sobra carácter pero le falta talento.

Si miramos fríamente los números fríamente, se nota cierta evolución después de una primera temporada en la cual lanzó 13 touchdowns y 20 intercepciones, pero la gerencia de los Jets esperaba que ya estuviera más avanzado de lo que está.

Va camino a superar los 20 touchdowns (tiene 14) por primera vez en su carrera en una temporada, pero también a volver a superar las 10 intercepciones (tiene 9).

Esa es la principal falencia de Sánchez; su inconsistencia.

No falta partido en el cual el mariscal de los Jets lanza cuatro o cinco pases muy malos, que en una liga tan pareja te pueden costar el partido.

Tengo cinco colegas que son fanáticos de New York, y ninguno de ellos está convencido con su mariscal.

Sánchez es un buen mariscal que puede ganar bien acompañado porque suele sacar su mejor nivel a relucir cuando el partido está en la línea, pero no puede cargarse a un equipo en sus hombros.

Eso es lo que le pidió Rex Ryan esta temporada, y no le funcionó muy bien.

Es que Ryan sabe que su defensiva no es la misma de los últimos años. Bill Belichick también lo sabe, razón por la cual declaró sarcásticamente, "le anotamos 37 puntos a la mejor defensiva de la liga", tras derrotar a los Jets la semana pasada.

Nunca coincidí con el cambio de identidad que quería realizar New York --algo similar a lo que hizo Pittsburgh--. Principalmente porque Sánchez no tiene el talento para lanzar el balón 30 veces por juego y guiarte a triunfos consistentemente.

Por eso creo que es hora de que los Jets elijan a un mariscal en el próximo draft. Haber elegido a Greg McElroy en la séptima ronda del draft no es suficiente.

Hay que traerle competencia a Mark Sánchez, porque no les sirve perder el tiempo si no creen que los puede llevar a la tierra prometida.

Lo veo como un caso similar al de Joe Flacco en Baltimore, que también peca por sus inconsistencias.

Los Ravens también deben traerle competencia. No para quitarle la titularidad ahora ni el año que viene, pero para estar prevenidos.

Apenas es la tercera temporada de Sánchez en la NFL, y probablemente siga mejorando.

Pero si luego de la siguiente campaña persiste la inconsistencia, mejor tener a alguien preparado en puerta.

Puede sonar apresurado pedir que los Jets elijan a un mariscal en el draft, pero realmente no lo es.

¿Ustedes creen que Sánchez puede llevar a los Jets a un Super Bowl?

Mejor prevenir que curar.

La hora de la verdad para Andy Dalton

FECHA
11/11
2011
por Sebastián Martínez Christensen

Andy DaltonAPAndy Dalton ha tomado las riendas de un joven equipo de los Cincinnati Bengals

MIAMI -- No es secreto lo que pienso del mariscal de los Cincinnati Bengals, Andy Dalton.

Es una de las más gratas sorpresas de la temporada, y en lo personal creo que debería ser nombrado en la misma oración que Cam Newton cuando se habla del posible Novato Ofensivo del Año.

Después de todo, la amplia mayoría de la prensa --estoy incluido en esta lista-- creyó que los Bengals serían el peor equipo de la NFL antes del comienzo de esta campaña.

Lógico, considerando que Cincinnati ha sido un hogar de polémicas fuera del campo durante ya varios años, tenían a un mariscal novato detrás de centro que fue elegido en segunda ronda, seguía la incertidumbre con respecto a Carson Palmer y en general eran un equipo muy joven en una campaña en la cual no pudieron gozar de la ventaja de las actividades de equipo organizadas.

En otras palabras, si alguien me hubiese dicho que luego de la novena jornada, los Bengals tendrían el mejor récord de la AFC, yo le habría respondido que estaba loco.

Pero aparentemente el loco fui yo al no creer en ellos de entrada.

No se puede discutir ni el talento ni la gran temporada que está teniendo Cam Newton. Simplemente me parece injusto que no mencionen a Dalton en la carrera por el premio.

Dalton está mejorando partido a partido y cada vez se entiende mejor con su receptor abierto estrella A.J. Green.

¿Se acuerdan la última vez que hablamos de un mariscal y receptor abierto novatos con tanto impacto en su primer año en el mismo equipo?

Yo tampoco.

Tiene más touchdowns por aire que Newton y menos intercepciones. Aunque aún más importante me parece el hecho de que los Bengals tienen apenas dos derrotas, mientras que Carolina tiene sólo dos victorias.

En lo personal, creo que los Panthers tienen más talento a la ofensiva que los Panthers, pero ese es tema para otra columna.

