(Soccernet.com) -- Kaiserslautern, una ciudad de apenas 100.000 habitantes en la región del Palatinado de Renania, ocupa un lugar especial en la historia de Copas del Mundo de Alemania.
De los tres campeonatos mundiales obtenidos por Alemania, el primero en 1954 es por lejos que mejores recuerdos le trae al público local. Nadie por esos pagos se ha olvidado de aquel sensacional equipo de Alemania Occidental que venció a Hungría en la final hace 52 años, que tenía no menos de de cinco jugadores del Kaiserlautern, incluyendo al delantero y director técnico Fritz Walter, un legendario jugador, a tal punto que el estadio lleva su nombre.
También conocido como el Betzenberg, el estadio con capacidad para 41,513 personas tiene la reputación de ser uno de los campos más ruidosos, un lugar donde los fanáticos del 'Roten Teufel' (Diablos Rojos) siempre están listos para alentar a su equipo. Convencionalmente, el estadio Fritz Walter está a solo cinco minutos caminando desde la estación de tren en el sur de la ciudad. Hay que llegar al final de la calle Malzstrasse, y luego subir las escaleras que desenbocan en el estadio.
Tanto por dentro como por fuera, el estadio cuenta con diversos negocios para comer o tomar algo. En las adyacencias del estadio, sobre la calle Richard Wagner Strasse, hay un bar llamado Zick-Zack, que es muy frecuentado por los fanáticos de fútbol en los días de partido. En estos días de extrema seguridad debido a la Copa del Mundo, puedes dejar tus objetos personales gratis en 'Left Property', detrás del ala este; está abierto hasta una hora después del encuentro.
Las festividades de la Copa del Mundo tendrán lugar en Stiftsplatz, donde habrá una pantalla gigante. Schneiderstrasse y Rathaus también tendrán un número de eventos que atraerán bastante público.
La economía de Kaiserlautern está basado en las industrias de comunicación, construcción de automóviles, y al presencia de 40,000 estadounidenses en la cercana base aérea de Ramstein significa que la influencia norteamericana es imposible de no percibir. Muchos ciudadanos locales utilizan el apodo estadounidense de 'K Town' para Kaiserlautern, que tiene varios restaurantes de estilo norteamericano.
Probablemente el mejor escenario para la música es el Kammgarn centre, una ex industria textil en Schonstrasse. Tiene dos escenarios para conciertos, una discoteca (the Cotton Club), un restaurante y una cervecería. Para escuchar jazz, rock o blues en vivo, no hay con qué darle y si te gusta el House o el hip-hop, tienes que dirigirte hacia el Cameo club en Kantstrasse, que también tiene un buen restaurante. Otras discotecas decentes son A6 en Europallee, Diskothek Flash (Rudolf Breitscheid Strasse) y Musik-Klub Undeground en Logenstrasse.
Yendo desde el noreste de la ciudad al sudoeste, las peatonales de Steinstrasse, Marktstrasse y Kerstrasse tienen muchos restarantes baratos y generalmente son muy concurridas. Entre los bares más visitados están el Hannen Fass en St Martinplatz, el bar del Hotel Dorint en St Quentin Ring y el Bar deportivo Brauhaus am Markt en Stiftplatz, un pub donde hacen su propia cerveza; también tiene un muy lindo jardín y terraza al frente para disfrutar durante el verano.
La cerveza local más reconocida es Bischoff, aunque la región Rhineland Palatinate es conocida por tener los mejores vinos de Alemania; se destacan los vinos blancos Riesling, Silvaner y Muller-Thurgau.
Otros restaurantes/pubs que valen la pena visitar son el Bavarian --donde la cerveza siempre es buena--, el Gastsatte Leberecht en Humboldstrasse y Die Quinte, un pub rústico en Morlauterenstrasse.
Las especialidades culinarias de estas partes como por ejemplo 'Saumagen' (estómago de cerdo relleno con papas y picantes) y 'Pferdwurst' (salchicas de caballo) pueden ser algo de gusto adquirido.
De hecho, la ex Primera ministra de Inglaterra Margaret Thatcher recordadamente se negó cuando el ex canciller alemán Helmut Kohl le ofreció 'Saumagen' durante su visita oficial.
Igualmente, hay muchos otros platos locales de los cuales se puede disfrutar, más notablemente 'Rheinischer Sauerbraten' (suculento roast beef marinado con aderezos deliciosos) y 'Pfalzer Pfannkuchen' (panqueques locales).
Para disfrutar de la excelente cocina alemana --muchas buenas carnes, schitzel y ensaladas inimaginables-- visiten uno de los restaurantes en el Hotel Blechhammer (Am Hammerweiher), el Burgschanke Schloss en Willy Brandt Platz y el Spinnradl (Schillerstrasse), los únicos dos edificios de mimbre en Kaiserlautern. El popular Tapasbar puede ser encontrado en St Martinsplatz, mientras que uno de los mejores restaurantes italianos de los tantos que hay es el Ristoranti Medici en Munchstrasse. El helado en Eiscafe Dolce Vita en Eisenbahnstrasse es sensacional.
Las atracciones turísticas tienden a estar más al norte de la ciudad comenzando por la iglesia del siglo 14 St Martinskirche, el Stiftskirche Gótico, y las fuentes y cascadas del jardín japonés en Lauterstrasse, son todos lugares que vale la pena visitar.
Kaiserlautern es lo suficientemente compacta como para recorrer a pie, pero en caso de que o quieran hacerlo hay un eficiente omnibús cuyas rutas casi todas terminan en Rathaus y Schillerstrasse. Una oficina de tursimo que puede ser de mucha ayuda está situada en Rathaus en Willy Brandt Platz.
El aeropuerto más cercano es en Saarbrucken, a unos 55 kilómetros. El viaje a Kaiserlautern en tren es de unos 45 minutos.