(Soccernet.com) - Gelsenkirchen tiene un rol muy importante que cumplir en este mundial y no solo en lo referido al fútbol.
A los alemanes les encanta el rock tradicional y son habituales los recitales en el condado de Ruhr en Gelsenkirchen. Durante la Copa del Mundo tocarán Simple Minds (8 de junio), Status Quo (28 de junio), Gypsy Kings (29 de junio) y Bryan Adamas (7 de Julio).
Estas bandas serán parte del "Festival de Fanáticos" que se llevará a cabo durante todo el torneo en el Gluckaufkampbahn, el ex estadio del conjunto alemán Schalke 04. Los visitantes además tendrán la oportunidad de ver cada partido en una enorme pantalla gigante y disfrutar de una serie de entretenimientos relacionados con el fútbol. Para llegar hasta el estadio desde el centro de la ciudad, tomar el la línea de trenes 302 hacia Ernst Kuzorra Platz.
Gelsenkirchen no es precisamente un paraíso turístico. Es una ciudad de trabajadores, en donde las minas de carbón y las fábricas de acero eran moneda corriente hasta finales de siglo, cuando fueron reemplazadas por comercios minoristas e industrias relacionadas con la tecnología y los servicios como resultado de una fuerte recesión, aunque ello no quiere decir que la ciudad no tenga nada para ofrecer. Es un lugar muy cálido y el fútbol es religión por estos pagos; Schalke promediaba alrededor de 60,000 aficionados por partido y contaba con 48,000 socios, mientras que la ciudad cuenta con más de 10,000 clubes amateurs.
Será difícil encontrar un lugar tan apasionado como Gelsenkirchen en esta Copa del Mundo. Desde los recepcionistas, hasta los diarieros, pasando por los cantineros y los peluqueros, literalmente todos en la ciudad estarán entregados a la extraordinaria atmósfera de mundial.
Los restaurantes y bares de Gelsenkirchen emanan amabilidad. En la Ciudad Vieja (Altstadt) prueben el Gaststatte Brunkhorst en la calle Flora, el Kleine Kneipe en la calle Von Over o el Oisin Kelly Gallery Irish Pub en la calle Brinkgarten, que cuenta con un agradable jardín abierto al público en los meses de verano.
El pub Brahuas Hibernia en frente de la estación de trenes (Bahnhofsvorplatz) es también una buena apuesta. Combina un animado bar deportivo, con un menú variado - bifes, ensaladas, distintos cortes de cerdo y sabrosas salchichas - y excelentes opciones en cervezas, especialmente la Ruhr Pott y la negra Mulvany. Visiten también el Charly's Bummelzug, un bar en la estación de trenes manejado por el ex jugador del Schalke, Charly Neumann.
En los suburbios al norte de la ciudad está Buer, casa del Veltins Arena, el estadio con capacidad para 48,426 espectadores que alojará los partidos del mundial. Allí también hay una importante movida nocturna. Kronski en el Markthalle Buer en Springemarkt, ofrece cocina internacional y la posibilidad de quedarse a bailar hasta el amanecer en su discoteca. Es un ambiente muy futbolero, donde es habitual cruzarse a los jugadores del Schalke.
Otros lugares decentes en Buer: el Restarant-Café Dorfkrus pegado a la iglesia St Urbanus en la calle Marien, el pub-restaurant Plettenberg en la calle Gladbecher, el Destille en la calle Kurt Schumacher - donde hacen deliciosas baguettes - y los bares deportivos, Fliegenpils (calle Hagen) y el Marientor (De La Chevallerie). A propósito, la manera más rápida de llegar al estadio es tomando la línea 302 desde el nivel inferior de la estación - en dirección a Gelsenkirchen-Buer - bajándose en la parada Arena.
Gelsenkirchen cuenta también con tentadores restaurantes, con una fuerte influencia italiana. Elijan desde La Scala en Schlesicher Ring, La Vecchia Osteria (en la calle Horster en Buer), hasta el Trattoria Vitali que ofrece cocina de la isla de Cerdeña y el Trulli en la calle Van der Recke que produce una lasagna para chuparse los dedos. Si busca comida griega entonces visite el Xenos the Greek en la calle Cranger, o el Mykonos (en la calle Schalker) dónde cocinan un excelente pescado. Es una ciudad con una amplia comunidad turca, también es fácil encontrar comida de esa región.
Un tercio de la ciudad está compuesta por parques, bosques y praderas. El bosque Resser Mark al este de la ciudad es un pintoresco escenario, mientras que el Nienhausen Revier Park al noroeste (Tranvía 107 a Revierpark) cuenta con una piscina al aire libre, canchas de tenis y un golf miniatura. En el distrito de Horst al sur de la ciudad, una ex mina de carbón ha sido limpiada y transformada en el Nordstern Park, cuyo principal centro de atención es el anfiteatro que aloja infinidad de conciertos.
Otra de las atracciones es el Schloss Berge en Buer, un palacio del siglo XIII construido en las inmediaciones de un lago y rodeado de enormes jardines. Además, el Schloss Horst, un edificio creado en el renacimiento, es ahora un centro cultural y sede de la municipalidad.
La ciudad cuenta con tres líneas de trenes y una amplia disponibilidad de ómnibus. La oficina de turismo se encuentra en Hans Sachs Haus en la calle Ebert, mientras que el aeropuerto más cercano a Gelsenkirchen es el de Dortmund. Desde allí dirigirse a la estación de trenes de Dortmund, donde hay cinco formaciones por hora que salen hacia Gelsenkirchen. El traslado tarda alrededor de 35 minutos.