Lo que importa es que Dalton ha hecho un trabajo fenomenal.

Se fue Chad Ocho Cinco y Palmer de Cincinnati, y se fue el drama.

Los Bengals ahora son liderados por una gran defensiva, y joven mariscal que no habla mucho.

Dalton no es igual de espectacular que Newton, pero sí es más efectivo.

Igualmente no quiero caer en una comparación entre ambos, porque sería injusto a mitad de temporada.

Los Bengals han tenido un calendario accesible hasa el momento, y es ahora que viene la parte más difícil de su itinerario.

Entiendo a los críticos que aún no creen, pero no comparto.

Según muchos, esta semana se empezará a conocer la verdad sobre Dalton, dado que enfrentan a los Pittsburgh Steelers, y todavía les falta enfrentar al otro peso pesado de la división.

Creo que los Steelers ganarán este juego, pero eso no cambia mi opinión sobre Dalton.

Los Bengals son de verdad, más allá de que no clasifiquen a esta postemporada, aunque no descarto que la división Norte tenga tres equipos en playoffs.

Ha comenzando una nueva era en Cincinnati, y el futuro les sonríe.

Más todavía si tenemos en cuenta las selecciones de draft extra que tendrán gracias a los Oakland Raiders.

No le quiero dar el premio todavía. Simplemente quiero que se lo respete más a Dalton.

Quizás no esta temporada, pero el futuro me dará la razón.

Fin del sueño para el Dream Team

FECHA
08/11
2011
por Sebastián Martínez Christensen

LeSean McCoyScott Cunningham/Getty ImagesNi el buen nivel de LeSean McCoy le alcanzó a los Eagles para derrotar a los Bears en MNF

MIAMI -- Parece que finalmente se le está acabando el sueño de hacer cosas grandes al autoproclamado "Dream Team".

Los Philadelphia Eagles hicieron el ruido más fuerte en la temporada baja con las adquisiciones de Nnamdi Asomugha, Cullen Jenkins y Dominique Rodgers-Cromartie, entre otros.

Aunque en este caso, fue mucho ruido y pocas nueces.

Hasta ilusionaron a sus fanáticos con un futuro mejor tras darle una extensión de más de 100 millones de dólares a Michael Vick.

Pero hasta que este mariscal no demuestre que puede mantenerse saludable y ser consistente, no se puede mirar más adelante que el próximo juego.

No existen los campeones de papel en la NFL, y a pesar de que en cuánto a talento se refiere, los Eagles no tienen nada que envidiarle a ningún equipo, la realidad indica que hoy todos los equipos los complican.

Eso fue exactamente lo que sucedió este lunes por la noche ante los Chicago Bears, un rival directo en la pelea por el comodín.

La defensiva volvió a brillar por su ausencia, dado que no lograron a presionar a Jay Cutler ante una línea ofensiva en teoría muy mala, y siguen sin poder detener el ataque terrestre.

El resultado fue una nueva derrota y un récord actual de 3-5.

Lo frustrante para los fanáticos de los Eagles es que Philadelphia pareció dar indicios de recuperación la semana anterior tras vapulear a Dallas.

Sin embargo, a juzgar por lo sucedido el lunes, fue apenas una cortina humo.

En este caso no alcanza con tener a uno de los mejores corredores de la NFL en leSean McCoy.

Porque los Eagles no son un equipo, y porque el ascenso a coordinador defensivo parece estar quedándole grande a Juan Castillo.

Sus jugadores no tacklean --si necesitan más evidencias, basta con ver el tackle fallido sin ni siquiera intentar de Rodgers-Cromartie el lunes--, y cuando no se ejecutan los fundamentos, no hay victorias en una liga tan pareja.

Hay quienes todavía creen en los Eagles, pero yo dejé de ser uno de ellos esta semana.

La NFC es una conferencia muy competitiva este año, y harán falta al menos 10 triunfos para hacerse con uno de los dos comodines.

Piensen en equipos como los Detroit Lions, los Chicago Bears (ventaja de desempate), los Atlanta Falcons, los Tampa Bay Buccaneers y los Dallas Cowboys.

Todos tienen mejor récord que los Eagles en este momento, y muy probablemente al menos la mitad de estos conjuntos llegarán a 10 triunfos.

Para que Philadelphia llegue a la meta de una decena de triunfos, deben ganar siete de sus últimos ocho partidos.

Misión casi imposible para un buen equipo --al menos si no te llamas Green Bay Packers--, y más aún para un conjunto cuyas piezas son simplemente una suma de individualidades como ocurre en Philadelphia.

Los Eagles comenzaron esta temporada como el supuesto equipo de ensueño, pero terminaron siendo una gran pesadilla.

Sin lugar a dudas, la gran decepción de la temporada.

Protagonismo en jaque para Jets

FECHA
04/11
2011
por Sebastián Martínez Christensen

Fred JacksonAPFitzpatrick está en gran nivel, pero Fred Jackson es la principal arma de ataque de los Bills.

MIAMI -- Hay un duelo que se destaca por sobre el resto en esta novena semana de acción en la NFL.

Es fácil referirse al choque entre los Baltimore Ravens y los Pittsburgh Steelers --uno de mis partidos favoritos-- o a la visita de los invictos Green Bay Packers a San Diego.

Pero yo dirijo mi atención hacia la AFC Este, porque podríamos estar presenciando un cambio de vanguardia en esta división.

No quedan dudas de que los New England Patriots han sido el rival a vencer en esta división en la última década, y probablemente ese siga siendo el caso al menos hasta que se retire el mariscal Tom Brady.

Los New York Jets, desde la llegada de Rex Ryan como entrenador en jefe, han sido el segundo mejor equipo en esta división.

De hecho han llegado al campeonato de conferencia en las últimas dos campañas.

Todo indicaba que se volvería a repetir la historia esta temporada, pero llegó un invitado sorpresa, que tiene esta semana de alterar esta ecuación lineal.

Los Bills quieren demostrar que son cosa seria, y aumentar su ventaja sobre los Jets cuando los reciban en Buffalo, donde tienen un récord de 4-0 --una de las victorias fue en Toronto--.

El corredor de los Jets entiende la urgencia e importancia de este juego, y por eso declaró que "deben ganar sí o sí para seguir con vida".

No es secreto que las victorias divisionales valen doble, pero más todavía cuando los Jets parecen no ser los mismos de antes y juegan en condición de visitante.

El mayor reto para esta defensiva de los Jets tiene nombre y apellido: Fred Jackson.

Si hoy me preguntaran quienes han sido los cuatro mejores corredores de la liga en esta campaña, probablemente diría Adrian Peterson, Matt Forte, Darren McFadden y Jackson.

Éste último no recibe la atención mediática por jugar justamente en Buffalo, pero más allá de lo que diga la prensa, los números hablan por sí solos.

En siete semanas, Jackson tiene 721 yardas por tierra y seis touchdowns. Por su parte, la defensiva de los Jets está ranqueada 25 ante el ataque terrestre. Extraño para una unidad de Ryan, pero ha sido esa clase de año para los neoyorquinos.

Quien gane ese duelo seguramente saldrá airoso este domingo.

Aunque a mi los Bills me terminaron de convencer la semana pasada de que son un equipo con potencial de postemporada. No por el mariscal Ryan Fitzpatrick, quien está jugando muy bien y es merecedor de su jugosa extensión, pero más que nada porque su defensiva tuvo una actuación descollante. Se que fue ante el hospital de los Redskins, pero no deja de ser meritorio y la pieza faltante para los Bills.

Buffalo ha mejorado ante el ataque terrestre, y forzará a Mark Sánchez a ganar el partido por aire.

¿Podrá hacerlo?

Si no lo hace habrá un cambio de mando en la AFC Este, y los Bills volverán a ser protagonistas por primera vez desde la era de Jim Kelly, Thurman Thomas, Andre Reed y Bruce Smith.

Ya era hora de que Buffalo ponga a Scott Norwood en el espejo retrovisor.

¿Hasta cuándo seguirá Norv Turner?

FECHA
01/11
2011
por Sebastián Martínez Christensen

Norv TurnerGetty ImagesNorv Turner heredó uno de los mejores trabajos de la NFL, y no pudo entregar un anillo

MIAMI -- Sinceramente no podía creer lo que mis ojos estaban viendo.

Era un partido imposible de perder para los San Diego Chargers.

Tenían la oportunidad de arrodillarse y bajar el reloj hasta tres o cuatro segundos porque su rival, los Kansas City Chiefs, no tenían más tiempos fuera.

De haber hecho la lógica, habrían intentando un gol de campo de poco más de 30 yardas para definir el partido a su favor.

Cabe destacar que su pateador Nick Novak sólo había fallado un gol de campo en 14 intentos en la temporada, por lo cual la patada ganadora debería haber sido apenas un trámite.

Sin embargo eso no fue lo que ocurrió.

Turner decidió mandar una jugada más, el mariscal Philip Rivers no pudo controlar el snap, y el balón suelto fue recuperado por los Chiefs, que a la postre aprovecharon el obsequio y ganaron el encuentro en tiempo extra.

No es que eximo de culpa a Rivers, dado que aún si se arrodillaban iba a tener que controlar el snap.

Es más, Rivers está irreconocible, y cada vez estoy más convencido de que está jugando lesionado y sobrecompensando con su brazo.

Si tienen alguna duda, sólo hace falta mirar sus 11 intercepciones en esta campaña, cuando apenas tuvo 13 en toda la temporada anterior.

En lo personal, sigo pensando que Rivers es un mariscal de elite, y se ha ganado un poco de paciencia de mi parte tras jugar varios años en un nivel altísimo.

Distinto es el caso de Turner, cuyo pedigree no lo ayuda para nada.

El consenso indica que es una mente ofensiva brillante, pero por alguna razón los resultados no lo acompañan cuando más importa.

Critiqué al entrenador de los Jets, Rex Ryan cuando dijo en conferencia de prensa que "él tendría un par de anillos si hubiese tenido el equipo de los Chargers de hace unos años atrás".

Me pareció fuera de lugar, e inapropiado para un entrenador que no ganó nada como la cabeza máxima.

Lo cual no quiere decir que parte de esa declaración es verdad. Porque cuando LaDainian Tomlinson estaba en su mejor momento y era el mejor corredor de la NFL, Philip Rivers no era el de este 2011 y Antonio Gates estaba saludable, no había quién frenara a los Chargers.

Eran los perennes candidatos, pero nunca podían terminar de plasmar ese talento en victorias de postemporada.

Para ser justos, derrotaron a los Tennessee Titans en el 2007 antes de perder con los New England en el Campeonato de la AFC, pero estoy seguro que los fans de San Diego se quedaron con sabor a poco considerando que heredó un conjunto que venía de tener un récord de 14-2 la temporada anterior.

Ahora Tomlinson ya está viejo, y Rivers y Gates no están saludables. En otras palabras, el barco ya parece haber dejado el puerto.

La derrota del lunes por la noche, abrió la puerta en la división Oeste de la AFC, donde ahora comparten liderato los Chiefs, los Oakland Raiders y los Chargers --de haber ganado habrían tenido esencialmente una ventaja de tres juegos por tener el desempate--.

Pero más allá de que la débil división pueda dejarlos "escapar" otro año más, en mis ojos está claro que los Chargers no son el mismo equipo de antes.

Turner tuvo el trabajo soñado y no lo aprovechó. El niño mimado de A.J. Smith no dio la talla, y por eso ambos deberían irse de este equipo.

Turner ha tenido un sinfín de llamadas cuestionables en los últimos cuatro años, pero más que nada se tiene que ir porque los resultados no lo han acompañado.

No alcanzan títulos divisionales, sobre todo en el Oeste, y menos cuando tienes talento para ganarlo todo.

Ahora ya no es el caso; el tren ha dejado la estación.

De no clasificar a playoffs, no me quedan dudas de que será el final de Turner en San Diego.

Pero aún si llegasen a postemporada, es hora de que Smith se de cuenta que Turner no es la solución.

Los Chargers pensaban en campeonatos y ahora hablan de posible mudanza a Los Ángeles.

No es fácil ganar un Super Bowl, pero hay ciertos hombres que están tocados por la varita mágica.

Turner no es uno de ellos.

Andrew LuckGetty ImagesEl mariscal de campo Andrew Luck es codiciado prácticamente por todos los equipos de la NFL.

MIAMI -- En el Sur de la Florida se ha creado una campaña llamada "Suck for Luck", que ya tiene más de medio millón de adeptos.

La idea básicamente reside en que los Miami Dolphins pierdan, para poder elegir primeros en el próximo draft, y seleccionar al mariscal de Stanford, Andrew Luck, quien es según los cazatalentos, el prospecto más completo en más de una década.

Este es un tema constante de debate por estos días. Mientras algunos dicen que "no son fanáticos reales" los que quieren que pierda su equipo, otros sostienen "que es la única manera de terminar con 20 años de mediocridad".

Primero aclaremos que es imposible que los jugadores pierdan un partido adrede. Muchos de ellos no estarán en este equipo el próximo, y esencialmente se están jugando el trabajo en estas últimas semanas.

Pueden creer en teorías conspirativas, pero no hay manera de que los jugadores vayan para atrás. Y ni que hablar de los entrenadores, considerando que ellos hasta cambian de dirección más que sus dirigidos.

Pero desde el punto de vista de los fanáticos, lo entiendo.

En Miami se da un caso particular porque es una franquicia que no elige a un mariscal en la primera ronda del draft desde 1983, cuando seleccionó a Dan Marino.

Han habido malas contrataciones, y el resultado ha sido una aparición en playoffs en los últimos diez años. La afición está frustrada, y comprendo su sentimiento.

El otro día escuché una gran analogía, que creo que muestra los sentimientos encontrados de los simpatizantes de un equipo como los Dolphins.

La idea de "Suck for Luck" es similar a un bebé recién nacido llorando en su cuna.

Los médicos te indican que no vayas a su auxilio, porque de lo contrario te despertará todas las noches, mientras que si lo dejas solo esas primeras noches, aprenderá a no llorar al ver que nadie va a su auxilio, y dormirá más horas corridas.

Todo en el instinto paternal de uno le dice que vaya al auxilio de su hijo. El proceso es frustrante y contradice las emociones primarias, pero a la larga no van en busca de su hijo porque saben que el resultado a largo plazo es beneficioso para ambos.

Hoy por hoy, los fanáticos de los Dolphins están sufriendo. Nunca quieren que pierda su equipo, pero a la vez una derrota no les duele tantos como otros años.

Porque en este 2011, se ve una luz al final del túnel. Su nombre es Andrew Luck, y podría establecer tu franquicia por 10 años.

Sé que hay muchos factores involucrados en el éxito de un equipo, pero ninguno más importante que el mariscal. La NFL es una liga de mariscales, y más veces que menos, son los mariscales que hacen quedar bien a los entrenadores y no al revés.

Por supuesto que hay excepciones como quizás podría ser el sistema de Bill Belichick, pero la última vez que me fijé, tan bien no le fue a este entrenador en Cleveland.

Los mariscales de elite, que no son muchos, alteran el curso de una franquicia.

Todos sabemos que nunca hay nada seguro en el draft, pero rara vez todos los cazatalentos están de acuerdo en su evaluación.

Con Luck, todos dicen que no se puede fallar, que tiene el brazo, la presencia, los intangibles y el atleticismo para ser una estrella a nivel NFL.

Igualmente, los Dolphins no son el único candidato a quedarse con la primera selección general del draft.

Los Indianapolis Colts y los St. Louis Rams tampoco tienen victorias, aunque sus divisiones son un poco más endebles que la AFC Este, por lo cual creo que ganarán algún que otro partido antes del final de la campaña.

Sólo imagínense si los Colts se quedan con ese primer pick. Han tenido a Peyton Manning, que los guió a más de 10 victorias de temporada regular en cada uno de los últimos diez años, y justo en el año en que se lesiona --no se había perdido ningún partido en su carrera--, consiguen al "próximo Peyton Manning".

Eso sí se llamaría buen karma y provocaría la envidia de los otros 31 equipos en la liga.

Otra de las preguntas que he recibido últimamente es: ¿Qué equipos no elegirían a Luck?

Después de pensarlo largo y tendido, mi respuesta es muy pocos, de hecho quizás uno sólo.

Más allá de que nada es garantizado en el sorteo, el hecho de que las evaluaciones de Luck sean unánimente buenas, ejerce presión sobre los gerentes generales.

Ninguno puede darse el lujo de dejarlo pasar porque si luego brilla, no conseguirá trabajo más nunca en la NFL.

Para no elegir a Luck, tienes que tener a un mariscal estrella al cual todavía le queda el grueso de su carrera por delante.

El único equipo que encaja con esa descripción son los Green Bay Packers con Aaron Rodgers. Pensé en sumar a los Rams también, porque eligieron a Sam Bradford en esa misma posición un par de años atrás, pero con su inhabilidad para mantenerse saludable, podría hacer que St. Louis igual vaya por Luck.

Otros conjuntos como New England e Indianapolis, lo elegirían para que aprenda de las mejores y asegurarse otra década de éxitos.

Cuando llegue el momento del draft, varios equipos ofrecerán demasiado por subir posiciones y poder elegir a Luck. Será mucho luego de ver lo que pagaron los Raiders por Carson Palmer, pero aun así no veo a nadie que tenga la posibilidad de elegirlo cediendo sus derechos.

En retrospectiva, comprendo a los jugadores que se enojan cuando hablan de este tema, porque NO HAY MANERA de que ellos pierdan intencionalmente.

A la vez, entiendo a los fanáticos.

Lo único que espero, y creo que así será, es que no suceda nada extraño en los últimos partidos, porque de lo contrario se empezará a hablar de instalar una lotería en el draft como sucede en la NBA.

En lo personal no quiero que cambie nada; la NFL es la liga más pareja del mundo.

Así que caballeros dejen todo en la cancha, y ustedes fanáticos no se frustren por su mezcla de sensaciones.

Nunca pensé que diría esto, pero: QUE GANE EL PEOR.

AL INICIO